Partida Rol por web

Yo me llamo Inara, y visto lo que usted se ha encontrado, ya se podrá imaginar que todos nosotros nos ha ocurrido algo similar y que no podemos salir de aquí. Como ya es posible que sepa, al Barón le encantan los juegos. Por eso hemos decidido finalmente seguir con ellos. Si nos echa una mano con esto, veremos de qué se trata.

Inara le obsequió con la mejor de sus sonrisas mientras cargaba con una garrafa y empezaba a llenarla de líquido.

Hablando a Inara -Antes de llenar el trofeo, ¿Puedes dejarme la llave Inara? Creo que ésta sirve para el cajón del escritorio, quizá ahí pone algo sobre qué es lo que activa dicho puzzle.

Mirando a Jorge. -Buenas, yo soy Brett, encantado. No hay mucho tiempo para presentaciones, pongámonos manos a la obra.

El discurso del señor Smith no me termina de convencer pero de momento lo pasaré por alto.Pienso mientras espero la respuesta de Inara

-Tómala, pero ten cuidado. Recuerda que TODO puede ser una trampa -le dice Inara a Brett mientras le entrega la llave.

Después, sigue llenado y vaciando las garrafas de líquido.

Una vez que terminamos de llenar las garrafas y hacer todo lo que Inara me había comentado, inserto el líquido de agua en el trofeo. Me aparto corriendo y me posiciono entre Smith e Inara.

-Chicos... si morimos aquí... quiero decir que -me sonrojo-, estos minutos con ustedes han sido agradable -agarro la mano de Inara con fuerza y miedo-.

El azar, señores... el jodido azar -me repito impaciente-.

La baronesa había estado en shock. El mediodía era su peor hora del día, ya que le entraba modorra incluso aunque no hubiese comido nada y era poco más que un zombie.

Apenas pudo reaccionar a todo lo que estaba ocurriendo, hasta que ya había dejado de ocurrir.

Perdonadme todos, me he quedado atónita al ver el cadáver y el buzo, que nunca jamás había visto antes.

Inara, tu velocidad con las jarras es prometedora. Creo que sea lo que sea lo que tenemos que hacer aquí, incluye resolver enigmas.

Señor Smith, señor buzo, ¿alguno de ustedes sabe quien es el muerto o lo reconoce? este pañuelo era de su propietario, ¿sí? ¿nó? Era de su asesino quizás ¿Sí? ¿no? Se habrán dado cuenta de que las preguntas que hago son de sí o no, usted señor smith puede dar detalles, pero el buzo no, así que al menos podrá asentir o negar.

Más cosas: señor buzo ¿su mensaje tiene faltas de ortografía intencionadas? ¿Tiene letras mayúsculas intencionadas? ¿Algún mensaje en clave adicional?

Ya que no está mi marido aquí pero al parecer sí hay trampas mortales, deberemos resolver los puzles cuanto antes.

Ayudadme a registrar la sala

Observo detalladamente la estantería

Le doy la razón a Inara. -Eso está claro, de modo que, si la llave es del candado, el buzo podría probar a abrir el cajón, si la trampa fuera otro gas de esos, el ya tiene protección, nosotros por el contrario podríamos meternos al baño o salir afuera de la estancia. No se que opináis. Digo mirando al resto, y en especial al buzo.

Espero a ver la reacción de los allí presentes, si están de acuerdo, paso a abrir el candado, si por el contrario, no lo están, me reservo y le devuelvo la llave a Inara

Por mi prueba la llave en el candado. Hay que intentar desentrañar los secretos de esta sala cuanto antes

-Entonces... salgamos de la estancia -junto a mí, me llevo a Alice e Inara   al pasillo, a la espera de que Brett realice la acción-. Mucho cuidado, Brett.

Paso a intentar abrir el candado

Me desplazo junto a las dos chicas.

Inara recibe la mano de Eider con naturalidad y la mira de reojo sin evitarla. Al tacto, la piel de Eider es tersa y cálida, pero ambas están nerviosas. Las dos saben que hay muchas probabilidades de que tras lo que acababan de hacer, todo se torciera de manera brutal.

-Adelante, Brett. Confiamos en ti. Todos nos arriesgamos -le dice Inara, mientra aprieta ligeramente la mano de Eider, y esboza esa media sonrisa pícara que tanto suele hacer, y que a menudo le recuerdan que vuelve locos a los demás, mientras mira de nuevo a Eider y las sigue a ella y a Alice.

El candado no abre por el uso de aquella llave, de hecho ni siquiera tiene espacio para insertarla, ya que es un candado con combinación numérica de 4 cifras, del 0 al 9.

Por otro lado, una vez que los 4 litros fueron colocados y habiendo esperado un tiempo, se escuchó un click y se abrió la mesilla que había bajo aquel trofeo, para mostrar un cojín en donde parecía que hubiera algo esférico pero ahora ya no estaba. Al menos eso era lo que mostraba la huella que había dejado aquel misterioso objeto.

Vaya, así que al final, no podemos abrir el candado pero tampoco hemos encontrado nada. Alguien... se nos ha adelantado. -dice Inara, suspirando aliviada pero también, irritada por el riesgo que han corrido... para nada.

¿Hay algo más que pueda abrir la llave, Brett?

Asomo el cuerpo, soltándome de las manos de las dos chicas.

-Por un momento pensaba que íbamos a morir aquí.

Un poco aliviada, me acerco a Brett:

-Conocemos dos cifras: la primera 2000 , ¿te acuerdas la cifra que mencionó William? y la otra 2013, la del trofeo de caza de mi padre... Pruébalas... O si quieres las hago yo, si estáis de acuerdo.
 

-Puedo probarlas, sí, al fin y al cabo es lo que iba a hacer en un principio. Aunque me gustaría estar seguro de que clave utilizar, no vaya a ser...

Antes de probar las claves miro la foto del escritorio del despacho, examino la foto y luego la saco para ver si en el reverso de ésta se esconde algo.

El marco está vacío, no hay foto alguna.

Tras probar las claves, ambos intentos fueron infructuosos.

La solución debe estar en este cuarto. La casa entera es un lugar demasiado grande para buscar, así que si no está aquí, jamás lo encontraremos. Lo tenemos que estar viendo aunque no nos demos cuenta.

Vuelvo a concentrarme en la estantería revisandola a fondo.

Me quedo extrañado al ver que no hay ninguna foto.

Pregunto a Alice. -Señora Backwell, ¿cual es la fecha del cumpleaños de su marido? Puede que esa sea la clave del candado.

Vuelvo al cajón del trofeo y examino el cojín, miro debajo por si hubiera algo que me diera alguna pista

Aquella librería está repleta de libros, artículos y documentos de diversa índole, desde los Mayas, hasta los Bizantinos, pasando por el funcionamiento de un reloj, y la supuesta farsa del Apolo11. Nada realmente de valor para alguien centrado pero fuente de conocimiento de interés para alguien con tiempo libre o un trabajo específico. Por desgracia, no encuentras nada de interés.