Partida Rol por web

Inspecciono la habitación. Especialmente en busca de todos los posibles accesos.

Solo hay un acceso obvio (la puerta), pero sabes que todas las habitaciones tienen un acceso secreto a través del falso espejo (ventana por un lado, espejo por otro), solo necesitas destornillarlo de la pared y ya podrás acceder a ese pasillo secreto, el cual es el mismo que el que iba desde el Gran Recibidor. En cambio si te encontraras por el otro lado, podrías pasar a la habitación sin mayores problemas. -A cualquier habitación-

Quiero bloquear ese acceso antes de irme a dormir e inutilizar el espejo.

Arrastro el tocador hasta que entorpezca la apertura del espejo. Esto lo haré cada vez que me encuentre en el interior de la habitación y volveré a desbloquearlo antes de salir.

Logras bloquear ese acceso con éxito; nadie podrá ver el interior de tu habitación, así como que nadie podrá entrar.

Descanso tranquila.

Con el comienzo de la madrugada, voy al Gran Salón

MAÑANA: Me desplazo al gran comedor

OCASO: Me desplazo al pasillo secreto de las habitaciones

Salgo

Alice llega a su estancia sin ningún problema o inconveniente.

Bloqueo el espejo, echo el cerrojo a la puerta y me preparo para dormir.

Insegura decido ir a mi habitación secreta y privada*

Mientras pienso donde iré mañana.

Gerard llega a la habitación que Alice tomó como la suya tras aquella pequeña disputa que tuvo con el Barón en la cena. Nervioso sacó el cincel y el Martillo de sus enseres personales y se dispuso a abrir la puerta de una vez por todas. Por suerte para él, la puerta cedió pues golpeó las zonas correspondientes, por desgracia aquel combo se desquebrajó con el último golpe. Al parecer el estado de esas herramientas no era ni de lejos la mejor.

La estancia era como cualquier otra habitación, no parecía haber nada destacable en ella, era literalmente igual que la tuya, exactamente la misma cama, el mismo espejo, la misma cómoda, el mismo inodoro, la misma bañera, el mismo armario, las mismas lamparas y los mismos candelabros, incluso tenía los mismos cuadros.

Al parecer todas las estancias eran copias las unas de las otras, indistinguibles más allá de dónde estaban situadas, y la de Alice se encontraba al final del largo pasillo.

Perder su querido cincel fue duro para el sommelier, pero había que reconocer que había sido su arma predilecta durante todo el tiempo que llevaba en la mansión. Al entrar, todo le parecía a simple vista similar a su habitación pero estaba seguro que eran posible encontrar el premio escondido, que lo habría. No le importó inspeccionar la habitación como si de un exterminador de termitas se tratara...palmo a palmo observó todo al detalle...retirando incluso la cama, las cómodas, les espejos y cuadros, apartando la alfombra por si hubiese alguna trampilla, golpeando todas las paredes por si sonaban hueco o distinto en algún lugar. En su vida había dedicado tanto esfuerzo ennhacer algo...movería todo, tocaría todo,...estaba convencidísimo que algo encontraría...

Al retirar el gran espejo de la estancia, el sommelier pudo encontrar algo que le llamó la atención, pues no solo el espejo era reflectante por un lado y translúcido por el otro, sino que tras el espejo había un pequeño pasillo a oscuras que se dirigía hacia ambos lados del mismo, iluminado por pequeños ventanales a derecha o a izquierda, dependiendo del sentido del camino.

Aquello fue un verdadero descubrimiento y se alegró. No quería perder detalle y recordar bien todos y cada uno de los caminos que recorriese, por lo que avanzó con la linterna sorda y fue dibujando un plano de todo aquello, marcando las posibles entradas y salidas de aquel posible mini laberinto. Eso sí, siempre con cuidado de por dónde iba avanzando y observando con detenimiento sus alrededores y el lugar exacto de las posibles salidas.

Al parecer, todo era en forma de "U", por la parte interior del pasillo había aquellas ventanas, las cuales eran escaparates a través de los espejos al resto de las habitaciones de los invitados. Absolutamente todas las habitaciones estaban visibles. Aunque por desgracia, el pasillo siempre daba a su fin una vez que alcanzaba el último cuarto.

Pese a ello, parecía que a parte de servir como ventana para mirar con claridad qué ocurría en todas las estancias; también se podía empujar el espejo y entrar en cualquier estancia sin tener que romper la puerta, robar la llave, o tener el permiso del dueño de aquella habitación.

No era exactamente lo que había imaginado pero no estaba mal el descubrimiento. En verdad disponía de tiempo de sobra hasta que la sala de calderas dejase de funcionar por lo que registraría las habitaciones de los invitados que quedaban con vida. Se colaría por los espejos y buscaría en sus cómodas, armarios, debajo de la cama...registraria sus maletas. Cualquier dato, información u objeto que tuviesen escondido y que pudiese emplear en su favor. 

Tras revisar las estancias haciendo un especial incapié en aquellas cuyas puertas no se encontraban destrozadas, se pudo encontrar algún que otro objeto de interés, en especial en la de William Smith, pues bajo la cama había una pequeña botica de bolsillo, un lugar donde se podría crear venenos o remedios, portatil.

Por otro lado, en la habitación de Sean McOwen se encontró un pequeño bastón con el mango de plata con la inscripción "VVV" grabada en el metal.

Por último, en la habitación de Umbert se pudo encontrar lo que sería una nota entre los calzoncillos del difunto.

Mata a los dos Bastardos, a la Mujer y luego al Barón.

En ese orden.

No quiero errores.

El sommelier no dudó en abrir la botica, observar su contenido y leer las posibles instrucciones para realizar venenos. Llegados a este punto, quedaban pocos invitados y tarde o temprano tratarían de eliminarle directamente o avisar a las autoridades ara que le encerrarsen de por vida. Ninguna de ambas posibilidades estaban en su lista y buscaría cualquier medio para evitar ese fatídico destino.

Después observó con detenimiento el bastón del ex señor McOwen y trató de averiguar si se trataba de un estoque camuflado, alguna especie de clave que se permitiese mover o rotar cual combinación secreta aquel código "VVV"

Finalmente, se guardó en el bolsillo la nota para Umbert. Había logrado averiguar qué era uno de los asesinos. Tomando todo lo necesario, decidió que era momento de salir de las habitaciones y tratar de acceder al gran salón. Se acercaría y espiaría a ver si la sigusitua había cambiado y ya no estaban aquellos dos allí dentro.

La botica portatil parece ser meramente eso, un lugar en donde poder realizar enguentos, pociones, pocimas, venenos y antídotos, con la enorme ventaja de no estar en un lugar especializado para prepararlos, véase el Boticario o el Laboratorio.

Pese a ello, no parece tener ningún tipo de receta para hacer nada en especial, incluso parece nueva, como si el propio William aún no le hubiera dado ningún tipo de uso.

El Bastón parecía un arma contundente, cual garrote o bate. (2P/0E (Siempre visible) +0,5 Ataque).