Partida Rol por web

Incrédula Kat se tallo los ojos, no podía creer que estuviera hablando con un ángel en persona. Viendo a este ser estaba convencida, DIOS EXISTÍA Y ESTA ERA LA PRUEBA. Por un segundo respiro agitada por la emoción, no podía creer que lo que le habia comentado su Nana era cierto, relatos sobre ángeles, narraciones de guerras beligerantes contra demonios y cuentos sobre el Cristo, el mesías, aquel que podía hacer cosas imposibles como multiplicar la comida, caminar sobre las aguas y hasta revivir a los muertos; cosas que eran imposibles aún en el mundo mágico (hasta donde había estudiado).

Un relato que amaba mucho era aquel en donde el Cristo fue al desierto mientras ayunaba, justo ahí, hambriento y famélico el parecía que iba a morir con cada paso que daba en ese infierno abrazador. El diablo vio aquí una oportunidad y envió varias hordas de demonios de la averno para que tomaran si cabeza. Es aquí cuando el cristo solo con sus manos y sin dar un paso atrás en su marcha acabó con las huestes infernales; al final de 3er día el Mesías seguía su caminata dejando tras de si un gran cementerio de demonios destrozados, volviendo ese desierto en un sitio tabú, que del hasta ellos tienen miedo de ir.

Recordar semejante historia hacia que Kat se le enchinara la piel de la emoción. El Profesor Bane, su tío, tenia razón. Eso significaba que también los Apóstoles, los Santos, los Caballeros Templarios y muchos mas de los que le había mencionado su Nana fueron héroes que lucharon y murieron en una guerra sin fin contra los demonios. Por mucho tiempo pensó que eran sólo eso, relatos inventados por su Nana.

Intentando mantener la compostura Kat se recargo en uno de los postes de la cama mientras respiraba con agitación. No lo podía creer.

—Entonces ¿Es cierto? Lo que dijo el Profesor Bane es cierto. Soy una Nefilim, también el. Esto es imposible.

Mientras intentaba negar los hechos vino a su mente los ataques de los demonios al Colegio y los diablillos, como mas de una vez ha estado al borde de la muerte y por algo que solo puede describir como un milagro se ha salvado ¿era simple coincidencia?, No era posible.

—Ya veo, es por eso que me salvado de morir mas de una vez, es por que Dios me estaba cuidando.—dijo así para alivio suyo. Su Nana le había dicho que Dios la cuidaba y eso había resultado ser cierto. —Querubín, muchas gracias.

Fue lo que dijo completamente conmovida, ahora con sólo verlo ahí ya había resuelto muchas dudas que tenia en su vida. Feliz por este hallazgo se paro frente al ser querubín y preguntó:

—Querubin ¿por que los Nefilim están en el mundo?

El rol de los nefilim es proteger a la humanidad contra los demonios, quienes día a día tratan de arrastrar al infierno a los humanos.

Ustedes son el resultado de una antigua transgresión que se convirtió en una luz de esperanza para los mortales.

Cuando Raziel se enamoró de aquella mortal, la historia de los nefilim dio inicio. - responde el querubín en tono formal.

Kat escuchaba atenta la explicación del Querubín, era bastante similar a lo que le dijo el Profesor Bane, sólo que un poco mas extendido. Una vez pausó la narración la Rubita alzó la mano cual si estuviera en clase y preguntó:

—Se oye bastante similar a como se formaron los Nefilim en el los días de Noé ¿que diferencia hay entre nosotros y los Nefilim malos del génesis?.

Aunque lo decía con relativa calma Kat tenía miedo, miedo de ser como aquellos híbridos perversos que hostigaban a la gente inocente, engendros que provocarían la ira de dios y degenerando en el diluvio universal.

Ustedes tienen un propósito ellos no, sólo eran almas descarriadas. - responde el querubín con tranquilidad.

—¿Que quieres decir con "descarriadas"?. Si, eran gente muy mala pero sus vidas debían tener valor.

Dijo Kat asustada. Su Nana una vez le dijo que todas las vidas tenían valor y que contaban con libre albedrío, don exclusivo de los mortales y ajeno a los seres celestiales.

Toda vida es valiosa para el Creador, pero él no es alguien que guste de las malas acciones o del sufrimiento, por ello, todo aquel que cause sufrimiento a otro recibe su castigo.

Eso le causa un profundo pesar al padre, pues ve en esas personas a ovejas descarriadas que han pervertido por si mismos su propia existencia, mientras, él sólo puede observar desde el Paraíso con mucho pesar. - responde el querubín apesadumbrado.

—Ya veo.—Dijo con pesar.

Kat se lamento por aquello, que el creador buscará la felicidad de todas sus creaciones pero a la vez casi no fuera capaz de intervenir debido a las muchas limitaciones que se autoimpuso. Mientras pensaba en eso recordó que el ente le dijo que Dios miraba toda la existencia desde un paraíso, cosa que se le hizo fascinante así como extraña, su Nana le había contado que Dios como todo gran monarca miraba todo desde un trono en una inmenza corte de escalas cómicas. Desde el consejo de los 48, el escriba Methatron, las 4 criaturas vivientes que le adoraban así como le protegían, el Mesías que estaba a su diestra entre otras cosas mas; casi todos sentados a su vista lo que era un gran honor en la corte del creador. Semejante sitio contemplaba el pasado, presente y futuro del todo y era el sitio donde se tomaban las máximas decisiones.

Temerosa por la respuesta alzó la mano otra vez y preguntó:

—¿La corte de Dios esta en un paraíso? Eso es increíble. Yo pensaba que estaban en sitio cósmico increíble y más alla del el tiempo. O bueno, eso decía mi Nana.

Jueves, en la mañana.

La Rubita se paro como era su costumbre, se baño e hizo el aliño de siempre quedando lista para el día. Dio una caricia a Atoli y le dio una galleta de lava.

—Buena chica.—elogio a su mascota.

Hecho esto se puso su túnica y salio hacia el comedor.

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En todo ese tiempo Kat estuvo practicando con los hechizos del libro.

Lihifors y Onmipelta fueron razonables y pudo aprenderlos de manera fácil. En cuanto a Targuerian ese fue mas complicado, el hechizo demandaba extrema concentración, visualizar un constructor en tu mente para darle forma al muro y el revez de muñeca en la parte final de la pronunciación era complicado de hacer, casi como si le torcieran la muñeca. Respiro profundo, hizo flexiones en la muñeca y pensó con fuerza en una imagen de la antigua y poderosa ciudad de Mac'anu, hizo ese revez de muñeca y conjuro:

—Tanguerian.

Un imponente muro de cristal se apareció ante ella, tan prístino y radiante como los colores del arcoiris y mas traslúcido que el agua de un arrolló.*

El único que no pudo dominar y que se le hizo insufrible fue el Exultant Daemonis Exortias, una magia de ataque que no era para atacar, un hechizo que requería liberarse del deseo de lastimar a un oponente; una magia que requería de absoluta compasión y un fuerte sentido de justicia. Así decía ese libro. La Rubita lo veia imposible, en las clases de duelo a Kat se le había enseñado que la varita era también un arma, un arma capaz de lastimar a otros y podía ser peligroso, ¿como usarla para mostrar compasión?.

En ese tiempo fue con el Profesor Bane y preguntó sobre ese hechizo, quizás el podría ayudarle a dominarlo.

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Después de descansar un poco la Rubita siguió practicando el Exultant Daemonis Exortias. Aún le era imposible, no importaba cuanto despejara su mente el solo tener la varita en sus manos le provocaba esa sensación de poder lo cual obstruía la claridad de su mente.

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Nuevamente Kat siguió practicando esa magia tan distante. Esta vez intento algo distinto, no pensar en absolutamente nada, realmente eso no ayudó pues la magia no pudo tomar forma ni siquiera pudo canalizarla.

Se limitó a seguir revisando el hechizo. Quizás mañana fuera con el Profesor Bane y le pediría consejo.

—Rol libre.

Una vez acabó con herbologia Kat regreso al dormitorio y se aseguró que nadie estuviera ahí. Cerro la puerta y saco el libro de su padre junto con un par de pergaminos.

En su tocador personal que uso a manera de escritorio la Rubita se puso a trabajar en las runas que venían en el libro. La más chunga era la de invisibilidad ya que pedía un giro y un revés que se hacían exagerados, arruinando así 1 pergamino entero de intentos.

Las siguientes, Visión y Vínculo, fueron mas accesibles, fluyeron de la tinta al pergamino con suavidad. En cambio penetración fue igual de insufrible que Invisibilidad; pero esta vez no la iba a dejar a medias como la anterior, batalló por darle forma a aquella runa con la misma suavidad pero esta no quedaba, necesitaba trazos más duros y firmes, aprendido esto ultimo fue así que pudo darle forma a la Runa. Por fin domino la runa Penetración.

—Despues del Lago.

Kat regreso bastante molesta, ¡¡no podía creer que sus amigos quisieran utilizarla así!!.

Cerro la puerta y se dispuso a continuar con la investigación de las runas. Estuvo horas trabajando en el trazo de esa runa, delineando cada curva y cada revés, así estuvo por un largo rato.

El trabajo fue infructuoso, sólo eran pergaminos garabateados y con rayones irreconocibles, nada menos que una runa mágica. Curiosamente a Kat esto no la enojo, sino que esto se le hizo relajante, parecía que la frustración que sentía se había ido en la tinta que ponía en la pluma sobre el pergamino.

Estiró los brazos sobre su cabeza y se paro para estirar su espalda hasta que tornará. Tiro los pergaminos a la basura y de ahí se fue a tomar un baño, necesitaba relajarse más después de tan mal día.

Cuando sales de la ducha, escuchas un grito en la habitación, la voz es la de Jane.

Largo, dejenme en paz. - luego logras distinguir un fogonazo al otro lado de la puerta.

La Rubita estaba muy contenta dejando que el agua caliente de la ducha se llevaba todos sus problemas. Mientras enjabonaba su largo cabello escuchó un grito de terror del otro lado de la puerta del baño:

—JANE—gritó Kat espantada.

Con su amiga en peligro la Rubita salio a toda prisa, pero el piso mojado la hizo tropezar y se enredo en su bata de baño mientras intentaba ponersela por la prisa. Cuando se hayo visible salio descalza y con el cabello a medio enjuagar y conjuro sobre ella y sobre Jane:

—Talguerian.

Un muro de cristal radiante cubrió a ambas protegiéndolas de todo daño. Lista y con varita en mano para enfrentar a lo que sea.

Al salir del baño, ves a Jane sobre su cama junto con Su y Atolli, ambos fénix haciendo vuelos rasantes al piso mientras una masa negra se retuerce pero no deja de avanzar, al menos hasta que tu pones tu muro en medio.

Recién en ese instante te percatas que la maa negra está conformada por un enjambre de arañas que intenta escalar tu muro sólo para ser calcinadad por la energía mágica del mismo.

Tras varios intentos fallidos, el enjambre finalmente retrocede mientras una muy conmocionada Jane te abraza con fuerza.