Partida Rol por web

Aunque Lidia me observa, no le dirijo la mirada de vuelta a causa del estremecimiento que siento y porque no tengo ganas de vérmelas con esa tonta en este momento.

Un momento, ¿Un muro? ¿Un muro invisible rodeando el pueblo?
¡Eso es imposible!

Se me pasa por la cabeza fugazmente la idea de echar a correr lejos del pueblo hasta encontrar una salida a alguna parte. Mientras haya hombres donde sea podré ganarme la vida.
Deshecho la idea de huir, para no señalarme como principal sospechosa, en ese mismo instante.

Adán escuchando las palabras y las dudas de la gente respecto a que hacer sobre este tema, pensó que Tom y Robert habían dado en el clavo, era verdad que no se podía condenar a nadie sin motivo pero también era verdad que había que hacer algo al respecto pues cada noche moriría un aldeano.

-A ver señoras y señores, hay que estar unidos para acabar con estos transporta pulgas no podremos acabar con ellos. Deberíamos, pensar también que el cuervo ese que dice que Travis es culpable, lo envía alguien sí, pero como sabemos que esa persona no se equivoca.

-También digo que solo por robar, de donde yo vengo, mínimo se les cortaba las manos.

Cuando Vinganna vió al cura golpear a Tom, no pudo reprimirse. Sacó su cuchillo y se le quedó mirando desafiante.

- ¡Eh, tú!, ¡Sí, tú, padre Melchor!. La próxima vez que le pongas la mano encima a un niño te vas a quedar sin ella.

Una cosa es acusar y defenderse verbalmente y la otra muy distinta es pasar a la violencia directamente. Suelo estar en contra de eso, pero si me molestan reacciono.

-Aparta tu mano de el, maldito pedófilo. Dedicate a tus oraciones y tus misales y dejale en paz si no quieres que te robe algo mas que el paupérrimo cepillo de esas cuatro paredes a las que llamas Iglesia.- Le miro fijamente antes de mirar a Adán.- Yo solo reacciono ante los abusos. Si me das respondo nunca lo hago en el orden inverso.

-De donde yo vengo a la gente con un don se les considera artistas y como tales se respeta su arte.- Le miro desafiante.- Aunque si quieres intentar cortarme algo, tu mismo, aunque no habrás sido el primero. Eres libre de intentarlo.

Sorprendido por la mirada desafiante de Travis y su actitud, el cual actuaba de forma totalmente comprensible como el animal que se ve acorralado y saca los dientes ante sus agresores, Adán intento hablarle de forma calmada y que no sonara amenazante.

-A ver, me has malinterpretado no quería decir que te vaya a cortar las manos. Simplemente te digo que eso que llamas arte o don yo lo llamo joder al que le estas quitando la posesión en cuestión. En cualquier caso-dijo despacio-me importa muy poco o nada.

-Ahora lo que me interesa es acabar con lo que realmente importa, como la mayoría, vaya.

-Tu sabes porque el que envío el cuervo, lo envío hacia ti? Preguntó curioso esperando la respuesta de Travis.

- Parece que mi reacción no os ha gustado, pero guarda ese cuchillo no te vayas a hacer daño, respecto a tus palabras, choricillo de poca monta, más te vale demostrar tu inocencia ante la acusación que han hecho de tí - Mi genio ante la acusación del pillastre no había sido la más adecuada, pero las intenciones de involucrarme en los sucesos nocturnos no me habían gustado lo más mínimo y me pareció un intento de desviar hacía otro los hechos, esa ayuda entre "desconocidos" no me daba buena espina.

Miro fijamente al tal Adán.

-Ni lo se ni me importa. No tengo nada que ocultar y la prueba de ello es que e confesado lo que vosotros considerais un delito. Vuestras opiniones al respecto me importarían poco o nada o menos aun si mi vida no dependiera de ello. Al fin y al cabo si decidís matarme lo unico que ganareis será matar a un ladrón increiblemente hermoso mientras esas cosas siguen afuera dispuestos a hacer una carnicería. Lo del cuervo me figuro que lo habrá mandado alguien que quiera librarse de mi por haberla molestado...

Miro a las mujeres con las que habia hablado hoy. Chiguaco estaba fuera de dudas, Fabricia me había ignorado y Lidia simplemente me habia desprestigiado. Nada demasiado serio como para querer lincharme a ostia limpia.

- O alguien a quien simplemente no le caigo bien.

Miro de nuevo a cura.

-Cuidado levanta faldas o me aseguraré de que sepan ese secretillo tuyo que tan callado te tienes.

Sin  pruebas es muy fácil acusar y muy difícil defenderse, Melchorcito. Pero pegarle a un pobre pendejo, no está nada bien. Y menos si luego pides explicaciones a alguien acusado por un cuervito que habla y que no dió ninguna prueba o motivo, y no identificó a su dueño. Muy nerviositos y quisiquillosines les veo a todos. Pensé que esa religión que profesaban los gringos anteponia el amor a la violencia, pero creo que algunos no entendieron a ese señor... ¿Jesús, se llamaba? Recóncholes, que huesudos són...

Creo que lo que dice la señorita Ciguaco (que nombre más raro) es cierto, yo aunque he votado, pues no se, sin pruebas contundentes acusar no es muy adecuado, y más ahora que no sabemos nada, posible el que palme, inocente será, pero ahí esta el asunto, el dilema y lo dificil de la situación.

Desde que salio de la taberna detrás de esa jovial joven, todo estaba sucediendo muy rápido, por la ventana observo como el caer de un dios y su grito, era increíble, las historias ni se acercaban a la verdad. Por gracia o desgracia estaba siendo testigo y guardián, tal y como decían las historias quien era testigo de la presencia del dios chacal era también verdugo en su juego. Y por lo que decían el resto era todo cierto, debía votar con los demás o ser castigado por ello. Pero a quien votar, el cuervo le había marcado a ese pirata, pero era realmente culpable, ¿Al mismo que se preguntaba si esa mujer era realmente inocente?
-Que tension, que hacer...-Musito mientras apuntaba en su libro con una larga pluma de papagayo

Que alguien siga acusando a Travis tras todo lo hablado es sospechoso.

Que alguien acuse a los que tratamos de hablar, y esclarecer y deducir, incluso aunque podamos errar, es sospechoso

Que alguien esté tardando en postrar e intente escaquearse es sopechoso. 
 

Tengamos todo eso en cuestión y vayamos descartando y afinando. 

 - Sra Ciguaco, por cierto tengo un hurón que se llama igual, creo que debe meterse en sus asuntos y cuando nombre a Nuestro Señor haga el favor de lavar su boca, los gringos son los que viven al norte de su país, nosotros somos españoles, los indios siempre hicieron buena leña así que ojito... - Aquí sólo faltaba ya el moro muza en venir a dar por saco, jodido Colón si hubiera pasado de largo, les damos una lengua y una religión a estos medio monos y todavía vienen a darnos lecciones.

La cosa parecía caldearse en el lugar. Miraba a uno y a otro, y realmente todos tenían algo que me llamaba la atención. ¿Alguno de ellos había llamado a la desdicha y el terror en Castronegro? ¡qué barbaridad!, lo lógico era pensar que sí...

Luego me fijé especialmente en ese tal Travis. ¿a qué "secretillo" se refería? Más bien aquella insinuación no parecía sino una banal y desesperada manera de llamar la atención por lo del cuervo... ¡pero es que ese cuervo, al parecer, se le había mandado a su vez a ese tipo! Aquello se estaba complicando.

Sería mejor que rezásemos un poco, Padre -le dije al cura-, al menos eso calmará un poco nuestras almas.

A partir de entonces comencé a pensar en que mi comprador no llegaría nunca. ¿Habría sido un engaño? ¿Estaría alguien tras mi mercancía para arrebatármela? Mmm...

¿Quietoh toh er mundo¡ Aquí hay algo que huele mal. Solo se están impartiendo sospechas infundadas y creo que si alguno tenemos algo especial que aportar, será mejor que lo guardemos para nosotros, de momento. Pues nuestros enemigos están aquí, y puede ser que actúen más rápido que nosotros en organizar una defensa"

El Caballero de la Vara sabía que en breve acabaría todo, o vencerían a los míticos hombres lobos de Castronegro o perecerían en el intento.

No vuelva a dirigirme la palabra, joto. Si tiene que decirme alguna cosa, traiga a su hurón, por que estoy convencida de que será mejor persona que usted, carajo.

Del cansancio del viaje tardo en despertar, pero consigo levantarme a tiempo de llegar a la plaza para escuchar lo que ha pasado. En principio, iba con la intención de ver si mi embarcación ya zarpaba hoy, pero al darme cuenta de la seriedad de lo ocurrido, del ataque de los... ¿¡lobos?! a Ciguaco y de las acusaciones que iban y venían, me quedé a ver si podía sacar algo en claro.

Pensaba que la leyenda de Catronegro se limitaba a ser eso, una leyenda más de otra aldea perdida en medio de la nada, un cuento de ancianos usado para asustar a los niños pequeños a la luz de las fogatas las noches de fiesta, como la de ayer. No tenía mejor sitio el barquito para hacer escala que aquí... En fin, al menos ya tengo claro que si los lobos han atacado a Ciguaco es porque no es una de ellos y que, por suerte, alguien la ha protegido y por eso sigue entre nosotros. Me dirijo a ella preocupada:- Me alegro de que esos malditos no hayan conseguido lo que pretendían, ¿te encuentras bien?

Viendo como se iba desarrollando la mañana no iba a hacer falta que los lobos acabarán con nosotros, ya nos bastábamos nosotros para hacerlo, decidí ceder y relajar un poco el ambiente.

- Pido perdón por mi reacción, rapaz perdona mi genio y como dijo Nuestro Señor, ofrezco mi mejilla por si quieres resarcirte- acercó mi cara a Tom, deseando que el pequeño cabroncete no me sacuda, viendo que se lo piensa, retiro la cara rapídamente, a la vez que suspiro aliviado- Eres un alma noble y me has dado una lección, respecto al resto Bonny nos ha dado una buena idea, elevemos nuestras plegarias al Señor y pídamos humildemente su ayuda y misericordia, aunque está ocupado iluminando a nuestros Cardenales para designar Santo Padre, puede echar aquí un ratito en nuestras miserias. Rezar conmigo hijos, en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo, Padre Nuestro...

-No creo que rezar nos ayude a menos que el Santo Padre aparezca y zurre a los lobos con su Palabra Divina...

Miré el cielo con tristeza. Quedaban pocas hora para el anochecer y no habíamos descubierto nada de nada.

-A ver, gente de Castronegro; mentando al pequeño Tom... ¿Qué sabemos? Sabemos que Ciguaco no es. Sabemos que uno de los presentes, el dueño del cuervo, piensa que Travis es un lobo. ¿Sabemos algo más? ¿Alguien sabe algo más?

Mis palabras sonaron desesperadas. Y esa era mi intención.

Por desgracia, seguro, no sabemos nada más, entrón.- digo con tristeza. Me giro hacia Shade y le pongo una mano en el hombro, de forma amable. Si querida, gracias. Tenes cara de pambazo. ¿Te encuentras tú bien, chavita?

Desesperado me hallaba, bloqueado también, tal vez. No se tenían más datos de quién o quién no podían ser "ellos". Solo sabíamos que aparecían por la noche. Parecía que hasta entonces no tendríamos ningún dato más. Quizá entonces ya era demasiado tarde para evitarlo, para evitar la sangre de alguno de nosotros. ¿Pero qué podíamos hacer?

- Esto es demasiado confuso, parece que sabemos algo de lo que en realidad no sabemos apenas nada. Una persona no puede ser. ya está, ni un triste dato más. ¿Rezar? Lo veo inútil para unos seres que, por narices, tienen que venir del mismo infierno. Tampoco creo que los que no "hablen" mucho sea por su supuesta culpabilidad, pueden tener más opciones. Por lo menos sabemos que Ciguaco está bien, ¡por los dioses, podía haber sido peor!