Partida Rol por web

Al ver como parecía ir palideciendo ante mi pregunta me quede sorprendida, pues sin duda mi intención no era aquella, si no simplemente saber si estaba allí obligado o por iniciativa propia.

Eleve la mano que tenia en su hombro acariciando de forma muy leve su mejilla, y dando un paso hacia el para que siguiera bailando - Dicen que las flores mas bellas nacen en los lugares mas oscuros, quizás los momentos mas bellos tambien aparezcan en las situaciones mas oscuras - Que orgullosa estaría mi madre de mi don de palabras, no había duda que leer tanto había sido una buena forma de tener siempre algo que decir.

Sonreí de nuevo y le aclare mi pregunta - Solo quería saber si el interés por que nos quedaramos solos había sido vuestro o de vuestra familia.

Creo que mi deber por encima de la curiosidad son los barcos, así que me dirigo rápidamente para saber más detalles de lo ocurrido. Chasquendo la lengua con disgusto pongo rumbo al puerto con pasos rápidos.

Se dió cuenta de que estaba balbuceando nervioso cuando le pasó la mano por la mejilla. Entonces volvió en si, para seguir hablando y bailando- Si. Es de mi agrado y lo estuve hablando con mi padre. Lo que no queria es que os sintieseis forzada a estar aqui... conmigo...- se acercó un poco mas y aparto un mechon de pelo que le caia por la cara a Lady Ayrin y sintió un escalofrio. parecia el momento perfecto para un beso, cuasi habia entrecerrado ya los ojos. Pero no lo hizo. Detuvo lentamente el baile, y sin soltarse de las manos, la guió hacia la muralla, subiendo por las escaleras de esta. En frente de la muralla se podia ver el mar. Extenso, grande y tranquilo, el viento habia parado de soplar desde hacia un rato y todo parecia estar tranquilo. a lo lejos. Un barco se alejaba. Pero quien sabe que barco era y a donde iba.

- Dicen que hay unas islas mas alla del mar, donde el amor es parte de la religion. donde ... ejem... el sexo es como una oración y que siempre es verano alli... las islas del verano- miraba hacia el oscuro horizonte de la noche en el mar. Como si quisiera distinguir allá a lo lejos las islas.

Ambos hombres se encontraron por el pasadizo que daba al puerto con algo de prisa. Ambos sabian que algo malo estaba ocurriendo. Greil iba acompañado de uno de los guardias que parecia darle un informe de poco agrado, mientras que Leviathan caminaba solo. El puerto estaba totalmente iluminado. Varios soldados se habian congregado y la letania del viento estaba atracando en ese momento, de vuelta.

- Ser. En el puerto dicen haber visto a Egbert y su tripulación... em... cargando provisiones en la espina negra- Informaba el guardia, los dos pudieron oirlo.

ser Hern acompaño a la señora y al heredero hacia puerto* , el castillo parecia bastante tranquilo y por las ventanas los campamentos estaban ya apagandose. Mañana todo el mundo volveria a su morada y el caos terminaria.

Parecia que nadie se habia enterado de la marcha de los Hadathor. Tanto mejor. Asi no habria rumores. A las puertas del castillo se podia ver a la guardia ir y venir del puerto. Un barco, el mas pequeño de la flota regresaba a puerto. Todo aquello en el amparo de la noche. Al cruzar las puertas un par de guardias mas se unieron a Lady Eura y Gaheris, para escoltarlos. No fueron los unicos en hacerlo. Althor, ya olvidado y considerado el mal menor de la noche, tambien se unió a su cuñada y su sobrino.

- Oh, sobrino mio. Lady Eura. Es tarde para un paseo nocturno fuera de la fortaleza. no? . Pregunto, con cierto tono de desaprobacion.

Sentia que iba a besarme, esa era la impresion que me dio y note un hormigueo y gran calor recorriendo mi vientre, realmente no sabia si queria que me besara o no, era como algo personal, algo que dejaba ver ciertas intenciones y yo no tenia ni idea de que tenia que hacer o decir, ni si podria decidir con quien estar, mismo ahora mi padre lo veia como un buen candidato y en tres dias anunciaba mi compromiso con otro...

Pero la verdad es que me gustaria tanto sentirme mujer por un momento...

Pero al final no lo hizo y me llevo rapidamente a la muralla, sabia que tendria alguien vigilando mi bienestar, pero ahora mismo me daba un poco igual tener ojos sobre mi, queria divertirme un poco al menos.

- ¿Alguna vez... habéis... em... disfrutado del verano..? - Claramente me referia ha si había estado con una mujer, que nosotras tubieramos que conservar la virtud para el marido era una cosa, y dependia mucho la verdad, en algunos lugares cuanta mas experiencia portaras para cumplir todos los deseos de tu marido mejor. Pero claro los hombres, los hombres eran mucho mas libres en ese ambito.

 Permanezco en silencio, mientras espero a que mi madre responda a mi tío. La verdad es que no veo nada malo en lo que hacemos, pero prefiero que sea ella la que se explique, para no meter la pata y no decir nada fuera de lugar...

- La madre y el guerrero nos amparan - Mi voz es firme como mi agarre hacia la mano de mi hijo. Le señalo a los guardias que vienen junto a nosotros con la mirada. - Pocos han sido tan cercanos a Lord Adam como Gaheris, y merece sentirse por última vez cerca de su noble abuelo.

Mientras hablo con la barbilla en alto doy un ligero apretón a la mano del ahora heredero.

Comienzan las lecciones: mentir con soltura es la primera. Para él, la mentira podría ser, quizá, vista como un mal. Pero cuando las intenciones son buenas, y la perfidia personificada en una sonrisa burlona o una "observación" como la de este insolente, hay que saber regresarle las palabras.

Segunda lección: como poner a ciertos observadores en su lugar.

- Vamos camino a rezar al lugar de donde ha partido Lord Adam de Zarzamar a la gloria por última vez. Debemos pedir a los siete, tanto para su descanso como para brindar fuerza a Gaheris para ser un digno heredero de su legado.

Sonrío, inclinando ligeramente la cabeza para darle un aire inocente a mi afirmación, pese a que acababa de señalarle lo que nunca sería. Y a Gaheris porque no debía dejarse intimidar: ahora está por encima de él. Althor es quien debe responderle, no al revés.

 –  ¿Acaso vos también habréis tenido una idea similar?

 Tras escuchar la explicación de mi madre, le dediqué a mi tío una sonrisa inocente, aunque con una nota triste, algo lógico, dadas las circunstancias, como apoyando sus palabras, mientras esperamos a escuchar la respuesta del hermano de mi padre, confiando en que no hubiera ningún problema con la explicación dada...

- En realidad, me dirigia al puerto a ver que clase de fulanas se pueden encontrar por aqui- dijó, con total naturalidad- Pero como parece poco etico, quizas sea mejor ir a rezar con vosotros- Miró a Ser Hern- vos tambien venis a rezar? - y despues a los guardias- Creo que con un guardia personal y su propio tio Gaheris tiene escolta suficiente-

En el castillo parecia reinar la tranquilidad porfin. salvo por un par de barcos que se movian por el puerto y una flecha de fuego que se perdio en el mar, procedente de una de las torres, poco mas se podia destacar de aquella noche.

El cuervo habia salido en el amparo de la noche para llevar el mensaje. Probablemente en un par de dias volveria con una respuesta. La ciudadela no estaba muy lejos de Zarzamar.

Althor olia a alcohol. Todos los hombres de la fiesta habian bebido lo suficiente para encontrarse en un estado de embriaguez alto. Pero el hermano pequeño de Alasthor parecia haber bebido mas de la cuenta.

¿Con que esas tenemos, malaventurado Althor?

Asentí a su propuesta, señalándole el risco desde el cual íbamos a “rezar” pero cuando me aparté para “cederle el paso” susurré a ser Hern.

- Si tiene vino, sacadlo. Si no, consígamelo ahora mismo.

Tras dar la orden me volví hacia mi hijo y su notable pariente, con la misma sonrisa en los labios.

 Miré a mi madre y le dediqué una disimulada sonrisa de complicidad, teniendo especial cuidado de que mi tío no me viera, entendiendo lo que pasaba y lo que ella planeaba hacer...

-Ese maldito escurridizo. Leviathan, tú eres el almirante, no contradeciré tus órdenes a la flota, pero ¿Que pasa con el barco y con Edgert?- parecía que su corazonada era cierta, pero tampoco podía ir a por su cabeza tan deprisa, para empezar podía equivocarse, y apra seguir podría haber algo detrás.

Sigo con pasos rápidos hacia Letanía del Viento, mientras contesto al capitán.

- Ese cabrón rencoroso, ha aprovechado que estábamos en una importante reunión para marcharse con el barco del difunto Lord, asegura que es suyo, y no se a donde demonios se dirige- me peino de nuevo la melena para dejarme el pelo pegado y me pongo bien la cola.

Cuando llego a la altura del barco empiezo a bocear.

- Que alguien me diga que rumbo llevaba Egbert, en cuanto salga de nuestro territorio, se declarará ladrón, enemigo de la paz del rey y traidor- dirijo la mirada a todos los que están allí apuntándoles con el dedo- y eso va por TODO EL QUE LO AYUDE O TENGA INFORMACIÓN Y SE LA GUARDE- estoy cada vez más enfadado y mi cara se va poniendo roja mientras escupo amenazas.

La flecha encendida llamó la atención del maestre antes de soltar al cuervo, pero aún así la noche parecía tranquila. Confiaba en que la oscuridad del plumaje del animal se confundiera con la oscuridad reinante y el cuervo pudiera salir de Zarzamar sin ser advertido por nadie. Era mejor así.