Partida Rol por web

Las puertas de la sala se abren para dar paso al señor Alcalde. Se trataba un adorable señor que lleva tantos años en el puesto que se rumorea que nació con él. En esta ocasión parecía verdaderamente afectado por la situación del pueblo. La mayoría le conocíais desde que tenéis consciencia, pero parecía haber envejecido más de diez años en el transcurso de la última semana. Nuevas arrugas surcaban su rostro y su voz había enronquecido.

Sin mediar palabra, se dirige a la mesa presidencial con rostro serio. Parece estar consultando algo en su anticuado teléfono móvil de manera compulsiva. Un Nokia 3310 de esos de fama de ser indestructibles.

Cuando se percata de vuestra presencia, levanta la mirada y os saluda con una leve inclinación de cabeza. Transcurridos unos minutos, los que él considera oportunos, carraspea ligeramente y toma la palabra:

-Ojalá pudiera dirigirme a ustedes con un “buenos días”, pero me temo que no lo son y no estoy aquí para decir mentiras -el hombre pasea la mirada por todos los presentes. - Como sabrán, una ola de desapariciones ha atacado nuestro pueblo. De hecho, esta misma mañana nuestro vecino Lucas Evans ha aparecido desangrado en la puerta misma de su casa. Por desgracia, parece que los culpables son parte de nuestra familia, parte de los presentes hoy aquí. Me temo que ya son todos ustedes conscientes de los rumores que recorren estas calles y no: yo tampoco quiero creer en cuentos de viejas, pero hay algo que es innegable. Nuestros vecinos están muriendo. Por desgracia, vivimos en un mundo egoísta y las autoridades se han limitado a cortar todo acceso de entrada y salida de nuestro pueblo, así como el servicio de telefonía, y a dejar que nos encarguemos nosotros del problema. -El fuego de la rabia invade la mirada del Alcalde al pronunciar estas últimas palabras.

-Confío en la democracia y en la sabiduría de nuestros vecinos, por lo que lo haremos así: cada día votaremos entre todos intentando dar con uno de esos asesinos y encerraremos al elegido en los Calabozos. Una persona, un voto. Esperemos encerrar a todos esos psicópatas cuanto antes. He acondicionado el ayuntamiento con comida y todo lo necesario para permanecer aquí el tiempo que sea necesario. Yo mismo no abandonaré el edificio hasta que resolvamos esto.

El pobre hombre carraspea visiblemente incómodo antes de terminar con su monólogo.

-No lo retrasemos más. Quiero un nombre cuando caiga el anochecer. Hablad, vecinos. Y buena suerte.

Entonces... ¿Debemos elegir a alguien a quien meter entre rejas?... ¡Así que por eso me pidió usted señor alcalde que remodelase así el sótano! Ya decía yo que era una distribución muy extraña para un ayuntamiento.

Me mostré desconcertada con la noticia. ¿Desapariciones? ¿Muertes? ¿Lucas Evans desangrado? Y a todo esto, ¿quién demonios era Lucas Evans? No éramos muchos en el pueblo, y mi mente lo asociaba con un tipo orejudo, de nariz grande y ojos saltones, con cara como de duende. ¿O me estaría confundiendo con otro? Ay, qué lío. Con lo pequeño que es este pueblo y no me los conozco a todos, ¡mecachis!

-Y yo que pensaba que esta reunión iba a ser para hablar de la inmigración... Osea, esto es muy fuerte, ricuras.

Las palabras del Alcalde confirmaban mis temores: los habitantes del poblado éramos asechados por un asesino.

Como hombre de ciencia no me rebajaría a creer en fantasías folclóricas, pero las últimas noches habían llegado varios cuerpos sin sangre a la morgue y debía aceptar que eso no era normal. Al menos no en un pueblo tranquilo como este..

A pesar no haber logrado determinar aún la causa de la ausencia de sangre en los cuerpos, no me dejaría llevar por la histeria que comenzaba a manifestarse incluso entre el personal del hospital, quienes con creciente aprensión comenzaban a susurrar palabras como “bluatsauger” con mayor frecuencia.

Levanté mi mano para pedir el derecho a palabra y luego el resto de mi cuerpo. -Señor Alcalde, ¿Cómo puede estar tan seguro de que el culpable se encuentra aquí? Miré a los reunidos, un grupo variopinto de miembros, todos con características únicas pero difícilmente con tendencias homicidas.

-Bueno quien no dice que el culpable puede ser el alcalde eso si seria gracioso, cuìdese viejo que ya tiene mi voto-

Mira y escucha entre todos y olle algo de una pillamada en el ayuntamiento hasta que elijan al mejor candidato, entre que estaciona la gente, reparte sillas con nombres y ubicaciones, le sirve vasitos de agua diamantina a las viejecitas eternas, caza palomas y pelea con Schulls, escucha todo algo medio torcido y se vota a si mismo...
-Ya decia yo que se trataba de politica vecino. Si quieren una reforma constitucional igualitaria, yo me ofrezco con la lista roja obrera, comunista y socialista! Claro que mi voto es para Mi, no cabe duda, ¡Negro!¡Presidente! *o lo que sea que esten votando*-
Igual si sospechaban que era medio retrasado, tenia que hablar fuerte y claro para despejar dudas...
No habia entendido nada, ¿O era un asesino interpretando un gran show?... Tal vez...

Maximilian no daba crédito a las palabras que estaba escuchando de la boca del Alcalde: ¡Estaba hablando Español!, había caído en las garras del populismo de todos aquellos sucios inmigrantes que habían venido a saquear la riqueza alemana, cometer delitos y robar los puestos de trabajo de los nativos... y lo que casi era aún peor, había una ola de asesinatos en el pueblo y la policía era tan negligente como para impedirlo y detener a los culpables de tez morena o de habla inglesa.

Esto no lo podía pasar por alto, Alemania había caído en la ruina desde que el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) había tomado el poder. Sabía que en parte era su culpa, por haber declinado la oferta del Partido Nacional-Democrático Alemán (NPD) de hacer una Alemania Una, Grande y Libre... y sin sucios inmigrantes españoles que solo saben servir sangrías.

Por desgracia, al parecer el inepto del alcalde los había lanzado contra la boca de las hienas, no leones, puesto el león es un animal noble, en cambio los que habían en aquella sala, sucios inmigrantes, no son más que carroñeros que solo saben pedir, robar y gonorrear, una hiena les pega mejor. Aún así, esto era política, y dado a la enorme incultura de las masas populares, Mueller tuvo que rebajarse a su nivel y hablar aquel hediondo idioma.

-Los crímenes cometidos parecen ser a causa de gente de un carácter social bajo, nadie con una buena casa, un buen empleo y un buen futuro por delante sería capaz de cometer tal vil acto contra ciudadanos alemanes (o el resto).

-Por mi parte, mi voto será hacia... hacia... él. -Señalando al Negro- Puesto que es el que más opciones tiene para ser un delincuente, asesinar, robar... y su nombre. En EEUU el 90% de los crímenes los realizan tipejos de su calaña, y prefiero fiarme de las estadísticas y de los números que de otras sensiblerías.

-Vamos el Negro Canejo!!! Mi A'ma me dijo que no entrara en politica que nunca llegaria a nada, y ya tengo un votante aserrimo, ¿Sere buen candidato pa'presidente? ¿No?...- Se queda pensando... Todabia no entendia nada. Ya lo descubriria en los calabozos, tal vez.

El pequeño mendigo levanta su mano y espera a que el Alcalde le de el microfono y la palabra.

-Si debemos votar a un presidente y el Señor Negro quiere pues que sea el Señor Negro,el es buena persona y le da de comer a los pobres.

-Por otro lado me gustaría saber por que falta la asistenta del Señor Mueller, hace dos noches pese por su casa y mire en la basura,el siempre deja muchas sobras en la basura,pero al asomarme por la ventana vi a una señora gorda y rubia,llevaba un traje de doncella muy cortito muy cortito y orejas y guantes de gato y y y decia cosas como Mueller-sama y  y  y tambien decia miau miau y mamada.

¿Que es mamada Señor Alcalde? ¿Que significa eso? ¿Que significa sentirse mujer? ¿Las mujeres es que sienten distinto?

Escucho las palabras del pequeño vagabundo, anonadada, y me llevo una mano al pecho cuando le oigo decir la palabra "mamada", abriendo mucho la boca y con los ojos como platos. ¡Pero si yo a su edad estaba jugando con las Nancys!

-¡Esas cosas no se preguntan, Schulls! -exclamo, sorprendida-. Son cosas... de mayores...

Al escuchar las palabras del alcalde tu corazón entro en una calma absoluta, por un momento pensaste que te habían descubierto,la venta de hierva es ilegal pero no su consumo, malditos políticos insensibles
Bueno alcalde, no quiero ofender ni nada pero todo esto suena como una gran mentira, y es obvió que esto saldra mal y terminará en una casería de brujas, ahora si me disculpa
Procedió a levantarse de si asiento y dirigirse a la puerta
Tengo asuntos importantes que atender.

-¿Que no escuchaste? hyppie tonto, no podemos salir de aquí hasta que votemos a alguien o es que no te entra en la cabeza de tanta mariguana que fumas- exclame como objeto de provocación, me acerque al él y me puse cara a cara con una sonrisa burlona esperando ver su reacción.

Con la llegada del alcalde y sus palabras el rostro de la dulce Olive fue cambiando. Primero el desconocimiento de no saber a qué se refería, vocablos extraños que salían de sus labios y apenas podía leer, pensando que su alocada imaginación la había confundido y entendía hechos más fatídicos de los que realmente era; lo segundo fue la sorpresa de la noticia, un asesinato a pocas manzanas de su casa, una muerte que manchaba las manos de sangre de alguien que se encontraba en esta sala; por último el miedo de ser la siguiente, de correr la misma suerte que el bueno de Lucas y yacer cuando apenas había vivido.

Tragó saliva mientras cogía su libreta lentamente y la abría para buscar una hoja en blanco, sacando a su vez un bolígrafo que bailaría entre sus nerviosos dedos. Sabía que nadie a su alrededor la escucharía, más su voz se extinguió hace mucho y el único modo de comunicación era la escritura.

Esperó tranquilamente a que el resto hablara, fijándose en los labios de cada uno y, una vez terminó, no entendía por qué se señalaban unos a otros sin pruebas físicas. Suspiró mientras cogía con los dientes el capuchón del bolígrafo y escribía, levantando luego la libreta para que todos pudieran leerla aunque iba directamente destinada al Alcalde.

Luego tachó el mensaje para que no se confundiera y siguió escribiendo, de nuevo levantándolo para que pudieran verlo.

Manuela había ido al ayuntamiento por un tema completamente distinto a aquella reunión. Necesitaba renovar el permiso de trabajo en Alemania para poder formalizar su puesto de cocinera en el mesón. Tras tres meses en la cocina como "alegal", ya podía constar en el registro de trabajadores. 
Pero la alegría que esperaba sentir se tornaba en frustración al no poder celebrarlo como era debido con su marido. Ni con su marido, ni con nadie. Pues tras 6 meses en la localidad todavía no había entablado amistad con ninguno de los locales. 
Y las palabras del alcalde hicieron que la frustración se tornara en desconcierto al verse, sin comerlo ni beberlo, encerrada en el salón de plenos con toda esa gente - ¿Qué pinto yo aquí? - Pensaba intentando entender todo lo que decían con su moderado alemán -  ¿Presidente? ¿Calabozo? ¿Calabozo era Kerker no? Malditos fascículos de alemán...

- Perdón... una duda simple. ¿Para qué estáis votando? ¿Para presidente de la sala o para culpar a alguien de la muerte de...de ese Lucas? ¿De eso no tendría que ocuparse la polizei?

Cuando el señor Alcalde cierra su discurso Clover pierde la mirada como si una puesta de sol se tratase.

- Los pensamientos cortos, son... son lágrimas, sobretodo cuando se convierten en tristes palabras – comenta, y de momento, sin moverse de esa silla entre medio y medio que había elegido al azar. Tal vez, ya atendiendo un poco más a los selectos vecinos que tenía, bien por delante, o bien por delante, porque no se gira mucho hacia atrás. Y aunque casi inmersa en la propia consideración de que ella no debería estar involucrada en nada esto -como cualquiera-, sino comprando depresivas cebollas, procura exteriorizar lo que piensa de un modo más o menos normal -?-.

- Es... es algo maravilloso – dice entonces.

-Un vecino muy amable me explico amablemente que esto no es pa'presidente... Vaya tela, disculpe Alcalde por mi candidatura prematura... Sino que esto es para mandar a alguno al calabozo... Igual no se quien puede ser uno de esos asesinos... Voto en blanco.-

-Disculpen mi error vecinos y si contribui a crear confusion sin querer...-

-Marche pa'delante, el Voto es pa'mandar alguien a'Calabozo, no se confunda...-

Oye amigo no busco problemas,
y es obvió que sólo tratas de echarte unas risas
Se dio la vuelta e intento abrir la puerta pero esta simplemente no se movía
Muy bien, esto ya es exagerado.

Mueller no sabía que decir ante las palabras de Schulls, parecían ser palabras inocentes dichas por una mera niña, pero por el cómo esta lo dijo, sintió que había algo más en aquella afirmación. Como si aquella niña supiera algo más, más allá de su armario de disfraces de "Sailor Moon" y de distintos tipos y colores de "Neko". Así que, dudando acerca de como afrontar esa "acusación indirecta", en situaciones como estas, tan solo podía corregir el pequeño error que había cometido Schulls.

-Al contrario, Fraülien. En mi vida no hay una "Sra. Mueller". Ademas de ello, no era un burdo traje de doncella, era una perfecta recreación histórica... con orejas de gato... pensé que el añadido podía ser... interesante... pero ese no es el punto...

-Sobre lo que escuchaste, no era "Miau" sino "Maus", no era "mamada" sino "manchmal". Todo viene dado de la frase: "Der Mäusetank stoppt manchmal durch den Schlamm". Es decir, una verdad universal acerca de la maravillosa ingeniería alemana de la época...

Mueller se vuelve a colocar las gafas usando aquel mismo movimiento tan bien coordinado con sus orondos y grasientos dedos. Sin lugar a dudas, este movimiento había sido usado una y otra vez, perfeccionado ante un espejo hasta mostrar los más altos portes de elegancia y seducción; aunque en esta ocasión, intentó mostrar soberbia ante lo obvio.

-Pero, el tema central. Me alegra que Schulls haya confirmado mi inocencia ante los ataques. Puesto, ella me vio en mi casa por las noches mientras estos ocurrían contra nuestros compañeros alemanes. Por otro lado, mi vista se tornará hacia los inmigrantes, en especial aquellos desempleados... ¿De qué viven? Alguien los ha de alimentar y mantener y si tal y como los rumores es cierto... una organización criminal es la respuesta.

El pequeño mendigo salta y aplaude las palabras que el cree entender del gordito alemán

-Señor Mueller entonces como se viste de mujer y tiene barriguita y t tetitas y es rubia...usted...va a ser mama?

El crio todo lleno de ilusion le pasa la mano por la barriga al orondo aleman.