Partida Rol por web

Tras sacar su varita por seguridad, el director coloca la espada en su lugar y la gruesa puerta de madera se abre, dando paso a un viejo despacho. 

Un enorme escritorio de caoba, una pequeña pero bien surtida biblioteca, un fínisimo tintero de plata.

Detrás de la silla hay un tapiz antiguo, tejido a mano, dónde se ve el escudo de la escuela. Sobre el escritorio hay una placa de bronce, en ella se lee: G.Gryffindor

Vaya, no tenía ídea de la existencia de este lugar. Pero parece que se trata del despacho de Godric Gryffindor y miren, aquí está la llave. - dice el director mientras fija su vista en una espada idéntica a la original, la misma que coloca en una estatua igual a la que se encuentra fuera de la oficina.

Bueno señores debo retirarme, al parecer no hay ningún riesgo en este lugar, asì que siéntanse libres de explorarlo con calma. - dice Dumbledore antes de dejarlos solos.

Freddy se sintió impresionado cuando vio el despacho. Empezaba a pensar en cuantos años habrían pasado hasta que otro Gryffindor lo había pisado.

- Muchas gracias por su ayuda - Dijo al director cuando les comentó que se podían quedar solos. Aún tenían muchas cosas que averiguar pero ahora tenían, al menos, una llave para entrar cuando quisieran.

- ¿Por dónde empezamos? - le preguntó a su compañero mirando toda la habitación. No se olvidaba de que el demonio había podido salir de algún lugar de esta zona. Quizá encontraran un portal o un traslador.

Quizá por el escritorio o el librero. La verdad no tengo ídea y no sé si sea correcto husmear entre las cosas de Godric Gryffindor. Pero ya que estamos aquí, no voy a dejar pasar la oportunidad. ¿Qué dices Freddy? ¿Librero o Escritorio?- pregunto con una sonrisa.

Freddy sonrió a su compañero y señalo el escritorio. Sería una gran investigación si averiguaban que era lo que estaba leyendo Grodic cuando dejo este despacho por última vez.

- Empecemos mirando el escritorio y sigamos con el librero, he visto que algunos guardan pasadizos secretos. Habrá que hacerlo todo con cuidado. - dijo el joven Townsend mientras comenzaba a revisar todo lo que había en el escritorio.

Veamos que hay por aquí... - dice Artemis mientras busca entre los viejos cajones

Tras revisar por un buen rato el viejo escritorio de Godric Gryffindor, no encuentran nada de interés. Así que supongo que se dedican a revisar el librero.

Después de rebuscar en el escritorio y no ver nada de interés, Freddy decidió acompañar a su compañero para buscar en el librero. Aunque parecía que la escasa luz que soltaban las antorchas no les dejaba ver nada de interés. Quizá si viniera con ellos algún compañero tendrían más suerte.

Cogió la espada que hacía de llave para la cerradura y pensó en donde podría guardarla para volver más adelante. Quizá simplemente podría dejarla debajo de su cama.

Cuando llegan a la puerta del despacho la encuentran cerrada. Sin embargo, bastó que Freddy pusiera su mano sobre ella y la puerta cedió sin oponer resistencia.

Una vez dentro del despacho, todo está exactamente igual que la última vez, el gran escritorio de caoba frente a ustedes y la pequeña biblioteca.

Detrás de la silla hay un tapiz antiguo, tejido a mano, dónde se ve el escudo de la escuela. Sobre el escritorio hay una placa de bronce, en ella se lee: G.Gryffindor

El despacho por sí solo impone respeto. Camino a pasos lentos, mirando todo arriba a abajo.

Me acerco poco a poco al tapiz. Deslicé en el camino una mano sobre el escritorio de Caoba. La placa reza el nombre de Gryffindor. Deslizo con cuidado mis dedos sobre la superficie, apenas tocando la tela. Es atrayente. Es precioso.

¿La ves pasada qué vieron? - les pregunto, llena de curiosidad. Pero también para saber por donde buscar.

- La primera vez vinimos con Dumbledore, que nos prestó la espada de Gryffindor para entrar. - Respondió Freddy entusiasmado, - pero no encontramos nada que nos pudiera servir... Quizá esta vez, con más ojos, podamos encontrar algo que nos guie. -

Decidió aprovechar que estaban allí para, señalando el librero, empezar buscando allí. Quizá alguno de los libros que había fuera una guía o un diario, como el de Slytherin.

- Quien sabe, igual encontramos un hechizo secreto con el que podamos hacernos invisibles - dijo con una sonrisa.

Creo que conozco unos se llama evanesco, pero no recuerdo dónde lo leí. - respondo mientras ayudo a Freddy a revisar la biblioteca.

- ¿Dumbledore mismo? - pregunté, aunque no con el asombro conque antes preguntaba por todo.

Pasé mis manos por todas las superficies, buscando cualquier cosa, juntura o desnivel que fuera extraño. Repasaba los libros, sus títulos y los pesaba con la mano, buscando cualquiera que estuviera hueco o abriera cual película de Scooby Doo un armario. Trataba de abrir cada cajón, mirar bajo cada alfombra. Incluso levanté el tapiz.

- Propongo hacernos de una capa de invisibilidad, así sea cooperando dinero entre todos. - sugerí, mientras seguía buscando.

Cuando Daphne levanta el tapiz, los animales de las cuatro casas cobran vida y abandonan el tapiz para trasladarse a la pared que había tras este, formando nuevamente el escudo de la escuela, bajo el cual apareció el siguiente mensaje.

"Las puertas se abrirán sólo ante quien demuestre el valor verdadero"

- ¡Guau! Daphne, !lo has conseguido¡ - dijo Freddy maravillado. Por fin encontraban algo en el despacho, aunque fuera un acertijo.

"¿Puertas? ¿Qué puertas?" pensó antes de preguntarle a sus compañeros. Seguramente tendrían que encontrar alguna puerta para abrirla y ya sabían que eran valientes.

- Ahora hay que descubrir las puertas y como debemos mostrar valor - continuó, sacando la lengua.

Me quede  flipando con el descubrimiento de Daphne. Al parecer, apenas si habíamos visto la superficie del problema.

Pues bien chicos, salimos de uno para entrar en otro. Jejeje.

La pregunta sería. ¿Alguna idea de por dónde empezar?

Yiiiiihaaaaa!!!

Estaba buscando bajo el taiz y ahora estoy frente al escucho. Comienzo a tocarlo, buscando a ver si se puede empujar o nos revela una prueba.

La pared es sólida cual roca

- Quizá haya alguna entrada secreta por algún lado. - dijo Freddy pensativo. Pero no sabía donde podía estar el mecanismo que la abriera. - Puede ser que el próximo día podamos descubrir más cosas-.

Aún les quedaba tiempo suficiente para llegar a la última clase del día y, por suerte, el despacho no se movería de ahí.

Bueno Roma no se hizo en un día después de todo. - respondo algo decepcionado por no poder encontrar nada más.

Ahora a Astronomía. - digo con desgano, en verdad no me gustaba esa clase, pero tendría que soportarla sólo hasta el TIMO y luego al fin sería libre de ella.

Vamos chicos, no quiero que nos regañen por llegar tarde. - agrego abrazando a mis amigos con una sonrisa.

Aunque odiaba astronomía, me encantaba pasar el tiempo con mis amigos y eso hizo que el trayecto a la clase se hiciera menos pesado.