Partida Rol por web

Viendo que la mayoría se habían puesto de acuerdo con ella ahora tocaba ponerse a trabajar. Kat puso atención a la explicación de Dominique mientras imitaba los giros de muñeca. Ahora tocaba intentarlo otra vez, apuntó al banquillo quemado y conjuro.

-Wadiwasi.

Solo sonó ese molesto sonido de trompetilla. Sintiéndose un poco alicaída Kat se recargo en la pared, miró a los demás y preguntó:

-¿Alguien tiene algo para romper esa puerta?

     " Tienes razón amigo, no nos desanimemos y preparemonos para enfrentar a esa sombra, alguien tiene alguna propuesta de como hacerlo?   Porque nunca me he enfrentado a una ... sigamos entonces ...  "    

      Dijo la niña francesa en inglés  después de su segundo inutil intento, antes de comenzar a subir la s escaleras atenta con la varita preparada

Conforme suben las escaleras, tienen la sensación de estar bajando, esta extraña sensación dura a penas unos minutos.

Cuándo terminan de subir la escalera se encuentran un largo pasadizo alfombrado, al final del mismo hay una habitación con la puerta abierta, desde el interior de la misma emana una voz un tanto familiar para la gran mayoría de ustedes, luego un grito y finalmente silencio.

Al ingresar a la habitación encuentran a Artemis sentado en el suelo con la varita lista para combatir, la habitación es realmente enorme, esta tiene las dimensiones del piso inferior, todos los muebles están destrozados.

El cuerpo de Artemis evoca un aura oscura, pero su mirada está totalmente ausente, su ropa está hecha girones, su rostro presenta un profundo corte a la altura de la ceja izquierda.

Sea lo que sea que haya sucedido en esa habitación, es evidente que el Gryffindor había dado pelea.

Extrañamente no corrí al escuchar la voz de Artemis, pues mis sospechas comenzaban a confirmarse. En su lugar, avancé con cuidado por el pasillo alfombrado hasta penetrar en la destrozada habitación y descubrir al chico herido.

- ¿Artemis?

Pregunté con la varita levantada sin llegar a avanzar. Necesitaba confirmar que se trataba de él y no otra ilusión sombría, o el demonio intentando engañarnos con su forma.

Está claro que mis ataques consiguen dañar a ese demonio, pero éste todavía mantiene su presa con las cadenas a Janelle que es incapaz de liberarse.

- Empiezo a pensar que todo lo que tienes de feo, lo tienes de tonto, ¿sabes? ¡Exordio! - le lanzo otra bola de luz dorada - Eres incapaz siquiera de rozarme a menos que te centres en mí.

Mientras Jane se tansforma en una ardilla, las ataduras alrededor de su cuerpo se liberan y la joven Ravenclaw logra escapar de su captor, quién intenta golpearla con sus poderosas cadenas, al tiempo que Mérida descarga un tercer proyectíl de fuego sacro sobre aquél impío ser que grita de dolor mientras es consumido por las llamas.

Aunque el demonio estaba vencido, el peligro estaba lejos de terminar para Jane, quien no es lo suficientemente rápida para evitar un potente cadenazo del demonio, el cual la arroja lejos causándole múltiples fracturas a su pequeño cuerpo que impacta violentamemte contra la pared antes de recuperar su forma humana. 

La respiración de Jane es muy lenta, pues sus lesiones son muy severas. 

Sin embargo cuando todo parecía perdido para la joven Ravenclaw, un Águila blanca llega hasta ustedes emanando un tenúe resplandor, al tiempo que una voz femenina llega a sus oídos.

Resistan mis niñas, resistan por favor que ya estoy ustedes.

Cuando Hellen pronuncia el nombre de Artemis, el joven Gryffindor responde con la voz más lastimera posible.

¡¡Ayudénme!! Ese demonio no tarda en volver. - clama él mientras estira su mano izquierda hacia ustedes.

Finalmente, mi Exordio logra acabar con ese demonio, pero no antes de que éste lance a Janelle con fuerza contra la pared. Janelle que... que se había convertido en una ardilla... ¿Es que todo el mundo menos yo es un animago? Pero el estado en el que se encuentra Janelle cuando recupera su forma humana, pone ese pensamiento de lado. Hay cosas mucho más importantes que resolver.

Voy corriendo para ponerme de rodillas a su lado y examinar su estado. Si estuviera aquí Allison... Ella llegó a dominar ese hechizo de curación... Le sigo dando vueltas a alguna idea acerca de lo que puedo hacer cuando llega un águila blanca brillando levemente. Por instinto y la adrenalina bombeando por mis venas, alzo la varita apuntando hacia ella, pero la voz tranquila con la que habla me inspira la suficiente confianza como para bajarla, aunque, después de lo que ha pasado con la niña encadenado, no acabo de bajar la guardia del todo.

- Por favor, date prisa. Janelle necesita ayuda. - mi mirada se posa en mi amiga, obligándome a poner una sonrisa lo más reconfortante posible - La ayuda está en camino, Janelle. Te recuperarás, estoy segura de ello. El último partido de Quidditch no sería lo mismo, si tu no eres la buscadora a la que venzo. - mi sonrisa se ensancha.

El águila se posa ante ustedes y asume la forma de una elegante y hermosa mujer, quién luego de dar una rápida mirada a la joven bruja, apunta su varita y dice: 

Iratze - para luego dibujar cinco runas sobre el cuerpo de Jane, quién ahora se ve más calmada.

Lamento no poder curarte del todo mi niña, pero aquí, mi poder es muy limitado. Al menos con esto tus heridas samaran, peeo estarás algo débil. - dice ella antes de apuntar de nuevo su varita - Vulnera Sanentur.

Tan pronto el conjuro de Rowena surte efecto, el cuerpo de Jane empieza a emitir un leve destello mientras su respiración se normaliza.

Ahora las sacaré de aquí. - sentencia ella mientras abre un portal y las conduce fuera de la mazmorra.

           Silenciosa Dominique camina tras de Hellen y la cubre con la varita por lo alto atenta a lo que encontraran, pero cuando entra al cuarto donde esta Artemis aparentemente herido y conmosionado sentado sobre una silla la niña francesa mira mas que a el a su alrededor para no perder detalle de cualquier cosa oculta mientras que tratar de iluminar la estancia con el hechizo lumus

A pesar de querer seguir intentado abrir la puerta se había decidido por mayoría seguir por las escaleras a lo que Kat los siguió a paso lento, casi forzado en señal de protesta.

Luego de unos ruidos en el pasillo todos fueron llevados a un cuarto y ahí estaba el horror: Artemis estaba ahí tendido y parecía muerto en una contienda. Al principió la niña quería ponerse a llorar por su amigo de pronto se acordó de haber visto horrores aún peores en sus pesadillas. ¿Era posible estar dentro de un sueño? Por ahora no importaba. Irritada esgrimió su varita con fuerza, apuntado a los alrededores y le dijo a sus compañeros:

-No le hagan caso a esta imitación, en verdadero Artemis no moriría tan fácil. Yo lo se, lo vi pelear contra el mismísimo Harry Potter y casi ganarle.

Esperaba que sus compañeros le hicieran caso, no debían caer en esas provocaciones o el demonio ganaría.

Freddy vio con horror el estado de su compañero. "No, no puede ser él" pensó durante un momento, aunque tenía muchas dudas. Cuando escuchó a Kat hablar se sintió un poco mejor, tenía que ser una trampa del demonio.

- No, no debe ser él - dijo Freddy aún dubitativo.

Cogió con fuerza su varita y conjuro el Finite Incantaten. Fuera lo que fuera, una ilusión o su compañero hechizado, debía deshacerlo.

Al notar que había sido descubierto, el demonio se pone de pié y sonríe con  malicia revelando su verdadera forma.

Al parecer le tienen mucha confianza a ese amigo suyo y he de reconocer que si no fuera por la cooperación involuntaria de ese otro chico, quizá habría presentado más pelea, pero ahora ya está por caer y ustedes le seguirán. - sentencia el demonio mientras las sombras se empiezan a extender por toda la habitación bloqueando la salida.

A pesar de las palabras de mis compañero, me cuesta confirmar que no se trata de Artemis, o por lo menos hasta que el demonio se revela su verdadera forma. En ese momento, lo que nubla mi mente y me impide actuar tan rápido como debería es algo en las palabras del demonio.

Al parecer, había alguien en Hogwarts que había originado todo esto y que, sencillamente, la había cagado a la hora de fortalecerlo.

¿Pero quién habría sido tan idiota? Quizás alguno de los chicos de cursos superiores, pero más parecía el tipo de estupidez que pudieramos hacer alguien de primero.

Reconozco teniendo presente que yo misma había estado a punto de caer en la trampa.

Sus sospechas se hicieron realidad al ver que el falso Artemis se convertía en un espantoso demonio. Kat se puso en guardia enseguida en espera de algún movimiento.

-No se confíen chicos, este tipo se ve mas feo que el atacó el dormitorio de Griffindor.

Al decir esas palabras Kat recordó lo mal que lo paso en esa contienda, casi muere. Pero no había que asustarse, tenia que estar valiente o Jane y Artemis se burlarían de ella.

Pese a lo grave de la situación, cuando el águila se transforma en esa elegante, no puedo sino pensar otra vez en que parece que aquí, todo el mundo se transforma en animales menos yo.

Asiento a las palabras de la mujer mientras empieza a tejer hechizos curativos sobre el cuerpo de Janelle. Entre su presencia y que verdaderamente ha estado ayudando a mi amiga, me siento mucho más calmada. Aunque eso no evita que no aproveche para empezar con la retahíla de preguntas que me asaltan.

- Espera, ¿quién eres? ¿Dónde estamos y qué está pasando? ¿Por qué nos asaltaron todos esos demonios?

Soy Rowena Ravenclaw y esos demonios os están atacando porque alguien atrajo a su señor a la escuela y este simplemente los ha dejado actuar a su libre albedrío. 

No puedo decirles más, estoy muy débil y cada segundo que pasamos aquí, mi espíritu pierde más fuerza. Las respuestas que buscan están en mi biblioteca.

Ahora vámonos antes de que desaparezca. - agrega ella antes de empezar a desvanecerse.

Freddy se preparó rápidamente para luchar con este nuevo enemigo. No le perdonaría que hubiese actuado como si fuera Artemis.

-No te tenemos miedo- dijo convencido.

Aunque si se sentía amenazado por la sombra.

Al final transformarme no había sido una gran idea, aún era novata, pero la situación había sido grave. El golpe que recibí me dejó sin aliento y semiinconsciente. Me dolía todo el cuerpo, las costillas parecían haberse echo añicos y mi cabeza martilleaba como un gnomo tocando platillos. Escuchaba la voz de Merida y un extraño sonido pastoso que para mi sorpresa resultó ser mi voz. 

- Eso no te lo crees... ni tu, voy... voy a ganar para Ravenclaw - dije intentando reír, pero terminé tosiendo ahogada.

Una tercera voz se unió a las nuestras y pude ver una luminosa silueta que volaba con mi visión borrosa. De pronto, algo más comenzó a brillar y empecé a sentirme mucho mejor. Me moví, parpadeé y me levanté con esfuerzo.

- Gra-gracias - dije sorprendida ante la sanación mirando mi cuerpo y después a la hermosa mujer que me había curado. 

Todavía agotada, pero capaz de andar, seguí a la mujer y nos sacó de la mazmorra con un portal. Una vez fuera, Nos explicó lo que estaba pasando. Rowena Ravenclaw, la fundadora de mi casa, pero cómo... no podía ser la misma, eso significaría que tenía más de mil años o que era un fantasma o una inmortal. De todas maneras, no era tiempo para preocuparme de eso.

- ¿En tu biblioteca? Espera... ¿cómo llegamos allí? No pude encontrarlo cuando lo busqué - miré alrededor para ver dónde nos encontrábamos en aquel momento.