Partida Rol por web

- "¿Qué tal, Killy-chan?" "Bienvenido Killy" ya dejende de estupideces. Maldita sea, recién me pongo a hacer cosas importantes recién me matan...

El normalmente estoico soldado parecia mas afectado por su muerte de lo que el mismo jamas se hubiese imaginado... Aunque el hecho de estar consiente de que ESTA MUERTO ya es muy raro en si...

Mi mirada se impregnó de desprecio al escuchar las palabras de Killy Hayama.

¿Y tu tienes el valor de decirme eso? Tu conseguiste que me votaran justo cuando por fin iba a poder usar mi poder e investigar a alguien con toda confianza. Votarme fue uno de los peores errores que han cometido los humanos.

Ante el ambiente de hostilidad creado entre Killy y Sumire decido interponerme entre los dos.

   Dejen su pelea, de todas maneras ahora estamos muertos así que poco importa lo que haya pasado, así que dejen su hostilidad que si vamos a pasar la eternidad aquí, por lo menos no deberíamos odiarnos.

Mire a ambos con una mirada seria, aunque en el fondo me estaba muriendo de la risa por la situación

-Bastantes Estupideses, callen que no puedo relajarme. Es todo lo que digo para rematar la situación, pero mis palabras como siempre, no son gritos, son más bien de regaño. Por el amor de dios, ¿esa chica no puede, morir en paz?. -Si van a Hablar, háganlo sin alzar la voz, que si intentan ser los primeros, en discutir en este plano les digo que... Mi rostro se torna serio y frío, a la par que me quito los audífonos.-LLEGAN OCHO DÍAS TARDE. Me vuelvo a sentar, ya más calmado. -Sigan su conversación, que quiero ver como se desenvuelve. Recuesto mi puño en mi barbilla, con el codo apoyado a la rodilla.

- Por favor Xiang-san, si alguien tiene derecho a odiarme es aquella, y si a alguien le vale menos que un pepino es a mi... Y deja de hacerte la inocente, Ghoul, que te mataría dos veces sin dudarlo si ya no estuvieses muerta.

Lo que los demás muertos no sabían era que en el momento de su muerte, Killy estaba pasando por un estado de "Mala Leche" de proporciones legendarias, que incluso llego a derramar sangre inocente por una estupidez. Y parecía como si aquella actitud se quedo con en incluso después de muerto.

- Mooooh, Xiang-san, ¿una pelea? ¿Cómo cree? Tan sólo le recordaba a Hayama-san el viejo dicho de "le dijo el cazo a la sartén..." - contesté con gesto inocente.

- Hara, hara, parece que alguien se gasta muy mala gaita por aquí... Y al parecer había más gente que clasificaba nuestra conversación como molesta o estúpida, pues más interesantes opiniones surgieron, por lo que extendí educadamente mis disculpas - disculpe que interrumpamos su descanso, Kohano-dono - entre mis educadas y suaves palabras se podían apreciar ligeros tintes de ironía.

Mas todo mi humor se esfumó al escuchar las palabras de Killy. Lentamente, me giré hacia él con una mirada penetrantemente mortal.

- ¿Ghoul? - permanecí unos segundos observándolo como si quisiera agujerear su alma para ver si encontraba algo que mereciera la pena en ella. Después, tan pronto como vino mi sombría faz desapareció para adquirir de nuevo aquella sonrisa que me caracterizaba - Killy-chan, veo que aún no te has dado cuenta de lo que hiciste, así que permíteme explicártelo de manera que hasta un niño lo haría. Mi poder principal era la de descubrir los poderes de una persona con una probabilidad de porcentaje, porcentaje que aumentaba cada noche que no lo usaba y que aquella noche posterior a que me ejecutarais iba a tener el 100% de probabilidades de mirar las habilidades de una persona. Ese poder también me permitía ver poderes que no estaba en juego.

Mi segundo poder, el que perdí tras el intercambio, me permitía espiar a los ghouls y oír pequeños fragmentos de sus conversaciones. ¿Me vas a explicar como es que un ghoul tenía ese poder?

Además de todo esto, tenía otra gran ventaja que iba a beneficiar mucho a los humanos y que por tu culpa he perdido. Si aún no quieres comprender que era humana, no puedo hacer nada al respecto, pero la verdad no cambiará.

-Hmmm, pues tiene bastante sentido, ahora... Me Levanto de mi lugar y con una lentitud dramática, me acerco al sitio de los conversadores. -Dime Sumire-san, cuantos Ghouls crees que haya entre nuestros estúpidos amigos. Miró a la visión de los vivos. -Yo diría que la quinta parte de los originales, diría que incluso la cuarta parte, aunque... Endurezco mi puño, con mi típica voz con tono vacío suelto... -Ya vale lo mismo. No tienen idea de que, doloroso es estar solo, aunque... -Cambiando el tema, fallecimos jóvenes, así que nos quedaremos con está forma más agradable, por toda la eternidad. ¿No les parece mejor?. Digo al final con una sutil sonrisa.

 Komani veía que seguía llegando gente, pero poca importancia le daba a todo ello. Ella simplemente flotaba por los aires de aquel purgatorio oscuro y melancólico. Le provocaba un poco de risa que los demás todavía tuviesen interés en discutir estando muertos. Aunque viendo que la opción de revivir estaba sobre la mesa, tampoco era lo más descabellado del mundo seguir investigando incluso cuando se deja de respirar.

- Woooow, ustedes si que llenan el Más Allá de palabras... ¡no dejan descansar a los muertos, kukuku!

La chica panda parecía molesta por porque hubieran decidido resucitar a su segunda víctima en vez de a ella. ¡Aún con todo ella pudiendo tener la mejor de las habilidades! ¡Una increíble falta de moralidad! ¡De hecho si le resucitaban era lo primero que iba a hacer!. ¡Matar a la persona que le dijera su "salvador"!. Y si había suerte a tantos otros como pudiera o hubiesen.

¡ Estoy deseando salir de aquí y cargarme a alguien más !

¡ Preferiblemente un Ghoul para no volver !

¡ Y esta vez sí que acertaré en un Ghoul !

Darell Jackson había muerto y con ello un nuevo muerto se unía al mundo de los muertos, habitado, curiosamente, por otros muertos que también habían muerto.

- ¡JA! Sigues con esa historia. Ya te lo dije antes, me parece extremadamente conveniente para alguien que se este defendiendo de una acusación directa que tengas esas habilidades. Al decir que tenias una supuesta habilidad inútil para lo Ghouls como lo era esa "escuchar a escondidas" te descartarías como sospechosa, ya que como es obvio es inútil para un Ghoul. Y tu otra habilidad de investigar la verdadera identidad de alguien, también es muy conveniente. Después de todo, los Ghouls saben quienes son ellos, así que seria mas que fácil mantenerte viva solo diciendo que las personas que investigaste eran humanos. Si querías convencerme para que no te matara tenias que probar algo o inventarte alguna historia creíble... Aunque bueno, en primer lugar no debiste ser tan descuidada al esconder tus habilidades cuanto te pregunte la primera vez, ese fue tu verdadero error. -Entonces Shiro hablo de volver a la vida, y a Killy no le gusto, así que se volvió para gritarle- ¡Y tu callate animalita sin suerte,! que hasta la Ghoul esta tiene mas posibilidades de revivir que tu, -miro a Hara de reojo- y sabemos que eso no va a pasar.

Itaro, tenía una cara de Poker, que nadie en vida le hubiera creído posible. -Guau. *silbido* -Que intenso. Esto si que es incomodo, hasta para mí.

Muy bien me pueden revivir para matar a los últimos Ghouls... Ese era mi objetivo, pero parece que no.

- ¡Y que lo digas! Ten por seguro que Alanaan sera el ultimo en revivir. Ademas, por las cosas que dicen de ti, ¡Nadie va a querer revivirte!

Alanaan Askar y Franken Stein habían muerto una vez más y con ello dos viejos muertos se unían nuevamente al mundo de los muertos, habitado, curiosamente, por otros muertos que también habían muerto y algunos más de una vez.

Pero Alaan no podrá vencer a los Ghouls, será pan comido que los Ghouls ganen, aparte que yo no soy parte de los Ghouls, sino preguntare a Konami o a Seiyuu. 

Tras eso llega Alaan y el otro que también reviví. 

Hablando del Rey de Roma, ya me esperaba que Alaan fuera asesinado y es claro que les ha ido tal mal que el día de Mañana o pasado mañana, van a perder. 

Yo solo quiero matar los últimos Ghouls, aparte de Shiro soy el único capaz que puede matar a los Ghouls, sin mencionar que no llego a discriminar a alguien. 

La "mala leche" de Killy estaba en su apogeo, cualquier cosa que alguien dijera o hiciera lo molestaba, no importaba que fuese. Pero cuando Askar bajo junto con ellos, perdió los estribos. Abrió los ojos de par en par y camino aceleradamente hacia el rubio y cuando lo alcanzo lo jalo por la solapa de su chaqueta y con furia lo acercó a su cara a la fuerza.

- ¡Alanaan Askar-san! ¡Como mier*$ osas regresar a este lugar! ¡No te reviví para que murieses a los dos segundos imbécil!

Muerto nuevamente, sabia que eso sucedería tarde o temprano, pero al menos esperaba que fuera por otra razón mas útil que la de perder frente a un Ghoul, aunque experimentar en sus propias carnes una muerte brutal y presa del miedo por lo que pudiera hacer era estimulante, no dejaba de ser eso, volver a dejar la vida sin a ver conseguido su objetivo.

Stein estaba dubitativo, ¿Había sido correcto confiar en aquella persona, por a ver muerto poco después de él y ser objetivo de la raza invasora, antes de que mataran a Killy? O ¿Tal vez todo fuera una retorcida estrategia, para no dudar de él? Era idea implantada en su bulbo le hacia deseas conocer el final de todo aquel macabro juego orquestado por la propia CCG. Por eso alzo la vista y siguió mirando.

Alanaan se suelta con un movimiento brusco a Killy de las solapas etericas, pero luego suspira apesadumbrado.

Ya, me imaginaba que esto iba a suceder. Desde el momento que confirmaron que no era ghoul, tenía las horas contadas de nuevo. Y habiendo perdido mi habilidad, era presa fácil.

Lo siento Killy, no he podido hacer mucho con la oportunidad que me has dado

-Debería entrar en sus pequeñas cabezas, que desde el inicio ya habían perdido, con las primeras tres bajas humanas. Me sería difícil saber si entre los ghouls, habría alguien lo suficientemente absurdo, para tener una habilidad para reconocer habilidades, y concluyo que los Ghouls ganaron gracias a que se organizaron mejor, y no discutían tanto. Itaro se sentó. -Faltaba un líder confiable, y nato, además, el deber de ustedes era mantener con vida, a las cartas del triunfo, aunque fuera a costa de sus propias vidas. Es lo que falto. *Suspirar* -Solo queda ver, que será lo que depara la suerte para nosotros.