Partida Rol por web

Viendo la pasividad de mis compañeros me decido a coger el Agua Limpia.

El resto es cosa vuestra.

Al llegar al laboratorio comienzo a rebuscar entre los restos, quizá encuentre algo interesante.

¿Creéis que debería de apagar la zona de ensamblaje? Quizá menos ruido sea mejor.

Dicho esto, continúo buscando entre los restos.

Cojo el rebote, tras ver como Arcade hace lo mismo antes con el agua limpia, guardándolo en uno de mis bolsillos.

- No necesito nada más - digo al resto de mis compañeros para amartillar el arma dejándola cargada lista para abrir fuego - Tal vez sea mejor, tener las zonas en silencio, el ruido puede enmascarar los movimientos de las personas o robots que estén dentro.

La consola debería de estar preparada. ¿Puedes acercarte tú un momento o me acerco yo?

Tras ver como Arcade y Charon cogen lo que necesitan, Lily mete todo lo demás en su mochila. La musculeina le vendría bien si volvía a enfrentarse a algún otro supermutante. Y los rollitos de pescado los compartiría cuando descansaran para comer.

Volviendo a colocarse la mochila y situando el mazo sobre su hombro, siguió a los dos hombres al laboratorio.

¿Qué debería buscar?, preguntó la supermutante, queriendo ser de ayuda.

Meto un trago a la botella de agua.

Ufff... Estaba seco. A ver, a ver...

Me acaricio el mentón.

Recoger los papeles. Buscar los frascos completos. Y en una carrera ir y desactivar la cadena de montaje.

Lily Bowen se retira a realizar la tarea que le encomendó Arcade y tras unos minutos, la cadena de montaje dejó de funcionar y con ello, el ruido ensordecedor. Sin embargo, el zumbido de estática aún persistía en el lugar. La cadena de montaje estaba detenida... ¿pero de dónde provenía ese sonido? Parecía ser que venía de debajo de vuestros pies... ¿de que se tratará?

Mientras tanto, los supervivientes se vuelven a juntar y caminan lentamente hacía la cadena de montaje.

Cuando llegan, pueden ver una larga cinta con brazos robóticos a su alrededor, que fabrica robot de todo tipo. Es la última tecnología de antes de la guerra. Para una persona cualificada, esta fábrica podría hacer desde simples PipBoys, hasta armas que el hombre nunca había conocido.

Al final de un largo pasillo, podéis ver una puerta con el cartel que dice "prohibido el paso".

Vaya, ni un sólo frasco rescatable.

Gruño. Entonces mis oídos se sienten más tranquilos.

¿Ese zumbido...?

Finalmente llegamos hasta un cartel de prohibido el paso. Me hecho hacia un lado.

Después de vosotros, compañeros.

Con una sonrisa amable. En verdad se nota cortesía por encima de ningún tipo de miedo.

Con algo de tiempo, Charon, podría crear tantas cosas aquí...

Me cruzo de brazos.

¿Habéis comido algo desde que salimos? Tengo algo de agua de sobra, aunque es sucia. Pero como no comáis, no veremos un nuevo amanecer.

Le doy un buen trago a la cantimplora repleta de agua sucia antes de seguir a Arcade y a Lily por la fabrica, tras desconectar la cadena de montaje. Ahora al menos se puede escuchar algo dentro del complejo.

Me acerco hasta donde la puerta que tiene el cartel de prohibido el paso, mientras sujeto con firmeza mi rifle de caza. Uso la mano izquierda para abrirla con el arma lista para abrir fuego si nos encontramos una sorpresa.

- Estar atentos, a ver que sorpresa nos encontramos detrás de la puerta - comienzo a decir - Ya me imagino que con tiempo podrías hacer cualquier cosa y aquí serías feliz, tal vez más adelante puedas hacerlo - termino para abrir la puerta con suavidad.

Al acercarse Charon a la puerta, esta se abrió con un zumbido.

Allí, pudistéis ver a dos robots desarmados en el suelo, como si estuvieran desactivados. Además, al fondo, había un banco de trabajo bastante completo y un poco más allá, un par de terminales y algunas taquillas cerradas. A la izquierda, había unas escaleras de metal que descendían en la oscuridad. No se podía ver nada mucho más allá de los primeros escalones.

Mis ojos podrían brillan.

¡Un banco de trabajo! Charon, dame unos minutos y tu arma, y te instalaré la mirilla que compré. También puedo hacer unas balas de más. Finalmente, creo que podría armar uno o dos de esos drones para servirnos... Así si hay algo peligroso, ellos se morirían. Y nosotros a salvo. No creo que me lleve más de un par de horas. ¿Sí?

Me quedo mirándole, a esperas de su afirmación.

- Ok aquí tienes mi arma, no tardes mucho, no me gusta estar demasiado tiempo separado de ella - respondo a Arcade entregándole el arma y colocándome a su lado en el banco de trabajo.

NOCHE 6

Los robots permanecían desactivados mientras el zumbido que provenía del subsuelo del sitio parecía hacerse más fuerte. Mientras Arcade trabajaba en lo suyo y Charon vigilaba, todo estaba bastante tranquilo. Allí dentro todo estaba desactivado al completo, no se movía ni un alma, sólo se escuchaba el zumbido de debajo... ¿Qué puede haber allí abajo?

Pero ese no era el único problema que tenían ahora nuestros compañeros.

No muy lejos de allí, varias naves del Enclave estaban sobrevolando la noche.

Ellos no lo sabían, estaban dentro de una cueva y no escuchaban absolutamente nada, pero esta noche, prometía ser movidita.

Aunque por ahora no había pasado nada.

En terminar, bajamos... ¿Vale?

- Si quieres seguimos aquí un día más, Arcade, tenemos provisiones para aguantar si es necesario pero como veas, compañero - respondí observando la nueva mira que tenia mi arma. Un buen trabajo, si señor, a ver que tal se porta cuando tenga que abrir fuego.

No, démonos prisa. El proyecto no puede esperar.

Respondo sonriente a mi compañero.

Vamos Lily, cubre a Charon por si acaso.

Arcade trabaja rápìdamente y con gran habilidad en el banco de trabajo, pero a veces, las prisas no son buenas y no puede llegar a hacer todo lo que uno pretende. Tal vez con algo de tiempo, todo hubiera salido a la perfección, sin embargo de esta manera, sólo ha podido terminar un par de proyectos.

Sin embargo, ahora con más balas y el chaleco reforzado, y con una mirilla nueva en el rifle de Charon, la cosa parece estar mejor.

Por lo menos un poco mejor.

Los cuatro compañeros descendieron por fin por las escaleras. Parecían no tener fin, y aunque había un ascensor a un lado, este no parecía estar en el mejor estado para llevar a cuatro ocupantes. Tras unos quince minutos de descenso, una puerta al final se abre, y nuestros amigos entran cuidadosamente.

Salieron a un balcón de metal, en cuya derecha había una escalera que descendia pegada a las paredes hasta abajo de todo, aunque no se veía el final. En el centro de la sala, había un robot, el robot más grande que hayan visto nunca. Tenía por lo menos 30 metros de alto y ahora, nuestros compañeros estaban junto a su cabeza.