Partida Rol por web

A la sala común de Hufflepuff se accede desde el mismo pasillo que a las cocinas de Hogwarts. Pasando delante del bodegón que forma la entrada a las cocinas, se encontrará una gran pila de barriles en un hueco oscuro en la piedra a la derecha del corredor. El segundo barril empezando por abajo, en medio de la segunda fila, se abrirá si se golpea al ritmo de Helga Hufflepuff. Como método de seguridad para disuadir a los estudiantes que no son de Hufflepuff, si se golpea el barril incorrecto o se golpea un número incorrecto la tapa de uno de los otros barriles se abre y ducha a la persona con vinagre. La sala común esta llena de armarios, banderines amarillos y probablemente un pizarron donde los estudiantes colocan todo tipo de información, como: noticias, avisos de perdida y hallazgo, posters, etc.

Los dormitorios de Hufflepuff están localizados en el sótano, con puertas perfectamente circulares que salen de la sala común hacia estrechos túneles, uno de ellos se dirige al dormitorio de las chicas, mientras que los otros hacia los de los chicos. En cada dormitorio hay cinco camas, presumiblemente decoradas con cortinas amarillas y afiches de Hufflepuff.

Llegué al lugar siguiendo las instrucciones al pie de la letra. Llegué mi habitación y no pude evitar sonreír. Habían pasado meses desde la última vez que había dormido en una cama, y más aún, que no había pasado frío. Ordené las bolsas en las que traía mis cosas, para luego tomar mi libro de artes oscuras y volver a la sala principal de mi nuevo hogar. Quería leer las noticias, pues quería ver si podía encontrar un trabajo de medio tiempo simple, como ayudar en la biblioteca o algo así. Necesitaba algo de aquél modo, pues o si no a la larga si me pedían materiales no tendría nada que hacer. No tenía otro lugar donde dormir a parte de esa escuela.

Luego de eso busqué un sillón donde poder sentarme y ahí seguí leyendo mi libro sobre las fuerzas oscuras, quería comprender aquél libro a la perfección.

Después de la lujosa cena, fuimos a conocer lo que sería nuestra sala común. En cuanto la vi supe que era acogedora y que iba a ser feliz entre esos muros. Subí a mi habitación y elegí mi cama, una al lado de la ventana para ver las estrellas antes de dormirme. Una vez que todo estuvo arreglado, bajé a la sala común de nuevo con mi pluma, tinta y un pergamino. Quería escribirle a mis padres, pero no sabía ni por donde empezar... Lo dejaré para mañana pensé, mientras lo volvía a guardar todo y observaba a los alumnos mayores que serían mis futuros compañeros de casa.

Lunes, Octubre. Después de la clase de Encantamientos.

Después de dejar los libros en el baúl de su dormitorio tras la clase de Encantamientos, Allison pasó por la Sala Común con la intención de mirar el tablón de anuncios, por si encontraba alguna noticia interesante...

Había varios alumnos de distintos años, pero hubo algo que le llamó la atención, ¡un gato! Cuánto le hubiera gustado comprarse uno cuando estuvieron en el Callejón Diagon, pero no pudo permitirse los gastos que suponía el cuidarlo.  Aah... Que preciosidad.

- Perdona si te interrumpo, pero... - dije al chico moreno que estaba leyendo un libro, que parecía ser el dueño del felino. - ¿Cómo se llama..? - pregunté acercando mi mano con cautela al gato, con la intención de que me olfatease, le estaba pidiendo permiso para acariciarlo. 

Al escuchar las palabras del chico, Allison le devolvió la sonrisa y pasó sus dedos para acariciar el lomo de la gata. - Astrid, ¿eh? Es muy bonito, creo que le pega. - respondí, rascando con suavidad tras la oreja de la gata Astrid. Sin duda era un animal precioso, ¡y era tan suave!

- Ah, claro, disculpa... - dije tan pronto como el chico se presentó, me avergoncé por no haberme siquiera presentado antes, pero me perdían los animales. - Mi nombre es Allison Kenneth, es un placer James. - añadí dando espacio al animal y volviendo a mirar al joven mago.  Qué azul.

Ante el elogio por su conjuro Incendio, Allison notó sus mejillas arder ligeramente, pero rápidamente agitó la cabeza restando importancia al asunto. - No fue tanto, en serio. - dije arrastrando las palabras mientras cruzaba los brazos a la espalda.

- ¿Sí? - me quedé pensativa unos instantes, seguramente le hubiera visto, pero apenas me distraía en clase, hice memoria de esa mañana en clase, pero sin resultado. - Pero hoy no has asistido, ¿cierto? - pregunté ladeando la cabeza, en mi voz se notaba un atisbo de curiosidad.

James se rasco la cabeza y desvió la mirada algo avergonzado y murmuro en un tono apenas audible:

-Me...me dormí..la verdad..no sé que me ha pasado,supongo que en la semana anterior pase por demasiadas emociones,ya sabes,el llegar aquí y adaptarse al nuevo entorno.

Durante un momento se rasca la barbilla con aire pensativo y vuelve a fijar su mirada en Allison.

-Oye..he faltado hoy a clase..si no te fuese una gran molestia podrías contarme como ha ido hoy la lección?

Dijo con una sonrisa tímida.

Mientras James pronunciaba su petición la gata se bajo de su regazo y se froto en la pierna de la joven alumna.

Allison escuchó con atención al joven mago, y se cruzó de brazos frunciendo el ceño ligeramente. - ¿En serio..? ¿Y ninguno de los chicos intentó despertarte? - pregunté y luego dejé escapar un suspiro.

- Es una pena, en nuestro dormitorio, Mérida y yo hemos llegado al acuerdo de despertarnos si la otra se quedase dormida. - comenté, me daba un poco de rabia que se hubiese perdido una clase así, Encantamiento era de mis clases preferidas.

- ¡Por supuesto! - exclamé esbozando una gran sonrisa. - Aunque si quieres practicar algún hechizo también, será mejor que vayamos a un lugar más despejado. Aquí podríamos estorbar a los demás... - añadí y luego noté el suave pelaje de su gata y me agaché para volver a acariciar al animal.  Que monada.

James asintió animado,podría ponerse un poco más al día con la clase que había perdido y pasar un agradable rato en compañía de otra alumna.

-Si,tienes razón,lo mejor sera que vayamos a los jardines,tendremos espacio de sobra y no molestaremos a nadie,pero antes dame un momento para que suba a Astrid a su cama,vuelvo enseguida.

Tras esto,James cogió a su gata y la estrecho entre sus brazos para acto seguido ir a su habitación.

Al rato volvió sin su gata y con la varita y un libro en sus manos.

-Bien,ya esta todo listo,vayamos a los jardines Allison.

Dijo con un brillo en los ojos que denotaba su emoción.

Acompañais a la profesora Sprout hasta la sala común de Hufflepuff, por el camino podéis ver una marca en el cielo

- Sentaros chicos, hay algo que debo contaros, esta noche se han descubierto los cuerpos de tres de vuestros compañeros, de Ciarán que pertenecía a Ravenclaw, de Louis que pertenecía a Hufflepuff y de Lazaro que pertenecía a Slytherin, los tres eran de primer año. Hemos estado debatiendo y las clases seguirán, pero quiero que tengais mucho cuidado y no vayais solos a ninguna parte. ¿Entendido?

Observé la imagen en el cielo y no pude evitar sentir un regocijo de felicidad dentro de mí. Los planes estaban empezando tal cual había planeado…parece que no éramos los únicos trabajando en honor al señor oscuro… ¿Quién más podría ser? Escuché a nuestra profesora con una cara siempre seria, y preguntándole le dije;

-¿Cómo los asesinaron, si se puede preguntar? ¿Cómo se defendió el castillo cuando pasaron estas cosas durante la lucha entre Harry Potter y Voldemort profesora? Por último… ¿Puedo ir a la biblioteca? Quiero terminar mi tarea. –Dije, mirándola.

Mérida había logrado salvar a una compañera y se sentía orgullosa por eso, aunque no podía evitar estar un tanto asustada por todo lo que estaba ocurriendo. Y más aun cuando la profesora les contó que habían existido muertes. Una escalofriante idea se posó en su cabeza.-¿Quién será el siguiente? ¿Y si soy yo?

Se levantó algo agitada de donde estaba sentada, se acomodó el cabello -bonita ante todo- y dijo con una voz algo apagada.-Profesora... ¿Qué significa esa marca? Luego se dirigío a sus compañeros de casa.- Deberíamos armar grupos o al menos parejas, así estaremos acompañados de alguien por si pasa algo. ¿No creen? Al decir eso miró de inmediato a su amiga Alisson, pues si debían hacer parejos o grupos, de seguro quería estar con ella. 

- Esa marca fue antiguamente la marca del Quenodebesernombrado, la dejaba siempre después de cometer un asesinato, pero no puede pertenecer a él, murió hace varios años.- miró al Richard después de formular su pregunta- A dos de ellos le hicieron la maldición imperdonable más letal de todas Avada Kedavra, a otro de los alumnos se le encontró en los jardines, enterrado bajo tierra dentro de una dama de hierro. Nadie saldrá de la sala común esta noche

Después de lo ocurrido en la torre de Astronomía Allison sentía que algo no iba nada bien, desafortunadamente su corazonada no estaba equivocada y la noticia que les dio la profesora Sprout consiguió que sus ojos se humedecieran por las lágrimas. No podía creerse que allí mismo tres niños habían perdido la vida, sin que nadie pudiera ayudarles.  No puede ser... Esto no debería estar pasando...

Se quedó sin habla, sin saber muy bien que decir, no había tenido la oportunidad ni de conocer a esos compañeros y ya no había nada que hacer. Apretó los puños, sintiéndose impotente y miró a sus compañeros. ¿Por qué..?

Le extrañó la pregunta que hizo Richard acerca de las muertes, y puso una mueca de desagrado. Pero cuando dijo que quería ir a la Biblioteca, la pelirroja estuvo apunto de detenerle por lo peligroso que era. - Es muy peligroso ir a estas horas... - dijo Allison intentando quitarle la idea a su compañero Richard, pero la profesora Sprout se adelantó prohibiendo tal acción, lógicamente. 

Ante las palabras de su amiga Mérida sobre hacer grupos para no estar solos, Allison asintió y seguidamente miró a James buscando su aprobación. Mientras más fueran mejor, y le sabía mal dejar al chico fuera después de todo. - Me parece buena idea Mérida. - dijo aún con los ojos algo enrojecidos por la pena,  y me esforcé por sonreír intentando mostrarme fuerte.

James no podía evitar sentirse algo incomodo,su primer año de formación había comenzado del modo mas terrible con la perdida de tres de sus compañeros y no tuvo la oportunidad ni de conocerlos,sus padres le habían enseñado que en aquellas situaciones lo mejor era mantener la calma así que se esforzó para tranquilizarse y esbozó una tenue sonrisa.

Al rato escucho la pregunta de su compañero y no podía imaginar como alguien querría salir a hacer deberes después de lo ocurrido y estuvo de acuerdo con las palabras de la profesora en lo referente a la prohibición de abandonar la sala comun.

Escucho a continuación las palabras de Allison y casi tuvo el impulso de acercarse a ella y abrazarla pero se contuvo y sencillamente se acerco a ella y puso su mano en su hombro sonriendo del modo mas amable posible dadas las circunstancias.

-Tienes razón Mérida,es una buena idea,lo mejor que podemos hacer es cubrirnos las espaldas los unos a los otros.-Dijo mirando a Mérida mientras su mano seguía posada en el hombro de Allison.

Escuché atentamente a la profesora y le dije;

-¿Está hablando de Voldemort, no? ¿Por qué no nombra su nombre si está muerto? –Dije con una pequeña risa, para luego agregar, un poco más serio- ¿De verdad fue encontrada una doncella de hierro? ¿Cómo alguien podría traer una hasta el jardín, si se supone que son tan grandes? Ufff…una lástima, tendré que irme a dormir, no tendré más que hacer. –

Dije, después con despreocupación. No eran amigos míos, así que no me importaba mucho, me importaba más saber cómo se irían haciendo las investigaciones…en el peor de los casos tendría que sabotearlos.

Asim ese es el sobrenombre que adopto Tom Riddle, uno de los magos tenebrosos más despiadados que haya existido, la verdad es que prefiero no hablar mucho del tema, sólo les diré que fue un ser humano terrible y desalmado que fue derrotado por Harry Potter hace algunos años atrás.

En cuanto a tu pregunta Olson, la verdad es que es un verdadero misterio como llegó esa doncella de hierro al jardín pero el director ya envió una lechuza al Ministerio para solicitar la ayuda de los aurores. Ahora pequeños vayan a descansar que mañana tienen clases.

Mientras la sala común va quedando desocupada, la profesora Sprout trata de ocultar su preocupación pues no quería perder a ninguno de sus alumnos en manos de Voldemort a alguno de sus seguidores.
 

Al llegar a la sala común even a una de sus compañeras hablando acaloradamente con dos amigas, la chica luce aterrada y pálida, sea lo que sea que vio, no es nada bueno.

Esa cosa, es enorme, se dirige hacia la torre norte, alguien debe avisarle a la profesora Sprout pronto, sea lo que sea esa cosa, es obvio que sus intenciones no son buenas. - dice la chica con lágrimas en los ojos.

Tras bajar junto con Allison y oir claramente la conversación, piensa que tiene que enterarse de qué está pasando, y rápido. La simple curiosidad que tenía antes se ha convertido en la urgencia de conocer más detalles. Sin más dilación pregunta a sus compañeras:

-¿Qué es todo este alboroto?, ¿Ha pasado algo?-

La curiosidad de Allison rápidamente se esfumó dejando paso a un nudo en la garganta, al escuchar a unas chicas hablar sobre algo enorme que rondaba el castillo. Oh no... Eso no puede ser bueno...

Se limitó a escuchar quedándose junto su compañera de habitación Mérida, mientras pensaba que debían hacer. Si es que ellas podían hacer alguna cosa. - ¿Cómo podemos avisar a la profesora Sprout? - preguntó nerviosa, intentando buscar una solución.

Casi en shock y entre sollozos, la chica dice lo siguiente:

Esa cosa medía más de dos metros, tenía la piel verde, cabeza de cabra y una gigantezca lanza que iba arrastrando contra el suelo. Casi me dio un infarto al verlo. Tengo miedo Brenda. ¡Abrazame! - rogó ella  mientras se arrojaba a los brazos de su amiga.