Partida Rol por web

HLdCn: El Legado de Caín II - Semillas de Destrucción

Día 8 - El Rojo del Amanecer

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02/01/2014, 03:10
18 Muerto - Ivhone

- No tenéis ninguna prueba... Ninguna... - Ivhone respiró antes de volverse a mirar a Eko. - Si fuera verdad que hubieras cogido ese poder que dices, ¿por qué no lo has utilizado esta noche? ¿O es que en verdad eres el que ha matado a Zagam e intentas colgarme el muerto a mi...? - Se volvió a mirar a Zyllah con una sonrisa cruel en sus labios. - He visto como miras su cuerpo... ¿Cómo sabes seguro que he sido yo...? No tienes ni idea, pero te obcecas demasiado y no quieres ver más allá de tus propias narices. - Resopló y volvió a clavar sus pupilas en las del pistolero. - Habéis intentado matar durante dos aterdeceres a Liam y no lo habéis conseguido. ¿Por qué no lo has hecho por la noche, con el supuesto poder que me has robado? ¿Y luego decís que yo me hundo en mi propia mierda? Está claro que mientes, pero tus perritos falderos no quieren verlo, les es más fácil lamer tu culo y seguirte como fieles corderitos... -

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02/01/2014, 03:21
Eko Létang

En un primer momento Eko había decidido hacer caso de Zyllah. Ivhone no merecía la pena. Se había apartado, dejando de lado la discusión e ignorando sus palabras. No le gustaba para nada que Zyllah le dijese cómo debía comportarse, y menos delante de todos, pero en esta ocasión tenía razón. Sin embargo, cuando la mujer volvió a insistir le dedicó una furibunda mirada.

- No voy a ser tan estúpido de contarte lo que he hecho con mi poder para que podáis saber por dónde atacarnos. - Le respondió. - Pero no te preocupes: Estoy seguro de que las pocas personas en cuyo criterio confío lo tienen bien claro. El único motivo por el que no tomé tu poder para acabar con él es porque se suponía que lo haría Lennish antes del anochecer. - Respondió, ligeramente furioso por cómo habían terminado saliendo las cosas. - Y no iba a ir a por Ira sabiendo que podría arrastrarme con ella.

- Deja de intentar enfangarme, Ivhone. De los presentes, soy uno de los que más muestras ha dado sobre de qué lado se encuentra. Si vas a seguir intentándolo, deberías probar suerte con otro. Te dejas en ridículo.

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02/01/2014, 03:41
Zyllah

Suspiré con hastío viendo que la discusión iba a continuar y respondí a Ivhone cuando se dirigió a mí. - Eres tú la que habla sin saber, intentando rascar algo de información de la que poder tirar para defenderse. - Hice un gesto con las manos, desentendiéndome del asunto. - Adelante, seguid discutiendo si queréis. Pero me parece curioso que siempre que uno de nosotros os señala, lo acusáis de liderar a los demás y decís que lo siguen sin pensar. Ni siquiera lo decís del mismo cada vez, con lo que va teniendo menos sentido cada vez que lo decís.

Mi mirada se posó sobre ella y alcé las cejas mientras seguía hablando. - Y por cierto, para no querer parecerte a Vanna... Te recuerdo que ella también intentó usar ese argumento, pero conmigo. ¿Soy la líder o una borrega? Tú misma dijiste que Eko era mi perro faldero hace dos días. ¿Ahora es al revés? A ver si os decidís...

Aparté la mirada de ella, aburrida de una discusión que me parecía completamente inútil y miré al pajarito, para empezar a acariciarlo suavemente. - Ese argumento está ya demasiado gastado. - Terminé, apartando mi atención de la discusión. 

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02/01/2014, 12:14
18 Muerto - Ivhone

Ivhone mantuvo durante unos segundos la mirada a Eko. - Te sales por la tangente... - Murmuró mas bien para sí misma y se encogió de hombros. Era consciente de que tenía la batalla perdida. Esos dos le habían cogido manía y habían sabido transmitírsela al resto. Hoy me van a votar de nuevo... Ante esa verdad un escalofrío recorrió su espalda. Sus pupilas se dilataron al recordar como la mataron la primera vez... La impotencia que sintió, el dolor que desgarró su cuerpo poco a poco, mientras cada uno de ellos se dedicaba a destrozarla... La Ivhone que era antes de su primera muerte deseó salir y echarse en un rincón a llorar hasta que llegara el momento. Pero no, no iba a darles ese gusto. Tragó saliva y se sentó allí en medio para que la vieran bien. Si iban a matarla quería que la contemplaran...

Escuchó las palabras de Zyllah y le lanzó una fugaz mirada mientras sus labios se contraían en una mueca. Iba a responderle, pero prefirió tragar las palabras que como ácido subían a sus labios. Sabía que era inútil y por mucho que les dijera, ellos volverían a tergiversarlas y a utilizarlas en su favor. El pez grande se come al chico... Estoy completamente sola... Cerró los ojos y recordó con añoranza su casa, su guarida, el rincón en el que se había protegido durante los últimos años y donde había llegado a ser feliz... ¿Por qué escuchó a la soledad...? Creyó que viajando a Odland encontraría a otros como ella... Que podría formar parte de algo, pero... Seguía encontrándose sola y ahora... Volverían a hacerle daño... No quiero, no quiero que me hagan daño..

Recordó de nuevo a Ithan y en la oscuridad de su subconsciente vio brillar una vez más el cuchillo que utilizaría para clavar en su vientre. Una lágrima se desprendió de las pestañas de la joven y abrió de nuevo los ojos, borrando la imagen del chico... Sus pupilas se empequeñecieron y su barbilla tembló... Pero no, no quería volver a hundirse, quería demostrarles que era fuerte... Irguió la espalda y alzó la mirada, dirigiéndola hacia la tela de araña que Shia había estado tejiendo antes de su muerte... La sintió removerse dentro de ella y una sonrisa sesgada se formó en sus labios... Ahora sí que eran una y nunca, nadie, podría separarlas... En ese momento se dio cuenta que en verdad no estaba tan sola como creía...

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02/01/2014, 15:31
Liam Donaire

Y la diversión continúa sin parar, acusaciones, pullas, indirectas que más bien deberían ser directas. Por lo visto no era el único que poseía una lengua afilada. Eso me sacaba una sonrisa burlona. Especialmente la discusión que participaban Ivhone, Eko y Zyllah. Nuevamente las palabras de Gabriel conseguían hacerme reír sonoramente.

- Ay Gabriel Gabriel, va a ser un poco difícil teniendo en cuenta que estamos encerrados, ¿o es que lo has olvidado? – Usé un tono visiblemente mordaz.- Vas perdiendo tu…caballerosidad, ¿por qué será? ¿celos? ¿o quizás porque ya no tienes la capacidad de resucitar que te fue arrebatada por alguien que decidió dejar de luchar? – No podría ser más cruel con mis palabras ni a propósito. – Quizás deberías ver mi don de nuevo, y el de Ira también, a ver si te enteras de una puta vez, presumes de que nos conoces, que hay una parte de nosotros dentro de ti, y cada vez que abres tu boca solo me confirmas que eres un gilipollas que no se entera. – Fastidiado exhalé un suspiro mientras el miraba de forma desafiante. Acabé la conversación sin importarme si tenía algo que decirme, lo haría de todas formas. Su imagen de galán se caía por su propio peso, quizás por el tiempo, quizás por Seele, Ira, o por su poder perdido.

Era consciente de que a Zyllah no le caía bien, y que cada vez que me dirigía ella obviamente no le haría mucha gracia, aún así corrí el riesgo, total no tenía mucho que hacer o decir. – Confesé porque me convenía, eres lista, así que no necesitas que te los detalles, ¿cierto? Te habrás dado cuenta tu cuenta.

Y ahora, para el final, Ivhone, la recién llegada que muy posiblemente se iría. Me acerqué lo bastante para encontrarnos frente a frente. – ¿Sabes lo más gracioso?, que yo te creo, pero soy traidor, mi palabra no vale nada y tampoco te ayuda. – Comenté en tono divertido. – Pese a que me calaste pronto y nuestras…claras diferencias, si acabo muerto te haré compañía para que no te sientas sola, puedo ser agradable si me lo propongo, solo que es aburrido. – Hice una pausa para mirarla a los ojos. - ¿A qué no soy tan hijo de puta como aparento? – Bromeé, sabía de soba que yo no le caía bien a prácticamente nadie. No me importaba, no estaba allí para hacer amigos, solo para cumplir con mi función. Con paso firme me alejé de la mujer araña que ahora le venía ni que pintado aquel mote. Seguía sin tener nada que hacer salvo esperar y mi sonrisa burlona no tenía intención de borrarse.

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02/01/2014, 18:21
21 Muerto - Ira Von Carstein

Ira miró a Marceline unos segundos, pero tras esas palabras solo sonrió de medio lado ¿Discutir? Que estupidez. No se pondría al mismo nivel que aquella pipiola. Después de todo ella le ganaba en el terreno de la estupidez, esa fue la razón por la que la ignoró completamente, haciendo un vago gesto con la mano desde su lugar. 

-Ich lasse Sie gewinnen ...*-La mirada de la pelirroja buscó la del francesito dedicándole una pícara sonrisa.-Es wäre falsch von mir, alle meine Karten zeigen** ...-Pero lejos de levantarse se quedó allí donde estaba, frente al señor del tiempo. No estaba segura de si Liam entendería todas las palabras, pero después de escucharle daba por hecho que sí. Volvió a mirar a Gabriel, escuchándole con atención. "Estúpido... Crees conocer algo de mi y no es así"- Nuevamente te equivocas... ¿Qué sabes de mi? ¿Que fui una niña? Bravo, tú también lo fuiste ¿Recuerdas? ¿Qué mi odio se debe a mi pasado? No sé hasta que punto eso puede ser cierto... La locura siempre estuvo presente en mi.-Jugó  con la lengua sobre los colmillos, sonriendo divertida. Apartó la mano de la mejilla de aquel hombre, para dejar los brazos descansar sobre las piernas de ella misma.- No será que eres tú quien tiene miedo e intentas reflejar eso en los demás... Ni cuando más torturaron mi alma sentí temor ¿Debo sentirlo ahora que ma muerte me espera? -Negó con la cabeza lentamente.- Deja de inventar cosas... No veas fantasmas donde no los hay.

Por más que lo intentase, no entendía que veía en ella. Cuando deslizó la mano por aquel mechón suelto se quedó quieta, mostrándose reaccia ante un gesto tan "tierno". Nadie nunca lo había hecho y para ella era completamente "vomitivo", pero no por ello se apartó. Se mantuvo quieta mirándole de igual forma, pero esa mirada tranquila pareció transformarse llena de ira cuando escuchó el nombre que le había puesto.-¿Ari, verdad?-Durante unos instantes sus facciones delicadas como las de una muñeca se transformaron, endureciéndose y volviéndose salvajes.-Mi nombre es Ira... Ni tú, ni nadie cambiará eso. -La voz de ella era ronca, llena de odio y enfado. Pero no fue más allá de las palabras, aunque lo desease. Cerró apenas unos segundos los ojos, mostrando una sonrisa traviesa, después desquitaría esa rabia con otra persona... Solo unos minutos más, solo necesitaba eso.

Al abrir los ojos, se había transformado completamente. Esa mirada enfurecida se había convertido, ahora era profunda pero dejaba toques de diversión. Todo pareció pararse, volverse más lento, Ira miró de reojo unos instantes, mostrando una sonrisa ¿Era con eso con lo que jugaba? Ahora lo entendía todo, las veces que aparecía delante y detrás de ella... Se debía al bloqueo del tiempo por unos instantes, que para él podían ser eternos. Al "golpe" de él, empujándola para así aproximarla ella solo dejó las manos sobre el suelo. Lo miró unos instantes, antes de dejarse besar por él. No lo hacía nada mal, estaba segura de que aquel beso era el deseo de toda "princesita", pero para ella faltaba la brusquedad y pasión. La lengua de la "Reina Roja" pasó sobre los labios propios tras el mordisco a la par que negaba con gran decepcion, esperaba algo más como final... Pero quizás ese no era su tipo de juegos, por lo que los respetaría. Sonrió mostrando una fila de blancos dientes.-Podría repetir... Quizás en un futuro, pero en esa ocasión con mis reglas-Picó su nariz con diversión, riendo al escuchar las palabras que dedicaba a Liam.-Oh vamos... El solo es un juguete, no debes sentir celos. Recuerda... Lo que te dije hace un rato-Le guiñó un ojo de manera coqueta.

Se giró lentamente hacia Liam, ladeando un poco la cabeza, como quien está atendiendo a las palabras que dice. Cuando acabó no pudo más que sonreír divertida, pero no añadió nada. Sus pasos la llevaron junto a él y apoyando la mano diestra sobre él, la volvió una garra. Lentamente fue deslizándola por el pecho bajando hasta alcanzar el ombligo. Lo miró.- ¿Listo, cachorro?-No esperó respuesta alguna, rodeó el cuerpo de él apartando la mano de allí donde la tenía y se colocó detrás. Podía o no estar listo ¿Eso que importaba? Con la rodilla lo golpeó justo detrás de la de él, obligándolo a arrodillarse.-Soy una Reina... Arrodíllate ante mi-Nuevamente esa sonrisa enloquecida apareció en sus labios. 

Estando él arrodillado y ella detrás de él, ella pasó sus dedos por el cuello del semidemonio, tomándolo con firmeza y brusquedad su mentón. Levantó su cabeza obligándole a mirar desde esa posición y entonces Ira asomó su lengua, humedeciendo los labios divertida. Lentamente se inclinó, rozándole el lóbulo con los labios.-Jamás vuelvas hacer lo de la noche pasada... -Lentamente paseó los labios por su cuello, disfrutando del tacto de esta, pero cuando encontró la zona entre el cuello y el hombro abrió la boca, clavando con fuerza todos sus dientes. Sintió como esa zona que hasta el momento estaba libre de daños, era desgarrada por sus "cuchillas", nuevamente el calor de la sangre se hizo sentir, al igual que aquel dulce sabor que la enloquecía. Sus pupilas se dilataron, escondiendo el color de sus iris casi por completo.-¿Airoso? Jamás... Lo lo dije-Dio un suave mordisco encima de la misma zona, pero después pasó la lengua, limpiando la sangre que manaba de aquella fuente.

Notas de juego

*Tan solo te dejé ganar...
**Sería un error por mi parte mostrarte todas mis cartas...

 

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02/01/2014, 18:41
19 Muerto - Gabriel Hyde

Niego con la cabeza cuando vuelve a aquel juego con Liam, ni siquiera me había dado opción a responder y eso me molestaba, no obstante me escucharía igualmente. 

-¿Nunca sentiste temor? -Sonrío - Recuerda el primer día que estuviste aquí. -Me acerco un poco a ella, mirándola desde arriba con seguridad. - No por favor... Otra vez no... -Dije modulando mi voz para que sonara un poco más aguda, una burla de las palabras que había pronunciado la chica hace algunos días mientras temblaba e incluso lloraba. -No me encerrarán de nuevo... No me torturarán... ¡Soltarme.. Por favor!..

Golpeo a Ira en la mejilla con la mano abierta, y después la miro con decepción.

-¿Fingías entonces? ¿O finges ahora? No se cual sería una mentira más despreciable.

Agarro una mano con la otra, acariciando los dedos con los que había golpeado a Ira. ¿Por que era tan tozudo?... Quizá simplemente debía dejarla con Liam, dejarla que se divirtiera a su manera si es que aquello podía ser realmente divertido, empezaba a dudar de que todo esto pudiera tener alguna finalidad... quizá me había equivocado y ella tenía razón, y me empeñaba en ver lo que no hay, ¿era sólo un juego sádico de pasión y perversión?...

-Claro que tengo miedo, los únicos que dicen no tenerlo son los locos y los cobardes que se niegan a reconocerlo, ¿que eres tú?. Loca y cobarde a partes iguales, probablemente. 

La miro torciendo el gesto, y doy un paso hacia atrás, como preparándome para el combate, veía el fuego en sus ojos, sabía que no dejaría esto sin respuesta.

-Vamos, Ari, te estoy esperando.

Arranco la manga de la camisa que cubría mi brazo derecho, y pueden verse unos tentáculos que fluctuaban violentamente bajo la piel, el cefalópodo representaba mi parte más animal, una que durante años había logrado adormecer, el depredador que llevaba dentro. 

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02/01/2014, 19:12
20 Muerto - Marceline

Tendrías que haber aprendido mejor de Vanna, mi dulce Ivhone. Ella no sólo habló de su supuesto don de buenas a primeras, si no que ha sabido estar quietecita. En cambio tu, has querido pasarte de lista. Aunque en parte te lo agradezco - dice Marceline mientras se reincorpora -, llevaba demasiados días sin matar a alguien. Haré que pagues tu traición como es debido. Eso si, gracias por ayudar a acabar con la zorra de Annie - finaliza guiñándole el ojo.

Luego su mirada se dirigió hacia Eko.

Lennish reconoce que habló antes de tiempo. Y sabes, me apena no haberme trabajado mejor mi amistad con Zagam. Ahora en el otro lado, podría mirar de saber lo que haces para no seguir metiendo la pata. Bueno, aunque eso es relativo, ya que parece que cuando peor nos llevamos, mejor resultado sacamos - se ríe - Aunque por otro lado, Zagam tampoco está arriesgado a airear nada por si algún traidor más pudiera regresar. Algo que ya ha sufrido en sus carnes, y tenemos a Vanna que le ha vuelto a dar por hablar. Cosa que supongo, no debe ser buena señal.

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02/01/2014, 20:22
18 Muerto - Ivhone

Al sentir la presencia de Liam, Ivhone volvió su mirada y la entrelazó con la suya. Escuchó sus palabras y enarcó suavemente una ceja. Deseó pegarle un puñetazo en medio de la cara y borrar de esa forma su risa burlona. Pero apretó con fuerza los puños y en apariencia se mantuvo serena. 

Sabía que había vuelto para nada y de nuevo iba a tener que pasar por lo mismo. Cerró los ojos, no tenía ganas de ver el numerito que Ira, Liam y Gabriel se estaban montando. Tenía la sensación de que se estaban riendo de ella. Recordó cuando era pequeña y empezó a ir al colegio. Siempre había sido algo retraída, su madre se había encargado de ello, recordándole continuamente quién era... Una tarde, se encontraba sentada en su pupitre, mirando por la ventana las nubes que empezaban a formarse en el cielo, oscuras, presagiaban una buena tormenta. Estaba absorta en sus pensamientos, cuando unas pequeñas arañas empezaron a bajar por la pared hasta llegar a su pupitre. Ella ni las había visto, sus pupilas se habían afilado en la distancia, donde los relámpagos empezaban a cruzar el cielo. Una niña gritó, pero ella no se volvió, convencida de que era por los truenos que se escuchaban en la lejanía... - Qué asco... Mira eso... Aghhh... - ¿Qué estaba pasando...? Ivhone se volvió sin comprender y vio a todos los niños mirándola y señalándola. Unos se reían, pero casi todos la miraban con asco... Las arañas habían subido por su manga y recorrían su rostro de porcelana... La pequeña gritó y se levantó llorando mientras corría hacia la salida del aula... Su madre tenía razón, todos la veían como a un monstruo...

Sin darse cuenta, Ivhone había empezado a llorar. Las lágrimas eran como ácido en su suave piel y dejaban pequeños surcos oscuros. Pestañeó repetidas veces, la hora se acercaba y el recuerdo de aquella tormentosa tarde le hizo evocar la primera vez que odió...

Marceline se dirigió hacia ella. Se volvió para mirarla y una sonrisa se perfiló en sus suaves labios. - Eres imbécil... -

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02/01/2014, 21:16
Liam Donaire

El tiempo se acababa, era el momento de decidir mi voto, y eso hice. - Se qué a nadie le importa, pero Eko, te votaré. – Le dije forma maliciosa y desafiante a aquel chico mientras el miraba, era posible que me quedara al margen de la batalla de aquel día pero la verdad, poco tenía que hacer.

Una vez dicho eso ya pasé a lo que realmente me interesaba.De una mueca pasa a una sonrisa burlona y medio sádica ante las palabras de la pelirroja en su idioma natal, me daba pie a muchas cosas, algunas realmente creativas e igualmente divertidas.  Esa mujer de apariencia frágil era retorcida con ganas, podía sacar lo peor de mí, todo aquello que tenía reprimido y guardé celosamente.

- Wir werden sehen*. – Repliqué en forma juguetona, no tenía mucho que hacer ahora mismos salvo esperar, y ¿qué mejor manera que haciendo algo que me gusta? Se notaba que mi alemán no era mi lengua materna, aunque tampoco se me daba mal de todo.

La discusión entre Ira y Gabriel continuaba, me preguntaba porque aquel gilipollas se emperraba tanto con ella. Estaba actuando como un hombre despechado. No lo entendía, pero era cosa de ella, no mía. Su actitud era patética hasta el extremo, le dediqué al supuesto caballero inglés una mirada mezclada entre desdén y diversión. Solo era un juego entre Ira y yo, un juego no apto para cualquiera, y Gabriel no estaba a la altura.

La pelirroja se acercó de forma insinuante, cuando me di cuenta tanto mis rodillas como mi orgullo estaban postrados en el suelo. Odiaba que me llamara cachorro. – Hijo de puta, cabrón, puto bastardo, gilipollas, te admito eso, pero no cachorro.  -  Le dije en tono visiblemente cabreado, si quería sacarme de quicio lo había conseguido. Tampoco no necesitaba mucho la verdad, mi sangre era demasiado caliente.

Unos dientes afilados como cuchillos desgarraban mi cuello, el líquido empezaba emanar de la herida. Cerré los ojos por un momento mientras suspiré de placer. La respiración se me cortó durante unos segundos mientras ella bebía mi sangre. Mordí mi labio inferior con tanta fuerza que yo mismo me hice una herida, otra más para la colección, tenía tantas que perdí la cuenta. Y las que me faltaban.

De forma rauda, y con toda mi fuerza, la agarré del cuello zafándome de su presa, si es que se podía llamar así. Me giré recuperando la posición erguida que por su culpa perdí. La obligué a que me besara para así mi lengua sometiera a la suya con fuerza, con la carencia de tacto y sutileza que tanto me caracterizaba.

Nuestras lenguas luchaban nuevamente, otro asalto, otro intento de dominio. – Hago lo que quiero, no eres nadie para decirme lo que tengo que hacer, ¿lo has entendido pelirroja? Lo repetiré las veces que me salgan de la polla. – Basto no, era lo siguiente, mi tono cambió a uno descarado pero igualmente provocativo, le estaba provocando. Ella había herido mi orgullo, yo haría lo mismo.

Le di la vuelta y la apresé para así infundir mi dominio sobre el de ella. La agarré usando mucha fuerza, demasiada, no se saldría tan fácil, no tenía intención de soltarla por nada. Ella era mía en ese momento, y yo mandaba.  Haría lo que quisiera como así había dicho antes.

Giré con brusquedad su cabeza para dejar nuevamente su cuello al descubierto, sonreí maliciosamente al ver la marca de anoche, lamí si herida con satisfacción para acto seguido clavar mis dientes en el mismo sitio para reabrir aquella marca nuevamente. Quería su sangre, estaba hambriento, siempre lo estaba.

Cada vez deseaba más y más, mientras mis dientes aún seguían clavados en su delicada piel de porcelana, succioné aquel elixir de la vida. Mi miembro cobró vida nuevamente de forma salvaje, ella lo notaría. A ver que haría ahora, la provocaba adrede, una pelea constante por el poder, por imponerse encima del otro.

Aumenté mi fuerza sobre ella hasta que ella notara dolor. No iba a parar, esta vez no. No hasta que me lo rogue, y seguí y seguí bebiendo su sangre como si no hubiera mañana. Perder esta oportunidad no entraba dentro de mis planes.

Notas de juego

*Ya veremos

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02/01/2014, 21:29
Zyllah

La tensión en el ambiente era cada vez más palpable, como un reflejo más de que el combate de cada atardecer se acercaba. Las sombras se alargaban lentamente, teñidas por la luz roja que traspasaba los ventanales, filtrada por el color de la sangre de Lennish derramada por los cristales. Y la mía sencillamente crepitaba expectante, latiendo con Irad al unísono, esperando participar de nuevo y verter la sangre envenenada de Ivhone en esta ocasión. 

Cuanto más se aproximaba el momento, más rojo se volvía todo, el suelo, los rostros... El olor a sangre que desprendían Liam e Ira, de nuevo envueltos en uno de sus jueguecitos exhibicionistas, terminaba de despertar el legado de Grovehn en mi interior y mis pupilas se dilataban, contenida tan sólo mi expectación a la espera de que llegase el momento de desenfundar una vez más.

Había pensado responder a Liam cuando se dirigió a mí, pero enseguida se dedicó a otras cosas y no tenía ninguna intención de interrumpir al trío en esa absurda lucha de poder con la que se entretenían, así que dejé que mi mirada vagase en silencio por la sala.

Las caricias que le hacía al pajarito se volvían más firmes mientras la impaciencia me cubría. Comprendía perfectamente las palabras que Marceline le había dedicado a Ivhone. Después de dos atardeceres infructuosos, yo también estaba deseando que se desatase el momento en el que de nuevo Irad y yo nos moveríamos unidos. 

De nuevo la mujer araña respondió con insultos y no pude contener un bufido de desprecio mirándola. Sin embargo, no dije nada y durante los siguientes minutos me limité a concentrarme para el combate que vendría.

Cuando Liam decidió informarnos de su voto, de mis labios salió una risita suave y me dirigí a él. - ¿No decías que creías a Ivhone? ¿Por qué ibas a votar a Eko si la creyeras? Según ella, él es de tu bando... ¿O quizá es que no la crees tanto como dices? - Alcé las cejas significativamente. - Me encanta ver cómo os contradecís incluso entre vosotros... Y por cierto, tu problema es que haces lo que te conviene a ti, y no lo que le conviene a tus amiguitas. Por eso caen como moscas... O como arañas, en esta ocasión. 

Sin decir nada más, aparté la mirada del joven que de nuevo se divertía con Ira y me dediqué sencillamente a esperar. Ya faltaba muy poco.

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02/01/2014, 22:29
Eko Létang

La escueta respuesta de Ivhone dejó a Eko indiferente. Las cosas que decía no parecían tener mucho sentido. Y cuando ella se sentó en el centro de la sala para ser bien vista, sólo para empezar a llorar de nuevo después, alzó las cejas, incrédulo.

- Luego dirás que no intentas dar pena. - Le dijo con voz grave. - Pero te colocas ahí en medio y empiezas a llorar. - Señaló, mientras caminaba alrededor de ella, rodeándola. - ¿Qué voto intentas suplicar ahora? ¿El de Yormund? - Preguntó, hablándole con desprecio. - Deja de hacer el ridículo, por amor de Dios. Das vergüenza.

Entonces, cuando Liam intervino él lo miró alzando una ceja. - Oh, Liam, no. - Susurró, con ojos de cordero degollado. - ¿Por qué? Yo... yo... Pensaba... Pensaba que eras diferente... - Balbuceó luego, imitando las palabras que un rato atrás Ivhone le había dedicado a él, antes de hacer un gesto de despreocupación. - Vota a quien quieras, Liam. No cambiará nada. - Repuso, antes de soltar una risotada por el comentario de Zyllah. Sin duda había dado en el clavo.

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02/01/2014, 23:02
21 Muerto - Ira Von Carstein

Sintió como la mano de Gabriel le golpeaba la mejilla, haciéndola solo girar un poco la cabeza. Sin volver la mirada hacia él, se llevó la mano hacia la misma zona enrojecida de la cara, mostrando una pequeña sonrisa. La verdad era que aquello solo había sido una caricia, nada importante que no pudiera soportar. Lentamente y con un movimiento elegante llevó la mirada hacia donde estaba el señor del tiempo, sus ojos mostraban el mismísimo fuego del infierno, estaba llena de rabia. El olor de la sangre la había casi enloquecido, dejándola en un estado de frenesí y aquel golpe solo había avivado la llama para sacar su lado más salvaje y primitivo. Aquel que nadie debía ver si no quería morir bajo las manos de una muñeca de porcelana. Sus cabellos rojos caían como una cascada de sangre, brillando hermosos, una pequeña sonrisa apareció sobre los finos labios amenazante. No necesitaba palabras, tampoco se molestaría en ello. Sabía lo que quería y lo haría.

Llevó la mano hacia la empuñadura de su arma, desenfundándola. Lejos de dejarla relucir en todo su esplendor, dejó que las ocho hojas se mantuviesen unidas. La atención había saltado de Liam hacia Gabriel, y estaba claro que algo la había cegado lo suficiente como para tenerla ausente. En su mente el nombre de Gabriel era deletreado como próxima víctima. Sus dedos se aferraban a la hermosa empuñadura que parecida a la de un florin, adornaban la mano de ella, dándole un toque aún más elegante.  Su primera pierna se adelantó con la intención de hacer el primer movimiento, pero el cuerpo de ella se vio girado con brutalidad antes de que pudiese hacer nada. Por un momento volvió a la realidad y sus ojos viajaron hasta los de Liam el cual parecía realmente tentado por los actos llevados acabo antes. 

-Esas cosas no se hacen "cachorro"... No debes molestar a tu Reina... Nunca.-Se veía realmente enfadada. No solo sus ojos lo mostraban, si no la tensión que se veía contenida dentro de aquel pequeño cuerpo. El beso fue una forma de escape, Ira lo besó con fiereza, mostrándose más agresiva que en la otra ocasión. Su lengua luchaba por ganar el terreno y en alguna ocasión lo había conseguido, pero al igual que ella, él también era capaz de ganarle ciertas batallas. Al separarse, pasó la lengua por los labios, aún sintiendo el sabor de la sangre.- Oh, pobrecito "Cachorro"... Tu orgullo de guerrero fue pisoteado al verte arrodillado ante mi ¿Verdad? Qué lástima...-Sus palabras iban envenenadas, el que él se hubiera referido a ella como "Pelirroja" la había enfadado. Odiaba que la nombraran así y él lo sabía, estaba segura de que lo sabía y por eso lo hacía.

Su cuerpo giró como la de una dama en un baile, pero no con la misma elegancia o delicadeza. Su mano aferraba con fuerza la espada, sin la intención de soltarla y es que era como otra extensión de su cuerpo. Con la espalda pegada al pecho de él bufó, moviéndose con algo de brusquedad, cómo se atrevía a mantenerla de aquella manera.-¡¡Maldito hijo de puta, suéltame!!-Gruñó mientras sus mirada se volvía cada vez más agresiva y peligrosa. 

Notó como los dientes volvían a abrirse paso en la misma zona que el día anterior habían jugado, un gemido bastante suave brotó de sus labios y por un momento cerró los ojos, pero acto seguido los abrió. No sentía dolor, ni tampoco miedo... Pero él estaba jugando en un terreno en el que ella también sabía moverse ¿Dominada por segunda vez? Jamás. Sus dedos apretaron con fuerza la empuñadura y en sus labios apareció una pequeña sonrisa pese a que cada vez el respirar le era más complicado.-Veo que aprendiste la lección... Pero aún te queda mucho por saber sobre mi-Susurró de manera entrecortada. La mano contraria, esa que estaba libre agarró la contraria de él, quedándose sobre su muñeca.-Bitte versuchen Sie es erneut* ...-Fueron las últimas palabras de la mujer. 

Con fuerza el mismo brazo que sujetaba la espada-tijera bajó, hundiéndose sobre el pie de Liam con brutalidad. No le importaba el daño, ni tampoco la reacción de él. Solo tenía unos segundos para seguir sus movimientos antes de que él reaccionara. Cuando la presión fue menor ella sacó toda su fuerza Grovehn y la mano que permanecía aferrada a la muñeca de él se volvió más segura. Deshaciéndose del abrazo de Liam giró el cuerpo con soltura, de manera rápida, retorciendo el brazo del semidemonio y quedándose en la espalda de él. Una fuerte patada volvió a golpear la parte trasera de la rodilla de él, arrodillándolo. Sin dudarlo colocó la espalda en el cuello de este y apretó con fuerza, haciéndole sentir las hojas.- No te dejes engañar por mi apariencia frágil...  Soy mortífera si lo deseo-Deslizó la hoja del arma por el cuello de él, haciendo tan solo un pequeño corte que carecía de importancia, pero del cual apareció unas gotas de sangre...

Se inclinó un poco, presionando aún el arma. Los labios de Ira se pegaron a la oreja de Liam.-Y el cazador fue cazado...-Como bestia enfurecida mordió su oreja, dejando que sangrase, tras eso lamió.

Notas de juego

*Vuelve a intentarlo...

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03/01/2014, 02:35
19 Muerto - Gabriel Hyde

Suspiro cansado y camino hasta apoyarme contra una de las columnas, cerca del cuerpo de Zagam. Me siento en la capa y me arrebujo en mi abrigo negro azabache. 

Ni siquiera dediqué una última mirada a Ira, ya no merecía la pena, la Reina Roja ganaba, cumpliría mi palabra y me la llevaría de este mundo cuando llegara el momento, aún quería pelear con ella, quizá solo entendiera eso, la sangre, y la muerte... ella respetaba eso. 

-Tienes razón... soy yo el que tiene miedo... soy yo el que no quiere estar solo... el que ve fantasmas. 

Eran mis fantasmas. 

Subí los cuellos de mi abrigo y me abracé a mi mismo, apoyándome sobre mi arpón. Ira despreciaba todo aquello que yo necesitaba, el cariño... una mano amiga, hacer algo bueno, saber que no estábamos solos. Pero lo estamos. Cada uno a su manera. 

La próxima vez simplemente la mataría, no tendría nada que hacer contra un Último Legado, solo podría derrotarme muriendo a la par que yo, y eso serviría para que no pudiera llevarse a ningún inocente más, ya habían sido demasiados. 

-¿Quien querría estar muerto, eh Zagam? -Dije mirando el cuerpo de mi amigo. Y después una risa triste afloró de mi garganta. 

Era hora de dormir. Dormir, matar... morir. 

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03/01/2014, 16:11
Mêredy

Mêredy, inspiro y vio como un dulce aroma llegaba hasta su ser...

Ya llega, esta apunto ...

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03/01/2014, 16:12
Juliette

Juliette asintió y dijo: Será mejor que esperemos, a que ella haga las presentaciones... será un día a recordar...

Terminó diciendo con trémula voz.