Tras toda la intervención del Alcalde y dejar claras las condiciones, la entristecida viuda Clover McBride vuelve a pillar sitio entre las sillas dispuestas. Torpemente. Y esta vez no elije una silla cualquiera, sino una que le entre por los ojos (no importa que todas sean iguales). Tarea que le lleva un par de minutos mezclando confusión irracional con cuentas seudo-psico-matemáticas, hasta que finalmente da con una cualquiera. Olé.

- Lo... Lo lamento (por Olive) – dice entonces. - Pero ya sabemos que hay tristes causas que escapan a nuestro, bueno, paupérrimo control. Dios sabrá qué pasó, y pasa, por la mente de la chica muda. Era... era una hermosa mente en lucha.

Tras girar la silla hacia una dirección más o menos central, y sentarse de una vez, Clover piensa en cebollas = llorar = depresión (muy ella), y acto seguido observa al cazador de palomas, que también esquivator de calabozos: Negro.

- N-no importa si de terceros o de nuestro admirable subconsciente. Al cual le... le maravillan los crucigramas cuánticos – Aprieta los parpados fugazmente, para acto seguido volver a lucir su extrañada mirada. - Tu pequeña reprimenda al niño fue un toque muy diferenciado de tu primer... “yo”. Toque que sigues... esto, ahora.

- Irónicamente me agrada más. Aunque no sigo tu línea de... de emociones.

Acto seguido Clover inclina su cabeza hacia un lado, y tras seguir el origen de tan profunda y despechada risotada, se fija en el dictador Alguacil.

- Edrik, eres una... Eres una bella flor sin pétalos – Dicho esto revuelve su bolso sin apenas bajar la mirada/parpadear, y saca otra pastilla.

-¡¡Edrik Rheon!! -Alzo la voz la mujer mas vieja en kilometros a la redonda y de igual mala baba. -Haga el favor de portarse como el cargo debe. Sea respetuoso y respete, si quieres que te respeten. Lo ultimo que necesitamo es otro loco haciendo locuras. -Alzo la cabeza y los pliegues de su cuello bailaron. -Aquí estamos todos en igualdad de condiciones. Taclasicisimo que la niña callaa, a ido en lugar de Juliano, por causas ajenas a ella misma. Es evidente, porque ella misma le voto. ¿Quien se cambiaría por quien vota? -Bufo por la nariz y golpeo el suelo con su bastón. -Ahora queda saber si a sido el propio Negro con su brue'eria o ha sido alguien quiriendo protegerlo po'algo mas.

-Y que quede una cosa clara ya, hombre. Debemo buscar y encarcelar a los que pensamos culpables que sus repito que aquí todo el mundo el culpable hasta que se demuestre lo contrario, hombre ya. -Carraspeo y se saco el pañuelo de la manga para limpiarse sus fi-nisimos labios.

El alcalde, que había estado escuchando todas vuestras divagaciones en silencio, os miraba con cara de estar más perdido que un pulpo en un garaje. En cuanto la noche comienza a caer y vuelve a ser necesario encender las luces de la sala, carraspea tratando de devolver un poco de cordura al lugar.

-Bueno...será mejor que demos ya por cerradas las votaciones. Negro, me temo que el pueblo ha hablado y has sido quien más votos has recibido. Asímismo, me ha llegado cierta información sobre el señor M.T. que me hace desconfiar de su persona, creo que será mejor que, al menos de momento, se mantenga bajo llave. Señor alguacil, si tiene usted a bien acompañar a los caballeros a la celda... Yo estoy muy cansado y me voy a mi despacho a echar una cabezada. Así, con su llave y su puertecita bien blindada. Sí, sí. Pero por el ruido, no piensen ustedes que tengo miedo y por eso me quito del medio en cuanto cae la noche, claro. Ea, a descansar.

Con un fuerte resoplido, el alcalde se pone en pie y abandona el lugar sin dejar ocasión para pregunta o comentario alguno.

-Muy bien pues vengan los dos para el pozo, jajaja ¿lugar seguro?, seguro se pudren ahí dentro por como esta el lugar y los poco que los alimento- Me paro bruscamente y con un garrote que encontré por el ayuntamiento como arma de defensa los traslade al calabozos sin oposición. Antes de dirigirme allí miro al resto y exclamo -Mmm... veamos ¿quien sera el siguiente?-

-Mein Gott... Fue lo único que podía decir Maximilian, había superado la primera gran dificultad, pero sentía que esto no serviría para absolutamente nada, pues el verdadero reto estaría durante esta noche. A fin de cuentas; él sería la próxima víctima a causa de su alegato.

-Presiento que mi vida corre peligro de manera inmediata. Pero antes de nada, me gustaría decir que tengo el colesterol alto, y eso es malo para el sabor... supongo...

Maximilian entonces se giraría hacía el resto de los presentes, a fin de cuentas, había hablado solo en voz alta buscando alguna excusa buena para que el resto de los vampiros o aprendices de, decidieran deleitarse con alguien más.

-Anthony Mayers, Brunhilda von Bismarck, Clover McBride, Edrik Rheon, Manuela, Rititiana Malaleche y Schulls.

-Al menos uno de vosotros es un Vampiro, y según he usado mi artefacto durante la noche anterior a la de la vigilancia del Negro; he podido observar que Brunhilda von Bismarck es inocente.

-El hecho de que hayan usado a Schulls para emitir su voto en mi contra, tal y como parece que ha sucedido; implica que Schulls es inocente.

Maximilian entonces señala al resto de la tropa:

-Anthony Mayers: Fue votado por Negro y este votó por Schulls. Teniendo en cuenta que este fue el último en emitir un voto y que el Negro lo votó cuando todo parecía perdido, me hace sospechar de un posible plan de encubrimiento por parte del negro(asesino) para protegerle, a fin de cuentas "el Negro lo señaló el primer día, no puede ser malo". Posteriormente votó por M.T. aunque cambió su voto por Negro, este acto me hace reducir su nivel de sospecha, pero teniendo en cuenta que el Negro es un asesino, quizás el sacrificio de Negro para limpiar las sospechas sobre este sea un plan lógico.

-Clover McBride: Cuando el Negro iba a caer en el primer día a causa de los votos conjuntos de Clint, Olivia y yo, ella votó también en contra de Negro, a fin de cuentas él ya estaba acabado, supuestamente sacrificarían a Negro para salvarse ella. Sus verdaderos colores vendrían durante el segundo día, en donde apoyó a una "Schulls poseída" para votar en mi contra, si el Negro hubiera mantenido su voto en mi contra y el tercer asesino hubiera votado también, yo estaría sin duda en la celda. Por desgracia, el Negro vio que si todos los traidores se arriesgaban a eliminarme votando, entonces serían facilmente descubiertos una vez que probara mi verdad. Por lo que el Negro decidió sacrificarse para que ahora puedan matarme sin testigos.

-Edrik Rheon: Un gilipollas de manual, y que pese a adjudicarse el asesinato de Clint, ya todo el mundo sabe que es un farol, tal y como Rititiana y Schulls han dicho. Quizás lo hiciera para ver quién le seguía la corriente y así descubrir a un asesino. Pero, por el momento, tiene mi confianza... aunque es un imbécil. Votó por Rititiana a modo de despecho y posteriormente votó por Brunhilda.

-Manuela: Sinceramente, ni idea de qué hace aquí... ¿Está limpiando los cristales?.

-Rititiana Malaleche: Votó por Edrik al principio y posteriormente votó en mi contra y sinceramente tendría la oportunidad de eliminarme, si no fuera por el cambio de planes de Negro; o mejor dicho el Plan de Negro de sacrificarse para que las sospechas se difuminen. Y tal y como actuó cuando le dije que podría investigarla a ella me hace sospechar.

Maximilian se aclara la garganta, a fin de cuentas, este parecía ser su último discurso por todo lo que había hecho y dicho.

-Asumiré que Negro se le escapó el dato de que eran 4 Asesinos; y tendré en cuenta que Negro lo era, por lo que nos queda que aún hay 3 con capacidades asesinas. Así que daré mi lista de sospechosos, ordenados por el más sospechoso al menos sospechoso:

1. Clover McBride

2. Anthony Mayers

3. Ritiana Malaleche

4. Edrik Rheon

5. Manuela

6. Brunhilda von Bismarck

7. Schulls

-Me siento mucho más segura ahora que esos dos hombres ya no están aquí -declaré, frotándome un brazo con nerviosismo-. Era muy inquietante ver a Negro votarse a sí mismo, como si quisiera que lo encarcelásemos. Y ese loco drogadicto de M.T... ¡Sentía que me estaba desnudando con la mirada!

Maximilian se seca el sudor de su frente mientras piensa que sería lo mejor para hacer en momentos como estos; si bien investigar a Edrik Rheon y así comprobar su inocencia o si por el contrario, era uno de los asesinos, descubrirlo al final. Hiciera lo que hiciera, ambas respuestas serían la misma.

Fuera o no inocente; el resto de asesinos podrían matarlo para inculpar a Edrik, o bien, en caso de ser uno de los asesinos para no dejar que la investigación saliera a la luz. A fin de cuentas, ambas opciones eran más que válidas y tan solo él sabría la verdad y una vez que lo supiera quizás fuera demasiado tarde.

-Investigaré a Manuela.

Pese a que Manuela no abrió la boca, por los motivos que fueran; quizás si ocultara algo. Pero lo más importante, no parecía ser de las asesinas que tomarían cartas en el asunto para guardar su secreto, pero tampoco parecía que los asesinos fueran a protegerla si esta fuera descubierta. Quizás así, podría aguantar las horas suficientes para ser encarcelado en vez de desangrado.

Y que le den a Ritiana, una vieja senil que solo cambia su voto cuando ya todo está decidido no tiene derecho para mandar a alguien puro y ario como era Mueller.

-Recuerden que aquí estamos todos en el mismo barco. HAY que colaborAR. ¿eNTIENDEN? -Dijo ella muy segura de sus propias palabras

-Por favor señor Mueller podríamos referirnos a los demás sin insultarnos ya que la falta de respeto es un acto que no voy a aceptar como alguacil- Aunque crea que sos un gordo, pusilánime e inservible -usted se adjudica mucho de saber que el negro es el culpable por tener una supuesta habilidad pero no somos tan tontos como para confiar 100% en ti y seguirlo a quien nos indique ha visto culpable, es mas al tener una habilidad tan poderosa seria victima segura del asesino pero opto por Clint que era mas callado y si alguien como usted fuera el asesino sospecho que buscaría eliminar a gente que no aporte nada a este jueguito de investigación que parece estar jugando-

-Sé que corro mis riesgos en ser vilmente asesinado durante esta noche, pero al igual que yo tengo un hermoso dron, espero que alguno de ustedes tenga un perro que envíe a salvarme el culo, o algo así similar. Así los asesinos fracasarían en asesinar a nadie, y lo que es más importante... yo estaría con vida y descubriría a un inocente/culpable.

​Maximilian no se dejaba amedrentar por las palabras del Alguacil, a fin de cuentas, su cargo fue escogido por el azar, el mismo azar que los había puesto en esta macabra situación. Aunque pensándolo detenidamente, si el Alguacil fuera uno de los asesinos, el hecho de tener un doble voto en estas anti-elecciones, sería demasiado peligroso... por el contrario si él fuera inocente, tendría el riesgo de que los asesinos lo mataran para ver si el poder caía en sus manos.

Mientras se suceden los debates, decides alejarte del resto para preparar el veneno y dárselo a Maximiliam. Sin embargo, antes de que tnegas tiempo de actuar, notas como una mano de fuerza sobrehumana tira de ti arrastrándote hasta las sombras. Curioso, por un momento te parece ver una figura envuelta en la oscuridad que se abalanza sobre ti... Al instante caes al suelo sin vida.

Aprovechando un descanso entre tanto debate, os alejáis a un rincón oscuro con la intención de dar rienda suelta a vuestra pasión. Sin embargo, no habéis hecho más que separaros del resto, cuando podéis ver cómo una estaca atraviesa el orondo y grande pecho de Maximiliam arrebatándole la vida. Rota de dolor por ver el cuerpo de su amado yacer inerte en el suelo, Brunhilda deicde arebatarse la vida con la misma estaca que se la ha quitado a él.
 

-¡Ay ay ay ay ay! -el alcalde irrumpe en la sala dando voces -¡Vecinos, han encontrado a Manuela sin vida!

  El pobre hombre casi sufre un infarto cuando su teléfono móvil comienza a sonar recibiendo mensajes.
 

-Pero, ¿qué...? Ay, ayúdenme a leerlo, soy muy malo con estas máquinas infernales.



 

-Edrik, Maximiliam... ¿qué clase de broma es esta?

El alcalde comienza a recorrer la sala buscando a ambos hombres, cuando un grito de horror se escapa de sus labios. En un rincón de la estancia yace el cuerpo sin vida de Edril con una extraña herida en el cuello. Casi pareciera verdaderamente el mordisco de un vampiro. Por otro lado, Brunhilda y Maximiliam se encuentran tirados detrás de la última fila de sillas. Ambos han sido estacados y una ristra de ajos rodea sus cuerpos.

En cuanto escuché los gritos del alcalde me levanté del asiento dispuesto a socorrerlo, debido al cansancio me adormecí y olvidé donde estaba. Tardé un poco en comprender lo ocurrido con Manuela pero al ver los otros tres cuerpos cualquier rastro de sueño se esfumó. Edrik, Brunhilda, Maximilian.. Movido más por la costumbre que por la esperanza me acerqué al alguacil para buscar sus signos vitales y suspiré con pesar al no encontrar ninguno. Cualquier duda que podía tener sobre su inocencia había sido aclarada.

-Está muerto. Murmuré antes de levantarme para mirar a las mujeres y al niño. -Pero su partida no fue en vano. Aunque vivo había sido alguien difícil de tolerar, al morir había sido un héroe. -Creeré que lo dicho por Juliano era cierto y eran cuatro asesinos, dos de los cuales yacen allí. Señalé los cuerpos estacados. -Estoy seguro que M.T. era otro, y en vista de estos hechos debo admitir que tal vez me equivoqué al votar por Juliano. Cuando esto acabe me aseguré de ayudarle..

-Ahora... ¿Quién de ustedes es el último asesino? Aunque sospechaba de Clover, no me arriesgaría a encarcelar a alguien inocente y facilitar el trabajo al despiadado que deseaba eliminarnos.

Mientras pensaba tomé el teléfono del alcalde y leí el mensaje dejado por Máx. -Komme... die dunkelheit... vergessen... baüden gerufen... den Himmel fü... mächitigen... zum Feuer... Extrañado por lo escrito, fruncí el ceño. -Parece una especie de poema, sin información relevante.

-¿Pero de que va todo esto niños? -Ritiana tenia que moverse de puntillas entre tanto muerto. -Esto no pue quedar así. Somos como cuatro y paece que esto es un mano a mano... -Rita golpeo el suelo tan fuerte con su baston que algo sono romperse, aunque su arma seguía intacta.

-Pa'mi que esta sera nuestra ultima reunion, o Ganamos o perdemos. Debemo gana. -Replico sin un apice de duda.

-Malditos debí de liberar al negro cuando podía... ahh... quie...alguacil... Mayers..-

El señor alcalde vuelve a consultar su teléfono móvil. No sabéis qué ha descubierto, pero el fuego de la rabia colma su mirada por un momento.

-¡Schuuulls! Maldito niño del demonio. Me acaba de llegar un chivatazo, al parecer estás implicado de alguna manera con todo esto. Prefiero prevenir y enviarte al calabozo. Qué nochecita, por Dios, qué nochecita... Mayers, al parecer Edrik quería que fueras su sucesor en el papel de alguacil, acompaña al niño este al calabozo, anda.