Partida Rol por web

Al salir de la recepción con la reina, Myhal habla con el grupo antes de abandonar el palacio.

- Por desgracia me veo obligado a ayudaros. - dice altanero - El primer contacto con los Edhelgurth ha sido en el centro del bosque, en la parte más espesa y antigua. Un lugar peligroso, especialmente para gente como vosotros, poca conocedora de la naturaleza.

- Partiremos mañana a primera hora. Preparaos para un viaje duro. - añade - Llevaré media docena de hombres elegidos para protegeros.

Tendremos que informar a la Reina que parece que su protector quiere seguir saboteando misiones. - dijo a sus compañeros, sin preocuparse que Myhal estaba allí mismo.

Miró al escriba y luego al palacio.

¿Te encargas de informarle que Myhal quiere llevarse una tropa con él que lo único que haría sería retrasarnos? Quizá deberías sugerirle la posibilidad que esté trabajando para quien levanta los Edhelgurth esos, en vista que parece decidido a torpedear toda acción que pueda ir en su contra...

Grendalin puso los ojos en blanco al mirar arriba después de escuchar a Myhal, aunque asintió a Bastia cuando hizo su comentario.

Claro. Esperad aquí un momento. Le diré las palabras justas, incluso menos. Algo que empiece por "cortar" y acabe por "cabeza".

La verdad que el tipo parecía que lo hiciera adrede. Por un momento había creído en la posibilidad de que realmente fuese un traidor. Pero no podía ser. Era demasiado estúpido para ello.
Se detuvo y dio la vuelta para ir en dirección al palacio. Empezó a andar pero se detuvo.

Sabéis qué, es demasiado cansado. Mejor nos lo cargamos aquí mismo. Creo que hasta nos darán una medalla o algo.

- Esta bien - concede el elfo - Si eso es lo que queréis iremos solos. Partiremos mañana.

El grupo guiado por Myhal se adentran en Landra’Feya.

Los primeros días de viaje son espectaculares, el bosque en las cercanías de la ciudad es una extraña mezcla entre lo natural y lo artificial. Las carreteras, las posadas, las granjas: en casi todo es difícil diferenciar lo que es natural y lo que es artificial. ¿Esas raíces que marcan la carretera?, ¿Ese árbol que es una posada?.

Poco a poco, a medida que pasan los días y el grupo se interna en las zonas más profundas y deshabitadas el bosque se hace menos ordenado y  más salvaje, pareciéndose mucho más a un lugar mundano. Al sexto día de viaje Myhal dice:

- Esta es la zona donde descubrimos a los Edhelgurth por primera vez. - no parece haber nada especial en el lugar. - No se que querréis investigar, ni como.

Norm había apretado los dientes y había estado a punto de aporrear al "protector de la hoja", pero Bastia lo había dejado en su sitio. Al final, habían partido ellos sólos.

En el bosque, Norm estaba en su elemento. Podía no ser un elfo, pero era sigiloso y capaz. Se maravillaba de la forma en la que los elfos vivían en el bosque, parecía una gigantesca ciudad hecha de árboles. 

Están más avanzados, pensaba. 

Al fin, llegaron a la zona donde habían aparecido los muertos vivientes. 

—Primero buscaremos cualquier cosa que no sea natural, entre ellas rastros. Como los elfos no soléis dejar apenas pisadas, cualquier cosa que encontremos será merecedora de una investigación. También debemos buscar sucesos mágicos. 

El explorador comenzó a instalar un campamento y a dividir la zona en sectores, para buscar cualquier cosa fuera de lo común. 

—Dejemos nosotros los menores rastros posibles. 

Flogdegnurt miró de soslado y Myhal. 

-¿Ezcolta?¿Tú quierez llevar ezcolta?¿Para corten el cuello nozotroz mientraz dormimoz? No, ni de broma. Tú guía nada máz. No decidez, ni ordenaz nada, ni llevza rropaz. 

Guiados por el altivo elfo llegaron a la zona donde según el elfo, habían encontrado por primera vez a aquellas aberracciones. Flogdegnurt examinó el terreno buscando restos de paso, huellas o cualquier otra cosa que los delatase. Era consciente de que sería complicado dado que no sabía bien que buscar, pero no estaba de más intentarlo. 

-Voy a ver.

Finalmente llegaron al lugar donde al parecer empezó todo, o eso decía Myhal. Ya había pasado un tiempo, pero no estaba de más probar a buscar rastros mágicos tal y como pedia el capitán.

Grendalin empezó a concentrarse para percibir los patrones mágicos que hubiera en la zona. No era fácil, pero él era muy bueno en lo suyo.

La búsqueda dura la mayor parte del día y al principio es totalmente infructuosa. No parece haber nada fuera de lo normal y Myhal pasa la tarde con una sonrisa de superioridad que no ayuda a calmar los ánimos.

Al anochecer Norm tiene suerte. Encuentra un rastro de algo que parecen pisadas elficas mal coordinadas. Como si el que las hubiera hecho no pudiera andar correctamente. El galeano empieza a seguir las huellas ante la sonrisa aún mayor de Myhal.

Sin embargo Flog nota que a medida que Norm sigue el rastro el rostro del elfo va cambiando y se va volviendo más serio. Finalmente cuando Norm señala a una cabaña en medio del bosque, a donde parece conducir el rastro, su gesto es de estar muy preocupado.

Grendalin nota que de la cabaña que señala Norm emana un aura mágica de nigromancia clara.

Y en ese momento el sol se pone, quedando el bosque iluminado solo por la luna llena.

ayudo a mis compañeros, pero sin mucho exito, hasta el momento que parece que comienzan a seguir un rastro ... yo no veia nada, pero me fiaria, no teniamos nada mejor ... hasta ... si una cabaña, no se si alli esatria nuestro enemigo, pero si seria un buen lugar para pasar la noche sino ... 

Como imaginaba Grendalin, el rastro mágico era complicado de seguir. Pero afortunadamente el capitán Alman, ese gran explorador, logró localizar un rastro casi imperceptible. Después de aquello cada vez era más fácil detectar un tenue rastro de nigromancia. Y sobretodo cuando llegaron a la cabaña. Al detectar magia allí quedó claro que había maldad allí.

Detecto grandes cantidades de energía nigromantica. Si no son Edhelgurth, son algo parecido. O alguien que los está creando.
Sea como sea deberiamos investigar.

Una vez que sus sentidos se acostumbraron al bosque y su mente dejó de maravillarse sin parar ante lo que naturaleza les ofrecía, Bastia centró su atención en Myhal, en caso de que éste quisiera volver a entorpecer la misión.

Curioso que ningún elfo encontrara este rastro... - dijo a sus compañeros en un susurro mientras seguían las huellas tras Norm.

Cuando notó el cambio en el rostro de Myhal, desenfundó lentamente las espadas.

¿Qué es lo que no nos estás contando, elfo? - preguntó directamente, manteniendo la atención en que no estuvieran cayendo en una emboscada.

Norm hizo el gesto de avanzar en sigilo hacia la cabaña, abriéndose en arco a pocos pasos unos de otros y vigilando los alrededores para evitar emboscadas. 

ragnar tambien avanza con sigilo hacia la cabala por el lado opuesto al de Norm ...

El bosque había ocultado sus secretos durante mucho tiempo, pero parece que al final encontrábamos algo interesante. Siguió a sus compañeros observando todo el rato a Mythal, su actitud no le gustaba, pero no tenía claro cuándo era antipatía o cuando sospecha porque había notado algo... 

- Protector, parece que no sonríes, ¿es el miedo a la oscuridad? No te preocupes, dentro de la cabaña hay luz, parece. ¿Qué hay en esa casa? Parece que ya la has visto antes pero no nos habías dicho nada ¿Por qué no llamamos a la puerta a ver quién hay ahí? Quizá deberías llamar tú, Mythal, enseguida veremos de qué lado estás de una vez por todas...

A Flogdegnurt no se le ha escapado la expresión del elfo cuando localizaron la pista hasta la cabaña. Contestó su rictus de desagrado con una sonrisa socarrona. 

Asintió en silencio ante el gesto de Norm. Sacó su rapier y llegó hasta la puerta de la cabaña sigilosamente, buscando algún resquicio desde el cual poder ver el interior. Para los humanos, la caída de la noche era una desventaja, pero no para un goblin. 

Myhal saca sus armas y se esconde detras de un tronco mientras contesta a Abbot y Bastia.

- Ya habrá tiempo para discutir - dice - Ahora debemos prepararnos para ayudar a nuestros compañeros.

Norm y Ragnar logran acercarse a la cabaña sin ser detectados. La cabaña esta totalmente oscura, pero a la luz de la luna es posible ver a una elfa extrañamente pálida sentada delante de una mesa de laboratorio, donde esta jugando sin prestar demasiada atención con un par de frascos de cristal. Tras ella totalmente inmóviles hay dos elfos putrefactos mirando al vació, otros dos se encuentran detrás de la puerta.

La elfa tira uno de los frascos al suelo y se estira hacia atrás como si estuviera aburrida.

Por una vez lo que dice y hace parece sensato, así que Abot lo imita. Y desde un sitio donde pueda ver la cabaña y acercarse a ayudar se agazapa y espera a ver qué pasa...

Flogdegnurt observaba desde fuera lo que sucedía dentro de la cabaña. ¿Qué era aquella mujer?¿Una especie de nigromante?¿No era un contrasentido un nigromante elfo? Cosas más raras tenía visto. 

Hizo una seña a sus compañeros, instándolos a hacer un ataque combinado ¿lo harían?¿o si no, qué?