Partida Rol por web

"Necesito un plan... un plan... ¡Epa! ¡Ya está!" pienso dando con la clave.

Y la clave esta en un libro que me encanta: El Mundo de Sofía. "Si el cerebro humano fuese tan simple como para que lo entendiesemos, seriamos tan tontos que ni nosotros lo entenderíamos". Con lo cual la respuesta es ¡Ser tan lista, que la respuesta venga sola!

"Puedes llamarme Ángel. El Ángel de la noche. Y dime ¿Puedes darme de beber de tu quinta esencia? Un hombre tan sagaz, tan astuto y viril no la necesita"

Claro mi ángel, ven bebe todo lo que quieras, bebe hasta saciarte y luego déjame probar esos hermosos labios tuyos.

Yo voy a darte todo lo que me pidas con tal de probar el dulce néctar de tu piel, ven mi amor, ven y sírvete. - dice el docente mientras te deja pasar hacia el caldero, no sin antes darte una buena nalgada.

Vamos adelante bebe hasta saciarte mi amor y luego yo beberé de tu boca, recorreré ese hermoso cuerpo tuyo con mis labios y te daré tal placer que no podrás olvidarme jamás.

Por la voz del docente y su lenguaje corporal, eta evidente que su libido iba en aumento, muy pronto no se detendría ante nada para poseerte.

Podías verlo en sus ojos, olerlo en su piel, sentirlo en su andar, si no hacías algo pronto para salir de allí el te violaría de ser necesario con tal de satisfacerse.

Ella se acerca al caldero, da un buen sorbo, uno muy generoso, y espera que sus facultades mentales se disparen ¡O eso espera!

Porque luego viene El Plan: Sabiendo que a las mujeres adultas les gustaba ESE libro tan asqueroso y repugnante escrito por un tal E.L. James, va a acercarse al profesor, va a atarlo intentando que sea de la forma más sensual, vendarle los ojos mientras le toca los pómulos, el cuello, los labios...

Y entonces, sólo entonces, con el profesor ciego e indefenso, tirará el caldero al suelo y saldrá por piernas.

Me entra algo de sueño.

"Vamos niña tonta" me digo a mi misma "¡Mantente en pie, caray! ¡Tienes que resistir por el profesor Kaine! No puedes hacerle esto!"

Ha llegado un punto en el que le importa menos lo que le pase a ella: No quiere que Kaine acabe en Azkaban, ni tampoco darle la alegría a Bucón de destruir a un buen hombre.

Cuando benes la poción un mundo de posibilidades se abre ante ti, es como si todo el conocimiento del mundo entrara en tu cabeza en cuestión de segundo.

Es como si algo hubiera despertad en tu mente, en definitiva la sustancia es poderosa y peligrosa, en especial en manos de un legeremente.

Con tu nuevo conocimiento atas firmemente al profesor quien aprovecha para lamer tu rostro de forma lasciva mientras se deja atar, luego procedes a volcar el caldero destruyendo así el trabajo de los últimos diez años del hombre.

Sin embargo, cuando intentas escapar, te das cuenta que la puerta está sellada mágicamente.

"Esperame aqui, mi amado" susurro con un tono que entremezcla una pesadísima respiración, imitando a un duo de cantantes conocida por ser muy sensuales en sus actos "Pues voy a volver con algo más incómodo, pero mucho más funcional"

Y dicho esto, me acerco para besarle... en la nariz, justo en la punta de la nariz. Y le venda los ojos. Todo muy sugerente (O eso pienso, imitando a las actrices de las telenovelas en este absurdo intento de seducción)

"Locomotora"  conjuro contra la puerta
Y cuando no se abre, me doy cuenta. Los nervios, el miedo y la presión me han hecho una mala pasada. Pero por suerte el peligro parece que ya ha pasado mayormente

"Alohomora"

Por más que lo intetas, la puerta no se abre, sabes que had ejecutado bien el hechizo porque el pestillo salta con un sonoro clack, pero la puerta sigue sellada.

"Mierda" pienso "Tiene que haber alguna forma, un hechizo que abra la puerta. Si tan sólo supiera cual puede ser. Si tan sólo pudiera saber...."

Sólo entonces caigo en la cuenta. Y no puedo resistirme.

Saco mi varita, la alzo hacia el cielo, y  pienso

"Por el poder de Grayskull... YO TENGO EL SABER"

No te cuesta trabajo reconocer el hechizo, sin duda ae trata de fermaportus, un encantamiento potente, tal vez Finite Incantatem baste para romper el encantamiento.

Annihilare sin duda lo haría, pero es muy complicado para ti.

Cada vez más nerviosa, intento el hechizo una y otra vez

"Fi... Fi... Finite Incan...:"
"Finite incantatem"!

Y entonces, si abro la puerta trato de salir de ahi, primero por piernas y luego en cuanto vea algo de aire libre, tomando la forma de pajarraco -¡No quiero que me vean el rostro de nuevo!-

Tras un agitado vuelo llegas a tu habitación y te recuestas a descansar, bastante agobiada por lo ocurrido esta noche.

Tras un tiempo que ha parecido eterno, vuelvo a pasear por el castillo.

Habia tardado mucho en perder el miedo, un miedo que me impedía moverme, y ser una mujer normal. Un terror nacido a raiz del ataque al Instituto Warren. Un miedo que la volvió a golpear ahora que sé que el profesor Cain es tan sólo un animal hambriento, y que la presa soy yo.

"No se que puedo hacer" pienso mientras camino por los pasillos del viejo castillo "En el momento en que me vea, usará Legiremens y estaré acabada. Necesito alguna forma de poder defenderme de eso... y la necesito YA"

Paseando por las galerías del castillo, llego a la conclusión: Necesito un talismán, o algo, de Occlumens. No puedo arriesgarme mucho más tiempo.

Un nuevo periodo vacacional llega a su fin y los ánimos en la escuela están bastante caldeados, la dierctora McGonagall se se bastante adusta.

Por su parte, el fantasma de Severus Snape hace también su aparición en el comedor y tras comentar algo con la directora se marcha del lugar con la altiva expresión que siempre lo caracterizó en vida.

Las noticias traídas por el fantasma parecían ser aciagas,  pues el rostro de la directora se endurece lo que se traduce en el siguiente discurso de bienvenida.

Jóvenes acabo de recibir noticias bastante preocupantes, las fuerzas de Voldemort parecen estar preparando otro asalto contra el Ministerio, por lo que se vienen tiempos bastante oscuros.

Hoy más que nunca Hogwarts y el mundo los necesita, levanten sus manos y varitas con fuerza porque las fuerzas del mal quieren destruirlo todo y dependerá de cada uno de nosotros evitarlo.

Hogwarts siempre ha sido un bastión de luz y esperanza y ahora más que nunca debe volver a serlo en honor al legado de grandes hombres como Albus Dumbledore, Harry Potter, Severus Snape y muchos otros. - los arenga la profesora antes de volver a tomar asiento.

Entrar al castillo fue sencillo, llegar al tercer piso, en donde se encontraba el aula de transformaciones, eso sí que plantearía un verdadero reto para ustedes, el camino hasta las escaleras que conducen al segundo piso estaba relativamente despejado, pero el hall de la escalera estaba resguardado por un enorme minotauro con cara de muy pocos amigos.

La criatura parecía estar lista para cornear a cualquiera que se acercase a las escaleras, la única opción era deshacerse de él rápido o bien podrían tomar el hall de las escaleras principales el cual estaba lleno de un denso humo negro que no les permitía ver más allá de un palmo frente a ustedes.

Antes de decidir por uno o por otro, intento analizar la situacion

"Somos magos y brujas ¿No? Se supone que somos los listos del grupo. Eso de entrar rugiendo y disparando se lo dejamos a los Garou"

Asi pues rebusco mi conocimiento para intentar encontrar alguba pista acerca de que es la niebla, y de fuerzas y debilidades de los minotauros

- Quizá podríamos deshacer la niebla con algún hechizo como Mytrandir o podríamos atar al minotauro con Incarcerous- dijo Freddy valorando las opciones-. Creo que si Mytrandir funciona con esa niebla espesa podemos pasar arriesgándonos menos por esa zona.

No estaba seguro de que era lo que se ocultaba tras la niebla. Quizá el peligro fuera peor que el minotauro...

Viendo que los patronus exorsionaron el castillo casi al completo Kat suspiro tranquila, lo que le hizo marchar con orgullo dentro de territorio enemigo.

Mientras iba adentro con sus compañeros un espantoso sonido del motor de una sierra eléctrica iba yendo de un pasillo a otro, no iba sola sino que Kat pudo ver de reojo a Pevees que la montaba y daba gritos eufóricos semejantes a los de un vaquero cabalgando. En eso se oyo de lejos:

-EHH PRECIOSA, AHÍ HAY OTRO.-Grito el Pottergeist con malicia.

El ente señalo a un demonio menor muy herido que trataba de huir sin hacer ruido, la Sierra espectral rugió con sed de sangre y voló a toda velocidad para matarlo. El demonio se puso a correr como podía y viendo una puerta sin pensarlo se metió. No paso ni un segundo ahí cuando la sierra partía la puerta con ferocidad homicida, le hizo un boquete y se metió para solo oírse los gritos desgarradores del demonio mientras la sierra rugía en un tono suave semejante a un ronroneo mientras le desmembraba parte a parte. Solo con oír tan horrenda carnicería Kat no pudo sino sentir pena por la muerte tan espantosa de ese demonio perdido, se percino y dio un rezo corto por la victima de la justicia que rayaba en lo perverso del Patronus de Jackie.

Kat no se consideraba una santa, su patronus iba dirigiendo la marcha con su hocico chorreando de sangre demoniaca y habia tenido su cuota de batallas, al punto que era mas un fantasma apunto de desvanecerse en el ether. Esta imagen le hizo recordar lo que le pasaba en esos momentos del mes y sumados a una inoportuna la luna llena, su forma animaga se ponía frenética y salvaje llevándola a cazar y matar animales hasta cansarse. No era mejor que ese patronus salvaje que ahora perseguía a un diablillo volando por la izquierda, una bestia. -NO-se dijo-Yo tengo el control, no la bestia.-Se dijo a si misma.

Pronto llegaron a la estancia donde el Minotauro les bloqueaba el paso. Kat vio a sus amigos y les dijo:

-Hay que sacarlo de la estancia.

Rapidamente apunto a la bestia y conjuró:

-Iridium.

Me encojo de hombros

"Bueno... yo prefería ver cuales son nuestras opciones, Kat!"
"¡A ver, porque no sea humano, no significa que tengamos que atacarle, caray!" efectivamente, aunque no sean humanos no tenemos que dispararle a los elfos domésticos, ni a los goblins, ni tampoco a los republicanos. A los psicólogos tal vez si.

Como sea, me detengo, con la varita en una mano y mi querido patronus en la otra, tratando de recordar cuanto sé acerca de estos seres -y de la niebla-
Quizá sea tan sólo una criatura embrujada, y lo único que necesite sea romper un conjuro. O lo mismo es un monstruo irredimible y tan sólo necesita que le meta una granada en la boca y una pattada en el pecho