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HLdCn: El Legado de Caín - Oldland : Diarios Perdidos – I

Día 0 - Las Ruinas del Hogar

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09/03/2016, 20:58
19 Muerto - Fiona Blackwood

Fiona caminó con elegancia junto a Raffariel con aparente desidia, como si aquello no le importase lo más mínimo o simplemente nada de lo que pudiese ver la impresionase... aunque lo cierto es que si que estaba tomando buena nota de la aparente amabilidad de sus compañeros, la adorable niña le llamaba la atención por su aparente inocencia, así como la camaradería de todos, pero guardó su bífida lengua para más adelante... si aquella criatura estaba allí, era porque llevaba la sangre de un demonio... como el resto de los presentes... reflexionó. Al llegar junto al chico moreno y su ave enarcó una ceja... demasiados Eve... demasiados...

- Si lo llego a saber me hubiera traído un loro...- comentó en voz alta sin dirigirse a nadie en particular- para acompañar... aunque teniendo en cuenta la maña que tengo con los bichos lo más seguro es que hubiera terminado carbonizado... como todas las mascotas que se le ocurrió tener a mis niños... pobrecitos...- esbozó una leve sonrisa al recordar algunos de los pasajes con las mascotas carbonicadas de sus hijos, era una mala pécora y no tenía reparos en mostrarlo... es que así sencillamente era más divertido.

Sus pensamientos se vieron entonces interrumpidos por el comentario de su compañera Melknhar... casa... Fiona estudió un poco más en profundidad las ruinas de la ciudad... le produjeron cierta melancolía, pero decidió desecharla con un movimiento de la mano con la sujetaba el humeante cigarro... como si fuera una mosca.

- Eso parece, querida...- comentó más seria mientras centraba ahora su atención en el muchacho del halcón y esperaba que las preguntas que le acababa de formular Nora fueran respondidas.

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09/03/2016, 21:04
23 Muerto - Sylvia

Acepto, esta vez algo más tranquila, la galleta que me ofrece Olenna, cogiéndola con una mano mientras con la otra sigo sujetando la capa, a pesar de que Fyas vuelve a cubrir mi cuerpo.

Miro a mi alrededor mientras camino, y me sorprende un poco ver la mezcla que se va formando. Algunas mujeres hablan, parece que animadas, con aquel viejo Vietnamita que dice haber estado ya en Oldland. Alastor y Katarina caminan cogidos del brazo, y la pequeña monta en el elefante con Nimay.

Cualquiera que se fije, podrá ver en mi cara una mezcla de incomprensibilidad y desacuerdo. Gesto que se acentúa al ver que nuestro camino nos lleva hasta un chico, que parece no dignarse siquiera a mirarnos.

Otro.

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09/03/2016, 21:18
Nimay Radhav

Nimay siguió con la mirada a la mujer del jaguar que, o bien por no haber escuchado sus preguntas, o bien por no querer responderlas, se marchaba siguiendo al resto detrás del ave. El hombre se encogió de hombros sin darle mayor importancia al hecho de haber sido ignorado y comenzó a caminar él también hacia allí. 

Sonrió a la pequeña y la ayudó a encaramarse sobre el elefante, que después se puso en pie y siguió a la comitiva. 

—Sujétate bien, Theora —dijo hacia la niña con tono paternal. Sus ojos tenían un brillo entre melancólico y tierno al contemplar a la cría—. Cuando quieras bajar, avisa a Haathee. ¿Qué hacéis aquí los dos solos? —preguntó, incluyendo al perro de forma automática.

Detectó entonces la mirada de Deidre y le devolvió una sonrisa franca y amplia. La presencia de todos aquellos semidemonios allí reunidos seguía produciéndole curiosidad. Infinidad de dudas revoloteaban en su cabeza, pero no llegó a poner ninguna de ellas en voz alta después del fracaso de los intentos anteriores. Por algún motivo sentía que estaba donde debía estar y quizá eso era sencillamente lo que le sucedía al resto.

Nimay caminaba junto al elefante, con un paso acompasado al del animal. Percibía el caminar de cada uno de aquellos que le rodeaban, como una pulsación rítmica y constante a través de las plantas de los pies descalzos y se entretuvo aprendiendo a diferenciarlos a través de Haathee. Se percató entonces de que había alguien que no dejaba ese rastro, ya que flotaba en el aire.

Cuando llegaron a lo que parecía ser su destino por el momento, se detuvo junto a los demás y sus ojos recorrieron a aquel muchacho con su ave. Le parecía sentir hostilidad en muchos de aquellos que allí se encontraban y eso le hacía fruncir el ceño con preocupación. De nuevo permaneció en silencio pues las preguntas apropiadas ya estaban planteadas. Se cruzó de brazos y se mantuvo a la espera de averiguar qué sucedía en ese lugar. Si algo había desarrollado durante su larga búsqueda eso era la paciencia. Y todavía mantenía la esperanza de encontrar allí las respuestas que necesitaba.

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09/03/2016, 21:38
18 Muerto - Nói Cách Doc

-Encantado.-Se inclino levemente bajando su visera, ante las presentaciones de la mujer, su acompañante reptil y el animado muchacho con su baraja. A lo lejos observo el hombre negro rodeado de ratas y le trajo algún que otro recuerdo de su tierra natal.

-Tienes razón, chico, este lugar ya no es lo que un día fue, claro que de eso hace mucho, ni siquiera yo lo vi en su mayor esplendor, solo las ruinas que nos rodean, tal vez con menos polvo.
-Dio una larga calada a su cigarro y miro las cartas que el chico mostraba.

-Pero si hemos llegado aquí tantos de nosotros, dudo que llegues a aburrirte, bueno, depende de lo que consideres diversión claro esta.-Y en ese momento una mujer con el pelo de fuego, como hacia mucho que no veía se les acerco a charlar.

-Encantado. Pues la verdad es que hace mucho que no juego a nada-Contesto como a los dos anteriores.-¿Pisar las ruinas de esta ciudad? Si, caminar por ellas...-Quedo un segundo divagando.-Creo que hoy es el día que mas me he adentrado en ella, llevo mucho tiempo en el linde, en un refugio no muy lejos de aquí, bueno o si, depende desde donde se mire.-En ese instante le vino a la mente la cara de Chuck y se pregunto si sabría llevarlo él solo.

Fue mas o menos cuando bajo la mirada que se dio cuenta que el ave habia posado sus garras en el guante de un muchacho y Nói dejo caer el cigarro de la comisura de sus labios sorprendido.
-Vaya, según lo escuchado, solían ser mas viejos. ¿Sera la antesala de alguien mas imponente?-Divagaba en voz alta mientras continuaba acercándose.-Creo que las respuestas empezaran a venir solas, amigos.-Comento con voz suave pero marcada, con un ademan de cabeza hacia el chico y su ave.

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09/03/2016, 21:52
22 Muerto - Theora

Enderece mi posición para apretar los tobillos a la piel del elefante, su envergadura me daba la comodidad incluso para ir parada, pero no quería incomodar al animal y menos a su compañero.

-Jugaba en el bosque…- alce el brazo para apuntar la dirección de donde venía, cuando noto que creo que perdí el rastro, arrugo la frente un poco preocupada, pero al mirar a Wardjan, sé que el encontrara el camino de regreso… -mis padres están cerca de aquí, estamos de viaje… vacaciones, mi padre decidió descansar un poco, mientras mi madre preparaba el camping con Wardjan salimos a jugar a las escondidas en el bosque cuando llegamos aquí, mi madre es una hija de Eve y mi padre un guerrero de Grovehn- le voy comentando con más familiaridad a Nimay, su mirada es diferente a la de los demás… -¿tiene hijos señor Nimay?- pregunto con una sonrisa.

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09/03/2016, 22:19
Olenna D

Olenna observa con los mismos ojos curiosos a Sylvia mientras esta coge y come esa segunda galleta, y es evidente que se siente un poco decepcionada al ver que ahora se ha comedido tanto. Aún así eso suscita otras preguntas, pero no son de esas que se formulan en voz alta.

Poco a poco ve cómo todos los demás empiezan a caminar, y decide de manera consciente que ella hará lo mismo. La llamada del ave es un reclamo nimio al lado de la posibilidad de seguir a una comitiva así. Sin embargo, cuando una de esas personas echa a andar sin más, ella ríe. Es una risa espontánea, como si algo hubiera hecho contacto en su cabeza ante ese estímulo.

—Je —dice luego, como si esa sílaba resumiera sus pensamientos y su risa. Aún así luego se molesta en traducirla y explicarla para el hombre del elefante—. Es gracioso porque ha pasado de ti —le dice con una media sonrisa—. Y eso que tienes un elefante —prosigue, como si el chiste aún no se hubiera entendido del todo—. Es como si antes te vieran todos, pero al bajar te hubieras convertido en invisible y mudo. Un hombre grande encima de un elefante, una hormiga cuando tiene la altura de los demás.

Tras esa breve explicación Olenna sigue caminando, satisfecha. Sus ojos van de unos a otros, inquietos, sus oídos permanecen atentos a las historias que parecen regalar como si no importaran y su bastón sigue rozando las paredes por las que pasan, acompañando sus pasos del sonido de la madera contra la piedra, escuchando los murmullos que esta le regala como si a fuerza de repetición pudiera llegar a entenderlos.

En más de una ocasión pone su atención en Sylvia y en su serpiente, esperando que sus gestos respondan alguna de esas preguntas pendientes que no ha llegado a formular, y cuando llegan adonde el chico y el halcón se encuentran los mira a todos, expectante.

—Algo vivo —señala entonces con una pequeña sonrisa, aunque su expresión corporal indica que, ahora que está claro que se trata del compañero de un Eve, las ganas de cazarlo han desaparecido. Permanece varios pasos por detrás de los demás, esperando. Su ánimo es bueno, pero eso no hace disminuir la desconfianza.

Lo cierto es que Olenna no entiende muy bien por qué todos parecen dar por hecho que ese chico les ha convocado, o algo parecido, y no un viajero más. Pero al fin y al cabo está claro que ella sabe más de unas cosas y menos de otras: quizá estén mejor informados. De modo que permanece en silencio, esperando escuchar y aprender. Su mano ase ese bastón que llega un par de palmos por encima de su cabeza con determinación, y a pesar de que sus músculos están relajados ella se encuentra preparada para saltar al menor indicio de peligro.

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09/03/2016, 22:42
Nimay Radhav

Los ojos del hombre siguieron el brazo de la niña en aquella dirección que ella señalaba. Asintió con la cabeza, comprendiendo —o creyendo hacerlo— y miró a la pequeña con serenidad. 

—Después si queréis os acompañaremos a buscar a tus padres —dijo, aplazando ese momento hasta que se aclarase la situación actual. 

Y ante la pregunta de Theora, Nimay bajó la mirada durante un instante, al mismo tiempo que lo hacía Haathee. Tomó aire y apretó las mandíbulas al volver a subirla.

—Tengo una hija —respondió, con la misma voz suave pero los ojos teñidos de una tristeza que parecía instalada en su fondo—, Priya. Me la robaron, pero voy a encontrarla. Tenía más o menos tu edad. —Contempló a la niña y se tragó toda esa melancolía para dedicarle una sonrisa. —¿Cuántos años tienes tú?

Entonces le llegó la risa de la joven del bastón y la contempló con curiosidad, hasta que le explicó qué era lo que encontraba tan divertido. Nimay soltó una carcajada breve y contundente y después no pudo menos que encogerse de hombros, dándole la razón.

—Y sin embargo —dijo entonces, enarcando las cejas—. Parece que tú sí me ves.

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09/03/2016, 23:02
12 Muerto - Dyehuty

La compañera del búho me habla y levanto una ceja para escucharla, respondiendo únicamente con una sonrisa a sus palabras. Las cosas son siempre distintas a lo que parecen, es algo que uno aprende si se fija en el mundo que le rodea, independientemente de dónde nazcas.

Terminamos así frente a un joven, compañero del pequeño rapaz, que nos observa y al que saludo con una leve inclinación de mi cabeza. Mis ojos se mueven evaluando mi entorno el cual se antoja inerte. Mientras, hay quien le pide explicaciones al joven que nos ha guiado a su presencia, mientras otros buscan la sabiduría en los más ancianos y otros son simplemente... niños.

De seguro la escena más variopinta que ha visto Oldland en años.

Pienso en voz alta. Llevo la mano derecha a mi cuello para estirarlo con delicadeza haciendo presión y empujando en la dirección contraria. Saco de entre mis ropajes una pluma carmesí y miro alrededor, dudando si comenzar a escribir o sencillamente aguardar unos momentos más. Sin darme cuenta he ralentizado mi paso hasta colocarme cerca de la mujer gélida compañera del búho y del grupo formado por la niña y su compañero, el elefante y su compañero y la viajera del bastón, sin embargo aún a varios metros por delante de ellos.

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09/03/2016, 23:42
Smel

Me presento al hombre vietnamita. A su vez el rubio Grovehn y la muchacha de pelo rojo con señales Melknahr hacen lo propio, Daeron, creo, y Vika, dice. Ambos jovenes parecen hacerme a un lado - Creo que no les gustamos, Quón – Rio timidamente tapándome la boca. Él nunca me responde, obvio, tan solo respira, parpadea, y mejor que mantenga sus bellas fauces cerradas. Pero sí recibo el saludo del hombre. Asiento educadamente y me llevo una mano modosamente al pecho, tocándome tan solo con la punta de las uñas. Le presto atención durante los pasos siguientes, pues parece que parte con el saber de historias sobra la historia de este lúgubre paraje.

"Pero si hemos llegado aquí tantos de nosotros, dudo que llegues a aburrirte" Me quedo un poco expectante con su respuesta al muchahco.

Y en mi camino diviso el pequeño reguero de agua, así que tal vez haya alguna charca decente por aquí cerca. Veo como el ave se pierde sobrepasando un muro bastante musgoso, que tan solo es otra muestra más del paso de los años. Me apresuro a atravesarlo por allí por donde lo están haciendo los demás, y al hacerlo... pestañeo un par de miradas. ¿Que veo?. Mas ruinas. Aunque un poco mas llamativas.

Al paso, observo como el ave que sobrevolaba nuestras cabezas reposa ahora en la mano de un chico de Eve. Me acerco sin separarme ni un centimetro de mi fiel acompañante, junto a la gente que aquí me encontré. Nuestro hogar está en fondo de un bosquejo de un pueblo pantanoso. En cierto modo crecí jugando con la fria humedad que trae la densa niebla, no me incomoda el viento que ahora trata de levantar mi cabello con vaivenes, pero la arena que bailotea con él... me molesta. Cubro mi cara con una palma a modo abanico. El reptil cierra la membrana de sus ojos.

¿Quien es él? - pregunto. Yo también quiero enterarme. 

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10/03/2016, 00:08
02 Expulsado - Roy Tucker

Roy, aún con su panda en el brazo, observa la mirada de que recibe el animal por parte de la hermosa mujer del arco y de la Eve cuyo compañero es un cocodrilo. Mira durante unos instantes a la primera, evaluando la intención de esa mirada y preguntándose si era curiosidad o algo más oscuro. No habría sido la primera vez que un cazador trata de hacerse con la piel de Katie. Después, mira a la otra y mira al enorme animal que la acompaña. De forma inconsciente agarra con un poco más de fuerza el pesado cuerpo de Katie y da unos pasos, alejándose de la bestia.

La actitud sobreprotectora del hombre hacia el panda es más que evidente. Es en ese momento cuando ve al ave, aunque sería más correcto decir cuando el ave se dejó ver. Cuando pasó a su lado giró unos centímetros para alejar al panda de la trayectoria del pájaro y se quedó mirándolo, pensativo y silencioso. La llamada había sido clara, pero el propósito de la misma no quedaba clara.

Roy se rezagó, pensando en que tal vez se tratase de una trampa. Tal vez aquel pájaro los llevase directos a un callejón sin salida. Los demás parecieron no pensar en esa posibilidad y, poco a poco, todos ellos fueron avanzando en pos del pájaro. El hombre, mirando a todos ellos, parecía reacio a avanzar. Fue el panda el que tomó la iniciativa. Empezó a revolverse en sus brazos y se quejó varias veces hasta que consiguió zafarse del hombre.

Curioso, el panda siguió a la comitiva y el hombre apretó el paso para colocarse cerca del panda en actitud protectora, suficientemente cerca como para poder protegerle si algo sucedía, pero no tan cerca como para coartar su curiosidad y sus juegos. El paso de ambos era lento, ya que el animal era el que lo marcaba y se entretenía con casi cualquier obstáculo que encontrase en su camino.

Al llegar junto a aquel niño Roy finalmente detuvo el paso mirando alrededor, tratando de ver si veía a alguna amenaza antes de clavar la vista en el niño. Por algún motivo la gente pensaba que aquello era una especie de llamada y detectó alguna actitud que le hizo desconfiar de todo aquello, aunque no llegó a moverse. Si se iban y aquello era una trampa como él sospechaba, se encontraría completamente solo. En grupo tendría más posibilidades.

El panda, por su parte, estaba completamente ajeno a todo lo referente al niño y su pájaro. Se dedicaba a restregar su pelaje por el suelo, rascándose la espalda contra las duras piedras y corretear alrededor de Roy. Quédate con el grupo, Linda. Le dijo Roy al animal. Los ojos del panda se clavaron en los del hombre y, sin dar señales de haber entendido una palabra, dio otra vuelta antes de ponerse en pie y acercarse a la mujer que llevaba a su serpiente como prenda. Se quedó mirando fijamente la serpiente con infinita curiosidad y cierta envidia, para acto seguido correr hacia Roy y trepar por su pierna hasta el torso en un intento fallido de imitar a la serpiente.

Con una sonrisa cansada, el hombre acarició la cabeza del panda y le dio un tierno beso. No podía evitar ser blando con ella.

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10/03/2016, 01:03
21 Muerto - Vyka

Había estado tan concentrada en las afirmaciones del hombre Melkhnar y por las cartas que pasó por alto que una Eve se encontraba allí. Se escabulló entre la gente y le dijo al escuchar su protesta - Disculpa, no te había escuchado, soy Vyka. De verdad, lo lamento - luego se dirigió al compañero reptil de la chica y le pidió disculpas igualmente con una respetuosa reverencia - También lo lamento, soy Vyka - dijo con las mejillas sonrosadas.

Debía mostrar respeto con ambos, eso había aprendido de los Eve.

Entonces vio cómo todos parecían acosar al chico a preguntas, algo sin duda un poco inconveniente. El chico no sabría a quién responder, por eso Vyka solo esperó que hablara.

Notas de juego

Disculpa, lo olvidé u.u.

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10/03/2016, 01:43
22 Muerto - Theora

En un acto instintivo, Theora se deslizo sin preocuparse de si se caía o no del elefante pero se arrojó sin aviso a los brazos de Nimay, sintió que su pecho se apretaba cuando le conto que le habían robado a su hija, como si comprendiera aquel dolor, le abrazo tal cual como si fuese su padre intentando traspasarle calidez en aquel abrazo, apoyo la mejilla en su hombro y con las manos acariciaba parte de su brazo y el cuello.

-Wardjan es un buen rastreador, seguro podemos ayudarte a encontrarla…-

Había ignorado la interacción de él con Olenna, incluso al chico del ave, pues le pareció más importante consolar un poco la mirada triste de Nimay, luego de eso, le dio un cándido beso en la mejilla y le sonrió ampliamente –no sientas tristeza, estoy seguro que tu hija piensa mucho en ti, y si ella tiene 6 años como yo, podríamos ser amigas-

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10/03/2016, 01:59
Yaiza Gray

Caminé en silencio, como un fantasma en el cementerio, siguiendo a mis compañeros.
Estaba interesada en descubrir el paradero al que me llevarian mis pies, guiados, sin lugar a dudas, por el águila. Andaba decidida y segura, con el cuerpo erguido.
Observé dulcemente, por unos breves instantes, las animadas conversaciones que algunos llevaban, yo por el contrario me sentí aislada. Dejé mi rostro un tanto cabizbajo por unos momentos, sin quererlo, me volví a sentir diferente. Pese a estar con iguales temía seguir sintiendo aquel profundo vacío en mi pecho.
Con la mirada perdida, llevé mis dedos hacia mi hombro y coloqué instintivamente el arco para sentirlo más apoyado, pues era lo único de allí en lo que realmente confíaba.
Tras ver a lo largo de mis pasos las rocas que se encontraban por el camino, volví a clavar la mirada en el frente, donde a escasos metros pude divisar la silueta de un chico.
Mis anteriores pensamientos se esfumaron rapidamente, pues yo era un alma solitaria y lo que me importaba realmente era encontrarme a mí.
Por ello, abriendome paso entre los componentes de los legados ladeé el cuello y achique los ojos, formando un visible gesto por el que traté de anticiparme a saber lo que aquel chico iba a comunicar, sobre todo tras la pregunta de la mujer gravitatoria.

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10/03/2016, 11:36
01 Expulsado - Fasad

Las puertas del muro se abrieron, lenta y casi ceremoniosamente, y, al igual que si fueran las del mismísimo Jahannam, se podía intuir un mensaje sobre ellas:que pierdan la esperanza aquellos que aquí entran. Aunque no habia sentido mucho más que incomodidad y quizas algo de curiosidad por lo que me rodeaba, fue en aquel momento, en el que las puertas se abrieron, que una semilla de miedo empezó a germinar en mi corazón. Sin embargo, al ver que otros entraban, y encomendándome a quien quisiera oirme, seguí a mis compañeros, con la vista algo baja, intentando no prestar atención a las conversaciones de los muchos que me rodeaban. 

 

Aun puedo volverme atrás. Aun puedo volver, seguir viviendo, viajando, y no preocuparme de los asuntos de los demonios, ni de sus problemas, y seguir con una existencia relativamente tranquila los años que me queden. Pero se que es quizás demasiado tarde cuando veo ante nosotros a aquel chico que lentamente, empieza a quitarse una capucha. ¿Quien es este joven? ¿Es el quien nos ha llamado? ¿Es él quien tiene la respuesta que estoy buscando, o el que acabará de condenarme?

Notas de juego

PD: He estado algo ocupad@ esta semana, así que perdonad si estoy interactuando poco y tarde. Intentaré estar más al día según empiece a estar mas libre

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10/03/2016, 12:16
Director


Había llegado el tiempo de las preguntas, y aquel chico mantenía la mirada fija en su ave. Alzó la segunda mano y comenzó a acariciar su mano, mientras la lluvia de preguntas asolaba su espacio.

Poco a poco ibais llegando, más cercanos al chico, o más distante, guardando aquella distancia que la sospecha os obligaba a instaurar. 

Las doncellas parecían abrir el paso con sus preguntas, cuando llegasteis a él. Katalina directa... Nora desde la sospecha, una mirada incierta sobre aquel chico que seguía sin aceros caso. Finalmente el ave volvió a chillar... un único sonido, tras las preguntas, y entonces el chico alzó la cabeza y os miró uno a uno.

En su boca se fundían la sonrisa con la rabia. Su mirada parecía ir reconociendo los rostros de cada uno de vosotros, mientras mojaba sus labios. Su boca se entreabría para disparar aquellas palabras, cuando sin miedos reconoció esa sonrisa y dijo finalmente.- Bu...

Una interjección que ponía la alerta de todos, los hijos de Grovehn empezaron a desenfundar sus armas, mientras los legado de Eve acondicionaban su anatomía lista para el combate.... Los Melknhar aclaraban su mente dispuesta para la lucha. Muchos os preguntabais como un misero niño se atrevía a retaros con aquel descaro.

El chico peino su pelo hacía atrás, y mientras su rostro ahora se mostraba en claro desafío el suelo empezó a romperse bajo vuestros pies... Los más ágiles intentaban correr fuera de aquella demolición que se propagaba a varios metros de vuestra posición, obligándoos a caer, pero todo era en vano.

Katalina que pendía de la propia gravedad del suelo caía junto a el mientras intentaba equilibrarse junto al peso de Alastor que se aferraba a ella intentando escalar, pero nada podíais hacer.

Bestías caían junto a sus hermanos, guerreros entre escombros, y mentes sin rumbo entre aquella caída. La única presa que había quedado fuera de la caída había sido Blanca Noche pese a ser golpeada por varios cascotes... Varios segundos duró la demolición dejándoos a todos en una fosa interna, a varios metros del suelo.

El Búho voló hasta su dueña y se aferro a un sarmiento roto a su lado mientras la arena aún escurría entre los filos de aquella tierra hundida, y en la que desde arriba, junto al filo, aquel chico os seguía mirando con rabia.

Poco a poco os levantabaís y limpiabais la arena y mirabais a vuestro alrededor, encontrando a alguien unos metros vuestro, un chico que limpiaba la arena entre sus manos, con un pequeño río de agua que caía desde la abertura... precipitándose hacía la oquedad.

Aquel chico secó sus manos entre sus ropas y os miró antes de sacar de sus espaldas dos hachuelas y enfrentarlas a vosotros.

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10/03/2016, 12:34
Lion McOwen

Os miró con desdén mientras afilaba sus hachuelas entre sí y dijo de forma seca mientras os desafiaba a todos y cada uno de vosotros.- Nadie abrirá esas puertas...

El odio se instauraba en su cara mientras os retaba entre muecas. Su rostro estaba marcado con unas franjas bélicas, que aderezaban su semblante hostil.

Agachó su espalda mientras escogía una postura defensiva con sus armas propia de algún dote marcial. Sus palabras eran parcas, pero su intención se preveía en su mirar.

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10/03/2016, 12:39
John Setzer

El chico del ave miró al muchacho de las hachuelas, y luego a vosotros, empezó a resbalarse con cierta agilidad por las rocas sueltas y las paredes quebradas, hasta llegar junto al muchacho rubio.

Guardó su guante de cetrería mientras el Halcón de pequeño tamaño se agolpaba en su hombro con las alas medio extendidas mirándoos.

Crujió sus nudillo y dijo con voz algo irritada.- ¡¡¡ Ten más cuidado Iagho... !!! Casi resbalo... 

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10/03/2016, 12:44
Iagho Sähin

De entre las sombras apareció un muchacho de porte erguido... Una larga gabardina negra ocultaba sus ropajes, y parte de su piel, aunque por la figura de su rostro y manos, y las grietas marcadas diríais que era un gran ejemplar de la rama Melknhar...

Limpiaba la arena de sus manos, mientras sus intensos ojos azules os miraban, a la vez que sus pasos calmados se aproximaban por detrás a los otros dos muchachos y decía.- Claro que no Lion... Para abrirlas hay que encontrarlas...

Paró sus pasos detrás de ellos dos y dije sin dejar de miraros al más joven.- Pensaba que los pajaros, podían volar...

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10/03/2016, 12:51
Director

Los tres legados aparecían bajo aquella abertura, y os miraban retándoos sin más palabra. Parecía que llevaban tiempo esperando aquel momento para luchar.

El miedo no se instauraba en sus miradas, solo el fragor de la batalla y la intensidad de nunca abandonar...

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10/03/2016, 13:05
Olenna D

Los ojos de Olenna brillan cómplices ante la respuesta del hombre elefante.

—Sí —asiente despacio, claramente divertida—. Algunos ojos ven los elefantes que se convierten en hormigas más grandes que los príncipes con sillones robados —enuncia antes de hacer una pausa breve y encogerse de hombros—. Más fáciles de ver sin pisar.

Su vista está al frente, en el chico del ave, pero aún así la sonrisa de su rostro se ladea un poco. Por un momento sus pupilas se detienen en el hombre con turbante, curiosas, pero no dice nada. Ajena a los ánimos que la niña pretende dar a su interlocutor Olenna continúa con el tema que le interesa.

—¿Y qué hará el hombre elefante con los ladrones cuando los encuentre? —pregunta ladeando la cabeza, como si ese punto le llamase más la atención que el de la niña robada.

Es entonces cuando el dueño del ave emite esa sílaba única y ella libera una carcajada, aunque esta se corta cuando todo empieza a desencadenarse. Los ojos de Olenna se quedan atrás, mirándolo todo, mientras sus piernas ya están saltando en la única dirección posible: la del chico.

Sin embargo no es lo suficientemente rápida, y al final acaba por caer junto a los demás. Rueda en cuanto su cuerpo llega al suelo, apartándose de cualquier lugar en que alguien pudiera caerle encima, y cuando se pone en pie ya está agarrando el bastón con las dos manos, cruzándolo por delante de su cuerpo. Sus ojos brillan expectantes, ansiosos, y su boca se ha convertido en una fina línea, mostrando esa media sonrisa sólo en una de sus comisuras.

—Fyas —dice, tratando de llamar la atención tanto de la serpiente como de Sylvia. Entonces hace un gesto con la cabeza cargado de determinación, señalando de nuevo al ave—. Algo vivo.

Los ojos marrones de la mujer evalúan rápidamente el entorno, clasificando a la gente en los que parecen dispuestos a luchar y los que no, buscando posibles aliados y posibles estorbos. Entonces da un paso firme, colocándose delante de la niña y su perro. Si tiene que elegir entre la cría y ella lo tiene claro, pero eso no significa que no pueda intentar ser un blanco más apetecible que ella.