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HLdCn: El Legado de Caín II - Semillas de Destrucción

Noche 7 - Una Sentencia por Llegar

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27/12/2013, 00:24
Director


La sonrisa de Liam, parecía eterna mientras os desafiaba a todos con su mirada, como expectante de un juego más que de un combate. Empezó a liar sus manos de nuevo en las vendas de asalto cuando sus dedos se entumecieron, y dejaron caer la venda que empezó a rodar por el suelo.

Su mirada buscó con rapidez una mirada, la de aquella rubia arquera que con ceño fruncido no dejaba de mirarlo.

Liam asintió con la cabeza, como aceptando el reto, y acto seguido tras Lennish, dos sombras salieron al unísono a correr por ambos lados de la arquera, cuando pudo percatarse de las formas que se acercaban, fue demasiado tarde… pues los puños prietos de Alexia golpeaban con furia su cuerpo, mientras las garras aceradas de Yormund se ensañaban con la piel de sus piernas.

Los gritos de sufrimiento de Liam, aumentaban al darse cuenta de que su figura seguía quieta pese al dolor. Pero entonces un nuevo sonido rompió el lugar.

Un fuerte destello y estrepito candente se alzaba mientras Zyllah desplegaba su arma con la agilidad que hasta ahora no había demostrado. Pues los filos de su látigo salpicaban de destellos el suelo, mientras un silbido enfurecía el aire, al rozar el viento el metal.

Yormund y Alexia se hicieron a un lado, para evitar ser dañados, mientras Zyllah con destreza desplego primero el arma para que con un ligero roce abriera un hilo de sangre en la mejilla de Liam, luego, tras una sonrisa sombría… acercó un poco más su arma y los cortes comenzaros a inundar la piel de aquel hombre, que poco a poco veía como su ropa, y su piel se hacía jirones, sin querer.

Tras Zyllah, una sinuosa forma se contoneaba hasta el lugar, mientras desplegaba su arma y la convertía en un afilado borde de larga talla y gran precisión, como un florete, salvo por el filo que adornaba en su extremo.

Cuando se situó cercana a Zyllah, posó una delicada mano sobre su espalda y dijo con voz dulce: Deja algo para los demás… preciosa.

Zyllah paró más por el hastío de aquella intromisión que por voluntad. Y mientras miraba con mentón apretado a Ira, veía como Liam, caía de rodillas inundado en heridas de las que brotaba sangre silenciosa.

Ira dejó apuntalada su arma sobre uno de los hombros de Liam, y tras mirarse ambos a los ojos, y lanzarle ella una sonrisa de soslayo apretó con fuerza su puño dejando que su arma perpetrara su cuerpo y despuntara hasta llegar a un pilar cercano.

Ira parecía disfrutar, pero entonces, alguien rompió su disfrute… observó como un gancho apartaba su arma hacia fuera, y la lanzaba lejos del lugar.

Los ojos de Ira se encontraron con el semblante de Gabriel, que la retaba, mientras aquel pulpo nacía de su interior y apretaba el cuello de Liam, como a sabiendas de cuál era su misión.

Parecía que los animales estuvieran deseosos de que esa tarde llegara a su final, pues como movido por una intuición, el caballo de Zagam se aproximo con trote bravío al lugar, y mientras el pulpo lo asfixiaba, él comenzó a golpear su costado de coz en coz, dejando que de los labios morados de Liam, se escapara un estupor impregnado en sangre.

Ambos animales pararon a la vez, y mientras el corcel volvía con su amo, Gabriel se alejaba mirando con reto a Ira, dejando que aquel pulpo volviera a ser un tinte impreso en su piel.

Eko no iba a perder la oportunidad, y aunque estaba aún herido, y sobre el suelo apoyado en aquel pilar, limpio sus labios otra vez, y dejo escapar de sus manos unas cuantas balas que guardaba en el pantalón. Los pequeños cartuchos de cobre rodaron hasta acercarse a Liam, y una vez que tocaron su piel, Létang apretó el puño, y comenzaron a distancia a explotar, provocando varias heridas y socavones en el cuerpo de Liam, que parecía tendido inerte.

Marceline avanzó y pensó en dar el golpe de gracia a aquel traidor, desplego su brazo dejando que varias plumas afiladas se lance contra el cuerpo de Liam. Las cuales se enclavan sobre su espalda, adentrándose incluso varios centímetros en la carne de él.

La chica alada vuelve sobre sus pasos creyendo que todo estaba acabado, pero entonces mientras vuelve hacia atrás, una lúgubre sombra cubre el cuerpo de Liam.

No puede volver a pasar… no otra vez. Entonces Lennish que había estado esperando hasta el final, deja su flecha volar.

La flecha va directa a su diana, la cabeza de Liam…. Las sombras empiezan disolverse según la flecha se perpetúa en su lugar, y al disolverse dejan ante todos de nuevo la realidad.

La mirada de Liam, es fiera… tras aquel mortal combate. En su mano se rompía el asta de la flecha de Lennish, la cuál arrojo al suelo antes de alzarse. Su piel parecía viva… cubriendo todas las heridas recibidas en aquellos dos días.

Y mientras sus ojos llenos de rabia se cernía sobre la arquera dejó que el dolor de su tobillo se esfumara con aquel mismo momento, pues sin quererlo el dolor que ahora sentía era parte del odio que guardaba en su interior.

Su tobillo ardía de nuevo dibujando un nuevo trazo.

Un nuevo legajo de piel escrito quedaba aquella noche, mientras que el púgil seguía en pie.

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27/12/2013, 00:51
Director


Todo aquel engaño, las últimas palabras de Eko… las desconfianzas tras tantos años sumido en la búsqueda de un porqué, fueron motivos suficientes para dejar que un corazón joven se marchitara y encontrara consuelo y un final.

La maza de Nil se apoyó sobre el suelo, mientras el apoyaba su espalda en la pared, y dejaba que poco a poco se sentara sobre el frio suelo, mientras ante él todo parecía pararse por última vez.

Su flamígero compañero se acercó junto a su regazo mientras sus plumas se apagaban sin dejar ningún ascua del que emerger.

Apoyó su pequeña cabeza junto al costado de Nil, y dejó que el tiempo deshiciera su existencia para no volver. Ya no habría más reproches, ni más preguntas, ni más porqués… Al menos no para él.

Sus labios dejaron escapar un golpe de sangre que avisaba de la llegada de la fría muerte a aquel cuerpo que siempre guardó el fuego en su interior.

Su mano temblorosa, se precipito sobre vuestras formas desfibujadas por aquella mirada cansada.

Pero solo un segundo, luego, respiró y su cuerpo cayó… la mano sobre su arma, su cuerpo cobre  el suelo, y a su lado aquel fénix que donde fuera que fuese siempre le daría aliento y recuerdos dulces sobre el ayer.

Las cenizas del fénix se movían con un mero aliento, mientras el alma de ambos se fundía sobre el frio suelo, dejando un aliento cálido y ahora vida, que duró unos segundos, pero que muchos agradecerían, pese a haber perdido algo que puede que el tiempo sellara por siempre jamás.

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27/12/2013, 00:52
17 Muerto - Zagam

Suspiro, cansado. - Lo imaginaba... Por eso no quería votar a ninguno de ellos dos... Pero bueno, esto no cambia nada...

Miro uno a uno a todos salvo a Ira y a Liam. - Aún a riesgo de que me matéis, creo que la opción más rápida y segura de acabar con ellos y que no caigan más inocentes es romper mi promesa y encerrarlos en mi mundo, aislándoles por toda la eternidad. Si no lo hacemos, alguien más morirá esta noche y no sabemos cuánto le queda al sello para romperse. Creo que no debemos jugárnosla... Odiadme si queréis, pero yo quiero salir de aquí.

Miro sorprendido como Nil cae al suelo. No me lo esperaba, pero tampoco he tenido mucho trato con él, por lo que no sé a qué se puede deber eso...

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27/12/2013, 01:22
20 Muerto - Marceline

Marceline soltó un bufido de pura rabia, al ver como Liam seguía allí con vida. - Maldito hijo de puta...

Entonces Nil, no sabía exactamente por que motivo, quizás tras el detonante de que Eko quisiera que Gabriel mirase su alma, se quitó la vida. Eso era desesperante.

Quiso decirle algo a Eko, pero no quería hablar de ciertos temas habiendo sobrevivido Liam. Bueno, realmente, tampoco lo tenía claro si decir ciertas cosas en voz alta aunque hubiera muerto. Miró a Gabriel, y volvió su mirada en Eko. Que hacer, que decir. Como hacerlo.

Marceline se rascó la cabeza, pensando, hasta que finalmente su mirada se posó en Ira. - Supongo que debes querer tu momento final con Gabriel. Y no ha sido culpa nuestra, sino de Liam. Así pues, lo mejor que podrías hacer esta noche es desangrarlo. - dijo mostrando una sonrisa endiablada hacia Liam.

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27/12/2013, 02:32
Zyllah

Cuando el aire crepitó con la anticipación previa al combate me levanté, dejando con cuidado al pajarito en el suelo. Me giré hacia Liam con una sonrisa en los labios, segura de que esta vez sería la definitiva, y descargué a Irad contra él una y otra vez, dejando ir en cada golpe la rabia que había sentido hacia el muchacho desde que sobrevivió el día anterior.

Sentir una mano en mi espalda y escuchar la melosa voz de Ira me provocó un escalofrío de disgusto. Me aparté, más por evitar su contacto que porque deseara detener mi ataque, y me hice a un lado, esperando que Liam cayese.

Mis ojos brillaron furibundos al ver que seguía en pie, resistiendo nuestros ataques. - Joder, ¿en serio? ¿Es que no se va a morir nunca? - Mascullé entre dientes, mirando al tipo con verdadero odio. Otro día perdido, otra noche de ventaja para ellos. 

Antes de poder reaccionar a ello, Nil se dejó caer, consumiéndose en un cálido fuego junto a su fénix. Lo miré boquiabierta durante varios segundos. ¿Por qué había hecho eso? ¿Sólo por lo que Eko le había dicho a Gabriel? No podía evitar pensar que tenía que haber algo más. 

Me volví hacia Zagam y asentí con la cabeza. Me habría gustado dedicarle una sonrisa, pero con todo lo que había sucedido en este atardecer, la verdad es que no me quedaban muchas ganas. - Yo te apoyo. Si funcionase algo así nos libraríamos de los dos de un golpe... Pero si todavía te queda alguien ahí dentro, ten cuidado no vayas a aislarlos también. 

Finalmente me acerqué a Gabriel y me coloqué delante de él. Arrugué la nariz, preguntándome si sentiría algo cuando sus ojos se pusieran blancos y escrutase mi alma. No sonaba agradable, pero nadie se había quejado, así que al menos debía ser indoloro, quizás molesto. - Adelante, creo que tienes algo que hacer. Tan sólo te diré, antes de que te asustes y te dé por poner el grito en el cielo, que, al igual que Andrew, algunos podemos elegir. Y por lo demás... A los hechos me remito. - Me crucé de brazos y esperé a que terminase conmigo. Me sentía como esperando en la cola del médico, lista para que me hicieran un chequeo. Cuanto antes empezase, antes terminaría. E Irad no se iba a limpiar solo.

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27/12/2013, 04:06
19 Muerto - Gabriel Hyde

-¿Por que te aferras tanto a la vida, Liam? -Le digo a aquel hombre mirándole directamente, dejando que el cefalópodo se introdujera de nuevo en mi cuerpo, después sonreí, divertido. -Yo preferiría estar muerto a vivir como lo haces tú, incluso Norop, que era un traidor, fue capaz de llevarse algo de cariño... ¿pero tú?. Eres repugnante, no te llevarás de aquí más que desprecio. 

Nadie va a llorarte, ni a recordarte. Tu existencia habrá sido vacía, al igual que tu alma, una manzana podrida que se deshecha sin más, y lo peor es que ni siquiera tu misión aquí habrá tenido éxito. Fracasado, repudiado.

Suicídate, y ni aún así podrás morir con algo de dignidad. 

Me doy la vuelta para caminar tranquilamente por la sala, como dando un largo paseo, me detengo únicamente para mirar las manillas de mi reloj, y después volví a guardarlo en mi bolsillo, sonriendo, como conocedor de algún tipo de verdad que únicamente yo era capaz de entender.

Me acerco a Ira, acercando una vez mi rostro al suyo, relamiéndome los labios, palpando con mi lengua el lugar donde me había mordido la noche anterior, había visto su mirada en mitad del combate contra Liam, me buscaba, al igual que yo a ella.

-Me deseas, puedo verlo. -Le digo sonriendo -Pero serías capaz de matarme antes que reconocerlo. A lo largo de tu vida habrás utilizado a muchos hombres, pero no dejas lugar para los sentimientos... ¿no es así?. Crees que amar a alguien te hará débil. 

Has construido una buena armadura a base de odio y de rabia -Un téntaculo viscoso emerge de mi espalda, y acaricia el brazo de Ira -Pero debajo de todo eso, está esa pequeña niña que he conocido en mis visiones. Es una lástima que ya el único camino para nosotros sea la muerte... pero pienso disfrutarlo.

Le hago un gesto a la mujer, como si mordiera al aire, y después le sonrío de forma perversa. 

-Liam no hace más que retrasar el final, pero no te preocupes Ira, pienso darte algo que nadie te ha dado jamás. -Me giro para contemplar a los demás, primero busqué la complicidad en los ojos de Marceline, ella entendía bien lo que debía ocurrir, cual era el camino, sólo esperaba que los demás también lo entendieran.-Cuando llegue el momento, no quiero que nadie interfiera. Únicamente Lennish para asegurar que el voto de Ira no cuente.

Sonrío, y camino hasta Zagam tras escuchar sus palabras, no comprendía bien como funcionaba su mundo de ilusiones, pero esperaba que si aquello no salía bien respetara mi combate con Ira. Coloqué las manos sobre sus hombros para hablarle de frente y con confianza, como lo haría un amigo.

-¿Crees que con eso será suficiente, Zagam? -Señalo a los legajos que había escritos a fuego en nuestra piel -No creo que atraparlos con tu poder haga que sus marcas se iluminen, creo que sólo así acabará todo esto... cuando ellos hayan muerto.

Aunque Liam... puede que con él si funcione..., sería un buen destino atraparlo en tu mundo, torturarlo toda la eternidad, hacer que su alma se consuma sin que nunca pueda recibir el descanso de la muerte. 

Por lo que a mi respecta, puedes llevártelo. Hazle sufrir. -Sonrío -Sin embargo me temo que Ira debe morir aquí. 

Miro a los demás, dudando con quien usar mi poder... todas las cartas a excepción de Zyllah se habían mostrado, pero... ¿habría cambiado alguien de bando?. 

-Parece que le han comido la lengua al gato -Digo mirando a Yormund, que apenas hablaba, con lo que le gustaba provocar y hacer el idiota, incluso eso habíamos perdido. No obstante si que había participado en la muerte de Liam, su silencio no me gustaba. -¿Quizá el gatito trató de robar lo que no debía?...

Aparezco después junto a Zyllah, asintiendo con la cabeza ante sus palabras. 

-Agradezco tu sinceridad, Zyllah. -Aparto el pelo de su rostro para poder mirarla directamente a los ojos. -Debo hacerlo. Pero no debes temer. Si tus intenciones son buenas, no revelaré nada de lo que vea. Ya le guardé una vez el secreto a Andrew. Sólo la escoria debe temer mis poderes. Y lo pagarán... lo harán. Espero que puedas ser una buena guardiana.

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27/12/2013, 10:53
16 Muerto - Lennish

Maldito hijo de puta....- pensé mientras chasqueaba la lengua con furia-. No podía creer que aún siguiera aquí y Nil ya no, no entendía porque se ha quitado de en medio.

Asentí ante las palabras de Gabriel y escuché su conversación con Zagam y la posibilidad de encerrar a Liam o Ira en su mundo ilusorio, miré a Liam:

- Es lo mínimo que te merecerías....- dije mirando a Liam con furia

- ¿Nunca podremos acabar con el?...¿Aunque yo lo intente de nuevo?- dije mirando a Gabriel con una pequeña sonrisa- Aunque...- dije mirando de reojo a Ira mientras mi sonrisa se ensanchaba ligeramente- en el caso que no pueda con él...puedo hacerlo con ella y ahorraros unas votaciones...

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27/12/2013, 14:30
21 Muerto - Ira Von Carstein

Tras la intrusión de Gabriel, observó cómo su arma era arrebatada de sus manos, saliendo despedida hacia uno de los laterales, cosa que provocó que chascase la lengua con fastidio y cierta molestia. Sus profundos ojos se clavaron en los de él casi al instante, sacándole una pequeña sonrisa maligna, pero no dijo nada, miró una vez más a Liam y entonces echó a caminar hacia su arma, recogiéndola del suelo. Con un golpe seco en el aire esa peculiar arma volvió a su forma inicial, dejando tras de si un silbido, el mismo que se produce al cortar el aire. Sin guardarla se apoyó en uno de los pilares, subiendo un poco el filo, para después recoger con dos de sus dedos parte de la sangre que había quedado decorando parte de las hojas. Al principio solo observó sus dedos manchados de aquel valioso líquido carmesí, un suave aroma la incitó ir más allá y llevándose uno de los dedos a los labios, deslizó la lengua por el mismo, dejándose empapar por esa delicia. El sabor férreo la inundó por completo y no pudo más que sonreír complacida, siempre le había apasionado el olor de la sangre, el color e incluso el sabor. ”Dulce tentación...”

Lo que restaba de combate lo observó retirada, creía que no aguantaría una segunda ronda, pero como los demás se vio sorprendida. Ira abrió por completo los ojos y rió divertida, tal cual niña pequeña.-Mala hierba nunca muere...Aquí está el ejemplo-Su voz sonó nuevamente melosa. Se separó de donde estaba apoyada, guardando el arma tras limpiarla con mimo. Poco tardaron en aparecer los primeros comentarios que la tocaban, lo que provocaron que sonriera divertida y juguetona, suavemente negó con la cabeza.-¿Desangrarlo? ¡Oh, para nada! Por qué acabar con algo que me divierte tanto...-Escondió las manos detrás de la espalda, balanceándose de lado a lado tal cual niña buena. Cuando quería podía aparentar ser jodidamente tétrica, como en esa ocasión en la cual una siniestra sonrisa decoraba su rostro y sus ojos se habían vuelto más oscuros.

Con un cambio casi radical se serenó, dejando que su rostro no mostrase ninguna emoción. Ni siquiera el acercamiento de Gabriel la alteró, ella solo clavó sus ojos en los de él y escuchó con atenció ¿Amar? Es chasquido de su lengua rompió su silencio, para después negar lentamente.-¿Desearte? Cómo hombre no puedo negártelo... Creo que podrías ser una gran diversión-Su voz seguía sonando suave, lo cual cubría cada palabra con una fina capa de terciopelo.- ¿Pero amar? Nunca. No se trata de ser o no débiles... Si no de algo llamado sentimiento, y hace demasiado tiempo que carezco de ello, encanto.-Su mirada seguía clavada en la de él, retándole en cada momento, mostrándose salvaje.-No te defraudaré... Haré que este vals sea el más placentero de todos. Te aseguro que será la más excitante de las batallas... Te irás con buen sabor de boca.-Un toque sensual tintó sus dulces palabras, pero para ella el dolor solo era placer. Y los gritos, los gemidos del alma. Algo que ella conocía a la perfección.

Ese movimiento en el aire, cómo si mordiese solo provocó una tranquila sonrisa en la mujer. Quizás otros podían sentirse realmente asustados, pero para ella solo era un juego del cual disfrutaría hasta el final.- No, no, no... Eso no.-Susurró y por un momento sus ojos brillaron llenos de ira.-Lo bueno se hace esperar... ¿Por qué tantas prisas, querido? No temas, en cada caída del día te esperaré... Hasta que llegue la batalla final. Espero que todo eso de lo que hablas sea verdad, no me gustaría llevarme una decepción ¡Perderías todo tu encanto!-Siguió con la mirada los movimientos de él, fijándose en Marceline unos segundos, pero la falta de interés hizo que retirase la mirada hacia otro lado. Al ver que Gabriel hacía su retirada, ella hizo lo mismo, pero esta vez en dirección a Liam, aunque antes de llegar se giró un poco hacia Gabriel.-Veo que lo vas entendiendo, Gabriel...-Añadió a lo último que había dicho “De que ella debía morir allí”, la sonrisa que adornaba su delicado rostro desapareció justo en el mismo instante que la rubia había abierto la boca para decir memeces. Lentamente llevó la mano hacia su arma desenvainándola, con un golpe seco la abrió, dejándola lucir completamente.-Barbie... Estúpida.-Sus dedos sellaron nuevamente el arma, llevándola al arnés. Era una pérdida completa y total de tiempo ¿Por qué acelerar el proceso?-Creo que me lo tomaré como un halago hacia mi persona... Cómo Reina que soy es lógico ser mencionada, no te tendré en cuenta... Muñequita-Le dio la espalda por completo, siguiendo su camino hasta estar frente a Liam.

Observó el cuerpo magullado de Liam, agachándose lentamente para quedar a su altura. Una de las rodillas descansó sobre el frío suelo, pero la otra se mantuvo flexionada haciéndose servir de apoyo para los brazos, los cuales cruzó.- Debo admitir que no me lo esperaba...-Separó una de las manos del cuerpo, acercándola a los labios de él, limpiándole la sangre que corría por ellos.- Empiezo a encontrar este juego de lo más entretenido... Mira sus caras de molestia ¿No son adorables?-Se giró un poco para mirar al resto, dedicándoles una sonrisita, pero nuevamente su atención se fijó en él. Los mismos dedos que habían rozado sus labios ensangrentados, se acercaron a la boca de ella, volviendo a probar su sangre.-Deliciosa...-Le susurró con una media sonrisa.

No era chica de demasiadas palabras, por lo que rápido pasó a la acción y a lo que la había movido hasta allí. De uno de los bolsillos de la chaqueta sacó un pedazo de vidrio, el mismo vidrio que había tomado del suelo el mismo día que la cristalera había sido estallada por el paso de un ave.- Shhh...-Se mordió el labio divertida, mientras hacía bailar el afilado objeto entre los dedos. Las palabras de Marceline, la habían incitado a hacer algo que durante los días pasado había reprimido. Pero esta vez era diferente, un simple juego. La mano libre agarró con fuerza la muñeca ajena, obligándole a abrir la mano, viendo la palma de este volvió a sonreír de manera desquiciada, mientras acercaba la punta más afilada, hundiéndola de forma lenta sobre la piel de Liam, abriéndose paso. Cuando del corte empezó sangrar, ella acercó la mano de él a los labio y sin dudarlo deslizó la lengua sobre la herida, recogiendo la sangre mientras lo miraba fijamente a los ojos. Apenas se separó un poco, para poder hablar. Los labios de Ira estaban decorados por la sangre de él, haciéndolos ver brillantes.- Dulce tentación...

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27/12/2013, 14:31
Zyllah

Seguí la mirada de Gabriel hacia Yormund y enarqué una ceja observándolo. Era cierto, el lugar estaba más tranquilo últimamente por parte del joven Eve. Cuando se dirigió a mí después, lo miré, posando mis ojos grises en los suyos. A pesar de que me alegrase que hubiera vuelto con nosotros y de que confiaba en que no estaba de parte de los traidores, no me gustó que me tocase el rostro con esa confianza, como sintiéndose superior a mí tan sólo por la posición que ocupábamos en ese momento. 

- Tsch, tsch, las manos quietas, pulpo. - Susurré bromeando, pero con tono firme, sin moverme ni apartarme. - Guarda tus tentáculos para la pelirroja, que lo está deseando. - Después hice una pequeña pausa y me encogí de hombros antes de hablar con voz suave. - No tengo miedo de ti ni de tus poderes, mis intenciones han quedado demostradas día tras día. - Esbocé una pequeña sonrisa de medio lado antes de seguir hablando. - Pero, a pesar de que te creas que sí, no eres muy sutil que digamos. Muchos entendimos de sobra lo que le dijiste a Andrew. Y no me gustaría que hicieras gala de esa sutileza conmigo.

Sin decir más, me quedé esperando, mirando sus ojos con curiosidad por el momento en que se pondrían blancos y moviendo los dedos con impaciencia. - Venga, dale caña, que se nos hace tarde. - Dije finalmente, remarcando el adverbio temporal como solía hacer él.

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27/12/2013, 15:23
17 Muerto - Zagam

Me siento en el suelo con los ojos cerrado, concentrado, como aislado a lo que ocurre a mi alrededor. Pasado un rato, abro los ojos y mi rostro refleja frustración. Doy un golpe con el puño en el suelo y, mirando hacia abajo, sin dirigirme a nadie en concreto, hablo, sin gritar. - Mierda... No puedo... Una vez alguien entra, no puede salir... Joder, si no hubiera usado otra persona mi poder, ahora podríamos acabarlo todo sin que cayera ningún inocente más. Ahora ya no puedo hacer nada.- suspiro, resignado y alzo mi mirada hacia los demás... - Bien, ¿y ahora qué? Caerá la noche y con ella uno de nosotros morirá...

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27/12/2013, 15:34
19 Muerto - Gabriel Hyde

-Relájate Zyllah, únicamente te he apartado el pelo. -Sonrío de forma burlona ante su reacción, era propia de otro tiempo, cuando a una mujer le rozabas una mano y ya pensaba que ibas a hacerle un hijo o algo parecido. -Puedes estar tranquila con mis tentáculos, ya sabes que a mi me gustan las mujeres, y tú la tienes más grande que Eko. -Miro de soslayo a Létang, y sonrío -Y me refiero al Eko negro, no a éste.

Desvío la mirada para observar el juego de Ira y Liam con cierto fastidio. Lo voy entendiendo, si, Ira... 

-Respecto a lo de Andrew, dije lo que dije a drede, únicamente por que esa parte que vi de él era peligrosa, amenazadora para nosotros. ¿Pero a que no dedujiste de mis palabras que podía levantarse en mitad de la noche si intentaban matarlo y arrastrar con él a uno de sus asesinos? 

Ser un asesino era el poder de Azhariel, el de Andrew era proteger aquello en lo que creía, seguir viviendo a toda costa. 

Dedico una nueva sonrisa a Zyllah, y la miro fijamente con decisión.

-¿Tu poder será el de leer entre líneas? Veremos.

Mis ojos se tornaron en blanco dando lugar a aquel trance, aunque esta vez una sonrisa adornaba mis labios.

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27/12/2013, 16:07
20 Muerto - Marceline

Marceline lanzó un largo suspiro.

Por una vez podrías tener razón hermano. Porque si ella estuviera aquí, todo acabaría de una vez por todas... - se dijo para si misma, intentando buscar la forma que Liam dejase de evadir el reino donde Kaldreade se encontraba junto a los otros.

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27/12/2013, 20:06
19 Muerto - Gabriel Hyde

-Zagam -Dije apartándome de Zyllah -Quiero entrar a tu mundo ilusiorio. 

Confiaba en aquel hombre, ya había muerto dos veces, y pronto moriría de nuevo, era necesario para arrastrar a Ira conmigo sin que nadie más saliera dañado. Ira... -Suspiro. Un último movimiento estratégico, antes de marcharme, allí podría hablar con libertad con el ilusionista... quizá incluso pudiera concederme un último regalo, una ilusión especial para mi.

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27/12/2013, 20:48
Zyllah

Respondí a la burda broma de Gabriel sobre mi feminidad elevando una ceja en silencio. Parecía un comentario más propio de Liam que del Señor del Tiempo y no creí que mereciese respuesta. Ya habíamos visto todos qué clase de mujeres le gustaba frecuentar y sinceramente, me alegraba mucho de no estar en su lista.

Decidí no ponerlo en evidencia respondiendo a sus preguntas y me mantuve en silencio, hasta que comenzó.

Esperé a que terminase su trance y me sorprendió que cuando sus ojos volvieron a la normalidad se apartase de mí sin hacer ningún comentario para dirigirse a Zagam con su petición. Lo miré mientras se alejaba, frunciendo el ceño con curiosidad. Había esperado como mínimo algún chiste. Pero desde luego, yo no me iba a quejar de que guardase silencio en público, así que me encogí de hombros y me aparté también de él.

Al pasar cerca de Zagam posé una mano en su hombro, apretándolo levemente con un gesto de ánimo. Me dejé caer en el suelo a su lado y me dirigí a él con voz suave. - Siento mucho que alguien usara tu poder y tu plan no funcione ahora. La verdad es que era una gran idea... - Busqué sus ojos y le dediqué una pequeña sonrisa, tratando de animarlo. - Pero lo solucionaremos como podamos. Ya lo verás. 

Busqué con la mirada al pajarito de Eko, que había dejado en el suelo antes de la lucha contra Liam, y le hice un gesto palmeando el suelo a mi lado para que se acercase si quería. Después extendí a Irad delante de mí, para comenzar a limpiarlo con cuidado, como después de cada combate.

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27/12/2013, 22:10
19 Muerto - Gabriel Hyde

-Ahhh -Sonrío -¿Lo ves ahora, Zyllah?-Digo cuando ésta enarca una ceja. -¿Sabes lo que supone para alguien como yo utilizar mi poder? 

Buscar el hilo concreto, mirar dentro de vuestra alma, recuerdos, motivaciones. Destino

Tuerzo la cabeza mirando a la pequeña mujer.

-Cuando miras al abismo, él también te devuelve la mirada. -Concluyo de forma algo tétrica.

Después miro a Liam, y más tarde a Ira, sonriendo con un atisbo de locura.

-Lo que quiero decirte, Zyllah, es que pude compartir el dolor de Andrew, la sed de venganza de Azhariel, sentí la condena de Liam, la rabia de Ira... todos esos momentos, no podrían verse desde fuera como un mero espectador, yo también los he vivido. Los llevaré dentro de mi. 

Ahora soy un poco de Andrew, un poco de Liam... y también de Ira... y de ti, Zyllah. 

Pero no te preocupes, mi convicción es demasiado fuerte, y mi papel sigue siendo el mismo que tenía al llegar aquí, proteger el sello.

Sonrío, y me giro para mirar a Zagam, esperando su respuesta, quería hablar con aquel hombre al que había llegado a considerar como un amigo, y después me sacrificaría luchando contra Ira. 

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27/12/2013, 22:27
Eko Létang

Eko siguió el combate aún sentado contra el pilar, interviniendo desde allí cuando vio su oportunidad. Tampoco esta vez había servido de nada. Liam seguía en pie. Eko alzó una ceja, mirando al chico, con una mezcla de consternación y diversión en el rostro.

Sin embargo, cuando de repente Nil desapareció delante de sus ojos, como otros habían hecho antes, su mirada se ensombreció. No comprendía qué podía haber pasado. Buscó la mirada de Marceline, y se sorprendió al ver que ella no decía nada al respecto. Eko daba por hecho que no había llegado al lugar donde iban los otros caídos, pero haber llegado ya al punto en que eso no les sorprendiera no le gustaba nada. Ninguno de los desaparecidos había podido dar una explicación. Y eso resultaba totalmente temible. Aún más que la peor de las muertes.

Cuando Gabriel comenzó con su espectáculo Eko lo siguió atento al principio, pero luego las palabras de Lennish captaron su atención.

- Si te he entendido bien y puedes hacer algo - Le respondió - creo que la mejor opción sería Liam. Y que será mejor cuanto antes. Ira podrá tener su baile mañana.

Luego escuchó la respuesta final de Zagam, y negó con la cabeza.

- Yo siento que no puedas sacar a quien aún esté ahí. - Dijo con la voz ligeramente tomada. - Pero no me arrepiento de lo que hice. Fue realmente útil, y de no haber tomado ese camino tendríamos las cosas mucho más difíciles. Quizá ni siquiera hubieran muerto todos los traidores que han caído.

Finalmente volvió a guardar silencio. Su compañero, mientras tanto, daba pequeños saltitos hacia el lugar donde Zyllah se encontraba. Eran más cortos que de costumbre, y cada par de metros se detenía unos segundos a recobrar fuerzas. Arrastrando su espalda contra el pilar Eko se puso en pie y comenzó a caminar en la misma dirección, acercando el último tramo al pájaro y sentándose al lado de Zyllah.

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28/12/2013, 00:50
17 Muerto - Zagam

Suspiro, pero finalmente sonrío ante las palabras de Zyllah y de Eko, dirigiéndome al último. - Sí, si eso es así, pero no puedo evitar sentirme frustrado...

Miro a Gabriel. - ¿Estás seguro de eso? Recuerda lo que acabo de decir, quien entra, no sale de ese lugar, salvo de la forma en la que Eko salió... No me da miedo ya lo que puedan pensar los demás, al fin y al cabo, tengo más papeletas para morir por la noche atacado que en votaciones, o eso creo, pero quiero que seas consciente de lo que conlleva entrar allí.

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28/12/2013, 01:04
Alexia Belikov

Miré sorprendida como, una vez más, Liam se salvaba, no me lo podía creer pero finalmente sonreí divertida agitando la cabeza como gesto de incredulidad, de aquí no le echaban ni con aceite hirviendo, acabé riéndome en alto –Para tener tantas ganas de morir, se te da estupendamente aguantar, habrá que esperar a la próxima vez, a la tercera va la vencida.- esta vez parecía que no me iba a dedicar ninguna de sus lindezas. Observé el numerito sangriento de Ira con una mueca de repelús y me decepcionó que Zagam no pudiera usar su don para controlarles. Sin embargo, mi atención se desvió a la conversación de Zyllah y Gabriel, me pareció lo más importante en ese momento. Contuve la respiración a la espera del veredicto de Gabriel y casi ni me moví  hasta que la prueba finalizó. No tenía apenas trato con ella, pero no me creía que pudiera ser una traidora, respiré tranquila cuando llegó el veredicto.

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28/12/2013, 01:37
Liam Donaire

Y el tan ansiado momento por todos llegó, aunque la verdad, no sé quien tenía más ganas, si ellos o yo. Nadie quería quedarse al margen, todos fueron a por mí convirtiéndome así en el protagonista de esta pelea. Fue complicada, pero a la vez excitante, la adrenalina corría por mis venas, mi sangre manchaba aquel maltrecho suelo nuevamente.

El resultado no se hizo de esperar, una sonrisa de satisfacción se dibujó en mi cara. Era evidente que nadie exceptuando yo se esperaba que no cayera.  Recordé las palabras de algunos dando por hecho que no podría aguantar otro combate como el de ayer. Que equivocados que estaban.

- ¿Qué no podía qué? – Pregunté con orgullo y evidente sarcasmo. Yo conocía bien mis capacidades, pero ellos no. Fue divertido más no poder. Disfruté como nunca estos dos días. – ¿No se supone que teníais que acabar conmigo? Venga, va, ¿un tercer intento? Seguro que caigo. – No pude evitar reírme al lanzar esta provocación con cierto desdén.- En cualquier caso tendréis que disfrutar de mi compañía un poco más.

Sentí muchas miradas de odio y sorpresa que se fijaban en mí. Era la segunda vez que conseguía frustrar sus intenciones conmigo. Todo un logro que me había ganado a pulso, algo digno de jactarse. No tardaron mucho en amenazarme con encerrar mi alma o atacarme por otros medios, y lejos de provocarme miedo consiguieron lo contrario.

- ¿Encerrar mi alma para toda la eternidad? Vaya, y yo que creía que era el malo yo. Jajajaja. Una lástima que no puedas hacerlo Zagam. – Usé un tono fingido para aquellas palabras.

Una sorpresa, otra que no contaba, la muerte, o más bien suicidio de Nil, Jared o como coño se llamaba. – Otro que ha perdido las ganas de luchar. Lástima, me caía bien. – No sentía mucho aprecio con Nil, pero eran de los pocos que no pude sentir indiferencia. Eso sí, será algo que olvidaré rápidamente.

Pero lo que realmente había conseguido hacerme reír, fueron las palabras que Gabriel había dirigido a mí. Le miré a los ojos, y alcé una ceja. Acto seguido una escandalosa carcajada escapó del fondo de mi garganta, el eco consiguió impregnarle fuerza aquella reacción rebotando por todos los rincones de aquel sórdido lugar.

- En serio Gabriel, que sentido del humor tienes, mira que yo digo chorradas, pero esta vez me has superado. No sé si es un ataque de celos o de frustración. – Intenté recomponerme, lo conseguí después de unos segundos. – ¿Se supone que tengo que sentirme ofendido o algo así? – Le miré de forma curiosa y divertida, no entendía a santo de qué venían aquellas palabras que para mí carecían de importancia. – Mi existencia no está vacía, más bien al contrario, estáis consiguiendo que me divierta de verdad en este maldito juego.  ¿Seré olvidado? Seguramente, aunque  después de muerto me seguirán pitando los oídos al menos unos días, y más teniendo en cuenta lo que os está costando deshaceros de mí. Eso sí, un vez muerto, vuestras opiniones no me importarán una mierda. Así que odiado o no, recordado u olvidado la verdad es que me la trae floja no, lo siguiente para ser exactos.– Hice una pausa mientras me mordía el labio inferior. Una manía que había adquirido y me costaba deshacerme de ella, es más, era algo que hacía inconscientemente. – Me importa poco por no decir nada que me odiéis, solo hago mi trabajo, ni más o menos. No negaré que estoy disfrutándolo como nunca, pero por si no te has dado cuenta, hay más vida allá de Oldland. Aunque, ¿cómo se puede comparar 100 o 200 años con 7 gloriosos días en la ruinosa ciudad del amor llamada Oldland? – Y otra vez usando el sarcasmo como medio de expresión.  Si  no lo hacía reventaba.- ¿Suicidarme? Ni de broma, tenía que poneros las cosas difíciles. Encima que os hago disfrutar en un lugar como este. Desagradecidos. – Fingí de forma exagerada que estaba ofendido. Me divertía hacerlo.

- Estás muy seguro de que vais a ganar, ¿cierto? Puede que te lleves una sorpresa, teniendo en cuenta que para ser un vidente. – dije con cierto desdén. – estás mucho más ciego de lo piensas. Te crees que sabes muchas cosas, pero en realidad no sabes nada. – Hice una pequeña pausa para continuar. – Lástima, te respetaba, te creía más inteligente. Sin duda estaba equivocado. Sigues sin entender nada. – Le miré con desdén, incluso con decepción a juego con mi tono de voz, algo que ni me molesté en disimularlo. – Fíjate que hasta incluso has confundido mi “existencia vacía” con lo que realmente era, se te da mal leer entre líneas. – Remarqué el concepto de existencia vacía con cierto sarcasmo.

Divertido miré a Alexia cuando se refirió a mí. Usé un bastante juguetón. – Sí, quiero morir, soy consciente que moriré pero eso no implica que me pueda divertir antes de que llegue mi hora, ¿no te parece? Además, ya conseguí m propósito. – Fue lo único que le dije, y la verdad, no tenía ninguna necesidad de dedicarle más palabras a la morena, ya se dijo en su momento todo lo que necesitaba decirse.

Sentí una presencia acercarse a mí con cierto atrevimiento, miré con curiosidad para comprobar de quien se trataba. Enarqué una ceja bastante sorprendido,  era la pelirroja, Ira. Un nombre que para mí tenía  mucho significado y mucha fuerza.

Cogió un cristal y me hizo un corte profundo, me mordí el labio pero no refrenar un pequeño gemido. Sentí excitación en aquel momento, y notaba como el ardiente líquido rojo escapaba de mi cuerpo por aquella herida para acto seguido ser ingerido con cierta ansia por parte de la pelirroja. Dudaba de quien de los dos sentía estaba disfrutando más, si ella por beberla o yo por ser la fuente de aquel perverso deseo.

La miré con ojos llenos de lujuria y una sonrisa divertida a la vez que provocativa, ella había encontrado uno de mis puntos débiles. La sangre. – Toda tuya. Toma la que quieras y será mejor que aproveches, mañana puedo no estar entre los vivos. – Volví  a morderme el labio inferior para refrenar otro gemido.  – Estoy a tu disposición Ira. Y como sigas así vas a conseguir que se me ponga dura. – Era cierto, a este paso sacará mi lado más salvaje y delante de todos. – Diviértete, diviértete esta noche como yo lo he hecho durante el día, Ira. – Una orden, eso era, camuflada con un tono muy sugerente fruto de la excitación.  Una lástima no haberte conocido antes. Si caigo antes…te esperaré en el infierno.

No pude más, y con mi mano libre agarré con suavidad su mentón, la aparté de mi otro brazo herido, tenía sus labios manchados de mi sangre, de mi ardiente líquido. Mis ojos se clavaron en los suyos, y lo hice aprovechando que tenía la boca abierta.

La besé con como un animal salvaje, introduciendo mi lengua en su boca con la intención de que ambas lenguas se pelearan, para ver quien de las dos se alzaba sobre la otra. Los fluidos de ambos se entremezclaban formando un combinado de ambas salivas y con el ardiente toque de mi sangre. Era un beso en toda regla, brusco y primitivo, carente de amor, solo deseo como a mí me gustaban.