Partida Rol por web

El conjuro de Jackie impacta de lleno y una estatua viviente se precipita de cabeza desde el quinto piso del castillo hasta la parte baja de la caja de escalera dejando un gran desastre en la zona de impacto.

La cabeza del pobre infeliz explotó como una sandía al caer desde una gran altura tiñendo todo de rojo.

Dale

El golpe fue tremendo y aún así tuve que dar gracias de que no ser alcanzada por algún encantamiento errado. Sin embargo, ahí no quedaban mis problemas, porque pronto un millar de escombros se me vinieron encima obligándome a buscar refugio.

Siguiendo el ejemplo de Jackie, apunté al único que quedaba para evitar que escapara.

- Petrificus totalus.

Después de esto, lo hubiera conseguido o no, me precipité hacia las escaleras con la intención de bajarlas.

- Debemos ir a ver donde están Kat y Hellen, estoy preocupada por ellas.

Luego de que el último invasor cae al vacío escuchan un grito que viene del primer piso, al dirigir su mirada hacia el origen de la voz, ven a Hellen en una carrera mortal por evadir una lluvia de escombros.

Por fortuna para Hellen, sus reflejos logran ayudarla a escapar de la lluvia de rocas aunque no logró salir ilesa del lugar, pues una de las rocas explotó al chocar con el suelo, lanzando varios fragmentos en el área, uno de los cuales impactó en el brazo izquierdo de Hellen fracturándolo.

Tras oir el grito, la primera en asomarse es Jackie, y ve que la compañera, la estrella de Slytherin, ha sido malherida

"¡Hellen!" exclama, casi sin aliento y sin gran posibilidad de pensar en otra cosa "Voy allá abajo ¡Espera!"

Durante la carrera, intenta evitar mirar el desastre que ha hecho, intenta no mirar al pobre mortífago, al que ella ha matado. Una parte suya está torturandose por haber arrebatado una vida, pero la otra parte, la mas fria y práctica, le deja clara una cosa: Si no se apresura, o si se distrae, las cosas serán peores

Rápidamente, le inmobiliza el brazo con el hechizo Férula, y le recoloca y le cierra las heridas con Episkey. Un hechizo que ha practicado y mejorado bastante

"¿Estas mejor ya? Por favor, aguanta Hellen" dice ajena a otros posibles peligros. Los compañeros, las gentes que protegemos... ellos son lo primero

Freddy, malherido señaló una figura en la parte baja de la escalera.

- Creo que es el profesor Longbottom-dijo con sangre brotandole de la boca-. Comprobad si sigue vivo, por favor.

No sabía que más les podía suceder, pero la muerte del profesor era un mal presagio.

Kat había cumplido su labor, era un trabajo excelente. Ya se disponía a regresar cuando un estudiante llamó su atención buscando ayuda. Era mas que raro, hasta donde sabía ese pasaje conducía a un casa vieja en Hosemade y era cuidada por recientemente finito Aberfort Dumbledore (RIP), por lo tanto debía estar bastante perdido o era la trampa mas obvia de todas. Lo tomó con diplomacia.

—Chico el Castillo este hecho un caos, da media vuelta y ponte a salvo en Hosemade. Deja todo a los profesionales.

Dicho así agarró carrera y se fue, si fuese un enemigo le costaría romper las protecciones de Hellen y su magia divina, la cual solo magia demoníaca o magia divina podrían sortear; y si fuese un alumno perdido le dijo que hacer, lo cual era no intervenir y ponerse a salvo.

Mientras Jackie atendía a Hellen, Allison ayudó a Artemis a volver en si, para luego conducirlo escaleras abajo.

Por su parte Jane ayudaba a Freddy a ponerse de pie quien señalaba a una persona que yacía tendida en una escalera un nivel abajo, dicha persona era el profesor Longbottom, quien había caído defendiendo la escuela.

Súbitamente una carcajada os hiela la sangre mientras que la imagen de Samantha aparece ante ustedes anunciando la caída de la puerta principal invitándolos a rendirse

El chico se abalanza sobre ti con una furia asesina y una velocidad inhumana, sin embargo, cuando llega al campo de acción de las runas, las mismas que brillan con furia.

Tan pronto el chico alcanza la protección rúnica este se vuelve polvo, cubriendote de pies a cabeza.

Tras el incidente corres escaleras arriba, mientras la risa maniaca de Samantha inunda el lugar.

¿Quién iba a contar con que los escombros estallaran? ¡Ni que fueran malditas bombas! Aunque si no me hubiera estampado contra la columna tampoco habría estado en el suelo y no habría acabado herida.

¡Maldición!

Pensé rabiosa mientras oía la voz de Jackie llamarme desde arriba. Definitivamente era una suerte contar con gente y, confirmando aquella idea, la chica pronto me arregló el brazo y sanó mis heridas. Quizás para nada.

- Gracias.

Mascullé aún con cierto orgullo, pero cuando Riddle apareció, mi expresión se tornó totalmente sombría. Quizás ella no estuviera en la puerta principal, pero no tenía más caminos.

- Voy a matarla.

Mascullé y saqué la redoma de poción dorada que había estado guardando y me la bebí de un trago.

Aunque ella iba a tratar de atender al pobre profesor, algo la distrae, totalmente.

Lo contempla.

Ella sabe que de algun modo, esto no es real.

Que en verdad aun es una chica de 16 años, soñando en Hogwarts

Estamos en el 2016. Obama es presidente. Hogwarts no está bajo asedio.

Y que la que está delante suya no es realmente Samantha Ryddle, la que destruyó el institito Warren y causó un baño de sangre con tantos amigos, valiosos e irremplazables. Con tantas vidas que no volverán y que se perdieron por su ansias asesinas

Jackie lo sabe... Y NO LE IMPORTA

Recuerda a tantas gentes, a Kenny, a Leomon, Krillin, Craigg, Jean G... toda la gente del instituto Warren que no lo contó.

Y algo la posee. Una furia fria. Al contrario que un Berseker que aulla y babea, sólo piensa en acabar con ella antes de que acabe con más gente.

"Samantha Riddle. Eres el peor ser de la creación" dice con un tono de voz más propio de una máquina que de una persona "PETRIFICUS TOTALIS" Y por una vez, no hace ninguno de los lios ni mete la pata como suele hacerlo. Dispara directo al corazón de la bruja.

"Demonios, más problemas" pensó Freddy cuando escucho a Samantha.

Aún con sus heridas debía ayudar a sus compañeros a derrotarla.

- ¡Gladii pluvia!- pronunció sin dudar. El hechizo brotó de su varita lanzando un montón de agujas a su enemiga.

Esperaba que el daño fuera tan grande para ella como el que les había causado atacando su escuela.

Vuestros conjuros atraviesan el cuerpo de Samantha sin hacerle daño, al tiempo que su imagen se desvanece.

Mientras tanto Kat llega a su posición, y ve como Hellen echa a correr hacia la entrada principal cuando una gran explosión remece el castillo.

Mientras corres hacia el vestíbulo, un extraño presentimiento te insta a ir hacia el embarcadero.

"Magia de ilusión ¡Maldita sea!"  digo pateando el suelo, que no tiene culpa de nada "Pero un hechizo así no se lanza tal cual. Debe de haber un conjurador cerca, que nos ha hecho creer que ella estaba aquí"
 

Entonces mira a sus compañeros, más astutos, inteligentes e instruidos que ella

"Hellen, durante nuestro último combate hiciste un conjuro, disillusio, que te hizo invisible ¿Crees que existe un conjuro opuesto?"
"Uno que revele lo invisible ¡Porque sin duda, alguien nos ha embrujado a todos aqui, y quiere distraernos!"
 

Conforme corría hacia la entrada me detuve como si me hubiera quedado sin fuerzas, aunque no por las palabras de Jackie, sino por otra cosa. De hecho, ya no parecía tan enfadada y cuando respondí lo hice relajada en extremo, casi como si estuviera en una nube.

- Es un hechizo de mensaje... Todos los del castillo... Lo habrán oído...

Luego de esas palabras cambié de rumbo hacia el embarcadero, aunque ya no corría, en lugar de ello iba dando saltitos como si fuera una niña de seis años paseando alegremente, lo cual no encajaba precisamente en la mujer que era ahora y ni siquiera en la adolescente de segundo que realmente era.

Freddy bufó mientras veía a su amiga convertirse en una niña alegre. Pensó en que era lo que había bebido, por si podía ser peligroso y, en cualquier caso, no dejaría que fuera sola a un enfrentamiento.

-Yo te acompaño-le dijo a su compañera.

Sabía que no estaba en la mejor de las formas, pero ella tampoco y no creía que debiera ir sola al encuentro de su enemiga.