Partida Rol por web

Freddy llegó bastante despierto a la primera clase del día. No había desayunado demasiado y eso hacia que sus reflejos fueran demasiado lentos. Cuando llegó la pregunta no estaba preparado y, a pesar de que sabía cual era la respuesta, su compañera la respondió antes.

No importaba, el resto de la clase fue bien y cortó correctamente la planta sin demasiado problema. Herbología no era la clase que mejor se le daba pero estudiar estaba dando sus frutos y eso hacia que se sintiera orgulloso.

Tras el desayuno tocaba herbología, la dichosa herbología. Cada clase tenía su utilidad, no lo iba a negar, pero me resultaba difícil entender a las plantas normales, como para entender aquellas con propiedades mágicas, por lo tanto cada vez que la veía en el calendario, sentía un gran desasosiego y únicamente deseaba que acabara rápido. Por lo que cuando el profesor anunció que iríamos a un nuevo invernadero, fui incapaz de reprimir una queja.

- Nooo...

Aún así mi queja fue en balde y pronto nos vimos obligados a emprender el camino hasta una cueva, donde la a juzgar por las palabras del maestro, nos jugábamos el suspenso durante tres semanas, algo inadmisible incluso para mi que tenía pocas esperanzas de sacar nada de esta asignatura.

Esa determinación por no acabar cagándola, me hacía estar en tensión, por lo que en cuanto Longbotton preguntó sobre la Tármica, rápidamente levanté la mano para responder e inmediatamente la bajé, consciente de que desconocía la respuesta.

- No lo sé, lo siento profesor.

Admito con igual rapidez antes de pasar a escuchar las respuestas sobre la naturaleza de esa planta. Por lo que escuché, resultaba muy útil, incluso sin necesidad de usarla para propósitos tan... ¿nobles?.

No, esa no es la palabra.

Reconozco evitando pensar en el tema y poniendo con la clase práctica. Iba a necesitar de toda mi capacidad de estudio para realizar el corte correctamente, tanto que incluso cuando lo realicé no supe si lo había hecho correctamente, pues necesitaba la confirmación del profesor para cercionarme de que no me había pasado.

Yay! Por una vez, Javkie se la sabe!

Con el diffindo se queda cerca, muy cerca. Cadi al limite de hacer un corte perfecto

"Uy... porfi. Ayuda!" Dixe sostendiendo la varita para mantener el corte

"Achillea Ptármica, conocida en USA como Sneezewort o Sneezeweed. Es una planta nativa de Reino Unido que puede ser tóxica para el ganado, y provoca alergia en alunos Muggles. De ahi su nombre, hierba de toser"

"Y se puede usar en la pocion de Confusion, jubto con la Coclearia y el levístico, u apio de monte"

Quiza losmcompis se sorprendan ¡Jackie ha respondido a una pregunta Y LO HA HECHO BIEN!

Martes tocaba herbología, la verdad es que no era tan buena como Allison en esta materia, pero me estaba esforzando mucho para poder poner en marcha mi proyecto particular.

De pronto el profe Longbottom nos tomo por sorpresa llevándonos a un invernadero especial el cual me dio un poco de repelus, pues me recordo a la cueva que visite con Allison en mis vacaciones junto con ese pejesapo que trato de incluirnos en el menú.

La calse transcurrió sin problemas al menos hasta que el profe nos pidió hacer el diffindo, pues ese hechizo nunca me había salido bien, por lo que hice de tripas corazón y ante mi propio asombro, eese hechizo que tanto se me había resistido el año pasado, finalmente funcionó adecuadamente.

Bueno chicos, a sido un ejercicio bastante desafiante y los felicito a todos, síganme por favor que necesito un poco más de iluminación para poder llenar mi registro - dice el profesor mientras los conduce al exterior de la cueva.

Una vez fuera de la cueva Neville empezó a llenar su registro.

Muy bien señor Flamel, señorita Darling, si gustan probar suerte de nuevo con la tármica, por favor síganme de nuevo al invernadero, los demás, les recomiendo que descansen, pues según escuché al profesor Bane, la clase que les tiene preparada para hoy va a ser muy desafiante.

La suerte había acabado por sonreírme y volví a superar otra clase de herbología con éxito, por lo que no veía la hora de alejarme de esta cueva-invernadero, sin embargo no podía escapar a toda velocidad, sino que necesitaba agradecerle a Jackie el que me hubiera llevado a la enfermería, así que fui a su lado mientras volvía a sacar el libro de ingredientes y me lo colocaba debajo el brazo.

- ¡Eh Jackie!, Pomfrey me dijo que me llevaste a la enfermería, gracias.

Le digo con celeridad y comienzo a buscar la página dónde me había quedado.

"Es lo menos que podia haber hecho por ti, amiga mia" le dice

"¿Te encuentras bien, ya?"

Asiento a su pregunta en cuanto la realiza.

- Es cansancio mental, debería pasarse si evito forzar mi cabeza unos días - parecía más fácil decirlo que hacerlo - Únicamente debo alterar mi rutina de todas las noches y no toparme con nada que me obligue a esforzarme,
¿simple no crees?

Bromeo como si fuera sencillo cambiar algo que hacía sin pensar o evitar que el destino me pusiera algo en mitad del camino.

Agradecida por la nueva oportunidad Kat regreso al invernadero y fue directamente hacia la planta que le tocó trabajar.

Concentrándose lo más que pudo apuntó a la planta y conjuro:

—Diffido.

La incisión corto la planta de manera perfecta, completando así el ejercicio. Ya de regreso vio que Hellen regresaba de la enfermería, lo cual la alegro mucho.

—Hellen, que alegría que ya estés mejor.

- Si, pero es una pena que no pudiera perderme Herbología - respondo a Kat de buen humor antes de cambiar de tema - Por cierto, ¿qué tal van vuestras clases de runas? ¿Bane os machaca tanto como a mi?

Mientras ingresaba al invernadero para completar el ejercicio, llegó una lechuza y le entregó una carta a Hellen.

Con la ayuda del profesor Longbottom, me resultó bastante sencillo encontrar el punto donde realizar el corte y lo demás solo fue cuestión de usar la varita.

Una vez finalizado el ejercicio me dirigí al lago, pues tenía algunas cosas en las cuales pensar.

Carta:

Ya descubrí como funcionan las runas, pero me va a tomar mucho tiempo desactivarlas, aunque no creo que valga la pena intentarlo, su disparador es muy específico.

Ven a mi despacho para darte los detalles.

Recojo la carta y la leo con atención antes de dejar escapar un largo suspiro.

- ¡Hablando del diablo! - sonrío y hecho mano de la varita - Reinifors - dicho lo cual transformo la nota en una flor de papel que me pongo en el pelo - En fin, luego nos vemos.

Declaro y después comienzo a correr hacia el castillo.

—Bueno, si, pero también he estado trabajando por mi cuenta.—dijo Kat serena, recordando las noches de insomnio que paso estudiando runas en el dormitorio, Bane podía ser un tirano pero el autoaprendizaje era mucho peor.

En eso tanto Artemis como Hellen se fueron al lago lo cual la dejó sorprendida.

—Oigan ¿a donde van?—viendo que pasaban de ella los siguió molesta —Esperen, ¿que esta pasando?

Al ver que Kat se acercaba, me detengo en mi sitio y me giro hacia ella.

Yo voy al lago, tengo algunas cosas en las que pensar, eres bienvenida a acompañarme si gustas venir. 

Ella, pues sabrá Dios dónde va, mientras no se venga al lago, no tendría porque importarme. - digo dirigiendo una mirada de fastidio a Hellen.

La Rubita miraba esto incrédula, no creía que Artemis y Hellen se llevaran tan mal, ahora apenas se soportaban.

—Wow, parece que las cosas no van muy bien con Hellen. Ahora apenas se hablan.

De aquello de que fueran novios alguna vez. Rápidamente fue con Artemis y le preguntó:

—Bueno, no te vendría mal ir acompañado. Tienes la mala costumbre de meterte en todo tipo de "accidentes"

Mientras Mérida se acerca, ves a Artemis alejarse con Kat hacia el lago.

Tengo una idea genial para tu proyecto especial, pero tal vez tengamos que saltarnos algunas reglas.

¿Qué dices Allison? ¿Te apuntas? - pregunta Mérida con una sonrisa traviesa.

- ¿P-proyecto especial..? - musitó sorprendida, la entrada de Mérida la pillaba desprevenida y en aquel momento no lograba caer en la cuenta de a qué se refería su amiga. Pero conociéndola era algo a lo grande. Bue, ya me acordaré. De perdidos al río.

- Hm, por qué no. ¡A ello! - respondió más convencida con tono despreocupado, devolviéndole la sonrisa a Mérida mientras la tomaba del brazo para marcharse juntas, a dónde quiera que dijera ella, claro.

Tomados de la mano llegaís a los invernaderos donde el profesor Longbottom está empezando a preparar todo para una nueva clase.

Ambos sabían que, de todos los docentes, el más acequible siempre fue Longbottom y si alguien podía concederles el permiso que necesitaban era él.