Partida Rol por web

Allison se puso en pie de un brinco nada más sentir la voz de Artemis que caminaba hacia ella con cara de preocupación, cuando le preguntó que había pasado la pelirroja notó como se ponía colorada como un tomate, avergonzada.

- B-bueno en realidad... Ha sido culpa mía. L-lo siento.. - admitió desviando la mirada por un segundo, para rápidamente se recuperó pendiente de que el Gryffindor siguiese de una pieza. - ¿Tú estás bien? - preguntó con cara de corderito degollado, revisando a su amigo de arriba a abajo. - No es la primera vez que me pasa cuando intento convertir las piedrecitas en pájaros. A veces lo consigo, otras... - comentó encogiéndose de hombros con una sonrisa de disculpa. 

- Bueno, aunque eso es lo de menos. Me alegra verte por aquí. - añadió ya más relajada, con su habitual sonrisa de siempre. Por fin tendrían algo de tiempo para hablar de lo que fuera que quisiera comentarle Artemis.

¿Se te sigue resistiendo? Quizás pueda ayudarte, aunque siempre que lo hago, las aves terminan lanzándose encima mío, quizás si me enfoco en un ave de presa no me tenga tanto miedo. - digo pensativo mientras saco mi varita.

​Genial otro cuervo. - digo fastidiado anticipando lo que seguía, al tiempo que me cubría el rostro y silvaba llamando a Falcor para que espantara al ave que ya se me venía encima.

Con un rápido movimiento de alas, Falcor espantó al condenadi cuervo antes que se me fuera encima.

Gracias amigo. - digo ofreciéndole una galleta de lava a mi fénix.

Este hechizo nunca me da lo que quiero y casi siempre las aves me atacan. - digo resignado. - En fin a lo que venía.

¿Gustas dar un paseo? Sé que el patio no es muy grande, pero tampoco es que quiera ir muy lejos, sólo lo suficiente como para observar la ventana de la enfermería, después de todo, mis padres están allí arriba y con algo de suerte se asoman a la ventana un momento. - comento esperanzado.

Mamá siempre quiso conocer la escuela, pero siendo quién es, el Ministerio se lo prohibió. En fin.- dejo escapar un suspiro, mientras echo a andar por el patio.

Sabes Allison, en estos días he estado pensando bastante en ti y he llegado a la conclusión de que me gustaría presentarte a mis padres. - digo algo azorado. 

Es que como le caes tan bien al viejo cascarrabias de mi bisabuelo y les he hablado de ti, por el dibujo de mi habitación, pues pensé porque no y aprovechando que los dos están aquí en la escuela ahora, bueno, no tienes que conocerlos si no deseas, pero me gustaría que lo hicieras. 

Sé que te van a agradar, bueno al menos eso creo. - digo un tanto nervioso.

La pelirroja miró marcharse al cuervo con un poco de tristeza, seguro que con un poco de paciencia podrían conseguir que el animal no fuera tan agresivo. Aunque no duró demasiado, pues la llegada del fénix de Artemis hizo que le prestase toda su atención, mirando a la majestuosa ave con ilusión. - Lo tengo medio controlado, sólo que a veces ocurre el desastre. - respondió con tono afable después de que Artemis hablase.  

Ante la propuesta del joven, Allison asintió comenzando a caminar juntos por el patio hasta que pudieron avistar lo que sería la ventana que daba a la enfermería.  ¿Su madre también está aquí? ¿Mm? ¿Prohibido?  Varias preguntas empezaron a revolotear por su mente, pero no quiso interrumpir al chico mientras hablaba, así que se limitó a mirarlo prestando toda su atención, hasta que le propuso conocerlos. ¡...!

A la mención del señor Flamel, la hufflepuff se llevó una mano al cuello sin darse cuenta, bajo su camisa descansaba la gargantilla de plata que el anciano le había regalado el verano pasado. Ya notaba como los colores empezaban a teñirle las mejillas, ¡como para no!

¡Conocer a sus padres! No, no, Allison espera, no es para tanto. Caaaalma, a ver en qué estás pensando.. Son formalidades nada más. Que cosas tienes mujer.  Pensaba ligeramente alarmada, tuvo que notarse en su rostro pues había abierto los ojos como platos, pero después de parpadear varias veces salió de su ensimismamiento, para apresurarse en responder a Artemis, antes de que pensase que no quería hacerlo y ofenderle. - ¡Ah! Uhm... ¿Eso quieres? - preguntó con timidez aunque bien sabía la respuesta, lo dijo más por confirmar para ella misma lo que estaba pasando.

- M-me da un poco de vergüenza, no soy nada del otro mundo la verdad.. P-pero adelante, sí. V-vale. - contestó bajando la mirada azorada, comenzaba a sentirse nerviosa sin saber que iban a pensar de ella, pero si seguía titubeando quedaría como una boba ante sus padres. Antes de que su amigo pudiera replicar, alzó la mirada y reunió todo el valor que pudo para no seguir tartamudeando. - Sólo espero causarles una buena impresión. T-tranquilo, ¿cómo iba a negarme a algo así? - añadió esbozando una tímida sonrisa ante Artemis.

Si pudiste con el viejo cascarrabias, de seguro puedes con ellos, ya lo verás, mi madre es una linda persona, mi padre es un poco más serio, pero que padre no lo es. - digo emocionado.

¿Quieres volver a probar suerte con Avifors? O mejor aún. ¿Podrías enseñarme ese hechizo limpiador que usaste en clase de pociones? En verdad me hace falta, pues últimamente ando cubierto de sustancias extrañas cada dos por tres, pues si no es alguna poción, es baba o alguna cosa similar. - digo recordando el ataque de Peeves.

El entusiasmo de Artemis resultaba contagioso y los nervios de la pelirroja se iban disipando al ver a su amigo tan contento.
- Bueno, la verdad es que yo no veo tan gruñón a tu bisabuelo. ¡Se preocupa mucho por tí! - comentó alegre ensanchando una gran sonrisa, aquel hombre era un ejemplo a seguir y de las pocas veces que había coincidido con este, ya no podía verle del modo que afirmaba Artemis. Además, así podría ver como Flamel padre se había recuperado del accidente.

Cuando le propuso probar suerte con Avifors de nuevo, la pelirroja sacudió la cabeza enérgicamente. - ¡Ni loca! - dijo deprisa, con cierto tono de alarma, era poco probable que volviese a pifiarla pero no pensaba arriesgarse teniendo amigos cerca. Carraspeó un poco, volviendo a hablar esta vez en tono más bajo. 

- Q-quiero decir, mejor en otro momento. Creo que será mejor que practique ese hechizo cuando no tenga gente cerca, por si las moscas. - aclaró soltando una risa, y sobre el conjuro limpiador era otra cosa, nunca había tenido problemas con ese. - ¡Ese si que es útil! Y que lo digas, últimamente le doy mucho uso. Mm.. - se detuvo, recordando que fue Hellen la que se lo había enseñado, y probablemente no fuera buena idea mencionar su nombre con él. No, mejor no. 

- A ver, ¡ahá! Probemos con tus botas, ¿vale? Mira, mueves la muñeca de este modo y.. ¡Fregoteo! - explicó mientras apuntaba con su varita a los pies de Artemis, en las que aún mostraban restos de "batalla" de la clase de pociones. Entonces una sustancia espumosa cubrió los zapatos del joven durante varios segundos, desapareciendo al poco tiempo, mostrando unas botas libres de pringue. No estaban inmaculadas, pero al menos ya no estaban pegajosas.

Genial, así iba, a ver déjame probar. - digo buscando hacia donde apuntar, de preferencia no hacia Allison, pues era la primera vez que lo probaba y no quería que nada saliera mal.

Fregotego. - digo apuntando mi varita hacia mi propia túnica, dejándola limpia.

Gracias Ali, es la mar de útil, no más uniformes sucios por culpa de accidentes de pociones o a causa de tormentas tropicales inesperadas en mitad del pasillo. - comento sonriente.

¿Sabes una cosa? Con algo de suerte y vaya a hacerte una visita en las vacaciones de Navidad, siempre y cuando no moleste a nadie. 

Allison asintió complacida al ver que Artemis lograba el hechizo, como si de una profesora se tratase, lo cual provocó que soltase una pequeña risa al pensar de tal modo. - Eso es, ¡estupendo! ¡Se acabó el frotar! - bromeó risueña. 

Pero.. ¿Eran imaginaciones suyas o el Gryffindor estaba más animado que de costumbre? No es que le molestara, más bien al contrario, pero no tenía muy claro como tomarse todo aquello... Su casa era realmente pequeña, y no es que tuvieran muchos lujos. Aunque quizás ahora que estaba estudiando en Hogwarts sus padres tenían un poco más de margen en lo que a gastos se refería. Eso me recuerda que hace mucho que no les escribo, espero que estén bien.  

- ¿Molestar? No, no, para nada. Aunque mi casa es realmente pequeña... Y a decir verdad, durante las navidades me quedo en Hogwarts, al menos el año pasado fue así. - explicó, aunque no quería entrar del todo en detalles bastaba con ver su rostro preocupado, aunque cuando recordó la carta su expresión se suavizó. - Aunque estoy segura de que mis abuelos estarían encantados de tenernos por allí, llevan bastante tiempo con la idea, ya me imagino la cara de felicidad de mi abuela si te oyera. - dijo sonriente, casi empezaba a olvidarse de todo aquello que le preocupaba hacía unas pocas semanas antes.

Muy bien, entonces pasaremos fiestas en casa de tus abuelos,no creo que haya ningún problema. Ahora mejor regresenos al comedor antes de que Freddy me dejé sin cenar. - digo a modo de broma mientras le ofrezco mi brazo a Allison para escoltarla hasta la puerta del comedor.

La pelirroja asintió esbozando una sonrisa, todo era quizás algo repentino, pero realmente lo pasaba bien en compañía de su amigo por lo que no quiso darle más vueltas. - Ah claro, sí volvamos. - respondió, al ver como el chico le ofrecía el brazo se quedó paralizada durante unos segundos sin saber muy bien que hacer. Uhm, esto.. ¿así?  

Alargando una mano alcanzó el brazo que Artemis le tendía, aunque se sentía un poco insegura. Era un gesto caballeroso, sin duda. Pero nunca antes había tenido un contacto tan cercano y no sabía muy bien como llevar la situación. Decidió no protestar, y se dejó escoltar por el joven gryffindor de vuelta al interior del castillo, procurando mantener sus niveles de 'rojez-tomatil' al mínimo mientras caminaban.

Era obvio que no iba a decir nada en el gran salón con multitud de oídos escuchando, es por eso que me había traído a Freddy hasta el patio antes de que el toque de queda nos hiciera regresar.

Una vez allí, busqué un asiento entre dos columnas, comprobé que no hubiera nadie cerca y me senté.

- ¿Cómo está el?

Pregunto en primer lugar dejando escapar cierta preocupación en mis palabras.

En los últimos días has visto a Artemis un tanto tenso y distraido a partes iguales, incluso en una ocasión lo encontraste sentado en la sala común con la mirada perdida, al parecer estaba trabajando en una nueva runa.

El lunes, lo rscuchaste hablando con Cameron, sobre Allison y Parker, lo que te resultó un poco extraño, pues era como si estuviera intentando tomar una decisión.

La noche anterior Artemis no axudió al dormitorio, lo cual ya era una costumbre en él, pues usualmente trabajaba hasta tarde en la sala común.

De todos modos decidiste ir a buscarlo, pero cuando llegaste a la sala común, te quedaste sorprendido, pues encontrate a Daphne bajando las escaleras con una manta, al parecer ellos dos se habían vuelto un tanto cercanos.

Cuando Daphne te vio, se giro hacia ti, ye hizo una señal para que no hicieras ruido, luego cubrió a Artemis con la manta y le revolvió el cabello sonriendo, para finalmente reunirse contigo.

Las palabras de Daphne se quedaron grabadas en tu mente.

Está demasiado agotado, no sé como hacer para que entienda que no debe cargar todo ese peso sólo, es como si quisiera protegernos a todos, pero es demasiado, aún para él.

Hazlo entrar en razón Freddy, sólo a ti te escucha.

Freddy se sorprendió ante la pregunta de su compañera. La ruptura había sido dura y consideraba que su amigo se había perdido un poco desde entonces pero, extrañamente, no había pensado en como debía sentirse Hellen ante todo eso. Quizá el ser hombres hacía que pensar en los sentimientos de los demas fuera... complicado.

Aún con todo, el joven de los Townsend le debía respuestas a su compañera y, por que no decirlo, amiga. Que hubieran dejado de salir no debía amenazar la cordialidad con la que habían llegado a tratarse en el pasado.

- Está asumiendo demasiado-dijo el Gryffindor pensativo-. Creo que piensa que debe protegernos a todos y se pasa noches enteras en vela. Además...-

Freddy meditó un momento sobre lo que iba a decir y si debía decirlo. Una lucha interna se debatía en su interior.

"Demonios, seguro que ella sabe más que yo de eso." pensó mientras pateaba una piedra. Era cierto que en el pasado Hellen se había mantenido más informada que él sobre los pensamientos de su amigo, así que no tenía ninguna duda de que también sabría algo sobre lo que acontecía por su corazón.

- ... Además creo que hay un triangulo amoroso.- dijo dubitativo en un susurro.

El Townsend no había tenido nunca novia y, después de todo lo visto, dudaba que nunca quisiera tener una, era por ello que no entendía demasiado las relaciones amorosas que otros parecían desear con tanto anhelo.

"Quizá ella explique por que diablos hay tanto lío en la cabeza de Artemis"

El muy idiota...

Dejo escapar un suspiro ante sus palabras. Intuía que una parte era Parker y, si habían seguido mi insinuación, Allison correspondía a la otra. En cualquier caso había obtenido información de más, pues no me refería a eso.

- Quería decir sobre su brazo. Ian dijo que se lo rompió. - señalo volviendo otra vez a controlarme, haciendo que mis palabras sonaran más serias, más firmes - Parker solo está jugando con él. Quería vengarse del encuentro que tuvimos aquí -
acaricio la piedra donde estábamos sentados - Y la cosa derivó en que acabé apostando con ella que no volvería a salir con ninguna otra Slytherin. Y claro, está ansiosa por ganar.

Le explico brevemente el motivo del triángulo que se habría formado. Luego me rasco la cabeza y me obligo a centrarme.

- Si quieres puedo enseñarte un hechizo para obligarlo a permanecer quieto. No necesita sacrificarse para proteger a nadie...

Le ofrezco aunque termino mirando al suelo y pensando en mis cosas. Había hablado demasiado.

Lo del brazo no fue una fractura, fue una lesión, un par de porciones y todo bien.

Freddy escuchó con más calma las palabras de su compañera y asintió. Lo de la apuesta no le parecía nada bien pero, a pesar de ello, no iba a criticarla. Tenían otras cosas más importantes que tratar.

- No fue una fractura, solo una lesión que se curó con un par de pociones.-dijo en respuesta a su pregunta. Por ese lado podían estar tranquilos. - No me gustaría paralizarlo aunque quizá podría hechizarlo para dormir o algo así... Debería tratar de descansar, sabe que debería contar con todos nosotros para la defensa del castillo. - terminó un poco cansado.

Era un alivio saberlo, aunque me imaginaba que habría sido alguna estrategia para entrar en la enfermería.

- Como quieras - le concedo no insistir y me recompongo antes de proseguir - Se dónde buscar el taller. Seguramente esté en Hogsmeade, pero necesitaremos encontrar antes a los centauros del Bosque Prohibido.

Sabía lo que suponía eso e íbamos a necesitar que viniera Allison para hablar con ellos o sería prácticamente imposible convencerlos.

- Eso, o rezar porque Allison tenga alguna forma de hablar con ella.

Añado considerándolo una posibilidad más que remota, pero dado que yo podía, quizás ella también.

- Habrá que avisar a Allison.-dijo Freddy sin saber quien era "ella".

No quería hacer más preguntas a su compañera sobre todas sus dudas ya que sería agobiarla innecesariamente. Pero había algo que le reconcomía.

- ¿Tenemos todas las llaves?-No tenía noticia de si se habían descubierto ya todas y parecía que iba un paso por detrás en las indagaciones sobre todo ello. Tendría que explorar más el castillo para encontrar algunas respuestas.

Inicialmente no respondo nada, pues era una información incluso más delicada que lo que ya habíamos estado hablando.

- ¿Cómo van tus estudios de oclumancia Freddy?

Le pregunto pero no espero respuesta alguna, actuando más bien como si estuviera dándole un consejo sobre que estudiar.

- Tu céntrate en la tuya que yo me encargo del resto ¿o necesitas ayuda?

Pregunto de nuevo, esta vez si esperando una contestación por su parte.

El joven Townsend se sorprendió cuando Hellen le habló de la oclumancia. Tendría que ponerse a ello tarde o temprano aunque, realmente, desconocía como empezar con esas artes que podían evitar que leyeran su mente.

- ... Sí... Creo que lo puedo llevar bien... -dijo tratando de parecer sincero. Tendría que buscar en la biblioteca algún libro que le enseñara a mantener alejados a los intrusos en su cabeza.

Por suerte, para la otra pregunta si tenía una contestación preparada.

- Por la parte de Gryffindor no hay problema. He superado sus pruebas y ya está conseguida.-explicó Freddy con una sonrisa en la cara.

Había tardado varios días en superar la última prueba pero, al final, había tenido el coraje de enfrentarse a sus miedos para conseguir llegar al final.

- Excelente.

Era agradable escuchar esa noticia, no obstante no había tenido nada que ver en la obtención de la llave de Gryffindor.

- Estudiaré sobre los centauros este finde, no le digas nada a Allison de momento. No quiero preocuparla.

Era mejor así, a fin de cuentas íbamos a tener que entrar al Bosque Prohibido y prefería esperar antes de decirle nada, pues Allison no dejaba de ser una chica a la que era necesario cuidar.

- De todos modos, el profesor Dumbledor escribió un libro sobre la oclumancia, quizás deberías consultarlo.