Partida Rol por web

Nessa se hizo hueco entre el tumulto hasta encontrar el cadáver de Lylian y quedarse de piedra. Se le heló el corazón con aquella escena, no era para menos, Lylian parecía saber bastante acerca de lo que estaba ocurriendo y había muerto. ¿Qué posibilidad tendría ella misma entonces?

Apartó su mirada del cuerpo nada más entender que la joven había muerto. La respiración de Nessa se aceleró al igual que su pulso y no fue hasta pasado unos momentos que pudo devolver la atención lentamente hasta la difunta. Como el resto quería ayudar pero desgraciadamente no había palabra o consuelo que pudiera cambiar los hechos. 

-Señor. -dijo horrorizada y tapándose la boca sin quitar ojo al reguero de sangre que había dejado el cuerpo. -¿Cómo podríamos averiguar quien ha sido el culpable? -preguntó a Vael.

De repente ya no se sentía intrigada por la llamada que la condujo hasta ese lugar, su instinto de supervivencia clamaba que escapara de allí como pudiera.

- Desde luego, querida, si seguimos sus ideas, no lo averiguaremos-respondió a Nessa, mordaz, señalando con la cabeza a Nathaniel-. Lo lamento, creo que es demasiado pronto, e insensible, comenzar a hacer suposiciones-le dijo al muchacho, pues hacía apenas unos minutos que habían descubierto el cuerpo, seguro que aún seguía caliente incluso... Por no hablar de lo incómodo que era hacer ese tipo de suposiciones delante de la persona que ha perdido a alguien tan querido, con su cuerpo en las manos-. Espere por lo menos a que se hayan hecho las despedidas pertinentes, de algo de tregua, o tiempo a que se asimile. Tendremos tiempo para investigar, preguntar y solucionarlo lo antes posible. Comprendo que ahora pedir paciencia sea algo prácticamente impensable... pero las prisas nunca solucionan nada, o al menos no lo hacen bien. 

Siguió escuchando lo que Nathaniel decía, asintiendo con la cabeza. Con lo último si que coincidía. 

- Y para averiguar la verdad, solo hace falta hacer las preguntas adecuadas. Ha aportado mucho más de lo que cree-dijo, tan respetuoso como siempre. 

Aquella mañana no fue un lindo despertar. La muerte de la Melknhar fue como un jarro de agua fría para todos los presentes. Observaba en silencio, los pésames y los primeros gestos de humanidad. Pero Zoar había aprendido que no era todo oro lo que reluce y las apariencias no eran más que meras fachadas.

En ese momento deparo que Madame me observaba. Esta vez posada encima de una de las numerosas estatuas. Ella rompió su silencio con un graznido. Antes sus palabras no pude más que asentir. – Así lo hare Madame. Me quito el negro gualda polvos y lo cuelgo en el brazo estendido de la estatua donde esta posada Madame. Me encamino hacia la escalera y saco del interior de la bota tejana un cuchillo. Empiezo a cortar un buen trozo de la enorme alfombra color rubí. Lo suficiente como para enrollar un cuerpo entero de los pies a la cabeza. Una vez efectuado en trabajo guardo el cuchillo y me dirijo hacia Marion.

Me quito el sombrero y lo llevo hacia mi pecho. – Señorita. Guardo unos instantes de silencio mientras ordeno mis palabras. -Os mentiría si digo que siento algo por ella. Pues lo único que se dé vosotras es que compartíais algún tipo de lazo parentesco. Es mas... creo es la primera vez que me dirijo a vos. Aún así, nadie se merece una muerte tan horripilante como la suya y esto sí que lo siento de corazón.

-Ahora, los que os voy a decir no es fácil... son las palabras de Madame la busco con la mirada y asiento con la cabeza. -Veréis, me ha sugerido que la cubráis más bien enrolléis de pies a cabeza con la alfombra que he cortado... suspiro. El motivo, bueno... los cuervos, cuervos son. Agacho la cabeza algo avergonzado. Por favor, no la culpéis por ello. Espero que lo entendáis. Respecto a su muerte, intentare hacer todo lo que pueda por dar con los culpables

- Con su permiso señorita. Vuelvo a ponerme el sombrero las palabras de Nathaniel me han llamado la atención. Ando hacia el quedándome a una distancia prudencial del Grovehn.

-Me permitís una pequeña observación. Creo que fueron tres sus asesinos, pues sus improntas están marcadas en su cuerpo. Alguien lo suficientemente fuerte o con un poder extraordinario la encadeno y la colgó... Mmm puede que un Melknhar, una segunda se ensaño con ella. Pues mil arañazos surcan su piel herida. Es la impronta de un Eve y la tercera es la que vos habéis comentado. La de un profesional o artista marcial, profundas punzadas estratégicas, un Grovehn. Guardo silencio, solo es una mera observación de tantas muchas acontecidas... Por ejemplo, todos vimos como Vael arrojo una llave a través del hueco de la escalera y todos escuchamos su lejano tintineo. Pues bien observo a los presentes. ¿Alguien ha visto la llave? O en su defecto ¿alguien ha cogido la llave? Paso la mirada por cada uno mientras me ajusto el sombrero.

 -Con vuestro permiso damas y caballeros, necesito tiempo para organizar mis ideas. Saco la armónica de uno de mis bolsillos y me encamino hacia un lugar alejado para tocar.

Las primeras palabras de Dam son como una bofetada que aún estoy intentando asimilar incluso tras que, de algún modo, diga que he aportado más de lo que creo. Aprieto los dientes un poco, aquel hombre es realmente respetuoso pero sincero y debo de reconocer que reconforta.

"Lo siento."

Son mis primeras palabras, una disculpa sincera, aunque tal vez seca.

"La delicadeza no es mi fuerte, y tampoco la paciencia. Aunque yo mismo dije que era un poco pronto."

Reconozco a la vez que matizo. Asiento lentamente entonces a su última afirmación y sencillamente aguardo a ver cómo se van desarrollando los hechos. Pero las palabras de Zoar hacen que lo mire directamente a los ojos, intentando averiguar qué esconde tras de sí el hombre del cuervo.

"Las cadenas también podrían haber sido obra de alguien de mi linaje. Lo escamoso es que no nos hayamos dado cuenta durante la noche."

Son los dos únicos puntos que matizo para sus deducciones. Y vuelvo de nuevo a aguardar.

Llegar abajo y tocar la alfombra roja era todo un alivio para Melina, al resto suave para sus pies descalzos sin duda era reparador, pero ese seria el único alivio que sentiría al llegar a ese lugar. Poco a poco con lo que el anciano y otros hablaban, empezaba a comprender lo importante que podía llegar a ser esto y como él hace tanto tiempo fuera llamado ha este o un lugar parecido. Y ahora era su turno. Pero la duda y la razón continuaban allí con ella.

La noche como el día llego sin que se diera cuenta y solo la horrible visión de una de las mujeres le hizo comprender la dureza de las palabras de aquel humano.

-Todo a comenzado.-Comento su loro, sin que ella pudiera frenarle a tiempo, no era algo adecuado para ese momento, sabiendo que alguien cercano a la primera victima estaba presente. Ella conocía el posible dolor de perder a alguien, pero al no conocer a la persona no sabría como consolarla de ninguna de las maneras, ni siquiera si necesitaría consuelo, por lo que quedo silencio y espero a que Vael dijera algo mas. Pero las palabras de aquel anciano no aportaron nada nuevo, por suerte una de las mujeres hizo la pregunta correcta, la pregunta que ella esperaba una respuesta, ¿Que hacemos para detenerlos? Tal vez la misma pregunta que los antes a ellos se preguntaron aunque conociendo el destino de su querido y quienes estaban reunidos ya sabia la respuesta, una tan dura y cruel como la visión de aquella mujer muerta en la mañana. Melina se sentó en las escaleras, como otras, esperando una respuesta mas concreta, mientras su familiar, observaba distante el dibujo de la difunta.

Me dispuse a esperar, como bien habían dicho no nos quedaba otra. El tiempo pasaba y el cansancio comenzó a hacer mella en mí. Como ya había hecho en muchas ocasiones, coloqué el macuto de forma que me resultara cómodo y me tumbé junto a Marion, Lylian y Dam. Sorin se enroscó en el hueco entre mi cuello y el hombro, poco después nos dormimos.

Me desperté con una sensación desagradable, al abrir los ojos vi a Lylian encadenada y muerta. Parpadee varias veces, casi estaba convencida de que no era real, tal vez tanto hablar de odio me había afectado. Me incorporé y miré donde había estado, cuando comprobé que no estaba volví a de nuevo al cuerpo encadenado. No me lo podía creer, quién podía hacer algo tan horrible y, además del crimen, ensañarse de una forma tan cruel.

A mí alrededor muchos le brindaban su apoyo a Marion, mientras yo les miraba a cada uno pensando en las palabras de Vael. Mentira y engaño, había dicho el anciano, alguno de ellos lo había hecho, alguno la había subido allí y ahora querían bajarla. La reacción de Marion provenía de la furia y podía entenderla, pero dejarla allí…

Me acerqué lentamente a Marion, no quería alterarla más.- Marion, ni que decir tiene que tanto Sorin como yo sentimos muchísimo lo que ha sucedido. Cuenta con nosotros para descubrir quién ha hecho esto.- Sorin y yo compartíamos parte de nuestras emociones, él estaba tan afectado como yo. Se alzó sobre mi hombro acercándose a Marion, a pesar de ser una comadreja era muy cariñoso y también quería darle su apoyo. –Sé que no quieres que nadie la toque, cuando estés preparada te ayudaré a bajarla y dejar que repose de una forma más correcta.

- Lamento tu pérdida, pero las amenazas están fuera de lugar. Guarda tu rabia y céntrala en la persona correcta, cuando llegue el momento. De otro modo, sólo estás desperdiciando una valiosa fuerza.- se limitó a decir tras escuchar a Marion, con tranquilidad, volviendo a bajar las escaleras. No guardaría rencor a la Melknhar por sus palabras, pues hablaba desde el dolor y cualquier ser se volvía incoherente en aquella circunstancia, y en parte comprendía sus inteciones, aunque no sus modos, que no se correspondían con la súplica muda que había hecho al encontrar el cadáver de su hermana. 

Escuchó a Zoar, y resopló, antes de intervenir- Déjela en paz ahora, usted, y todos en general. Sé que queréis mostraros solícitos, pero eso no sirve de nada, ni tampoco reemplaza ninguna pérdida. Y en estos momentos, puede que incluso quien haya perpetrado este crimen tenga la osadía de añadirse a las condolencias, con lo cual todas quedarán manchadas e intoxicadas por la hipocresía de uno, dos o tres asesinos traidores. De manera que es mejor respetar la muerte en silencio, y prestar las palabras para otros menesteres más provechosos, cuando se hayan templado los ánimos.- se llevó la mano a la frente, pasándose el dorso por la misma- Sé que soy un desconocido para vosotros, y puede que no os caiga en gracia. Pero sólo intento ser práctico. 

Volvió a mirar a Zoar y a su cuervo, antes de volver a hablarle- Preocúpese de su Madame en estos momentos y no habrá nada que lamentar. Es usted un hijo de Eve, y aunque la suya sea una dama con carácter, debería saber cómo evitar esa clase de eventualidades, al menos de momento. - Se limitó entonces a observar y escuchar, frunciendo levemente el ceño al escuchar a Nathaniel, y sin embargo permaneciendo en silencio al ver que Dam ya le contestaba. Al menos, en todo aquel escenario de horror, parecía haber una persona sensata, y se dijo a si mismo que aquello era útil. 

No se había dado cuenta de que morpheo la había llamado hasta que sus ojos se abrieron a la mañana siguiente. Durante unos segundos se sintió confusa, pero el dolor de su cuerpo a causa del frío le hizo recordar donde estaba, sus entumecidas manos recorrieron los brazos frotándolos en un intento de mitigar aquello y entrar en calor, pero cuando notó el movimiento de Dante al despertar se apresuró a separarse un poco, pues había pasado toda la noche acurrucada en él, buscando calor. "Juraría que esta fue la más larga noche, y la más dura de todas... Estoy congelada" Pensó a la par que hacía crujir su cuello con un suave movimiento. 

Apenas había acabado de desperezarse cuando sus iris violáceos vieron algo realmente aterrador, con la rapidez de un rayo se cubrió la boca y sus ojos se abrieron aún más. Dante le había aconsejado no mirar, pero sin proponérselo lo había hecho. Su pálida piel se volvió más pálida si es que eso era posible, y su cuerpo temblaba por el miedo, así como por el frío.- Oh dios mío.... Oh dios mío...-Susurró con la voz rota. Sentía un nudo en la garganta, y su estómago había sido sacudido de tal manera que sentía incluso arcadas. Aquella escena era demasiado macabra y cruel, incluso para un semidemonio.

Sus ojos no podían apartarse por más que ella lo intentaba, y cuando el peso de la chaqueta de Dante se dejó caer sobre sus hombros lo consiguió. Con un lento movimiento observó a Dante, los ojos de Kimberly mostraban el terror que sentía, la ansiedad y angustia de aquello. No era necesario ser adivino para saber que ella quería salir de allí.- No me dejes sola por favor... Prométeme que volverás cuando termines...-Pese a que hacía el mayor de sus esfuerzos por mantener un tono 'normal', en algunas ocasiones se quebraba. Cuando él se levantó lo miró unos instantes, y tras eso se acurrucó bajo aquella chaqueta que le habían dejado hacía unos minutos. 

El llanto de dolor de otra de las mujeres allí presente la obligó a alzar la mirada, tras eso se levantó y dando unos pasos hacia ella se obligó a sacar valor para hablar.- Siento mucho lo que ocurrió... Marion, de verdad.-No se le daba bien hablar con las personas, ni tampoco las presentaciones... Cómo era de esperar, esto era mucho peor pues ni siquiera sabía que se debía decir. Con un leve movimiento de cabeza en el cual su cabellos blancos se movieron, volvió hacia las escaleras para sentarse en silencio.

No emitía ningún sonido, su mente se movía rápida en busca de respuestas. Quería saber quien había sido, quien podía ser tan cruel para cometer esa atrocidad. Pero también quería salir de allí, tenía miedo y estaba asustada. Cuando Dante regresó ella lo miró con un pequeño rayo de luz en los ojos.- Todos... Todos acabaremos así ¿Verdad? ¿Será nuestro final? -Susurró con suavidad. Su mirada se perdió en las hermanas, y de fondo pudo escuchar las palabras de su nuevo amigo.- Una pérdida siempre es dolorosa, pero es más aún cuando se desconoce el motivo o la razón de esta.-Lo miró desde su posición e intentó sonreír, pero fue incapaz.- Sé lo que es. Hace unas semanas... Mi hermano falleció.-Confesó con cierta tristeza en sus palabras y mirada.

Vael había descansado de aquel golpe de tos cuando empezó a responder sin poder apartar la mirada de aquel cadáver.- La Vieja Tata es como solían llamar a Minerva Braxton... o al menos como la llamamos aquí. 

La última de sulinaje en proteger el Castillo de Baal....

Posó sus ojos sobre Dam para confirmar que estaba contestado, para seguir hablando otra vez. Mira a Gabrielle y dice: Ya conté mi papel... soy el bibliotecario de Oldland, o hace unos cincuenta años que lo fui... ahora asumo mi papel como escriba y guardian del sepulcro de la Dama Oscura... - Frena sus palabras y vuelve a mirar a Lylian para decir. - Guadían de este sepulcro...

La voz aguda de Nessa le hizo volver la mirada para luego decir: O los encontraís, o ella no será la única en terminar así.... pues como bien ha dicho ese colorido animal... esto solo acaba de empezar.

Las manos temblorosas de aquel hombre intentaban peinar sus cabellos entre la zozobra y el horror de sus ojos, mientras pensaba en como había llegado allí.

Pensaba en el primer día que pasó aquella puerta, hace cincuenta años, aquel día que había dejado su preciada biblioteca, por aquel mausoleo para nunca más volver.

El miedo y la ira se mezclaban en vuestras miradas mientras vuestras mentes luchaban por encontrar algo que os hiciera pagar aquella sangre derramada, o aquella extraña sensación.

Mirar al lado y sentirse presa de cualquiera en cualquier dirección, era lo mínimo que uno podía pensar, mientras que el cuerpo de Lylian tapado y profanado seguía inerte en el lugar.

La mañana se alzaba dejando unos livianos rayos que se rompían con el cristal de las ventanas del piso superior donde los barriles debían de seguir, mientras que ahí abajo la luz seguía siendo tenue y frágil como un papel… como aquel papel que descansaba junto a Lylian, dejando el rastro de una pluma en forma de lirio y un nombre a su vez.

De repente aquel papel empezó a moverse…. Como si una corriente de aire empezase a nacer.

Al principio pocos percibieron aquel movimiento hasta que la brisa se hizo más fuerte y estampó el papel sobre el fuste de una de las columnas, dejando un sordo sonido al chocar.

No era aire lo que se movía, sino una niebla que brotaba de debajo del abrigo marrón de Marion que descansaba sobre el suelo, mientras que la niebla jugaba a tocar aquel tejido entre jirones a la vez que avanzaba sobre el suelo hasta alejarse de vosotros.

Entonces algo hizo que vuestras miradas volviesen hacía atrás… pues ahora que mirabais otra vez, debajo de aquel abrigo no estaba Lylian.

De la incredulidad se pasó a la búsqueda fugaz… hasta que un rincón de aquella sala Vael señaló hacía un claro en el lugar, donde sentada en un pedestal de piedra poco a poco la niebla iba conformando aquella piel de nácar, destacada por su melena oscura, y su vestimenta de tonalidad igual.

Una niebla negra se alzaba de allí donde hubo sangre, y danzaba hasta aquella hija de Melknhar, mientras con la mirada baja, esperaba cada hilo de humo, como si necesitase hasta la última gota antes de volver a andar.

Finalmente llegó ese último trazo de niebla, y alzó su mirada con elegancia y sencillez…. Buscaba algo en vuestras miradas, y tras hallarlo se levantó de su asiento y comenzó a andar de nuevo bajo aquellos pasos que denotaban una regía presencia.

Llevaba pocos pasos cuando visteis que tras volver de entre la muerte, había algo más que empezaba a aparecer….

Al principio fue solo bruma… humo y jirones… pero a cada paso aquella figura se hizo material, y a los pocos segundos podíais ver algo que, incluso en libertad pocos habían encontrado… pues rara era la vez que alguien se había topado con un Tigre Maltés…un animal de regio porte y pelaje blanco negro y azul….

Aquel gran felino fue hasta la mano de Lylian y obligó a que esta acariciara su cabeza con un gesto dulce en su rostro, para luego posar sus enormes ojos sobre vosotros, mientras se relamía con ansía y voracidad.

Cuando Vael terminó su dibujo y lo dejó sobre el cuerpo de Lylian Marion lo tomó con cuidado para observarlo. Tras un par de segundos lo dejó en el suelo, a su lado, antes de comenzar a conectarse con la realidad poco a poco, escuchando las palabras de unos y otros.

Asintió cuando Dam aceptó no tocar el cuerpo de Lylian, hablando además por los otros, y lo tomó como si él estuviera dispuesto a defender su postura. Después siguió atenta a lo que los demás decían, y cuando Zoar se acercó ella se envaró, poniéndose en pie para hacerle frente.

- No vamos a envolverla en una jodida alfombra. - Le respondió. No era necesario decirle que debería poder decidir lo que su bicho hacía: de eso ya se había encargado Trevor. Sin embargo aún así no podía permanecer callada. - ¿Piensas envolver todos los cadáveres? - Preguntó entonces, molesta. - Porque sería mucho más sencillo envolver a tu puto pájaro. - Señaló, y entonces permaneció un par de segundos con la mirada fija en él. Los ojos dorados de ella refulgían de ira, pero sabía que no era con Zoar con quien tenía que pagarlo.

Luego siguió escuchando más palabras de un consuelo que no llegaba y no dio respuesta a ninguna de ellas. Sin embargo hubo alguien que sí se ganó su aprobación. Tras la intervención de Trevor Marion le miró durante un par de segundos antes de pronunciar una simple palabra. - Gracias.

Sin embargo ella no esperaría la respuesta del Grovhen, pues algo empezaba a suceder. Algo mucho más acuciante. Al notar la brisa elevarse, crecer hasta convertirse en algo constante e intenso, Marion miró alrededor buscando su origen. Tardó algunos segundos en asimilar lo que estaba pasando. Esa niebla negra no era algo que esperase, y todo iba demasiado rápido para que sus emociones pudieran adaptarse. Cuando Lylian abrió los ojos el enfado había desaparecido, pero ahora había en su pecho una mezcla inestable en la que no sabía si reír, llorar, o ambas al mismo tiempo.

- Jo-joder. - Murmuró sin llegar a moverse del sitio, aún incrédula y con una sonrisa de oreja a oreja. - Joder.

Desperté con el murmullo de los otros, me incorporé de un salto y esto hizo que Amarok ladrara. indicándome lo que ocurría; alguien se había ensañado con una de las hijas de Melknhar.

- pe-pero como?- tartamudee de la impresión- alguien vio algo?- pregunté esto a Gabrielle mientras me acercaba al grupo que rodeaba el cadáver.

Sin embargo, muchos empezaron a especular y hablar incluso de verificar las marcas para descubrir a los culpables:

- los que hicieron esto, bueno, están entre nosotros eso esta claro, sino fuera así, Vael nos lo diría no?- dije a nadie en especial, mas bien como pesando en voz alta.

Pero mi sorpresa no acabaría allí, pues la misma muerta desapareció de mi vista, luego que una brisa hizo que desviásemos nuestra atención, pero cuando volvimos la mirada al cuerpo ya no estaba; Vael nos señalo el milagro que Acababa de ocurrir, Lylian había vuelto, pero no sola, la acompañaba un maravilloso tigre Maltés:

- Ahora si que  que estoy sorprendido, sin lugar a dudas ya no sé que esperar de este lugar- comenté.

La pálida piel de Lylian resaltaba como el papel con el contraste de sus cabellos, tan oscuros como el vestido de época que la niebla había entretejido alrededor de su cuerpo. La joven esperó hasta que el último jirón de bruma acudió a ella, dándole fuerzas y aliento para levantar la cabeza y contemplar a todos los que se encontraban en la sala con un brillo en su mirada del color del acero. 

Se puso de pie despacio, con un gesto elegante y sereno y todos pudieron ver que las grietas que marcaban su piel se habían suavizado en su camino desde su mejilla hasta el codo, donde sus guantes negros habían vuelto a aparecer cubriendo sus manos, como la única prenda que se había mantenido después del cambio que se había producido en la joven. Incluso parecían más acordes con su nuevo atuendo que con las ropas modernas que había vestido al llegar a Oldland. Una sencilla cinta de encaje negro rodeaba su fino cuello, con una pequeña lágrima negra colgando de ella, dando el último toque gótico a su apariencia y haciendo que de alguna forma dejase de parecer una extraña en aquella sala atemporal. Pues algo parecía haber cambiado en Lylian, cuyo porte siempre elegante ahora se veía más firme y seguro.

Estiró la mano entonces, sentía su corazón latir de nuevo, pero había algo más, algo que faltaba. Y como una respuesta a esa ausencia la bruma siguió tomando forma tras ella hasta desvelar al animal, un enorme felino que empezó a caminar con el mismo paso flexible y calmo que su compañera. La joven posó la mano sobre la cabeza del tigre maltés de tan extraño pelaje, que miraba a su alrededor con el mismo brillo en los ojos que Lylian ostentaba en los suyos. Una mirada cargada de emociones contradictorias. Rabia y sed de venganza por lo que le habían hecho durante la noche. Gratitud por lo que le habían hecho durante el día.

Lylian bajó la mirada y como en un gesto completamente sincronizado, tigre y mujer cruzaron sus ojos en un perfecto entendimiento. Un pequeño gruñido sonó en la garganta del animal mientras de los labios de la mujer salía tan sólo una palabra susurrada. - Enoch. - Y tras ella, una pequeña sonrisa apareció en sus labios, suavizando la tensión de su vuelta. 

Apartó los ojos del tigre para mirar a su alrededor una vez más y sin saber muy bien a quién dirigirse se encogió de hombros antes de hablar con voz suave. - No sé quién ha sido, pero muchas gracias por darme otra oportunidad. De verdad.

Después ambos caminaron con paso acompasado hacia el lugar donde se encontraba Marion. El tigre apoyó sus cuartos traseros en el suelo mientras Lylian buscaba la mirada de su hermana y negaba despacio con la cabeza. - Hay muchas cosas que no te dije para no mostrar debilidad. Creo que no me perdonaría no haberlo hecho si no hubiera vuelto. - Hizo una pausa y suspiró quedamente. No tenía ni idea de cómo o por dónde empezar a hablar con alguien a quien ni siquiera conocía, pero a quien no podía evitar sentir tan cercano. Sus ojos plateados se humedecieron y finalmente extendió sus brazos alrededor de Marion para abrazarla, resumiendo en una frase musitada sus emociones. - No sabes cuánto me alegro de haberte encontrado. 

Pasaron varios segundos antes de que la soltase y volviese a mirar al resto, colocando un mechón de cabellos detrás de su oreja con su mano enguantada. - Bueno, ¿y qué me he perdido mientras no estaba? - Preguntó, dejando que sus ojos se posaran sobre las personas junto a las que había caminado el día anterior. Dam, Katia, Trevor. - ¿Sabéis quién... Quién me hizo eso? - Preguntó, sin poder evitar el rencor en la voz y frunciendo el ceño mientras un nuevo gruñido brotaba en la garganta de Enoch. Finalmente sus ojos detuvieron en Vael varios segundos antes de mirar también a Nathaniel. - ¿Y qué se supone que se hace cuando ya has torcido tu destino a la fuerza?

Vexy escuchó la respuesta de Marion y sonrió. Ella sabía lo que sentía y también sabía que no importaba lo que le dijeran, su dolor no sería mitigado de ninguna manera.

Observó toda la escena con respeto y desaprobó el comentario de Zoar con una mirada, aunque la respuesta de Trevor planteó lo que ella tenía en mente. Le agradaba la manera de pensar de Grovehn y no tenía que ser la más cercana a las Melknhar para desaprobar esa conducta. A pesar de ello, hubo un pensamiento que no pudo callar - Que la trates como a una bestia cualquiera debería avergonzarte, hijo de Eve - para luego observar la actuación de Vael.

Nimah se veía un poco incómodo con toda la escena que presenciaba pero la bruma que comenzaba a formarse a través de Marion llamaba su atención y observa atento cómo baja el cuerpo de Lylian. Sin duda, era un método más suave que aquel que los otros tenían en mente, pero ya finalizada, centró nuevamente su atención en Vexy. Miró a Brif por un momento evaluando sus reacciones y mostrando cierta reserva hacia el Melknhar. Sin mucho más que hacer, centró su mirada en algo que surgía.

Una bruma de origen desconocido hizo que Lylian regresara a la vida, pero no estaba sola. Tenía una majestuosa bestia a su lado, un tigre azul. Vexy había leído sobre ellos en otras ocasiones pero de ellos no había en su bosque, así que ver uno era una oportunidad única. La alegría de Marion era palpable y Vexy no pudo evitar contagiarse un poco, ya que la había visto sufrir enormemente. A pesar de ello, se acercó lentamente pero guardó una distancia prudencial con el tigre y dijo - Es un hermoso compañero. Y bueno, el hombre del cuervo insinuó que tu cuerpo sería devorado, pero además de eso, nada extraño -.

El último legado, había escuchado sobre él pero no lo había visto. Era hermoso...

Las palabras de Lylian llamaban su atención. Al parecer, sí eran familia aunque parecieron haberse conocido allí. Extraña familia, sin duda. Después de eso, Vexy solo miró alrededor y volvió al lado del violinista. No le agradaba mucho llamar la atención.

Maravilloso!!! Aquella dama había muerto y resucitado en el mismo día. Si existían los milagros acababa de contemplar uno. Pero las palabras de Vexi fueron como un jarro de agua fría. Esas mismas palabras en boca de otro legado eran entendibles pero en boca de una hija de Eve. Ladeo la cabeza  instintivamente desaprobando lo dicho.

-Oh, por supuesto os merecéis una explicación señorita Lylian. Me quito el sombreo y lo llevo hacia mi pecho. Lo primero todo un placer el volver a veros entre nosotros.

- Bien, al asunto... Madame sugirió envolver tu cuerpo en esa alfombra. Señalo una parte de ella que ha sido cortada. Tenéis que entender que ella es un cuervo de pico a cola con todo lo que ello implica. Con esto quiero decir que no es uno de esos animalitos de las películas de animación de Walt Disney. Ella es real como la vida misma y se comporta como lo que es... un cuervo. Así que el comentario de envolveros con una alfombra no fue con malicia alguna.

 Con un leve suspiro me dirijo a Vexi. -Desconozco el tipo de bosque en el cual os habéis criado Eve. Pero como trotamundos puedo decirte que la naturaleza en su sabiduría es cruel. Nada se desperdicia y la muerte de un individuo es un regalo de vida para otros. Así es la madre tierra, Gaia o la Pachamama como gustéis llamarla.

-Os pediré un favor Vexy, ya que sois una hija de Eve, creo que entenderéis mi petición. No se qué es lo que deparara el futuro. Pero si el final de mis días es en este lugar. Alejarme del grupo y no cubráis mi cuerpo. Solo dejar que la naturaleza haga su trabajo. Una amable sonrisa se esboza en mi rostro. Ya sabéis, cría cuervos y os sacaran los ojos...  Tras un guiño de ojo vuelvo a cubrir mi cabeza y me acerco a la estatua para recuperar mi guardapolvo. 

Lylian parpadeó sorprendida al escuchar a Vexy y sus ojos se dirigieron al hombre del cuervo en busca de una explicación que no tardó en llegar. Sin embargo, no le resultó especialmente satisfactoria. Su ceja dibujó lentamente un arco elegante y tomó aire despacio antes de dirigirse a Zoar.

- Para ser Eve desconoce usted su legado de una forma escandalosa, señor. Pues parece pensar que ese cuervo es su mascota, un animal que existe de forma independiente a su ser. Pero no es así. - Dijo, con un tono más seco del que había usado hasta ese momento. Los ojos del tigre se posaron en el ave y sus orejas se estiraron hacia atrás. - Ese pájaro es parte de usted, es una extensión de su alma. Si usted muere, su ave no podrá comerse su cuerpo, pues morirá junto a usted. Y si ese pájaro siente ganas de comerse a alguien, no es tan sólo el ave quién las siente. Y por cierto le diré que si a los cuervos les encanta comer cadáveres, a los tigres les encanta comer pájaros. Así que yo de usted tendría cuidado con lo que hacen tanto su cuervo, como usted.

Hizo una pequeña pausa y su mirada se volvió fría como el acero. - Así que sí, está en la naturaleza de un cuervo cualesquiera querer comerse los cadáveres. Pero teniendo en cuenta que este cuervo en concreto y usted comparten alma y emociones... ¿En qué lugar lo deja eso a usted?

No esperó respuesta. Había pasado suficientes cosas en ese día como para seguir perdiendo el tiempo con alguien que se negaba su legado y sus instintos incluso a sí mismo. O que quería aparentar que lo hacía. Lylian no tenía claro cuál de las dos opciones era peor.

La sonrisa de Marion se mantuvo inquieta en su rostro al ver cómo Lylian se acercaba a ella, animal incluido. Sin embargo los ojos de la Melknhar no se dirigieron al tigre en ningún momento. En lugar de eso continuaron en los de la otra Létang, aún asumiendo que había vuelto a la vida.

Las palabras de Lylian hicieron que algo se tensase en Marion a la altura de su abdomen. Era la primera vez que una de las dos hablaba de manera clara de la situación más allá del es agradable estar entre hermanos al presentarse el día anterior. Exponerlo de aquella manera ahora lo hacía mucho más real y consistente, y hacía difícil encontrar respuesta. Sin embargo no hizo falta. Lylian la abrazó y Marion no pudo sino corresponder a ese gesto. Un brillo de felicidad pura hacía sus ojos aún más dorados en esos momentos, y cuando Lylian comenzó a apartarse ella sólo pudo sentir que se le había hecho corto. Por su parte - y más ahora que habían puesto las cartas sobre la mesa delante de todos - habría permanecido así varios minutos, pero Lylian quería ponerse al día. Lo cual por otro lado era normal.

Tras la separación Marion se quedó algunos segundos callada con las manos en los bolsillos, recomponiéndose. Así escuchó la nueva aportación de Zoar y la respuesta que su hermana le dio, y esta le sacó una sonrisa.

- Han pasado algunas cosas más. - Intervino entonces. - Vael te ha hecho un dibujo. - Explicó, señalando el papel en el suelo. - Dijo que era un lirio, que simbolizaba la familia y la entrega. - Comentó, sintiéndose como si aquello fuera compartido. - También nos explicó que la vieja Tata es Mimí. - Añadió después con una mirada significativa.

- Nathaniel y Zoar han estado haciendo teorías sobre la escena del crimen, - Continuó, poniendo durante un instante los ojos en blanco. - pero no han deducido nada concluyente. - Expuso antes de hacer una pausa. Y seguidamente lanzó una pregunta en un tono cercano. - ¿Tú cómo estás?

Los debates y las acusaciones crecían, así como las amenazas y promesas de venganza, todo era un caos y con razón, había al menos un asesino entre nosotros y a mi parecer, cualquiera podía ser la siguiente víctima.

Escuché con atención, sin intención alguna de entrometerme en ella ya que bajo mi opinión, habían cosas mas importantes de las que debatir, y lanzar acusaciones sin pruebas era una autentica perdida de tiempo. Pero algo mas allá de lo imaginable pasó, la joven que hace unos minutos habíamos hallado muerta se había levantado, respiraba, se movía, en resumidas cuentas, volvía de entre las almas en pena. Le dediqué una sonrisa como bienvenida, no estaba segura pero me imaginaba que todo esto era tan confuso para ella, como para nosotros, pero la misma se metió de lleno en un debate que tampoco aclaraba nada.

No es que no me gusten los debates sobre los linajes, pero creo que ahora tenemos algo mucho mas importarte que requiere nuestra atención, hay al menos un asesino entre nosotros…y a mi entender, ESA debe ser nuestra prioridad.- dije con voz clara, firme y contundente, el linaje de Eve me era desconocido pero ahora mismo no me interesaban demasiado las clases de historia.

Gabrielle escuchó la explicación del anciano y se encogió suavemente de hombros, quitándole importancia. No terminaba de fiarse de aquel hombre, pero era el único que parecía saber algo. 

Escuchó los pasos de Speeir y se volvió a mirarlo, negando con la cabeza. - No, no sabemos nada. Quienes hayan sido han actuado de forma silenciosa y parece ser que nadie ha visto ni escuchado nada - Arrugó el ceño y volvió a mirar la figura que se encontraba tendida en el suelo. - No entiendo cómo pueden haberla torturado de esa manera y que nadie se haya enterado de nada - . Era como si hubieran caído bajo un hechizo o algo parecido, que les mantuvo inconscientes toda la noche. Al pensar en aquella opción un escalofrío recorrió su espalda.

En ese momento vio salir una bruma de debajo del abrigo que cubría a Lylian. Sus ojos se abrieron como platos y contuvo la respiración mientras la joven iba cogiendo forma delante de ellos. Soltó el aire cuando tras la figura de la Melknhar se creó un impresionante tigre maltés. Sus ojos negros se alternaron entre la joven y su criatura, mientras historias que había escuchado se hacían eco en sus recuerdos. Así que esto es el último legado. Es impresionante.

- Bienvenida - . Le dijo con un suave gesto de cabeza, y se quedó en silencio, escuchando las palabras de Zoar con un gesto de incredulidad en su rostro. Pero antes de que llegara a pensar en una respuesta, Lylian le aclaró cuál era su legado. Parece increíble que alguien que acaba de volver de entre los muertos le tenga que explicar a un Eve cómo funciona esto. No podía ser que fuera tan ignorante, no podía ser que no sintiera en su interior los latidos del cuervo. Miró a Dama y ésta clavó sus ojos negros en los de ella. Sus corazones bombeaban la sangre al unisono. Volvió a mirar a Lylian y una suave sonrisa se perfiló en sus labios. - Yo no podría haberlo explicado mejor - . Le dijo, apoyando suavemente la mano sobre la cabeza de Dama. 

En ese momento, una joven del Legado de Grovehn se quejó de lo que estaban hablando y Gabrielle se volvió a mirarla, entrecerrando ligeramente su mirada oscura. 

- Aclarar si nos está engañando es importante para intentar averiguar qué está ocurriendo. Nadie está dejando de lado lo que ha ocurrido, pero no negarás que es extraño su comportamiento - . Le respondió, volviendo su mirada hacia Zoar. - Si de verdad es un Eve debería saber que su cuervo forma parte de él. Decir que cuando muera lo dejemos para que se alimente de su cuerpo es muy extraño - Su ceño se frunció. - Y no me gusta... -

Ithan se quedo con la boca abierta al ver de njevo entre ellos a Lylian pero a la par con un mal regusto por el comportamiento de Zoar
Dos cosas.... dar las gracias al que a traido de nuevo entre nosotros a Lylian... pero.... hay cosas que no entie do y las hago saber
-lo que a hecho Zoar... es... algun tipo de ritual el cual esconde con una capa de comentarios estupidos sobre su cuervo?
-esta muerte ,ya me entendeis..., tiene que ver con la discusion con Dam?
- y lo mas raro.....,que carajo hace a su lado ese tigre tan precioso,eres de otro legado,legado mix, legado multi propiedad?