Partida Rol por web

Alexander y Noelle fueron llamadas al despacho del director. Allí se encontraban ya varios alumnos de diferentes cursos. Todos los que habían sido seleccionados para representar al colegio. Tuvieron que esperar unos minutos hasta que la puerta se abrió. Vane estaba al otro lado e invitó a pasar a todos, quedándose el junto a la puerta y cerrando cuando el último estudiante entró el despacho.

— Bienvenidos — Dijo Priskus con una sonrisa y abriendo sus brazos. — Os he mandado llamar porque hoy mismo dará comienzo la primera de las pruebas. Lo primero que quiero deciros es gracias. Gracias por ofreceros para representar al colegio. Se que todos daréis lo mejor de vosotros. Lo segundo es que esta es una gran oportunidad personal. No solo vais a poder poner a prueba vuestros conocimientos y habilidades, además podréis ver a magos de otras partes del mundo y quizá establecer relaciones y amistades que traspasen fronteras e ideologías —

Señaló con la mano al profesor Vane.

— Desde el colegio nos han autorizado a que el profesor de pociones pueda viajar con los alumnos. Lo que probablemente indique que la prueba tenga una fuerte carga relacionada con las mismas. Estaréis fuera una semana entera, y durante este período de tiempo el profesor Vane será la máxima autoridad de Hogwarts y ante la que deberéis responder. ¿A quedado claro? —

Esperó la respuesta de los estudiantes y prosiguió.

— Estáis estudiando en una gran institución, y estoy seguro de que estáis más que preparados para cualquier prueba que os pongan. Así que ir con confianza y recordad todo lo que habéis aprendido. —

Ahora si guardó silencio, esperando por si alguien tenía alguna pregunta...

Cuando te llamaban al despacho del director no solía ser por algo bueno, así que para su primera visita oficial estaba bastante contento por el motivo que lo llevaba allí. Ver nada más abrirse la puerta a su tutor relajo la tensión que había acumulado cuchicheando junto a Noelle y el resto de alumnos, a la espera de entrar.

¿Hoy mismo? Los dos Hufflepuff cruzaron miradas. ¿Así? ¿Sin más? ¡Ostras que se iban a Brasil!

Tras ese sobresalto inicial, aunque todos se mantuvieron en un estricto silencio solo roto para devolver el agradecimiento al del Director Priskus, escucharon con atención. Alexander le sonrió a Vane, una prueba de pociones o relacionada, sería pan comido.

-director...¿se requiere que llevemos algo con nosotros para la prueba o la estancia en Meketimao? -pregunto lo único que no habían preguntado el resto de alumnos que tenían sus propias preocupaciones.

A él no le preocupaba mucho el viaje, ahora era primavera en el hemisferio sur y no iba a distar mucho al tiempo otoñal de Hogwarts, aunque la humeada tal vez hiciera subir los grados un poco, así que le había pedido que le enviaran el uniforme de verano que no había cargado en el baúl al comienzo de curso.

— Su varita — Dijo con una sonrisa el director. 

— Todo lo demás será enviado por el propio colegio en un plazo de un par de horas. —

Asintió satisfecho con la respuesta de Priskus y se mantuvo expectante a que dieran los detalles del viaja. Hasta ahora había viajado solo por medios Muggle o polvos flu pero sabía que los magos tenían otros curiosos medios de transprote que no había provado y en esta ocasión iban a tener que cruzar al otro lado del océano.

Noelle estaba que no podía quedarse quieta, y Xand podía notar su tensión. Parecía incluso incapaz de pensar en nada en ese momento, su cabeza intentando repasar todo conocimiento que tuviera sobre pociones...

Sintiendo la inquitud de su compañera le dio un toque, hombro con hombro, le dedico una sonrisa tranquilizadora y le susurró unas palabras de animo.

-tranquila...hacemos equipo, si nos apoyamos el uno en el otro todo ira bien - le guiño un ojo complice y volvió a atender las últimas indicaciones antes de seguir a Vane y al director

Aprovechando los murmullos de otros estudiantes alrededor mientras se esperaba que el director terminara de indicar como avanzar, Noelle le tomó la mano a Xand con nerviosismo. -¿Y si nos ponen en equipos separados con los de los otros grados?- Murmuró, esperaba que su amigo estuviera en lo correcto, pero todo esto era absolutamente nuevo; las reglas del juego le parecían tan amplias que no sabía que debía esperar, pero tampoco se atrevía a preguntar nada más, queriendo empezar lo más pronto posible...

— Muy bien entonces — Dijo el director — Si no hay más dudas ruego que se sitúen frente a la chimenea. — Delford abrió una gran estantería de cristal y cogió un saquito que dejó sobre su escritorio y abrió. En su interior había unos polvos, podrían haber sido polvos flu, pero eran de un color amarillo anaranjado en lugar del típico color verde. Cuando los arrojó a la chimenea esta cambió la llama por una especie de portal de similares tonalidades al color de los polvos.

— No es necesario decir nada, son unos polvos especialmente creados para ir a una ubicación en particular. Puede pasar, al otro lado les esperará la directora Wenda. Buena suerte. —

Vane fue el primero en pasar al otro lado, quitando así las posibles dudas o miedos del resto de estudiantes. Uno a uno fueron pasando el resto hasta llegar al otro lado...

El tránsito a través de aquel portal no tenía nada que ver con viajar con polvos flu realmente. Un paso en aquel portal y el siguiente ya estabais en una habitación totalmente diferente. Una ola de calor y de humedad golpeó directamente en el rostro de Alex y Noelle justo antes de poder ver si quiera aquella habitación.

Era bastante diferente a la del director Priskus. Una gran cristalera mostraba un hermoso paisaje exterior. Un manto de árboles se extendía hasta donde abarcaba la vista y un gran río se perdía en el horizonte. Aquella habitación estaba totalmente vacía a excepción de la chimenea por la que habían aparecido. Todo lo demás, excepto el suelo, era cristal. A través de él no se podía ver nada más que árboles. En todas direcciones...

— Bienvenidos al colegio brasileño de Maketimao, estudiantes de Hogwarts. — Dijo aquella mujer con una gran sonrisa en su rostro.

Para intentar controlar los nervios, Elle fue las primeras en pasar, ya que al igual que en el Quidditch, todo los nervios le desaparecían al ponerse en movimiento. Cuando llegó al otro lado no pudo evitar soltar un silbido de admiración, aunque el clima le hizo resoplar unos momentos, desatando la corbata de su uniforme levemente.

Esperó a que Xand se le uniera, y le sonrió aún nerviosa pero más emocionada. -¿Sabes? Sally me contó que parte del instituto se encuentra suspendido por encima del Río Amazonas, y que al menos una vez a la semana sus clases de Herbología y Cuidado de Criaturas Mágicas es puramente acuáticas[*].- Susurró entusiasmada. -¿Crees que nos toque sumergirnos en el agua para las pruebas?-

Elle fue más rápida siguiendo la estela de Vane y otro par de alumnos, siendo el cuarto en cruzar al otro lado. Tras el bofetón de cambio de clima, abriéndose la corbata y acto seguido desabotonando los dos primeros botones de su camisa se acerco a su compañera de casa y saludo educadamente a la directora.

-mmm...no se si me quiera sumergir en las aguas del amazonas pero si hay que hacerlo – lo que realmente no le apetecía era mostrar más de su cuerpo de lo que fuera necesario hasta que lograra mantener la forma física a la que correspondía su sexo y no al de su nacimiento – Vane me conto con Wenda y todos sus predecesores descienden de una poderosa estirpe de hechiceros de la amazonia y que todos ellos acaban...- bajo un poco más la voz – locos...según la información que pude encontrar sobre Maketimao, una vez al mes debe realizar un ritual para refortificar las protecciones del colegio, equilibrando las lentes lunares que crean el escudo protector que lo oculta d ella vista y lo mantiene en el aire...creo que podemos aplicar eso que un gran poder conlleva una gran responsabilidad

Su amiga seguramente no conociera los comics de Spiderman o tal vez sí pero le pareció un comentario adecuado a la situación de la directora Wenda.

La directora Wenda condujo a los estudiantes y al profesor Vane por los pasillos del colegio. Era bastante diferente a Hogwarts. En lugar de ser un castillo de piedra, la estructura era de madera. Grandes agujeros sin ventana permitían que la brisa corriera por los pasillos, rebajando la sensación de humedad de un espacio cerrado. Se podían ver cientos de pequeñas cabañas suspendidas en el aire e interconectadas entre si por pequeñas secciones que unían todo entre ellas de no más de dos metros de largo.

Sin embargo, cuando entraron en uno de esos pasillos que interconectaban las salas vieron que todas las ramificaciones que se podían apreciar habían desaparecido. Convirtiendo el pasillo de dos metros en un largo pasillo cuyo final no parecía verse. Parecía incluso que las paredes se ensanchaban y estrechaban en función de la cantidad de gente que paseara por ellos. Pudieron ver que de la nada apareció una puerta en el pasillo por el que caminaban. Cuatro estudiantes mayores entraron por ella y al cerrar ya no estaba.

— Los pasillos se adaptan a las necesidades del usuario. De esta forma no tenemos que entrar en las diferentes salas, haciendo que parezca que estamos en un único pasillo. La clave para no perderte es tener bien claro a donde queréis ir. El resto lo harán los pasillos por si mismos. —

La directora lo aclaró mientras hablaba. Finalmente llegasteis al final del pasillo. Jussara Wenda abrió la puerta y lo que parecía desde fuera que sería una pequeña cabaña resultó ser no tan pequeña. Una sala común y varias habitaciones individuales para cada estudiante y profesor. 

— Por favor, acomódense y descansen. Presentaremos a todos los participantes en la cena. Ahora si me disculpan tengo que ir a recibir a los estudiantes de Lesotho. — Sin más cerró la puerta tras de sí...

La fascinación por la grandiosidad del colegio Maketimao y la magia que requería su complejo funcionamiento ser reflejaba en la cara de los alumnos de Hogwarts, no ensombrecía en nada a la complejidad de sus escaleras cambiantes pero sin duda era algo fastuoso y nuevo que impresionaba. Una vez que se acostumbraran la novedad desaparecería del reflejo de sus miradas, pero mientras tanto ahí estaban dispuestos a disfrutar la experiencia.

-gracias directora Wenda...puedo decirle que su escuela es una auténtica pasada – dijo el Hufflepuff con admiración antes que los dejar a sus anchas en las habitaciones

Luego de que se quedaron solos comenzaron a intercambiar impresiones, Vane les indico que escogieran una habitación, descansara para habituarse al clima y se prepararan para la cena. Y todos obedecieron.

En el cuarto que escogió Alexander se encontraba su baúl, lanzándose de inmediato a buscar las ropas de verano que le había enviado su madre, un uniforme de pantalones cortos, camisa y blazer con el escucho del colegió, todo en genero liviano y transpirable, listo para soportar las temperaturas y humedad del amazonas. Se cambio de inmediato tras refrescarse en un pequeño aseo que tenía el cuarto y mientras se cambiaba estudio con más detenimiento su dormitorio.

La decoración era espartana, lo más opulento era la cama y el aseo, había alguna hiedra que ascendía y descendía por la estructura de madera y al exterior. Un gran ventanal junto al que se encontraba su escoba y un pequeño baúl de “alquimia”. ¡¡era el equipo de trabajo de su madre!! Lleno de ingredientes poco comunes y algunas recetas propias que había desarrollado a lo largo de los años por pura afición ya que en su trabajo tenía acceso a conocimientos ancestrales de otras tradiciones mágicas distintas a la suya.

Noelle no podía dejar de sentir que su habitación semejaba una cabaña exótica. Desde las ventanas podía ver el verdor que lo rodeaba todo, sintiéndose extremadamente unida a la naturaleza. Se cambió a ropas más ligeras, e iba a recostarse en la cama cuando notó que de una de las esquinas colgaba una hamaca. Con una carcajada, se subió a ella, y comenzó a balancearse de un lado a otro con el pie, que mezclado con el agradable calor húmedo del lugar ayudó a que se quedara dormida...

El tiempo paso rápidamente entre contemplar el lugar y deshacer las maletas y para cuando quisieron darse cuenta la hora de la cena había llegado. Allí, tal y como era de esperar, se hizo una presentación de los candidatos. Por supuesto fueron los propios estudiantes del colegio local los que se llevaron todos los vítores, y aunque en menor medida, hubo aplausos para todos y cada uno de los representantes de cada escuela.^[1]

La directora Wenda se puso en pie llamando al orden tras finalizar las presentaciones.

— Vamos a proceder a explicar en que consistirá la prueba que los participantes del torneo tendrán que realizar. —

El silencio no solo llegó a los estudiantes, los ruidos de animales, del viento e incluso del gran río sobre el que sobrevolaba el colegio cesaron en una inquietante ausencia de todo sonido. 

— Dentro de seis días, al amanecer. Los representantes de cada colegio se internarán en el Bosque Amazónico por cinco diferentes entradas. La zona es un círculo de treinta kilómetros de diámetro. Quien primero llegue al centro del círculo, gana. Se repartirán puntos según orden de llegada. Cinco puntos el primero. Un punto el último. He de advertir que se trata de una zona muy peligrosa. No solo por los animales que puedan rondar... sino por la cantidad de plantas venenosas existentes. —

Un murmullo comenzó a levantarse entre la gente.

— Por lo tanto consideren esta prueba como una en la que los conocimientos sobre plantas y animales venenosos serán útiles. Pero sin duda lo que más las servirá es la capacidad de preparar pociones que crean que pueden ser de ayuda. Además serán provistos de un caldero mágicos por equipo que los seguirán durante toda la prueba en caso de que sea necesario preparar alguna poción sobre el terreno. —

La cena comenzó con una opulenta cena. Por supuesto, todas las miradas se dirigían a la mesa donde se sentaban participantes y acompañantes asignados...

Saber en qué consistiría la prueba le produjo al mismo tiempo alivio y nerviosismo a la joven estudiante. Miró con aprensión hacia Xand, mientras se llenaba el plato con comida variada. -De acuerdo, a ti se te dan bien las pociones. Yo podría... ehm...- Pensó, un poco nerviosa. -Podría intentar investigar sobre el tipo de criaturas mágicas que abundan en esta zona, y así preparar algunos conjuros de defensa.- Fue proponiendo Noelle. -Quizás pueda hacerme amiga de algunos estudiantes de aquí y que me puedan dar más información, también ver en donde se encuentra la biblioteca... ¿Que te parece?-

La explicación de la prueba dejo a Xand con una expresión de regocijo que bien pareciera que iba a empezar a dar saltos en el sitió.

-esto va a ser una pasada – fue lo primero que dijo al encarar el plato y comenzar a servirse comida, fijándose entonces en la expresión de Noelle – ¡ey! - le dio un empujón juguetón con el brazo – no hay de que preocuparse, no va a pasar nada – le guiño un ojo y le dio un bocado a un plato que no había probado en la vida y se maravillo con sus sabores escuchando las proposiciones de su compañera – me parece un buen plan, fraternizar con los alumnos de la escuela además de darnos información útil creara lazos entre escuelas – le gustaba más la idea de hacer algún amigo y poder viajar de nuevo aquel lugar con más tiempo para disfrutar y no estar centrado en una competición, era un chico previsor y con vista al futuro – bien, hagamos eso investiga los peligros de criaturas mágicas, las no mágicas son fáciles de imaginar...yo investigare la platas de la zona, venosas, carnívoras y similares...tal vez averiguar que plantas autóctonas nos pueden beneficiar o proteger de los peligros en el camino o potenciar alguna poción de las que conozca puedo consultarle a Vane al respecto – lanzo una mirada brillante y emocionada a su tutor al otro lado de la mesa – para el final de la semana estaremos listo para todo...¡ah! Y que no se nos olviden provisiones y equipo, son muchos kilometros

Los primeros días, Elle se movió hacia las mesas de los otros alumnos, intentando comenzar a crear buenas relaciones con ellos. No se manejaba muy bien con el idioma extranjero, pero los jóvenes descendientes de sangre latina parecían ser cálidos y amables, y agarraban confianza con rapidez, pues no tardaron en comenzar a incluir a la morena en sus bromas y tratar de picarla un poquito. Algunos le preguntaban si Xand era su novio, lo que terminaba por sacar una carcajada a la joven, que aumentaron cuando, luego de explicar varias veces que Alexander y ella eran grandes amigos, una chica le preguntó si podía presentárselo.

Viendo el interés de la joven en su amigo, Noelle aprovechó la oportunidad para que la llevara a la biblioteca, diciendo que le presentaría a Xand allí, ya que él gustaba mucho de leer. De ese modo, esperaba también ir creando una relación de confianza con la estudiante, para ver si podía hacerle las preguntas necesarias sobre la fauna mágica del lugar.

No era muy buen ratón de biblioteca pero Vane le había enseñado muchas cosas a lo largo de los dos años bajo su tutelaje, así que el joven Hufflepuff siguió sus instintos y entre explorar el colegio, confraternizar con los alumnos Meketimao conociendo algunas de sus costumbres, dirigió su interes había la biblioteca del colegio.

La barrera idiomática era solo un problema a medias, había alumnos que chapurreaban algo de ingles, de los que algunos se molestaban en enseñarle algunas palabras en su idioma materno que seguro le sería útil en el futuro cercano y además estaban los estudiantes de años superiores que a veces por exasperación lanzaban conjuros para que pudieran entenderse mutuamente.

Así que instalo su campamento base en un rincón soleado de la biblioteca junto a una de las entradas de aire para no acabar aplastado por el calor y la humedad. La bibliotecaria estaba encantada de satisfacer su curiosidad, así que le recomendaba libros de aquello que necesitaba consultar e incluso le colaba algún que otro volumen que a su juicio le podría ser útil. “Da gusto ver a la juventud interesada en adquirir conocimiento” solía decirle.

También contaba con Vane, que estaba allí para él y para el resto de alumnos. Al parecer su tutor tenía cierta fama y estaba muy solicitado no solo por sus compañeros de colegió si no por los alumnos de Maktimao, o más bien las alumnas. Le chocaba verle con un sequito que lo seguía a casi todas partes, al menos hasta que el queria desaparecer. Pero cuando se retiraban a sus sala común podía acapararlo un poco y tratar de sacar información útil para la competición.