Partida Rol por web

La noche acababa de caer sobre ellos, por lo que los alumnos ya se encontraban en alerta de cualquier posible peligro que les acechara en la oscuridad, por lo que no fue extraño que cuando estos oyeron sonidos provenientes del bosque se prepararan agolpándose en las ventanas para ver qué era lo que salía de ahí.

Al principio estos ruidos, más similares de un animal que el de una persona, se escucharon en la lejanía pero cada vez se estaban haciendo mayores y claros; lo que fuera que estuviera haciendo esos ruidos se estaba acercando hacia la Academia, y se quedaron expectantes por verlo salir de la línea de los árboles que rodeaba la escuela.

La silueta en la oscuridad de aquella criatura era deforme, apenas se le notaban facciones reales y parecía estar arrastrando sus cuartos traseros; aún con todo aquel animal estaba claramente deforme y descompensado, o quizás fueran las sombras que le estaban jugando una mala pasada a medida que aquella criatura se iba acercando al edificio principal.

Mientras todos estaban absortos con aquella criatura, Arthur Ryuuji aprovechó para dar un par de pasos hacia atrás y apuntar a Nakiri Gakuho con aquel revolver que había encontrado. Quizás con eso se podía solucionar todo o quizás simplemente tirarlo todo por la borda, eso no lo sabía con exactitud pero ya lo miraría una vez que jalase el gatillo...

...y con un bang... todo terminó...

Para Gakuho, evidentemente.

Nakiri Gakuho se encontraba absorto mirando aquella escena desde la seguridad de la ventana, hasta que un repentino estruendo, similar al de un gran petardo lo sobresaltó desde su espalda; iluminando los cristales el muchacho pudo ver el reflejo de sí mismo por tan solo un instante, como su cabeza se deformaba de adentro hacia afuera hasta que el cristal se rompió y todo se volvió negro para el.

Con un estruendo, similar al de un gran petardo que explota en la mano de un niño en plenas fiestas patronales, los que se encontraban mirando la ventana pudieron ver sus propios reflejos en los respectivos cristales desde los cuales se encontraban mirando a aquella amorfa criatura acercarse hacia la academia.

Y tras aquella explosión, el siguiente sonido que escucharían no sería otro que el de un cristal rompiéndose, en concreto, el cristal en el que estaba mirando Nakiri Gakuho, ahora con la parte delantera de su rostro explotado desde el interior hacia el exterior y tumbado hacia delante, sobre el marco de la ventana.

Tras mucho caminar, finalmente Toko Fukawa daría con la escuela, arrastrando a aquellos dos compañeros desde el bosque, la joven se encontraba realmente cansada y exhausta por el duro trabajo que era trasladar dos cuerpos que ponían la resistencia de lo que estos pesaran y en donde se engancharan.

Los quejidos, soplidos y quizás algún mujido y gruñido proveniente de la chica era una muestra clara de su estado físico, para nada excelente, mucho menos en forma. Pero aún con todo en contra, al fin habían llegado a la escuela. Tirando de Mitsuo Shimizu y Koguma Kyoki, estaban a punto de entrar cuando...

Con un estruendo, similar al de un gran petardo que explota en la mano de un niño en plenas fiestas patronales, hizo que los tres presentes giraran la cabeza hacia las ventanas de donde habían escuchado el ruido y tras aquella explosión, el siguiente sonido que escucharían no sería otro que el de un cristal rompiéndose, en concreto, el cristal de la ventana en el que ahora se encontraba colgando Nakiri Gakuho, el muchacho tenía la parte delantera de su rostro explotada desde el interior hacia el exterior y este estaba tumbado hacia delante, sobre el marco de la ventana cara el exterior.

Alejándose del lugar por si las explosiones de cara eran contagiosas, o quizás por el miedo de ser los siguientes, el grupo se olvidó por completo del monstruo mientras huía hacia la entrada de la Academia en donde se encontró cara a culo con Toko Fukawa, la cual estaba arrastrando al interior del edificio a un herido Mitsuo Shimizu y a un malherido Koguma Kyoki.

Aquella explosión al parecer había despertado a Mitsuo Shimizu, el cual estaba siendo arrastrado por Toko Fukawa hasta el interior de la Academia nuevamente, y a su lado se encontraba Koguma Kyoki sufriendo el mismo destino. Y aunque el momento para charlar era tan bueno como otro cualquiera, la llegada al recibidor del resto de los alumnos, Katsuo, Karakuri, Arthur y Tsuyuri, los interrumpió antes de empezar.

Desde su puesto sobre la cabeza de Nakiri, Karakuri tenía un primer plano de la acción que acababa de ocurrir. La explosión la asustó, lo que hizo que saltara y comenzara a volar buscando un lugar alto y escondido. Observó como la ventana se rompía frente a Nakiri, y cómo éste se caía de frente. El único cambio en la expresión de Karakuri fue que rotó la cabeza un par de veces.

Empezó a hacerse el silencio y Karakuri eligió el hombro de Arthur como lugar de reposo.

Cuando llegó el grupo que se había ido al bosque, Karakuri observó con curiosidad a los tres.

Tras unos segundos, Karakuri agachó su cabeza y lanzó un chirrido agresivo a Toko. Luego agitó sus alas un par de veces en su dirección.

Me desperté con un gran sobresalto. Apenas comprendí lo que estaba pasando. Lo primero que vi fue a Gakuho colgando de la ventana con la cara reventada. Después, vi a Koguma a mi lado y a Toko arrastrándonos. Confundido, traté de levantarme y una fuerte punzada de dolor atravesó mi cabeza.

- Tsk - me quejé llevándome la mano a la cabeza. Me di cuenta de que los que se habían quedado en la academia estaban allí también, sólo que no estaban todos. Fruncí el ceño al ver los que quedaban y más al oír lo que Toko tenía que decir - esto es lo que me pasa por confiarme - gruñí por lo bajo al recordar el golpe que me habían dado - lo que dice Toko es cierto, nos atacó un hombre cubierto con una máscara de gas y mató a Kamiyo con un arponazo. Después ella se escapó y fui a buscarla con Suzuki. Lo último que recuerdo es haberle dicho que las traería a la academia y saldría a buscar al tipo de la máscara y haber recibido un fuerte golpe.

Miré con una profunda desconfianza a Koguma.

- Yo también quiero oír qué es lo que tiene que decir alguien que se ha pasado 3 noches en el bosque con un tipo que va matando a arponazos y sigue vivo - después, observé por el rabillo del ojos al resto de supervivientes - y también me gustaría escuchar lo que tiene que decir Katsuo, no ha dicho gran cosa desde que toda esta locura empezó.

El muchacho que había huido tras el asesinato de Himawari Ame finalmente alzó la voz, realmente no estaba del todo preparado para decir lo que tenía que decir, pero aún con todo, este hizo un esfuerzo de tratar de esclarecer un poco todo aquel asunto que tenían entre manos.

-Que alguien apuñalara a Himawari... fue culpa mía... -Comentó timidamente- Con la historia de los Fantasmas y eso, me puse nervioso y liberé mi Quirk sin querer, haciendo que algunos actuara sin pensar, guiado por su miedo, por su instinto de supervivencia y terminó por hacer daño a Himawari... por mi culpa... ¡Es por eso que hui al bosque!... Así mi Quirk descontrolado no os hacía tomar malas decisiones...

El muchacho trató de recomponerse pero antes de que este pudiera levantarse, sus piernas flaquearon y este volvió a caer al suelo, al parecer estaba realmente herido, o al menos así lo parecía a simple vista. Aún con todo este continuó hablando.

-Por el bosque vi al fantasma deambular de un lado a otro, me mantuve oculto pero me vio y me caí por un terraplén haciéndome daño en las piernas y apenas puedo mantenerme en pie... luego Toko Fukawa decidió tirarse encima mía y tras esto me arrastró por el bosque en donde me dejó tirado un rato para adelantarse a hacer algo... y luego lo único que sé es que volvió con Mitsuo Shimizo inconsciente y nos arrastró a ambos hasta aquí.

Nos habíamos reunido cerca de las ventanas a la espera del regreso por parte del otro grupo, la verdad es que no tenía muchas esperanzas ya en nada, por eso mismo ver como aquella extraña y deforme criatura se acercaba hacia nuestra posición. No había forma de distinguir bien que era eso hasta que no se recortaran mas distancia. Pero antes de que eso pudiera ocurrir paso otra muerte más nuevamente a mi lado, mire en silencio el nuevo cadáver esta vez bastante mas indiferente que el resto. Todos habían corrido fuera aterrados así que los seguí al exterior.

Por lo visto las sombras de fuera eran Toko, Mitsuo y Kogura, los dos últimos siendo arrastrados por la chica que los traía del bosque. Escuche lo que tenía para decirnos, al parecer nuestra excéntrica compañera de clase tenía una doble personalidad y está había despertado para proteger a estos dos- Perdón, estaba ocupado recibiendo traumas nuevos por ver a las personas que valoro morir delante mía -fue mi respuesta a Mitsuo, con mi humor de siempre pero con un clara falta de empatía poco habitual en mi, al menos hace una semana no habría hecho nunca una broma así- Quedamos ocho vivos, lo mas probable es que todos acabemos muertos dentro de poco a este ritmo... Llegado a este punto ya me da igual todo, dudo poder sobrevivir y si lo hago no podría ser el mismo de siempre. Solo confió en unas pocas personas ahora mismo, Toko a protegido a los dos -señalo a Mitsuo y Koguma- Mitsuo no puedo sinceramente desconfiar de la persona que mas aprecio entre los presentes, nuestra delegada... si Daito ha dado su vida para traerla de vuelta prefiero pensar que no ha sido un error. Y ya esta, los demás no tengo razón alguna para confiar en vosotros... venga ya, ahora incluso dudo de que la marioneta de Arthur sea solo una marioneta.

Sunako salió corriendo junto al resto tras el accidente de la ventana mientras en su mente no paraba de gritar "nononononono Nakiri-senpai NO".

Aún no había asimilado del todo lo que acababa de pasar cuando apareció Toko junto a los otros dos.

- Que has salvado... ¿a quién? -comenzó, respirando con dificultad debido a la carrera y lo que acababa de pasar- ¿a Mitsuo? Pues ya nos dirás cómo lo has protegido, si estar está herido. Me da que tu defensa no es muy efectiva... -Le recriminó.

Miró entonces a Katsuo que habló por fin después de que le señalaran.

- ¿Ni siquiera confías en aquellos a los que Nakiri-senpai defendió? -enarcó una ceja, aunque su voz tembló al nombrar a Nakiri-. Porque allí arriba -señaló al techo, haciendo referencia al lugar donde habían estado hasta hacía poco- se hablaron bastantes cosas y se dieron motivos por lo que varios de los presentes, en un principio, eran inocentes.

- Pero si pudiste atacar a quien le atacó... entonces deberías haber podido protegerle del todo, ¿no? -ladeó la cabeza- Porque entiendo que el trigger de tu ataque sería la protección de él -señaló a Mitsuo y luego se encogió de hombros.

- ¿Cómo que no he dicho nada desde que empezó todo esto si llevo desde el principio intentando buscar cómo desenmascarar al poseído? -resopló y luego negó con la cabeza- A mi no me llevó nadie, me fui sola porque no podía aguantar más la presión de todo esto. Y eso, debido a mi quirk, no es bueno para nadie. Estuve en la azotea todo el tiempo, donde me encontraron ellos. -Señaló a Katsuo, Arthur y Mr.Clown-. También curé a Arthur con un botiquín que me encontré en la enfermería mientras intentábamos salvar a Galatea... y si le curé fue porque Nakiri-senpai aseguró que el quirk que Arthur decía tener había sido comprobado. ¿Por qué iba a curar a alguien del que técnicamente se demostró su inocencia si soy la culpable?

Suspiré mirando a unos y otros intentando determinar quien decía la verdad y quien trataba de pasar por inocente. A estas alturas empezaba a desconfiar hasta de mi sombra. 

- Agradezco tu confianza, Katsuo, no me gustaría tener que pelearme con uno de mis mejores amigos - lo miré con sentimientos encontrados. Me giré después a Sunako cuando mencionó las supuestas inocencias - sinceramente, un determinado quirk no demuestra la inocencia de una persona, más bien sus acciones. Suzuki tenía un quirk que por lo que vi le ayudaba a investigar lo que había ocurrido con un objeto en concreto, algo que no hace sospechar. Sin embargo, decidió atacarme después de hablarle de mi quirk y de que le hubiera dicho que iba a buscar al tipo que había matado a Kamiyo. 

Señalé a Arthur.

- Por ahora, me fío de Arthur, por razones que él conoce y hasta el momento no me ha dado muchas razones para desconfiar de él - y luego señalé a Toko - y Fukawa me salvó anoche, por lo que de momento no voy a desconfiar de ella. 

Me levanté con cierto esfuerzo y me encaminé hacia una silla medio caída que levanté para poder sentarme. Observé a los reunidos pasando mi mirada primero por Karakuri, pasando por el recién llegado y terminar en Sunako.

- Pero tengo ciertas sospechas de vosotros. Me resulta extraño que Daito haya dado su vida por la delegada así como así, no conozco las circunstancias, por lo que agradecería un resumen de lo que ha estado ocurriendo aquí y cómo es que han muerto el resto - trataba de no alterarme más de lo que ya estaba. Si todos los ausentes estaban muertos, habían sido muchos, entre ellos mi mejor amigo (y su gruñona hermana) - de Koguma no sé qué pensar y de Sunako, bien, o estás mintiendo o Maneshi nos mintió sobre su quirk con una impresionante actuación de arrepentimientos y lágrimas. Aseguró que usó su quirk para inutilizarte y no dejarte dormir.