Partida Rol por web

HLdCn: El Legado de Caín II - Semillas de Destrucción

Noche 7 - Una Sentencia por Llegar

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29/12/2013, 05:09
Zyllah

No presté mucha atención a las palabras de Gabriel. Me parecieron poco más que una mala excusa para haberse dejado llevar y haber perdido su máscara de milord inglés durante unos instantes para parecer un barriobajero cualquiera. Mi mirada se cruzó con la de Eko al sentirlo sentarse a mi lado y le dediqué una pequeña sonrisa. Me alegraba de verlo más recuperado después del ataque de la noche anterior.

Cuando terminé de limpiar a Irad lo enfundé con un movimiento grácil de muñeca y me giré hacia Eko para ofrecerle al pajarito mi mano y llevarlo a mi regazo. En silencio contemplé la escena erótico-festiva con la que nos deleitaban nuestros traidores confesos favoritos. No pude evitar dedicar una mirada a Alexia, que hasta la noche anterior había sido objeto de las atenciones de Liam. Me preguntaba si se sentiría despechada, y hasta qué punto era todo un numerito orquestado para tocarle las narices a ella y a Gabriel.

Suspiré finalmente y en silencio me dediqué a observar, como cada noche. Todo parecía cercano a terminar, pero no podíamos confiarnos, quién sabía lo que podría pasar todavía... Cualquier detalle podría ser importante, incluso a estas alturas.

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29/12/2013, 16:13
21 Muerto - Ira Von Carstein

La sonrisa de Liam al notar la lengua de ella recorrer la herida en busca de aquel preciado líquido, solo consiguió sacar la parte más salvaje de ella. Nuevamente bajó la mirada, para tomar tanta como era posible, la lengua de Ira paseaba por cada rincón de aquella herida, pasando finalmente entre sus dedos y tomando uno con la boca, el cual limpió de todo resto de sangre posible. Cuando él habló lo miró de nuevo, la mirada que ahora mostraba era completamente distinta a la que había mostrado hasta el día de hoy, se podía ver la diversión pero también la locura. Una psicópata se escondía en aquel “frágil” cuerpecillo. Antes de responder, sacó la lengua, para limpiar los bordes de sus labios pero dejando igualmente que la sangre “pintase” de carmín sus labios.-Una pena sin duda, algo tan delicioso no debería perderse...-Sonrió de manera sugerente, buscando la mirada de él, para clavarla en esos iris. Cómo ella, él tenía una mirada salvaje y juguetona.

Nuevamente bajó la mirada hacia la herida, viendo que de la misma no dejaba de manar aquel elixir. Mordiéndose el labio repitió la acción incapaz de contenerse. La sangre se deslizaba por sus labios, como también por su garganta, dejando un gusto realmente delicioso para gusto de ella. Las miradas de los demás no la disgustaban lo más mínimo, al contrario, era toda una diversión para la joven.-¿Divertirme? Más que nunca, tanto como hice hasta ahora... Deben temer a lo que conocen, no a aquello que desconocen. La noche se acerca y la caza llega.-Las últimas palabras hicieron que la mujer soltase una risita desquiciada y histérica, cómo aquella que acaba de perder toda razón o juicio. Fue entonces que separó sus labios de la herida, dejando que goteasen.- Nos veremos allí... Entonces.

La acción de ella la pilló desprevenida, tanto que no se la esperaba para frenarle. Al principio se resistió un poco, mostrándose esquiva. Pero según pasaban los segundos y sus lenguas se peleaban por quien tenía el poder, ella se fue dejando llevar. Como una garra su mano sujetó la nuca de él, apretándole con brusquedad, tanta como la de aquel beso que estaba teñido por la lujuria y diversión.

Se separó apenas unos centímetros, dejando un mordisco en su labio inferior abriendo una pequeña herida, queriendo demostrar quien mandaba en ese terreno.-No juegues con fuego... Acabarás quemándote.-Susurró la pelirroja. Tras eso deslizó su lengua por todo su labios, recogiendo tanto la sangre, como perfilando sus labios. Hecho eso sonrió de medio lado, para separarse un poco, soltando aquel agarre de su nuca y la mano de él del mentón de Ira.-Una lástima que se aproxime la hora... Podría ser tan, tan, tan divertido.-Humedeció los labios, volviendo a recoger cualquier resto de sangre que hubiera quedado perdido.

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29/12/2013, 19:07
Alexia Belikov

Torcí el gesto con desagrado ante el beso sangriento de Ira y Liam, ese no era mi estilo para nada, de hecho me daba un poco de asco. Yo era más del tipo dulce y romántico, lo que ellos tenían era fácil de encontrar, pero yo buscaba más. Si pensó que me molestaría no podía estar más equivocado, en ningún momento busque nada parecido en él, ya había elegido a otro. Lo único que consiguieron fue hacerme recordar a Andrew, algo que trataba de evitar por todos los medios, y el futuro que había imaginado que ya no podría ser, una lágrima rebelde se deslizó por mi mejilla, la sequé y decidí ignorarles. Me concentré en observar a los demás, el paso del tiempo hacía mella en todos, algunos magullados y otros no pero todos sucios y llenos de sangre seca, parecía que la energía nos abandonaba poco a poco. Me acurruqué junto a Saskia para mantener el calor, con una mueca me arrepentí de haberle devuelto la cazadora a Liam, al menos conocerle me habría dado algo bueno teniendo en cuenta que mi ropa estaba casi destrozada.

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29/12/2013, 21:51
Yormund

Paso cerca de Gabriel y escupo en el suelo y digo retándolo a los ojos: Mejor estar callado, que no saber cuando callar...

Me siento en el suelo y veo como Alexia se acurruca con su lobo ártico y lanzo mi chaqueta y digo mirando al frente sin mirarla ni siquiera de refilon: La próxima vez calcula mejor tu viaje... Pensaba que la gente de Siberia era más previsora, pero ya veo que no...

Miré a través de las ventanas y vi que empezaba a anochecer. Chasqueé la lengua con hastío y miré a aquellos dos como se relamían entre sangre. Quizás ellos lo tomaran divertido, pero a mi solo me daban ganas de vomitar...

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29/12/2013, 22:02
17 Muerto - Zagam

Le sonrío con ironía a Liam. - No soy bueno ni malo, soy un semidemonio y estamos en bandos contrarios, por lo que da gracias por que finalmente no pueda hacer lo que quería y que no tenga otro tipo de poder.

suspiro y hablo en voz baja. - Otra noche en ser lugar... Otro inocente que caerá, joder...

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29/12/2013, 22:38
Alexia Belikov

Miré con el ceño fruncido como el gato me lanzaba la cazadora y no pude evitar enfadarme, tan débil les parecía que todos creían que necesitaba protección. -Me parece que he visto un lindo gatito... es cierto, es cierto he visto un lindo gatito.- Cantureé la frase que el canario de los dibujos decía cuando el gato trataba de atacarle. -En realidad soy tremendamente previsora, pero tenía que viajar ligera y además me destrozaron la ropa al matarme, fijate que disgusto, me encantaba esta ropa. La acepto porque me hace falta, pero no pienses que por eso te voy a aguantar, mizifu. No te acerques demasiado, a Saskia no le gustan los gatos, no me gustaría que perdieras un miembro o algo.

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30/12/2013, 00:15
Eko Létang

Mientras Àine buscaba su lugar en el regazo de Zyllah, Eko continuaba observando a los presentes, dedicando de vez en cuando una mirada a Lennish, esperando que algo sucediera, rompiendo la escena que estaban dando los dos traidores confesos que quedaban.

En la sala parecía que cada vez los roces eran más frecuentes. Pequeños focos de discusión, más fruto de una convivencia a disgusto y una incompatibilidad de caracteres que de otra cosa. Al menos en esta ocasión la gente no parecía dejarse guiar por eso a la hora de las votaciones, como decían que en el pasado había sucedido con Valfar.

- Liam, dime una cosa. - Pidió en un tono tranquilo, mientras una media sonrisa se formaba en su rostro. - ¿Sienta bien tener más vidas que un gato? - Preguntó, haciendo un gesto hacia Yormund.

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30/12/2013, 18:19
Liam Donaire

Estaba excitado ante aquel entretenimiento tan inesperado, tan salvaje, sentía mi lado más salvaje aflorar desde mi interior amenazando con salir. Mi miembro para no ser menos, quería participar en esta batalla. Así que ahora mi sangre tenía que repartirse por más partes de mi cuerpo. La sentía más líquida, más ardiente que nunca, y mucho más fluida.

Una vez que nuestras bocas se separaron para una breve tregua sentí su mordisco, tan salvaje, tan primitivo y tan perverso. Instintivamente  me llevé la lengua a la nueva herida y sonreí divertido, una mueca oscura, tanto como mi alma. Este tipo de juegos eran mi debilidad. Me gustaban las peleas y el sexo, y si podía combinarlo mejor que mejor, después de todo no hay nada más interesante que una lucha de poder.

Quería ignorar a todos y todo, solo disfrutar de este momento. Uno de los mejores desde que empezó aquel encierro. Sentirme como un animal enjaulado privado de la libertad, sacaba lo peor de mí, pero en el fondo me gustaba ese sentimiento. Algo contradictorio.

Pese a que Zagam me contestó, solo hice caso a la pregunta de Eko, una pregunta cargada de sarcasmo que consiguió que ampliara mi sonrisa. Desvié mi atención a él. Pensaba contestarle y seguir con la diversión con mi nuevo juguete. – Ni te imaginas lo divertido que es. Es una puta pasada. – Me mordí el labio inferior de forma juguetona, solo de pensar en las dos peleas anteriores y en las futuras la sangre me empezaba a quemarla. – Deberías probarlo. No sabes lo que te pierdes. - Terminé de dirigirme a él, y noté miradas de asco por parte del gato y de la lobita.  – Que flojos, como si nunca os hubierais alimentado en vuestra vida. – Decepción en mis palabras, sin duda todavía estaban verdes en este sentido.

Y por fin, ya podía centrarme de nuevo, miré de nuevo a la pelirroja. Era el momento para continuar con el juego. - ¿Por dónde íbamos? Ahh sí, será mejor que no me provoques mucho. O mejor, hazlo a ver que consigues sacar de mí. – Mi tono era más imperioso que otra cosa, quería darle pie a que lo hiciera, si no la diversión acabaría, y yo no quería eso. Ella tampoco, lo podía notar en su mirada, en su voz, en sus gestos. – Si piensas que te lo voy a poner fácil la llevas guapa. – Descaro, perversión, lujuria, diversión, todo eso es lo que denotaba mi voz.

En un raudo acto la agarré con una de mis brazos su muñeca, desde luego la delicadeza no era lo mío, y tampoco empezaría ahora. Apreté su muñeca con fuerza, aunque tampoco a nivel extremo, quería comprobar poco a poco el nivel de dolor que ella estaba dispuesta a soportar. Y esta parte era divertida también.

Con el brazo libre agarré su cuello y lo acerqué a mi boca, mis dientes estaban deseando morder, y mi lengua saborear sangre, la suya. Ella ya había probado la mía. Así que sin avisar siquiera clavé mis dientes en los de ellas, ¿gritaría de dolor o gemiría? Yo era de los segundos pero ella, pronto lo comprobaría de primera mano.

Apreté con fuerza mis dientes en su delicado cuello de porcelana, la zona afectada no tardó en cambiar de color, a uno rojo, después a uno morado, y finalmente cuando mis afilados dientes perforaron su piel sentí el caliente líquido carmesí emanar como una sutil fuente. Con cierta ansía succioné, era mi premio, y mereció la pena. Dulce, era como una ambrosía para mí, y más teniendo en cuenta que no me había alimentado desde hace ya bastante.

Ira podía notar como mi cuerpo ardía por la excitación. Como siguiera así pronto la quemaría solo con el mero hecho de tocarme. Me permitía tratarla con brusquedad, solo con eso se había ganado muchos puntos, y sumados a los que consiguió anteriormente estaba más que dispuesto a continuar sin importarme que tuviéramos espectadores. Es más, eso me motivaba aún más.

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30/12/2013, 21:10
21 Muerto - Ira Von Carstein

Parecía que aquel perverso juego no solo la excitaba a ella, si no que su cuerpo correspondía gustoso a los juegos de la semidemonia. Dentro de ella sentía cómo un fuego se avivaba por momento, pidiéndole más y lo tendría. Pero algo los incordió, haciéndoles parar unos instantes, para que él respondiese. Aquella forma de hablar de él provocó una pequeña sonrisa en la mujer, la cual había girado un poco hacia Eko. Mientras él hablaba, se permitió el pasear la mirada por los presentes, muchos estaban con muecas de disgusto, otros incluso habían preferido desviar la mirada hacia otro lado, con la intención de no ver lo que sucedía y eso, solo conseguía que la mujer sintiese más ganas de continuar.

Ira se llevó la mano hacia los labios, limpiándose un poco, provocando que algunos restos de sangre manchasen su mano, al igual que parte de su mejilla.-Estamos rodeados de dulces princesitas...-Añadió al último comentario de Liam, mientras se giraba para observar a su presa. Esa "dulce" sonrisa que mostraba desapareció casi al instante de sentirlo-¿Crees que sigo órdenes? Hago lo que quiero, cuando quiero y con quien quiero... Puede gustarte o no, eso que importa-Respondió. No era chica fácil en ninguno de los sentidos y más se valía tener cuidado pues las tornas podían cambiar con la misma facilidad que la habían llevado hasta ese punto. Igualmente, su forma de darle pie a que continuase le encantaba, eso quería decir que tenía vía libre para hacer cuanto quisiera o desease. El juego acababa de iniciarse y él ni si imaginaba hasta donde podría llegar aquella muñequita de porcelana.-No ladres demasiado alto... ¿Crees poder mantenerme bajo tu dominio? Inténtalo, tú solo inténtalo.-El tono de ella fue parecido al de él, con un toque de coquetería y sensualidad. Pero dejando más visible la diversión, la lujuria y la fiereza de un ser salvaje.

Estaba hablando cuando sintió el primer agarre sobre su muñeca, sus ojos se clavaron en los de él, haciendo que sus pupilas se dilatasen por completo, ocultando su  iris. Un gruñido parecido al de un animal brotó de su garganta y casi por instinto intentó soltarse, pero no lo consiguió. Quedándose quieta, esperó el otro movimiento, estudiándole con cada segundo que pasaba, como si aquello fuese un combate. Lo siguiente tampoco fue capaz de frenarlo y su cabeza se echó hacia atrás, dejándole todo el cuello a disposición de él, su piel marfil fue acariciada por sus colmillos primero y después por todas las demás piezas  dentales. Al principio solo cerró unos segundos los ojos, a la par que sus labios se abrían para  soltar una bocanada de aire, pero después los abrió y la acción contraria se dió en sus pupilas. Las cuales se contrayeron por completo y su cuerpo lo tensó, un gemido de placer terminó saliendo de sus labios y la mano que estaba libre sujetó el cuello de él con fuerza, empezando a hacer fuerza por momentos. La sensación de notar como él tomaba de su sangre la excitaba de manera exagerada, pero no permitiría que la doblegase, ningún hombre lo había hecho jamás. Él no sería el primero.

Tras unos segundos de disfrutar de aquello, la mano que estaba como garra en su cuello se apretó algo más, a la par que lo empujaba para separarlo.-No te será tan fácil... La próxima vez.-Ayudándose de todo el cuerpo, lo obligó a quedar tirado sobre la fría piedra boca arriba. Sin soltar su cuello y manteniéndolo sujeto, se colocó encima de él a horcajadas. La mano que tenía libre solo la usó para terminar de desgarrar su destruída camiseta y así quitársela de en medio.-Querías jugar... Juguemos entonce.-Su mirada se había vuelto salvaje y peligrosa, como la de una leona que está apunto de desgarrar a su presa. Su segadora de almas tintineaba de vez en cuando juguetona, y por su cabeza apareció la idea de jugar con ello, pero sería demasiado aparatoso, por lo que desoyó la idea, tomando el cristal que anteriormente había sido protagonista de los juegos de ellos dos. 

¿Dolor? Nada más placentero para ella. La mano que sujetaba el cristal se acercó peligrosa al cuello de él, deslizándolo sin hacer presión y bajando por pecho, donde ahí si empezó hacer presión, cada vez más fuerte, sintiendo como su piel se desgarraba, dejando una herida abierta.-Mmm....-El cuerpo de Ira se dejó caer sobre el de él, inclinándose hasta estar cerca de la sangre. Al principio solo la olió, pero después deslizó la lengua desde la parte más baja de la herida, hasta donde había sido en su momento el inicio. Tras eso continuó por la piel hasta aproximarse al cuello, pero se quedó entre la parte del hombro y el cuello.-Ahora sabrás lo que se siente... Nadie sale airoso ante tal acto sobre mí-Soltando un leve suspiro hundió todos sus dientes con brusquedad en su piel, apretando con fuerza las mandíbulas, notando como la sangre la humedecía tanto los labios, como parte de su cara. Quizás era una escena asquerosa, pero ella disfrutaba más que nunca. 

La sangre corría dentro de su boca y eso la enloquecía. La mano que hasta hacía unos instantes sujetaba su cuello, ahora estaba apoyada sobre el suelo, manteniendo el peso de la Semidemonia. Lentamente separó los labios, lamiendo las herida, no con la intención de limpiarla, si no con la de recoger la mayor parte de sangre. La otra mano hundió las uñas en su brazo, mientras lo obligaba a quedarse quieto. Un movimiento y sería aún más brusca.

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30/12/2013, 21:56
19 Muerto - Gabriel Hyde

Niego con la cabeza observando el bochornoso espectáculo que Ira estaba ofreciendo, no se pretendía ser desagradable por que sí, o quizá era que el hecho de haber nacido como Melknhar no había refinado mi gusto por las orgías de sangre. Desde luego si pretendían hacerme vomitar lo iban a tener complicado, hacía días que no probaba bocado.

-Sigue... sigue jugando con Liam. -Le digo a Ira a cierta distancia, no quería interrumpir su "lo que fuera que estaban haciendo". -Pero puedo verlo en tus ojos, la Reina Roja tiene miedo, miedo de mi... -Sonrío con prepotencia.

-Hace tiempo que perdiste la cordura, pero espero que al menos conserves tu palabra. Cuando Liam ya no esté, te arrastraré conmigo de este mundo. ¿Realmente vas a brindar conmigo? -Hago girar mi arpón en el aire, y después paso el dedo por la punta hasta cortarme. Una pequeña gota de sangre rojiza brota de la yema de mi dedo, saco un pañuelo de mi bolsillo y me apresuro a limpiarla. 

-¿O vendrás a por mi durante la noche como una cobarde? -Me sonría se torna amplia, mis ojos amenazadores, profundos como un abismo temporal que podía ver más allá del alma de ira, más allá del tiempo y del espacio.-Cobarde.-Escupí aquella palabra.

-Sigues siendo aquella niñita asustada y maltratada. Te daré los azotes que mereces.

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30/12/2013, 22:13
Liam Donaire

El siguiente movimiento de ella le pilló con la guardia baja, sin duda era una pelea con todas las letras, aunque para mí no había diferencia alguna, ambas eran un juego de poder. Sentí como me sujetaba con fuerza, tenía más de lo que había pensado en un principio, se colocó encima de mí para intentar doblegarme, sonreí de forma perversa, no le iba a durar mucho aquella posición

Cuando sentí aquel trozo de vidrio como me rasgaba haciendo brotar mi sangre por nuevos sitios mi respiración se aceleraba, incluso llegó un momento que me costó respirar. Por cada corte un gemido que no podía refrenar aunque quisiera se escapaba de mis labios. Solté un suspiro de satisfacción al mismo tiempo que mi miembro, mi arma oculta, ya era bastante notorio. Aquel juego me encantaba, ella sabía sacar lo peor de mí, ¿o era lo mejor?

Sonreí de forma burlona ante sus palabras tan provocativas, estaba bastante motivado, y por cada segundo que estaba en aquella sádica situación mis más bajos instintos empezaban aflorar. No iba a andarme con tonterías la próxima vez. – Si quieres guerra, la tendrás. – Le repliqué en forma de una sugerente amenaza, advirtiéndole así que mi próximo movimiento podría ser más brusco si cabe. – He sobrevivido a cosas peores. No vas a derrotarme, aún te falta mucho…querida. – Malicia, perversión, sadismo, lujuria, brusquedad, y un sinfín de calificativos nada agradables salían cada vez que me dirigía a ella.

Le dediqué una mirada provocativa y juguetona, al mismo tiempo que desafiante. Ahora era mi turno, caer derrotado así no entraba en mis planes, y menos por ella, por una mujer. Era divertido combatir, pero el dominio era mío, tenía que serlo, mi orgullo como guerrero me impedía que me dejara, sería ella quien caería bajo mi control, no a la inversa.

Hice bastante fuerza para levantarme, la suficiente para caer encima de ella e invertir así las posiciones de cazador y presa. Conseguí zafarme de aquellas esposas de carne que no eran si no sus manos, delicadas y suaves, pero eran un ardid, era una Grovehn, después de todo, no tenía porque sorprenderme que ocultaran fuerza.

Ya la tenía, estaba debajo de mí, la agarré con fuerza de sus manos con las mías, para apresarla, y utilizaba el peso de mi cuerpo para inmovilizarla del todo, algo no muy difícil teniendo en cuenta la diferencia que hay entre los cuerpos de ambos. – Ahora me toca a mí, y si no te gusta lo que te voy hacer….no es mi problema.  - Acabé mi frase con una sonrisa llena de lujuria, estaba como poseído por mi parte demoníaca. Aquella que renegué alguna vez y ahora le estaba dejando vía libre.

De paso la estaba bañando en mi sangre que provenía de las múltiples heridas que había recibido por su parte. Seguro que estaba disfrutando, y si no, no era mi problema. Una de mis manos soltó la suya que tenía apresada y la agarró con fuerza del cuello para seguir imponiéndome. Giré sin delicadeza alguna su cabeza para dejar su otro lado del cuelo, aquel que aún no había sido mordido, aún.

Otro mordisco, más fuerte que el de antes, más rápido y salvaje, mientras apretaba su cuello con fuerza, no tenía intención de ahogarla pero sí que le costaría bastante respirar, una buena forma de que una presa pierda fuerza y voluntad de luchar. Mi ataque había provocado otra herida, me dispuse a lamer sensualmente aquel líquido, no tenía ninguna intención de malgastar gota alguna.

Mi respiración se aceleraba otra vez más, hacía fuerza con todo mi cuerpo, liberé un poco su cuello cuando noté que le costaba más de la cuenta respirar. Había que ser cuidadoso con las líneas que se cruzaban. No quería perder la diversión que había encontrado. Aún no al menos.

Después pasé mi lengua manchada con su sangre por sus labios para que ella pudiera saborear su sangre, y nuevamente la forcé para que abriera la boca, mi lengua traviesa tenía vía libre de nuevo. Otro beso salvaje, mezclando esta vez ambas salivas con nuestras respectivas sangre. Otro beso carente de amor, solo lujuria, solo deseo, el amor no tenía cabía entre nosotros. La oscuridad en cambio sí.

Tuve un impulso, una necesidad, una de mis manos se dirigió a uno de sus pechos de forma traviesa, lo apreté con cierta brusquedad por encima de su vestimenta. Notaba su suavidad, pero yo quería algo más, esa barrera de tela tenía que desaparecer. - Me molesta. - Dije con cierto fastidio. Con la misma mano arranqué parte de sus ropas para dejar el escote a descubierto. Ahora podía tocar a gusto su aterciopelada piel con mis bastas manos con mi característica falta de tacto.

Si antes poco me importaban los espectadores que teníamos, ahora menos, que miren el espectáculo todo lo que quieran, yo no pensaba parar. Pronto el sueño me cortaría el rollo de mala manera, tenía que aprovechar cada instante, cada segundo. Tocar su piel, arrancarla a mordiscos, beberme su sangre, dedicarle alguna lindeza de las mías, todo me parecía poco. 

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31/12/2013, 00:33
Mêredy

Mêredy miro con la boca abierta a Ira y a Liam, y luego empezó a relamer sus labios como si pudiera sentir la calidez de la sangre también correr por su piel.

Suspiro y dijo mordiendo su propia piel: ¿Cuándo podremos estar junto a ellos, cuándo...?

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31/12/2013, 00:36
Juliette

Juliette miraba más el torso y el pantalón de Liam y dijo con cara de deseo: Pronto, hermana...

Pronto tendremos derecho para empezar...

Y como días anteriores, todo se sumió en sueños y oscuridad

Notas de juego

FIN DE LA NOCHE 7