Partida Rol por web

La noche cayó sobre vosotros y decidisteis dormir, pues los párpados se os caían debido al sueño. Gruñidos, ronquidos y diversos ruidos procedentes de los sueños es lo que podían escuchar aquellos que les costó más dormirse.

Un gallo anunció el amanecer. Y el grito de Flora os despertó.

¡Por el poder de todas las hadas! ¡Qué crueldad! ¡Están borrando a tres! ¡A tres! ¡Qué horror!

Y, efectivamente, pudisteis ver cómo tres grandes borradores estaban acabando con la vida del viejo Carl, que golpeaba con su bastón a aquel borrador; a Mary Poppins, que movía la nariz con disgusto; y a Morfo, que cambiaba de forma queriendo que el borrador se olvidara de él, pero no lo conseguía.

Sticht se desperto ante el jaleo que estaba montando una de las hadas,y se quedo sobrecogido al ver que tres de sus compañeros estaban siendo borrados antes sus narices de nuevo,lo que mas le dolio ver es que una de las que estaba siendo borrada era la dulce señorita que le dio comida cunaod el tenía hambre.

-!La mujer del paraguas no!-Grito con impotencia sabiendo que ya no podía hacer nada por ella ni por ninguno de sus compañeros.

Es un horror! No tiene que haber nada peor que unos borradores que acaben con nuestra vida... Y ¿por qué tres?? Qué habrán echo para merecer esto...

Es como si el final de cada uno de nosotros se acercase a su fin, tenemos que averiguar quién hace todo esto.

Jasmine no paraba de hablar con las manos en la cabeza del asombro, al menos ella podía defenderse gracias a su fiel mascota, pero ¿qué hay del resto?? Si el día anterior hubo un gran revuelo este no va a pasar desapercibido por estas tres muertes.

-Esperad, esperad, esperad! – Bella se pongo en pié indignada- ¿Qué es esto? Deteneros!- grita a los borradores esperando que se detengan o como mínimo una explicación de qué está pasando, pero sin embargo sus gritos son en vano.

Ve como desaparecen tres adorables criaturas y entre ellas a Mary Poppins quien había sido un apoyo para los pequeños tras haber vivido el borrado del peludo. Siente en su interior un calor nuevo, una ira para la que no había estado escrita ni dibujada, diferente a la fuerza que sintió cuando tuvo que salvar a su amado príncipe de los cazadores del pueblo; agita la cabeza para quitarse el recuerdo de la cabeza y echa un vistazo rápido a Mérida al recordar que Morfo se escondía en su pelo.

“Parece que ella no bien…bueno no borrada”

- Hadas, ¿qué está pasando? - pregunta intentando esconder el miedo en la voz.

¿Porqué?¿Qué está pasando? - pregunté al darme cuenta de que otros tres dibujos habían sido borrados - Esto es una locura, ¿Pensáis borrarnos a todos uno por uno hasta que alguien confiese por la crueldad que le han echo al hada? Esto también es cruel - En mi voz había miedo y desesperación; no quería ser borrada.

Aquello se había puesto peliagudo, 3 dibujos menos esa noche. Aquello ya no parecía sacado de Disney, ni siquiera de Pixar, si no más oscuro.

-Trjes son muchosz... esjto es más grabve de lo que pensabva- El pato empezó a dar vueltas por la sala, pensando en voz alta- si hemos tenifdo suerte al menosh uno de los caídos era malo. Pero hasjta que no sepamos si esj así o no, mejor no suponerz.

Deseaba que hubieran tenido suerte, pero tampoco iba a ser optimista sin estar seguro. Más valía ser precavido que cadáver.

Esto no lo hemos conjurado nosotras, dibujos. Alguien, con la varita del Hada Madrina, lo ha hecho.

La pequeña masa azul empezo a ponerse nerviosa,se levanto y saco sus otros dos brazos,se puso en posicion de ataque hacía los presentes.

-!QUIEN HA SIDO!,!DA LA CARA COBARDE!.

Merida se despertó sobresaltada y se echo las manos a la cara mientras veía la escena...no... no noo
hizo el amago de acercarse para intentar ayudarles pero el enorme borrador que acosaba a su pequeño amigo la intimidó y retrocedió encogiéndose levemente.
Si alguien ha utilizado la varita esta noche...significa que esta aquí dijo girándose hacia los que aun quedaban con una voz más ronca de lo que habría pretendido y recorrió la estancia con sus ojos cargados de furia clavándolos en cada uno de los presentes

No había llegado a comer pastelitos de la señora del paraguas porque el resto se los habían terminado, pero eso no quitaba que parecía la mejor madre del lugar desde mi decepción con Bella: preocupada por los niños e intenando cuidarlos. Ver cómo se borraba me puso los ojos como platos.

- ¿Por que borran a la señora mejor madre? ¿Y porqué borran a tres? ¿Qué pasa?

Por lo que había podido entender ayer, sólo borraban a uno y cuando todos votaban, ¿porque de repente borraban a tres? Por lo que decía el resto, era la misma persona que había hecho lo del hada. Era alguien muy malo. Y además, si primero era uno y ahora tres... ¿cada vez serían más?

- Si primero fue uno y ahora tres...¡ mañana podemos ser...- pensé por un momento, haciendo cuentas, antes de gritar indignado - siete!

Ovbiamente las cuentas de un niño que nunca había pisado una escuela no eran muy buenas, pero seguro que todos entendían loque temía.

Creo tener la respuesta a la pregunta de porqué 3 - dije pensativa - ¿Y si uno a caído por amor a la verdadera víctima y el tercero en discordia fue visto por quien tenga la varita mientras este intentaba descubrir quién es?(*) A su pregunta pequño amigo - dije volviéndome hacia Stich - algo me dice que Cheewaka podría decirnoslo si estuviese vivo. Él mismo me dijo antes de morir que pensaba que Wall-E era bueno porque le dio como buenas vibraciones cuando lo tuvo cerca.

No sabemos quien puede ser el siguiente... Además Peter tiene razón... Pocahontas se sentía acongojada por lo ocurrido... en tan solo un día y una noche habían caído cuatro personas y quien sabe si caería alguien mas.
Trataba de mantener la calma aunque ya en esos momentos se iba haciendo más difícil.
Chicos... ¿hay alguna otra idea?

Me desperté en la mañana con mucho ánimos de un nuevo día. Salte un par de veces para estirar las piernas y emprender la búsqueda de wall-e para terminar el trabajo de su voz. Pero nada mas dar un par de pasos y escucho el alboroto. Parece que otros 3 han desaparecido.

recorcholis tenemos un pato-misterio. Las palabras de Merida se en listan en la misma dirección de las mías. por eso quería buscarla ayer en los bolsillos de todos. Pienso mientras busco con la mirada a Cassim.

Ud señor. Cuando me preste atención continuo. Según su experiencia... ¿Donde cree que sea posible esconder un objeto como la varita del hada madrina?

Tenemos que buscar la varita para arreglar las cosas. Es pato-urgente. 

Después de aquel agotador día, en el que habían sucedido tantas cosas, lo único de lo que se preocupaba Vanellope era que Ralph y ella volvían estar juntos, y sin ningún tipo de asperezas entre ellos. Consiguieron volver a tener la misma relación que cuando estaban navegando solos por la red, y eso le entusiasmaba. Sí, sabía que había alguien por ahí, malvado, atacándolos, queriéndoles hacer daño, pero sabía también que Ralph estaba con ella. Y ella estaba con Ralph. Nada podía ocurrirles si estaban juntos. Es más, Vanellope tenía la firme convicción de que si a Ralph le ocurría algo, la pequeña no descansaría hasta encontrar con los culpables y someterlos a justicia.

Sin embargo, todas estas ideas se disiparon de su cabeza cuando se fue dormir junto con Ralph para dejar paso a la noche. Se durmió en seguida, acurrucada al lado de Ralph, tratando de coger algo de su calor, y casi ni reparó en el ruido que hacían los demás seres mientras trataban de conciliar el sueño.

Fue el grito lo que reventó su sopor.

Miró con los ojos como platos hacia el origen de aquel chillido y miró a Ralph, suspirando de alivio al ver que estaba bien. Sin embargo, no le gustaba el cariz que estaba tomando toda la situación desde tan por la mañana, por lo que miró de nuevo a Ralph, y frunció el ceño:

-¿Qué crees que ha podido pasar?- le preguntó. Acto seguido, se encogió de hombros y escaló por el brazo del rompedor para acomodarse en su habitual lugar-. Habrá que ir a mirar- dijo, tratando de quitarle importancia, aunque, en el fondo, tenía miedo de que algo malo hubiera ocurrido. Pero, no lo reconocería: era una piloto de carreras. No le tenía miedo a nada.

Salvo a tres muertes en una noche.

Se quedó con la boca abierta y los ojos sin parpadear durante varios segundos, tratando de asimilar la noticia. Miró a Ralph, y le pasó el brazo por la cabeza, asiéndose a él con fuerza, temiendo que todavía pudiera ocurrir una desgracia.

Escuchó al resto de personajes allí reunidos, sus teorías, sus quejas, sus palabras de desesperación, pero Vanellope no podía decir nada. No sabía el qué. Temía que, cada vez que fuera a cerrar los ojos, uno a uno, todos terminaran cayendo.

Me despierto al escuchar voces a mi alrededor. Me levanto, desperezándome cuando me doy cuenta de que no estoy en mi selva, estoy en una torre, la maldita torre.

Una imagen aterradora aparece ante mis ojos, Morfo, Mary Poppins y el viejo siendo borrados.

-¿Por qué...? - pregunto - pensé que en las votaciones ya habíamos elegido al correcto. ¿Cómo esta noche pudo haber tanta muerte?

Veo desconcierto en los demás, no hay nadie que parezca saber nada, y mucho menos las hadas.

-No quiero ser borrado - digo - hay que encontrar al culpable cuanto antes.

Tras aquella reconciliación emotiva, al notar que Vanellope abrazaba con fuerza su pierna, Ralph le dio unas cariñosas y controladas palmaditas en la espalda mientras dibujaba una sonrisa conciliadora. Todo estaba bien, al menos entre ellos… o eso esperaba y deseaba él…

La velada siguió mientras algunos se daban un buen atracón a despensas de Mary y a pesar de las escrupulosas, aunque no descabelladas, advertencias de la pequeña.
Ya fuera por cansancio, apoyo o también falta de confianza a la extraña señora del paragua el grandullón tampoco tomó.  

La noche caía y el sueño se apoderó de ellos, buscaron un rincón ni demasiado cerca ni lejos para encontrar descanso y, uno al lado del otro, se durmieron, casi olvidando cualquier peligro. Sin embargo, no sabían con quienes estaban así que nuestro gran amigo pasó un brazo protector encima de la pequeña. –No dejaré que te hagan daño…- Repitió mientras se dormía.

La noche fue en apariencia tranquila hasta que un grito estorbó su reposo con tal estridencia que hasta ahogó el canto del gallo.

Se despertaron con prisas y vieron lo que ya por todos es sabido.

La piloto no era la única que contemplaba lo ocurrido sin dar crédito. No sabía lo que estaba ocurriendo, pero no se iba a quedar quieto observando aquella atrocidad. Cuanto añoró (y no por última vez) no haberse quedado durmiendo sobre el césped lejos de esa locura. Si bien dedicó unos segundos para consolar a la asustada chiquilla, ella se había quedado sin palabras ante aquél horror pero él, como algunos, se dirigió a las hadas. Tenía furioso y e indignado las cejas cayendo por encima de su ancha nariz. -No es justo no hemos votado. ¡¡No hemos votado!! ¿Me habéis oído? Detenedlo. ¡Detenedlo! ¡¡Ahora!!- Le gritó sin aceptar excusa a alguna de las hadas. La escena debió de pasar desapercibida entre tanto alboroto. -Detenedlo. Nadie ha votado y no volv…- Se interrumpió cuando Flora contó que no era obra de ellas. Si no eran ellas… ¿Quién?

Aquello era frustrante, cada vez aquellos dibujos desaparecían más delante de ellos, casi parecían sufrir debido a lo angustiante que debía resultar. Ralph se colocó a Vanellope mejor sobre su espalda alejándola del peligro y fue hacía a las víctimas. –¡Ayudad!- Pidió ayuda a los más cercanos. –¡No os quedéis mirando! Ayudadme algo habrá que podamos hacer por ellos.- E intentó cargar contra alguno de los borradores antes de que fuera demasiado tarde.

¿Hay alguna manera de que los personajes borrados puedan volver? - pregunté mirando insistentemente a los presentes

-Claro que sí, Nala. Lo dijeron las Hadas. Si logramos encontrar a los causantes, todos los borrados volverán. Así que no te preocupes, lo lograremos.

-!Yo te ayudo grandullon!.

El pequeño Stich se puso en posicion de ataque mirando a los borradores,cogiendo fuerza para un gran impulso, y ala par del grandullon de Ralph comenzo a cargar sobre ellos centrandose en el que estaba borrando a Mary Poppins.