Partida Rol por web

Pienso durante unos segundos, no es el mejor momento para parecer débiles con tantos invitados, y eso lo sabe el mentecato de Egbert, seguro que ha sido él. Ha elegido el pero momento para tocarme la moral.

-Dejad que se vaya, no podemos hacernos cargo ahora- maldigo para mí mismo- mandar llamarlo, en cuanto pueda iré para ver que ha pasado- despido a Ironstone y me quedo un poco más para ver como acaba la cena para no marcharme. Lo principal es guardar las apariencias.

-Si, si que lo es, pero es joven. Inisistiré para que empiece su educación en asuntos más serios de inmediato. Si algo ocurriera el peso de la casa caería sobre él- Era un pensamiento simple, ahsta ahora podía vivir libre de carga, había tenido una buena infancia, era un dulce niño del verano. Su padre, acostumbrado a tiempos más duros seguramente esperaría que un niño que no ha visto ni una quince años supiera defenderse y tratar con hombres buenos y malos.

Su padre siguió con los comentarios, Greil prefirió mostrarse firme -Quizás, en condiciones normales debería haberla recluido yo mismo, pero no esta vez, no se como va a seguir la noche, ademas de que no ganamos nada intimidando a una chiquilla que no sabe de lo que habla. Mejor seguir mostrando la cara amable, y que una mujer sea la que tenga trato con ella. Respecto a hablar con Alastor.... preferiría que el tema de hacer llevártelo como pupilo no se lo presentase yo. Propónselo, no creo que se vaya a desprender del chico, pero si no funciona al menos sentirá la necesidad de hacer algo, si no accede no podrá negarse a empezar a educar al chico, y yo estaré aquí para ello. De esa forma no podemos fallar.- Greil actuaría como una salida posible, una manera de cambiar el ambiente de Gaheris y prepararle para su puesto sin tener que cambiarlo lejos

El viejo maestre se acercó hasta su escritorio y colocó un trozo de pergamino sobre el tablero para ponerse a escribir un mensaje a los maestres de la Ciudadela. Cogió su pluma y destapó el bote donde guardaba la tinta y mojó la punta de la pluma en el tarro. La caligrafía firme y serena de Kevinan empezó a dibujarse sobre el papel que ataría a la pata del cuervo mensajero en un breve texto donde pedía ayuda para descifrar el mensaje.

"Estimados compañeros de la Ciudadela de Antigua. Solicito vuestra ayuda en Zarzamar para descifrar un extraño mensaje dirigido contra la casa Seathorn. No me atrevo a detallar más por este medio, pero la paz en el Dominio podría estar comprometida. Un cordial saludo. Maestre Kevinan"

Volví una rápida mirada hacia mi antigua familia. Pude apreciar el "decaimiento", o quizá sea mejor llamarlo, la incomodidad que le siguieron. Ello me provocó un cúmulo de sensaciones, casi tan intenso como el que debieron de surcar los corazones, tanto puros como negros, en esta sala.

Sentí culpa, por la situación incómoda que pasó la casa Hadathor. Uno de mis parientes más cercanos en este mundo fue el ofendido directo. Cualquier posibilidad de inclusión o por lo menos no causar un escándalo aquella mujer la destrozó, porque de aqui va a salir al menos ya una historia. En mi cabeza ya puedo escuchar los rumores y las diversas formas en que se contará, cuando las máscaras caigan en la intimidad o se afilen en los salones de conversación, el cómo lady Songned abofeteó a mi señor tío. Al menos queda el consuelo de como evidenció su falta de clase al haberle escupido la copa.

Alargué mi brazo, posando mi mano sobre el de mi querida prima. De manera discreta, le señalé con la mirada a su padre, con quien después iré a disculparme.

- Dile que pronto estaré con él. - le pedí, con gesto casual para evitar mayores habladurías, aunque también podía ya escucharlos hablar de mi hijo. Es en esta ocasión en que debe mostrar su fuerza. Ya no puede seguir siendo un niño, por más que lo ame.

Sin mayor aspaviento salí en busca de Gaheris.

La mayoría de lores y damas iban abandonado el salón hacia sus aposentos, para consuelo de Alastor pues aquella cena se le comenzaba a indigestar, pero al parecer aun tendría que tratar con algún que otro invitado. Nada lejos de lo habitual.

Cuando Beesbury padre e hijo se acercaron, apretó con firmeza sus manos aceptado las nuevas condolencias.

-Lo conocí cuando apenas se mantenía en pie, me alegra ver que se ha convertido en un joven saludable. -Colocó su mano sobre el hombro del chico apretando levemente en un gesto entrañable, estaba claro a lo que venían y cuando pidió que los dos chicos quedaran solos lo confirmo.- Por supuesto lord Warryn, que se conozcan. Aunque lamento que por las horas que son, no tendran demasiado tiempo. Acompañadme a mi estudio si es que queréis tratar algún tema.

Dirigió un gesto de asentimiento a Ayrin para darle permiso, estaba mas que seguro que sabía como tratar con los pretendientes y aunque su criada de confianza no estaba, algún guardia les iría escoltando desde una distancia prudencial en cuanto abandonaran el salón.

El señor de Zarzamar también se percató de que su señora esposa se dirigía a los aposentos de Gaheris, el también debía tener una charla con su heredero pero los Dioses parecían que querían retrasarla por el momento.

-Entendido. Ser- El hombre viejo tenia por costumbre llamar Ser a todos los altos cargos de la casa Seathorn aunque sabia bien que Leviathan no ostentaba ese titulo, no ostentaba ninguno que no fuese Almirante- Si me necesitais estare en el puerto, evaluando los daños que han causado los asaltantes-

Tras esto se retiró. Pero la atención de Leviathan no estaba en el soldado, ni en Lady Eura que habia abandonado el salon hacia unos instantes. Estaba en la familia Hadathor, la cual habia dejado de beber desde hacia un rato ya, no comian ni tomaban nada. Tan solo murmuraban entre ellos y observaban al resto de invitados, de un modo cuasi descarado para un observador tan atento como el almirante. Sin duda habia algo que tramaban los dornienses.

La chica no entró en la habitación, se mantubo mas bien distante del heredero- No ocurre nada, tranquilo mi señor. Tan solo son los nervios por lo ocurrido en la cocina. Volvere con vuestra hermana- La joven volvio a reverenciarse ante el heredero de su casa y camino por los pasillos.

Mientras ella salia de allí, Lady Eura llegaba a los aposentos de su hijo.

El viejo Lord miró hacia Alastor. El cual ya habia sido interceptado por Lord Wymar Beesbury- Vaya, mañana antes de marchar hablaremos los dos con el. Creo que cuando todo el mundo se marche podra atendernos a los dos- El anciano intentó ponerse en pie- Hijo, ayudame a ir hacia mi habitación. Este viejo ya no puede con banquetes como este. No hace falta que dispongas ningun guardia en mi puerta, la simple protección de la zarza me es suficiente confortante como para dormir tranquilo-

El banquete ya se habia reducido lo suficiente como para no temer por la seguridad, la gente abandonaba el lugar sin ningun tipo de inquietud o resentimiento, excepto los Hadathor, que seguian en su mesa, no bebian, no comian, tan solo observaban el lugar.

- My Lady- el joven dispusó su brazo para que Ayrin se agarrase a el- Creo que deberia presentarme mejor de lo que lo ha hecho mi padre, Soy Ben Beesbury- Intento besar la mano de la joven al presentarse y despues emprendió el camino hacia los jardines.

El miembro de la guardia Strein Varner se puso en pie al ver a los jovenes salir del lugar. Se limpio los restos de comida de la barba y se dispuso a seguirlos de cerca, como simple medida preventiva.

Ben no llevaba armas de ningun tipo, como todos los invitados. Una capa de los colores de su casa, negro y amarillo ondeaba tras el, cubriendo su brazo derecho, su ropa era de un marron oscuro ribeteado con bordes dorados de un tono apagados. Era bastante mas alto que Ayrin auque era bastante alto para cuasi todos los jovenes de su edad.

- Me han dicho que teneis 17 años, mi misma edad. Pronto sere nombrado caballero, aunque sin un conflicto creo que carece que merito alguno, aguantar unas lanzas, ayudar en las justas, y con algo de suerte poder batirme en duelo con espadas de hoja roma...- Lo decia sin mucho entusiasmo, como si todo aquello realmente no le gustase.
 

El hombre, no mucho mayor que Lord Alastor siguió a este hacia su despacho privado, aunque no parecia encontrarse en condiciones de mantener una conversación muy seria tras el alcohol que habia ingerido en la comida. Mientras se movian por los pasillos de la fortaleza hacia alguna broma ocurrente o intentaba quitarle hierro al asunto por el cual todo el mundo de habia reunido alli.

- Mi señor, ha sido un banquete realmente impresionante, los Seathorn teneis buenos recursos para destacar, incluso entre las gentes del dominio- Comentó, antes de entrar en el despacho- No se como les ira a esos dos- dijó, refiriendose a su hijo y Ayrin- espero que bien, confio en que vuestra guardia velara tanto por mi hijo como por vuestra hija-

El hombre se sento en uno de los sillones, agarrandose el cinturon para dejar espacio al resto. Se sentia pesado por tanta comida, no era un hombre gordo ni grueso, pero aquel banquete habia sido mas de lo que esperaba. Y no parecia para nada agresivo o predispuesto a algo malo, su estado confirmaba cierto grado de confianza hacia la casa anfitriona- vamos Alastor, hablemos de cosas que conciernen al dominio. Ya has pensado con quien casar a tu hija?, no digo que sea mi pobre Ben. Pero creo que un matrimonio en el dominio podria calmar las cosas, tras tu matrimonio con un.. Eura- estuvo a punto de decir una Dorniense, como algo despectivo, pero rectifico a tiempo.

Los Beesbury eran vecinos de los Seathorn, a lo largo de las historias de las dos casas ambas habian estado en guerra y habian sido aliadas o enemigas, incluso algun pariente se habia casado con algun Beesbury. Pero tambien tenian lazos con los Tyrell, no era algo preocupante, pues el nucleo de la familia era distante a la casa dominante.
 

Antes de retirarte con Wymar puedes ver como los Hadathor llevan un buen rato sin beber ni probar comida alguna, tan solo estan allí, sentados, aislados del resto de invitados y hablando entre ellos. No parecen alterados, pero se les ha ido cualquier animo de celebración que pudieran tener tras la ofensa.

 Antes de que pudiera preguntarle nada más, la chica se marcha, al mismo tiempo que llega mi madre:

 - Hola, madre, ¿puedo preguntar la razón por la cual padre parece molesto conmigo?. No logro entenderlo... - Le pregunté preocupado.

No puedo menos que enmarcar una ceja ante la escena que se desarrolla frente a mi. No me moví ante la salida de la doncella, aunque hubiera despertado mi curiosidad.

Las preguntas de Gaheris se suceden rápidas, desconcertadas y casi nerviosas. En otra circunstancia, y quizá en otro tiempo, habría sonreído enternecida.

El problema es que estas son circunstancias extraordinarias.

- No está enojado, y no hiciste nada malo... pero ese fue el problema.

Me acerco a mi hijo, colocándome en dos pasos frente a él.

- Ahora eres el heredero de Zarzamar. - comienzo a explicarle, con una suave pausa, preparándolo para lo que va a escuchar. - Como tal, se espera que seas fuerte. En estos momentos es cuando debemos demostrar entereza, lo cual haz tenido, pero también desición.

Mi sonrisa se torna triste, pese a todo. Aun tenía frente a mi a mi niño. Pero debo de formar a un hombre. Es el deber de una madre. Una tarea dificil, pero necesaria.

- Hijo mio, ¿que sentiste cuando ocurrió el incidente con Lady Songned? O si estuvieras en el lugar de tu señor padre, ¿qué habrías dispuesto?

 No entendía la razón de la pregunta de mi madre, aunque traté de respondedle:

 - Pues la verdad es que no sabría decir... Mi primera reacción fue reprenderle, pero temí provocar un incidente diplomático, y decidí que vosotros manejárais la situación, al tener obviamente más experiencia que yo en estas situaciones. ¿Acaso hice mal?.

Asentí a mi padre y bese su mejilla antes de acercarme al joven y coger su brazo como me ofrecía, tras ello salí del salón en dirección a los jardines.

Con una mirada de reojo me percate como Strein Varner seria el guardia que velaría por mi en aquel paseo, al menos tenia el buen gusto de caminar a unos metros de nosotros para otorgarnos algo de intimidad, pues si ya no me gustaba tener que ser vigilada menos aun de cerca.

Escuche al joven observándolo con atención, era apuesto, de mi edad, quizás podía ser un pretendiente interesante, aunque siempre llamaban mi atención los hombres con algunos años mas que yo, aunque no en exceso evidentemente, sabia que para mi padre seria mas sencillo prometerme con alguien tambien en edad de casarse.

- Por que no dejaos las charlas básicas y de cortesía, no parece que hablar de ello os entusiasme mucho, no soy mi padre, no tenéis que mostrar al caballero respetable que podría cuidar de su hija, yo prefiero que me mostréis al hombre ¿Que os entusiasme realmente? - Pregunte con interés, sabia que los matrimonios concertados casi siempre eran con desconocidos, pero al menos esperaba conocer la verdad de los hombres que me pudieran cortejar, no solo la fachada que era propia mostrar.

Greil no pudo evitar que la presión y la paranoia volvieran a él. Le habría gustado estar presente en la charla entre señores, pero era mejor no hacerlo si su señor no se lo pedía. Decidió seguir con el su plan. El tenía que proteger a la familia, no decirle que hacer con su futuro. -Claro padre, vayamos, mañana ofreceremos soluciones al tema de su heredero- Dicho esto se preparó para guiar a su padre. Las habitaciones de la familia estaban seguras, un guardia ya iba con Ayrin, y el señor estaría en su estudio. Tras despedirse de su padre intentaría hablar un momento con su señor para preguntarle si quería tomar alguna medida especial, como las que decidió sobre su hermano.

Ben enarcó una ceja, no tenia muy claro si debia hablar de lo que le gustaba con libertad. Debia mostrar al futuro caballero, que mas tarde sería Lord. Pasó su mano por el ribete de la capa y la movió hacia un lado, tapandose un poco mas- A mi me apasiona la historia, nuestra historia, la historia del mundo en el que vivimos, la lectura me encanta. Aunque no al nivel de un maestre, sus vidas son demasiado aburridas- Trago saliva, estava algo nervioso- la aventura me gusta, pero no desde el puto de vista de un caballero. un Hombre libre... debeis pensar que estoy loco...- Desvió la mirada hacia las flores del jardin, todas ellas rodeadas por zarzas y espinas a modo de muralla, para que nadie las tocase- ¿y a vos, que os gusta?