Partida Rol por web

Viendo el buzo, Maynard intenta coger con unas servilletas que había por ahí cerca y quitar el casco del buzo sin mancharse.

Es realmente antiguo y parece muy sucio

Con éxito Jorge logra quitar el casco de aquel Buzo para mostrar algo terriblemente inquietante. La cabeza en carne viva de alguien. Al parecer ha estado así durante bastantes horas, aunque no se puede afirmar quién puede llegar a ser la víctima de tal acto deleznable, y lo peor, ¿Qué hacía ahí?. ¿Por qué no tiene piel, pelo ni rostro?

Al parecer el casco del buzo, la parte de cristal, no estaba manchada por fuera, sino por dentro, de sangre.

Oh dios, que asco... Creo que tengo una idea... Mucha gente de allí abajo parece que no le caigo muy bien... Voy a probar una cosa...  Si no le importa claro está Jorge puede ganar un gran aliado - le saco completamente el traje de buzo al cuerpo y compruebo si podría ponérmelo...

Pese a que el traje estaba apestando y era hediondo, los trozos de sangre de aquel cadáver desconocido, el cual iba en pijama, fueron una ayuda para que Gustavo Montoya se pusiera el traje, no era muy cómodo ni confortable, pero al menos, podía vestirse con algo más. Por otro lado el cadáver se encontraba en el suelo, manchando levemente este por la gran herida en su rostro y garganta.

Antes de ponerme el traje me quite mi ropa, menos los calzoncillos y se la puse al cadáver con el pañuelo que cogí de la cena sobresaliendo para que se viera el nombre y me puse la escafandra, limitaría mis movimientos pero no sabrían quien habría dentro la gente --mucha gente de abajo me ha insultado y metido conmigo Jorge, así no me reconocerán y pensaran que he muerto en esta casa de locos, siempre que me guardes el secreto claro está, se lo recompensarle con creces, apoyare todas sus decisiones

Con la cara lívida y de rodillas por la impresión del acto, Maynard observa cómo el otro hombre se pone en el traje de buzo y deja el muerto en el suelo.

Pero... pero qué cojones. Dónde cojones me he metido. Joder, cojones. Y tanto que es una casa de locos. Yo... te guardo el secreto. ¿Pero y que pasa con el muerto? Como entre alguien me va a caer el marrón a mi.

Salgamos de esta habitacion... No voy a hablar ya que la gente podría descubrir mi voz, te sigo a ti y tu hablaras por mi, di que tengo una enfermedad y no me puedo quitar el traje, la enfermedad habrá desgarrado mi voz... ¿Donde te apetece ir?

Cuando llegaron Alice Backwell, Brett Xiaojun, Eider Relish e Inara Serra al lugar, observaron como había un cadaver tendido en el suelo, su cabeza completamente en piel viva, sin rostro, aún sangrando lentamente, y con una gran perforación en el cuello. Junto a este, un nuevo invitado que nunca habían visto antes pues no se presentó a la cena; pero eso no era lo más inquietante, sino que también había alguien vestido de buzo que olía a putrefacción en el centro de la sala.

Inara mira a su alrededor con detenimiento, aunque lo primero que le llama la atención no es tanto el buzo que hay en el suelo como la presencia de otro invitado, hasta ahora ausente en lo que llevaban de mañana.

-Señor... Smith, creo. Parece que ha estado usted ocupado -le dice a Jorge Smith, intentando mostrar cierta indiferencia a lo estrafalario de la situación -. ¿Quién es... o era, este desconocido invitado?

-¡ME CAGO EN DIOS! Me pongo absolutamente tenso, tengo ganas de vomitar pero intento aguantar el tipo.

-¿Que coño haces?, ¿quién eres? No entiendo nada

Apreto los puños e intento coger el arpón clavado en la silla (Sino, cualquier otra cosa que pueda utilizar en mi defensa)

Observo la escena un poco sorprendida. No me esperaba tal recibimiento nada más llegar. Miro el cadáver que se halla en el suelo, el olor de la sala me provoca inmensas ganas de vomitar...

-Una cálida bienvenida, sí ... señor -comento en voz baja-.

De reojos contemplo a Brett, quien al parecer, ha reunido todas las agallas para enfrentarse al susodicho.

Pese a que Brett haya intentado sacar el arpón ensartado en la silla, este no se mueve; ni con la formidable fuerza física de Brett ha sido capaz de desencajar aquel arma. ¿Cómo es posible que alguien lo haya clavado tanto?.

En la sala se encontraban Jorge Maynard junto a un Buzo y un cadáver en el suelo; a la llegada de Alice, Eider, Brett e Inara, la estancia que parecía mucho más amplia ahora parecía estar algo apretujada debido al gran número de personas aglomeradas en un mismo punto, alrededor del cadáver en el suelo.

-Señora Backwell, ¿había visto antes... a este... buzo? -le pregunta Inara a Alice Backwell, dudando en cómo llamar a lo que yacía en el suelo.

-¡Vosotros!, ¡hablad!, ¡decid algo coño!, ¿quién se supone que es el cadáver del suelo? Esto parece una puta película de saw joder. No consiguo mantener las formas, las palabrotas constantes muestran el nerviosismo que me atañe

Busco en los cajones algo que pueda utilizar para mi defensa, más no quito la mirada de encima de jorge y el buzo

Camino hacia atrás para apartarme de la escena sin que se percaten. Están demasiados ocupados entre ellos como para darse cuenta que me he remangado un poco el vestido, para activar la grabadora.

-Si esto fuera una película de Saw, habías muerto -pienso para mí-, siempre muere primero al que le llena el nerviosismo.

Le toco el hombro a Alice, parece un poco impresionada por la escena, para que reaccione. Al ver que sigue en el mismo estado, procedo a decirle a Brett que se esté quieto, sin embargo no me escucha. Parece que ha entrado en cólera. Me recuerada a la escena de la cólera de Aquiles...

-Veo que alguien ha hecho negocios y ha salido mal parado...

Salvo el cajón cerrado todos abren, pese a ello solo encuentras algunas plumas y hojas en blanco. Una calculadora sin pilas.

Unas gomas y clips, y una grapadora pequeña y un montón de grapas.

-Creo que el señor Smith debería explicar su presencia en esta habitación... y la del cuerpo que hay en el suelo. Dado que lleva más tiempo que nosotros aquí, es de suponer que puede que ya haya encontrad todo lo que pudiera ser de interés, pero lo que no está tan claro es por qué no se ha marchado de aquí todavía.

No encuentro nada de interés en los cajones, intento respirar hondo para guardar la calma. Por otro lado, las palabras de Inara me hacen pensar que hay dos opciones, o bien le hemos pillado justo en el momento en el que se lo ha cargado, o bien él es igual de inocente que nosotros... Centro mi mirada en el buzo, -¿A ti se te ha comido la lengua el gato o qué?

Ante aquel gigante asiático solo puedo dar un paso hacia atrás intento comunicarme, pero lo único que se oye es --Aguhhgdiy- sabía que no iban a entenderme, nunca nadie lo había hecho, así que me acerque a la mesa a los cajones, cogí una de las hojas que había y la tinta y me puse a escribir con el dedo 

TrAnpa

MuEZto

CuIDaDO

no escribí más ya que me quedé sin hoja pero esperaba que me entendieran y señale al arpon