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LA HISTORIA DE HORLUM HACHAROJA

Horlum Hacharoja era el líder de una villa de mediano tamaño llamada Sima Forjahachas, la cual se encontraba al Sureste de Kark-Nugo; una de las primeras villas importantes en rendir pleitesía al Kark, como verdaderos fanáticos hacia el futuro de gloria y prosperidad que se iniciaría con él.

Sima Forjahachas era un antiguo enclave estratégico caracterizado por una importante industria del acero, centrada mayoritariamente en hachas de batalla, muy recias y firmes. Sus filos habían protegido toda la comarca durante siglos de los trasgos que se hallaban mas al este, únicamente guarecidos por el río Shesh-sal, del que sacaban algunos de los minerales con los que hacían las mezclas para sus aceros.

El Villorrio se encontraba gobernado desde hacia generaciones por la familia Hacharoja, dueños de una de las forjas más importantes, en la que producían un acero con una tonalidad rojiza que les hacia famosos. Los Hacharoja habían aumentado el comercio significativamente, incluso con los pueblos de las llanuras del Oeste. Para ser enanos no tenían problemas de negociar con otras razas, siempre que fueran amistosas. No obstante, ante cualquier noticia de ataque a tribus enanas (incluso aquellas con las que los Forjahachas se encontrasen enemistados) con sus hachas, acarreaba automáticamente el cese del comercio y el inicio de hostilidades, armando a rivales para castigar el incumplimiento de sus contratos de comercio.

A pesar de esta importante industria, habían sido atacados muchas veces por trasgos y lagartianos del otro lado del río, la ultima vez hacía quince años. Esa fue la fecha en la que murió el anterior Señor, Horlam Hacharoja, padre de Horlum, concretamente en el año 319 de la primera edad de la historia. Motivo por el cual heredó el poder, pudiendo repeler el ataque y diezmar a las hordas de trasgos y lagartos; los restos de estos engendros aun siguen empalados en el lado opuesto del rio Shesh-sal, como aviso a cualquier ejercito que intente atacarlos.

Tras aquellas batallas Horlum aumentó el comercio e invirtió una gran cantidad de oro en aumentar la milicia, establecer grandes muros y mejorar las defensas de la Villa, sobretodo para defender las forjas, su mayor sustento económico y en realizar puestos cercanos al río desde donde tener controlados a los trasgos. Ademas de esto, estableció un sistema de adiestramiento a toda la población para encontrarse preparados en caso de nuevas guerras. Todo niño y niña, desde pequeño, era entrenado en el uso de las armas, los adultos también aceptaron este sistema con tal de estar preparados para defenderse de los trasgos, ya que estos seres no diferenciaban entre combatientes y populacho.

EL KARK DE LAS CINCO COLINAS Y DE LAS LLANURAS AL ESTE DEL CODO DEL ENANO.

Se dice que los primeros enanos surgieron en las montañas ahora llamadas cordillera del Viejomonte, pero en aquel entonces tal cordillera era conocida como El Codo del Enano. Fue en esas gigantescas montañas donde se empezó a fraguar su civilización y concretamente en las cinco montañas centrales fue donde Nugo hijo de Hungo y Danga, el primer kark (rey enano bajo la montaña) instauró su karak (reino enano construido en las montañas) y lo llamó Karak-Nugo.

Nugo era uno de los pocos enanos nacidos antes del inicio de la era que por esas fechas todavía vivían cuando se edificaron los cimientos de la primera ciudadela enana. De pelo oscuro y ojos claros nació en año 4551 de la era de las Grandes Razas, tan solo 19 años antes del inicio del reino élfico de Vaamar que dio por concluida una época y por comenzada la era de la Historia. Nugo se trataba de uno de los más fuertes de su raza y se decía de él que podía haber matado a un oso en combate singular y sin armas, aunque lo cierto es que no quedó constancia de que lo llegara a hacer o de que aquel dicho fuera tan solo algo que se decía popularmente. Se le conocen hasta tres esposas durante su vida aunque no han transcendido sus nombres. A la primera la dejó embarazada hasta en tres ocasiones, pero ninguno de sus nació vivo. Con la segunda y tercera esposa también trató de perpetuar su linaje pero tampoco tuvo éxito, así que se resignó a morir sin descendencia y adoptó a su sobrino Burin, hijo de su hermana Amalia como su legítimo sucesor. Murió en el año 535 de la primera edad cuando había cumplido los 554 años y es el miembro de su raza  conocido como el más longevo de toda la primera edad.

Nugo fue el primer enano en aglutinar bajo una misma bandera a los diferentes clanes enanos que vivían en el noroeste de Harvaka y fue el primero en subyugar a los trasgos para convertirlos en esclavos que trabajarían en sus minas a cambio de muy poco. Nugo se erigió kark enano en el año 327 de la primera edad cuando ya había cumplido sobradamente los cuatrocientos años.

Antes de ser proclamado kark de los enanos fue el caudillo de tribus enanas que vivían en las llanuras. Empezó a ser conocido y temido por todos por su dedicación al pillaje y al asalto de viajeros que trataban de comerciar de aldea en aldea mediante el truque. Poco a poco fue ganando fama, adeptos y poder y acabó por convertirse en el principal defensor de las llanuras. Todos los enanos deseaban su protección y quizás por esa razón o quizás por miedo, allá donde viajara con su ejército todos los con los que se cruzaban acababan por rendirle pleitesía. Para cuando se dio cuenta se había convertido en el señor enano de las llanuras y no había aldea, villa o pueblo que no le considerara su líder.

Los trasgos de los bosques del noreste y los conocidos por aquel entonces como gigantes de piel escamosa (hombres lagarto) que vivían en las montañas gobernadas por la sierpe Eokhrani apodada la Asesina Rampante, realizaban continuas incursiones al este y los enanos de las llanuras debían estar preparados para repelerlos.

La nueva unión de clanes y tribus aportó gran cantidad de soldados al ejército de Nugo. Sin embargo el territorio a defender era cada vez mayor y los ataques que recibía el pueblo enano se tornaban cada vez más violentos y se repetían con mayor frecuencia. Por eso Nugo, muy pronto se interesó por las tribus que se dedicaban a extraer minerales y piedras preciosas de las montañas. Se decía que podían fabricar armas poderosas con filos muy cortantes perfectos para cercenar las cabezas de los trasgos y traspasar las escamas de los lagartianos.

Para cuando decidió comenzar a explotar las minas de la cordillera del Codo del Enano, tenía ya cerca de un millar de devotos enanos a sus espaldas. Aunque Nugo no conocía bien las montañas, pues su familia había morado desde tiempos inmemoriales en las llanuras al este, si conocía bien la guerra y como acabar con los enemigos de su clan y para ese entonces había ganado tanto poder que cuando puso el primer pie en las montañas los pueblos enanos que allí moraban decidieron nombrarle kark de las cinco colinas y Nugo aceptó tal oferta siendo por aquel entonces el año 327 de la p.e.

PARTICIPACIÓN EN LA GUERRA DE LAS LLANURAS

La Guerra de las Llanuras (334 a 338):

Con la marcha de Nugo y su ejército a la ciudadela de las montañas las llanuras quedaron a merced de los pueblos invasores del este. Los trasgos de los bosques del noreste y los hombres lagarto firmaron una alianza. Los caciques Bargart de la tribu Pies Sombríos, Zhuul de la tribu Pico de Hierro y Duzturg de la tribu Garra de Oso pactaron una alianza con la sierpe Eokhrani y el señor de la guerra Tlishat Lengua Venenosa.

Los dos ejércitos iniciaron un ataque conjunto en el año 334 desde el norte y desde el sur arrasando con todos los pueblos y aldeas al oeste del río Shesh-sal hoy en día conocido como río Keke. La resistencia que impusieron los clanes enanos que moraban en la ribera del Shesh-sal fue casi nula, pero las noticias no tardaron en llegar a Karak-Nugo y el Kark reunió a su ejército pidiendo ayuda tanto a los señores de las cinco colinas, como a los que vivían en los valles del oeste.

No todos acudieron a la leva pero finalmente Nugo reunió un total de 12.000 soldados para marchar contra los trasgos y los hombres lagarto venidos de las montañas Sixosath, hoy en día conocidas como montañas Siemprenevadas, en recuerdo a un gran dragón que moró en la zona en años pretéritos.

Nugo marchó al frente de sus 7.000 guerreros enanos, compuestos por casi 3.000 valerosos guerreros de la ciudadela, otros tantos del distintas de casas de las cinco colinas y otros 1.000 soldados del noroeste que acudieron a la leva de Nugo.  Mientras, Berbagar se erigió capitán de las tropas del valle de oeste que sumaban hasta 3.500 guerreros y por su parte las tropas del sur del Escudo del norte reclutaron unas 1.500 almas.  

Pese a que Nugo y Berbagar eran grandes guerreros nacidos en grandes familias, no fueron los que más destacaron en las batallas que se desarrollaron en la ribera, pues fue Thordu hijo de Glothar de Colina Ardiente, una de las cinco colinas de las montañas del Codo del Enano quien acumuló mayores gestas en las sucesivas batallas. Sumando junto a sus fieles soldados no más de cincuenta hachas, fueron decisivos en las batallas de Colinaaguda y del vado de Piernascortas.

Batallas:

Batalla de las Llanuras.

Batalla del Vado de Piernascortas:

En los meses más fríos del año 335 tuvo lugar la batalla del vado de Piernascortas. El ejército enano había quedado dividido en dos. Berbagar había quedado aislado en el asentamiento de Rocadura, defendiendo la fortificación de los hombres lagarto a la espera de que llegaran los refuerzos encabezados por el kark. Cuando las tropas capitaneadas por Nugo llegaron a la altura del río Shesh-sal fueron emboscados mientras cruzaban el vado por el ejército trasgo.

El caudillo Nogoz tenía apostados hombres en ambas orillas y en cuanto las tropas enanas comenzaron a pasar fueron atacados desde vanguardia y retaguardia. La estrechez del paso provocaba que la superioridad numérica de los trasgos se viera incrementada dando una seriia ventaja a las tropas de Nogoz.

Las tropas trasgas de retaguardia atacaron sin piedad a los enanos que todavía no habían empezado a cruzar el río y pronto quedaron aislados del resto. El capitán Harthor de Colina Hueso mandó a sus tropas retirada y pronto los enanos de Nugo quedaron rodeados en la mitad del vado. Las tropas de Nogoz no persiguieron a las tropas de Harthor sino que se centraron en mermar a los enanos atrapados entre las dos riberas entre los cuales se encontraba Nugo.

Harthor dio por perdida la batalla y decidió marchar de vuelta a las colinas dando por muerto al kark y a los enanos que se encontraban con él. Sin embargo fue Thordu quien se opuso a seguir las órdenes del capitán. Gracias a la fama ganada en la batalla de Colinaaguda fueron muchos los que se pusieron de su parte y pese a que Harthor no dio su brazo a torcer pronto más de la mitad de las tropas enanas se pusieron a las órdenes de Thordu.

Thordu sabía que poco haría por su kark si no contaba con el total de las tropas disponibles y fue por eso que retó a Harthor a un duelo por la capitanía de las tropas. Dicho combate no llegó a producirse pues Harthot no aceptó el duelo y al verse ponerse de manifiesto su cobardía la mayor parte de los enanos se puso finalmente del lado de Thordu y Harthor acabó por marcharse con unos pocos enanos fieles a su linaje.

Los enanos envalentonados por su nuevo capitán cargaron contra las tropas situadas en la retaguardia de los aislados enanos de Nugo. Pocas horas después habían logrado disolver los ejércitos trasgos y las tropas de Nugo puieron hacer frente a sus enemigos al pode centrarse únicamente en las tropas trasgas de vanguardia lideradas por el cacique Nogoz.

Pese a haber perdido a más de 2.500 soldados el grueso del ejército enano, de casi 4.000 almas pudo finalmente acudir a la ayuda de Berbagar y poner fin al asedio de Rocadura acabando con todos los hombres lagarto y con sus señores de la guerra. Harthor fue degradado de su cargo de capitán, expulsado del ejército de Nugo y condenado al exilio por un mínimo de 100 años, mientras que Thordu fue nombrado capitán ocupando su puesto.

En menos de un año hubieron pacificado la zona de la ribera del río con escasísimas bajas y de hecho, el número de hombres al mando de Nugo aumentó hasta las 14.300 almas, pues 1.700 enanos que aún vivían en el valle se sumaron a la ofensiva y otros 600 enanos de los valles del oeste bajo el mando de Throinbagar acudieron, aunque tarde a la leva.

El Asedio de Rocadura.

El final de la batalla.

Fue una temeridad por parte de Berbagar abrir las puertas de Rocadura para que tres mil valerosos enanos cargaran contra siete veces más de enemigos. No obstante, no era sólo la ira la que mandaba en las cabezas de aquellos enanos, sino la lealtad por los hermanos que se habían arriesgado a morir por salvarles a ellos. Lealtad y honor, pues vivir arrepentidos el resto de sus vidas de no haber muerto junto a sus hermanos en aquel glorioso día, les remordería la consciencia hasta su lecho de muerte.

Berbagar fue el primero en cargar y le siguieron todos sus hombres. La punta de lanza embistió con fuerza contra las tropas enemigas. Aquella carga fue realmente demoledora. Con gran parte del ejército enemigo en persecución de Horlum y los suyos y el resto sin esperar un ataque tan directo y abiertamente suicida, tardaron bastante en poder reaccionar. Muchas fueron las bajas entre los pieles verdes y los de sangre fría, hasta que pudieron plantar cara, aunque lo cierto es que la batalla no acabó en un abrir y cerrar de ojos.

Toda la noche estuvieron peleando a las puertas de Rocadura, la cual fue tomada por el enemigo, al menos en parte. Tragos y reptilianos penetraron tras las puertas de la ciudadela y esperando no encontrar oposición en su interior, la hallaron en las mujeres, los ancianos y los niños enanos que se esforzaron en repeler al invasor.

La punta de lanza salió en persecución de las fuerzas que trataban de dar caza a Horlum los suyos. Les fue difícil llegar hasta el bosque y no lo hubieran conseguido de no haberse conjugado los astros a su favor y haber aparecido en el momento adecuado los carros de guerra de la Sima y el Martillo Ensangrentado. El bombardeo abrió paso a Berbagar y a medio millar de enanos en dirección a la contienda que mantenía contra las cuerdas a los héroes que habían advertido de la excavación trasga.

Berbagar llegó tarde, pues los escudos enanos ya habían caído para ese entonces. Pocos eran los hermanos que todavía quedaban en pie. Pero como una tromba de agua cayeron Berbagar y los suyos contra aquellos desalmados que se encontraban ensartando a heridos y moribundos y dando muerto a aquellos pocos enano que todavía se mantenían en pie. Allí estaba Horlum, siendo hostigado por varios hombres lagarto y en el momento en que iban a ensártale con una lanza, Berbagar rugió.

- ¡Matadlos, por Brokk Barba de Hierro! – Gritó encolerizado el Kark de los Valles del Oeste. - ¡Venganza! ¡Venganza por la sangre enana derramada!

Berbagar en persona recogió a Horlum del suelo y lo sacó de allí escoltado por cuatro de sus mejores guerreros enanos. El Thog de la Sima estaba malherido, pero sui se daban prisa viviría para ver un nuevo amanecer.

Y fue precisamente con el amanecer, cuando ya todo parecía perdido y los defensores de Rocadura casi habían perdido el enclave en favor de aquellas bestias, cuando Nugo llegó. Nugo y su ejército pasaron sobre el campo de batalla como un vendaval que expulsó a todo trasgo y todo hombre lagarto, arrebatándoles la vida u obligándoles a huir para nunca regresar a menos que la muerte desearan encontrar.

Tras la batalla se nombró kark a uno de los guerreros enanos que más demostró su valía durante toda la guerra. Horlum Hacharoja, hijo de Horlam, señor de la Sima forjahachas, Kark de la Sima y Kark del Martillo Ensangrentado.