Partida Rol por web

La primera mañana dejaba atrás una larga noche de discursiones, algunas cayeron rendidas por el sueño... otras siguieron avivando la candela, y avivando la discursión...

Pero ya la noche se había acabado y las luces del alba descubrieron un cuerpo... Un cuerpo donde las heridas daban color a una cetrina piel. Su boca dejaba escapar un ligero hilo de sangre que unía su cuerpo con el suelo... Brazos heridos... vientre abierto en dos... y en una de sus manos, un reloj marcó el tiempo, en el que su vida cesó...

Algunas hermanas se acercarón para ver la dueño de aquel cuerpo dañado cuyo rostro estaba tapado por su blanca melena, y al llegar a su lado descubieron a una Gala, que nunca se esperaba ver... pues nunca fue invicta en una batalla y ahora la muerte adornaba su cuerpo con la miles de heridas como medallas...

Su sangre comenzó a correr por el frió suelo de la estancia hasta llegar al estanque central de la habitación donde descansaba un pequeño remanso de agua, donde la luna se reflajaba todas las noches... y para asombro de todas, al contacto con su sangre no se tiñó color añil... sino de de un tenue azul que poco a poco se fuue hilando y formando un blasón mágico...

La luz azul invadió por un momento el lugar... para después desaparecer...

Mientras el frió reloj, en aquellas manos ensangrentadas, seguían contando el tiempo en el que la muerte se paseaba por aquel lugar...

Morgana se puso de pie al ver el desastre.

Caminó lentamente hasta el cuerpo de la hermana que yacía en el suelo.

Su rostro no mostraba la picardía que tenía siempre, sino que ahora estaba serio, con cara de pocos amigos. Los que conocían a la bruja sabían que en este momento no tenía ganas de bromas, ni mucho menos de hacer chistes, o pelearse con alguien. Cuando llegó hasta el cuerpo, se arrodilló junto a él y colocó la espalda de su compañera sobre sus muslos, y comenzó a acariciarle el pelo.

No iba a llorar, no estaba en su naturaleza, no entre las de la Casa de Gió, pero sus ojos se humedecieron durante unos segundos.

Con sus dedos, cerró los ojos de Gala y miró desde esa posición a las demás, que estaban allí presentes.

¿Grupos? ¿No queriáis hacer grupos de cinco, para que sea todo mejor y podamos recuperar los relicarios? ¿Ahora qué? Volvió a mirar a Gala y limpió su rostro con la manga de su túnica. ¿Quién ha sido? ¿Quién la ha matado?

Su voz se crispó.

¡Niñatas de mierda! ¿Quién coño le ha hecho esto? ¿Vais a seguir jugando a las muñecas o qué? ¿Cuándo os vais a dar cuenta que esto es de verdad y no un estúpido juego al que hemos sido invitadas?

Nebaleth se levantó a la madrugada como solía hacer para recibir al sol como avatar del fuego, pero el regalo que se encontró no fue precisamente agradable. Se acercó con lentitud al cuerpo de Gala y su cara palideció al ver la terrible escena. Las ladronas había dado su primer paso, bañando el Conclave en sangre.

Y allí estaba Morgana, con el corazón roto de quién pierde a una hermana, despotricando contra el Conclave. No la faltaba razón: sus discusiones sin decisión las habían llevado a perder un miembro antes de poder hacer nada, y entre ellas estaba la asesina.

No tenía palabras. No ahora.

Shaira se posicionó al lado de Morgana, observándolo todo. Una compañera había caído, la batalla era inminente. Aferró con fuerza el sagrado báculo de los vientos y se arrodilló junto al cuerpo de Gala, guardando unos segundos de silencio, como señal de respeto, para después ponerse en pie.

Morgana tiene razón, esto es serio. Una compañera ha caído... Debemos descubrir quien o quienes son los responsables de esto y ¡hacer justicia! - dijo alzando el báculo en alto, consumida por la rabia.

Me acerque haber que pasaba y vi. Que era Gala la que había fallecido. No podía creer lo que había sucedido ella no hablo mucho... Quien puede ser el que a taco o a echo esta fechoría tenemos que encontrar los relicarios de casa si no queremos que vuelva a suceder.

La muerte se hizo presente, las palabras encrispadas de Morgana llenaron la estancia. Horrorizada ante tal escena, solo pude contemplar desde el lugar donde minutos antes descansaba, ver y escuchar como Morgana exigía responsabilidad y más sensatez en nuestro cometido.

- Morgana cálmate- dije mirando a la bruja- comparto tus palabras, nos hemos limitado a hablar de cosas banales y no nos hemos centrado en el cometido por el que hemos sido llamadas. Ahora más que nunca debemos unirnos y juntas dar con las asesinas de Gala- dije mirando a todas-. Blasfemando solo conseguirás crispar la situación.

Lady Lethalia volvió de su sueño,realmente en la casa de Gió no dormían solo entraban en una especie de trance donde veían a las almas pasar y ser juzgadas.
Se acerco con paso lento hacia Gala y la vio. Respiro profundo y lleno sus pulmones,el labio le tembló y apretó las manos: esos serian el único gesto de la tormenta interior que Lethalia sufría.

Abrió los ojos y miro a todo el cónclave mientras al blasón se empezaba a desvanecer. Hermanas de la luna,no lloréis por Gala. El mejor tributo que podéis hacer a su alma es destrozar a esas rameras ladronas Los ojos de la bruja brillaron de desprecio y calló. Lady Lethalia no hablaba tanto,nunca.

Yidorac se había levantado despacio - Maldito reuma - para encontrarse con la extraña escena. Sus ojos seguía tan gélidos como siempre, pero esta vez no se molestó en sonreír. Niega despacio, visiblemente disgustada por la escena y comienza a avivar las brasas de la noche anterior, donde coloca una pequeña tetera, vierte agua y comienza a depositar varias plantas en silencio. Aquella docta en dichas artes podrá reconocer Laurus nobilis*, Harpagophytum Procumbens** y Viscum album***

Tener las manos ocupadas es mejor forma de pensar... 

Un suave bostezo surje de los labios de Naivé mientras su cara somnolienta observa a sus hermanas, iban y venían, se exhaltaban, y un extraño círculo mágico hacía presencia en el lugar. Se frota un ojo y avanza con un paso torpe, pudiendo tropezarse con casi cualquiera de ellas, pero no dice nada, hasta que observa el cuerpo muerto y se gira mirando a todas las presentes, una por una, un único latido a cada una de ellas.

Se arrodilla frente al cadáver, con un gran esfuerzo por no dejarse llevar por el torrente de sentimientos mientras un montón de palabras arcanas surjen de sus labios y las runas inundan el cuerpo de Gala.

-Vive... ¡¡Tienes que vivir!! Si has muerto por la noche... Tú no has podido ser... ¡VIVE!

La emoción de la bruja, así como su tristeza, se hace patente durante los siguientes tres minutos en los cuales la magia casi parece agotarse de su cuerpo, momento en el cual alza la cabeza con tristeza.

-Dile que lo siento.

Dice con voz suave la bruja a Lady Lethalia. Observa el reloj con atención, así como la extraña marca, y saca entonces su pequeño cuchillo de hueso y hace un pequeño corte en el dedo corazón izquierdo de Gala mientras se forma una esfera de sangre y la observa con una sonrisa triste, el gesto era demasiado solemne en ella, incluso para los miembros que más le conocían de su casa, momento en el cual se pone depié y pronuncia algún tipo de vieja plegaria que hace que la esfera de sangre penetre en el cuchillo y sus runas brillen, ahora azuladas, justo antes de volver a guardar el cuchillo.

En sus ojos se puede observar la lucha por contener algunas lágrimas.

Tras despertarme a causa de los gritos de Morgana, me acerco a donde se encontraban el resto de mis hermanas. Cuando veo el cuerpo inerte de Gala sobre las rodillas de esta. Apenas sin mostrar la pena que sentía en su interior, pensando que las ladronas ya habían dado su primer paso.

Ellas ya han dado el primer paso... Y si quieren morir, lo harán antes de que acabe esta reunión...

Señoritas, hice un pausa, brujas todas, pausa otra vez, esto no ha echo mas que empezar, pero las ladronas nos han ganado por la mano, y han movido ficha antes que nosotras, es pues el momento de tomar una determinacion, y aunque nos pese, tendremos que hacer nuestra eleccion para bien o para mal hasta que encontremos las pistas que nos lleven hasta las susodichas.

Tras ello me acerque hasta gala y asenti con la cabeza baja cerrando los ojos como respeto hacia ella.

Me da igual.

Morgana apretó los dientes.

Levantadla de entre los muertos. Ahora que podéis.

-No he podido sanarla.

Responde con tristeza la pequeña Naivé, justo antes de alejarse unos pasos y dibujar media sonrisa en su rostro.

-¿Elección? No... Nadie morirá a mis manos.

Sëren se acercó hasta el cuerpo sin vida de Gala y le hizo un gesto en señal de despedida. Tras ello se giró hacia el resto y clavó su tridente de fuego en el suelo, y estas ardieron como el corazón de Sëren.

Ha llegado la hora. Ya no hay vuelta atrás. No sólo no se han arrepentido las ladronas, sino que se han atrevido a mancillar la sangre de una de nosotras. Pues así sea, ahora es nuestro turno de mancillar la suya. Ellas caerán, y Gala será honrada.

Al ver el cuerpo mis ojos se llenaron de lágrimas y caí de rodillas frente al cuerpo - nos han engañado - sollocé -ya han empezado a matarnos.

Una mueca de preocupación aparece en el rostro de Alandra. Despacio y en silencio se acerca al cuerpo sin vida de una de sus hermanas de cábala. Examina las heridas y detiene la mirada en el estanque donde un blasón mágico de un tenue azul añil se podía percibir con claridad. Con sorpresa de sus labios escaparon en leves susurros unas palabras al reconocer lo que estaba viendo.

– ¡¿Un círculo de Transmutación?! Poco a poco se agacho para observar con detenimiento el cuerpo de Gala. Sus Brazos heridos... vientre abierto en dos... y en una de sus manos, un reloj que marco la hora de su muerte... –Hermanas, Gala antes de morir nos indico la hora de su muerte... Pero alguien tan docta en la batalla ¿Cómo es que no planto cara a sus adversarios? Sino que se dedica a parar un reloj... Poco a poco se incorpora y observa a su alrededor Todo esto es muy extraño, demasiado extraño.

Alandra tiene razón, se supone que Gala era buena en la lucha, ¿cómo es que en vez del reloj no luchó? ....Me quedé pensativa un rato.

Quizás no haya sólo una asesina sino más, o al menos secuaces... Y la única prueba es ese reloj de ahí...

Señalo el reloj en la mano de Gala.

Tal vez no pudo defenderse, somos brujas y conocemos muchos conjuros, puede que antes de matarla la inmovilizaran.

Hay muchas incógnitas y una sola verdad - dije sin dejar de sollozar - Tienen que haber sido aquellas que han robado los relicarios, seguro que Gala las descubrió y la mataron antes de que pudiera decirnos nada. Si tan sólo la médium pudiera contarnos lo que le pasó a Gala, igual podríamos saber si vió a las traidoras que osaron matarla y contar lo que sabe.