Partida Rol por web

- Las últimas noticias que tenemos del grupo de biólogos que envió la Universidad de Crandall, situada en Moncton, son preocupantes.

>> Estas doce personas, entre las cuales se encontraba la afamada Doctora Parker y que vinieron para estudiar el extraño comportamiento del urogallo, han desaparecido en los bosques cercanos a Kenora. En dicha ciudad tenían un punto para recoger provisiones cuando fuese necesario, con el que mantenían contacto telefónico a diario.

>> Por lo que sabemos el estudio iba a durar una semana y a partir del sexto día de investigación, y en los días siguientes, fue imposible establecer cualquier tipo de comunicación con ellos. Se cree que todos desaparecieron sin motivo aparente y sin dejar rastro. De eso hace tres días.

>> Debido a la preocupación de familiares y amigos, que quieren encontrarlos lo antes posible, se iniciaran las labores de búsqueda.

>> Les deseo a todos mucha suerte y espero que no les haya pasado ninguna desgracia. Les seguiremos informando en el noticiario de la noche.

LUGAR: Oficina del Sheriff de Kenora. DÍA: 10. HORA: 11:20

El frío de la primavera tardía, que se niega a dejar paso al verano, muerde como si quisiese saltarse dos estaciones y dejarlo todo cubierto de nieve.

Las sillas a ambos lados de la mesa del sheriff están ocupadas. El representante de la ley, Fran Rosen, es uno de los hombres que se encuentra allí. No es de extrañar, es su despacho. Lleva mucho tiempo en Kenora haciendo que nadie se salte las normas (a su manera).

Al otro lado está Tom Roland, cuya vida personal y profesional están tocando fondo. Esto le ha llevado a hacer una locura. Al enterarse de que la Doctora Parker, con la que esperaba mantener una relación, está perdida en los bosques decidió entrar en acción. Se armó de valor y convenció a los padres de ella de que le dejasen encargarse de colaborar en su búsqueda. Ellos accedieron entre un mar de lágrimas y Tom se autoproclamó como representante de la familia Parker en todo este asunto.

Ambos hombres tienen una cosa clara, hay que organizar patrullas de búsqueda antes de que sea demasiado tarde.

La idea de que simplemente le hubiese abandonado, marchado con alguno de su equipo, algún rubiales joven y lozano le asaltaba de vez en cuando por la sesera. Luego se le iba la tontería al ver que todo el grupo se encontraba desaparecido y dudaba bastante que realmente se hubieran ido por ahí todos. Con la culpa clavada como una espinita por haber logrado su puesto ahí mismo, a cambio del sufrimiento de unos padres que ya hubiese querido él había acabado acudiendo a la oficina de Rosen. 

y....bueno...- Miró su vaso de plástico relleno de un café mediocre- ¿Qué plan tiene Sheriff?- Alzó la vista, fijándose en el recio bigote del agente de la ley. Ahí se le tiene que acumular todo- Desconozco como es la zona, y no se si hay animales muy peligrosos por la misma ¿Osos quizás? Pero no deberían de haber atacado a un grupo tan numeroso ¿No es cierto?- La duda estaba siempre un poco presente en el tono del profesor.- ¿Se sabe donde tenían el campamento principal?

Frank observó a aquel individuo intentando ocultar su fastidio sin mucho éxito. Ya era jodido tratar estos temas con padres o hermanos pero ¿un novio? ¿Qué pintaba aquel tipo allí? Era lo que había mandado la familia de la doctora Parker y con eso debía lidiar. Los de representantes de las otras familias ya habían pasado por ese mismo despacho y ahora quedan de la mano de Amy. Ella se las arreglaba mucho mejor para esas cosas. En realidad se lo arreglaba bien para casi todo aunque Rosen jamás fuera a concederle un reconocimiento por ello. ¡Sería lo que faltaba!

—Humpf... Sí, hay osos y otros animales peligrosos pero estamos hablando de un grupo numeroso señor Roland. Dudo que ningún oso se atreviese a asaltar un campamento de doce personas por mucha hambre que tuviera. Y menos que pudiera cazar a los doce. Encontramos rastros de sus anteriores campamentos pero no sabemos donde están ahora. Teniendo en cuenta que no tienen móvil y que se han metido tan profundo en los bosques para buscar al puto bich... humpf... disculpe... urogallo la teoría que tiene más fuerza es que simplemente estén perdidos. Pero iban pertrechados para montar campamento y son una docena de adultos responsables. Es cuestión de tiempo que aparezcan.

Se levantó con el ánimo de acompañar al individuo hasta la puerta:

—Estamos organizando la segunda batida para internarnos un poco más en el bosque y saldremos en media hora. Supongo... humpf... que querrá unirse a ella. Amy es la que organiza todo. Yo debo coordinar el tema del helicóptero. Aunque el bosque es muy tupido y será complicado que los vea esperamos que al oir al pájaro los de tierra hagan alguna señal. Créame: todo se resolverá quedando solo en un susto.

Al acercaros a la puerta del despacho y abrirla os asalta un olor a alcohol barato, que surge sin compasión de la boca de uno de los ayudantes.

- Buenos días, sheriff- su voz ronca es consecuencia de muchas juergas nocturnas.

El hombre parece que se acaba de levantar de la cama. Lleva puesto el uniforme de una forma poco reglamentaria. La camisa por fuera del pantalón y con alguna mancha de café en una de las mangas. Tiene los nudillos de una mano con la piel raspada, despeinado, sin afeitar y con una mirada en la que muestra una desgana absoluta por tener que volver al trabajo.

- Ya me he librado de ese periodista que estaba haciendo muchas preguntas. ¿Necesita algo más?

La idea de que se hayan perdido, así, dicho en alto, le hace suspirar.- Es posible si...- No quería admitirlo, pero es que las otras opciones no es que sean las mejores. 

Se levantó después que el Sherrif, de hecho, se quedó unos segundos rezagado porque no entendía bien que pasaba- Amy, si claro, la señorita Amy- Asintió un par de veces tras levantarse, meditativo- El Urogallo se suele alimentar de bayas mayormente ¿Es usted de salir por el bosque? ¿Conoce alguna zona amplia donde haya un montón de hierba baja y plantas con bayas? Ya sabe el fruto carnoso o pulposo con varias semillas en su interior que están envueltas directamente por la pulpa- De verdad que a veces le gustaría saber hablar mejor con la gente- suele tener forma redondeada o elipsoidal.- Y luego se preguntaba porque a algunas personas no le caía del todo bien.

Quizás ante la primera confusión o no respuesta del Sheriff, anticipando su ignorancia, miró hacia fuera del despacho- ¿No? Bueno, no se preocupe. Hablaré con Amy, si ella se dedica a la búsqueda, lo mejor será preguntarle a ella. Muchas gracias

Se iba a despedir para salir del despacho cuando el olor le llegó de frente y la presencia del "guapo" le hizo dar un paso hacia atrás. Una rápida mirada al Sheriff, y luego al ayudante- Disculpe ¿Qué periodista? 

Frank puso los ojos en blanco. Si pudiera solicitar un rayo que fulminase a aquel inútil Lou lo pediría sin pensárselo.

—Disculpe señor Roland: el trabajo con la prensa es cosa nuestra. Y le solicitaría encarecidamente que no le dieran mucha cancha a los buscadores de titulares fáciles. Lo único que hacen es complicar nuestra labor haciéndonos perder el tiempo en ruedas de prensa explicativas cuando deberíamos estar buscando a su novia.

Casi empujaba al familiar hacia fuera del despacho mientras le hacía una seña a Amy:

—Amy le ubicará en el grupo de batida. Puede discutir con ella su interesante aportación sobre las costumbres del urogallo.

La ayudante del Sheriff se encuentra en la sala de reuniones. Tras ella hay un pizarra con un plano del bosque donde hay varios alfileres rojos, que marcan los últimos sitios donde estuvieron los biólogos.

Hay varias fotos de los desaparecidos a ambos lados del mapa. La primera fotografía, colocada en la parte superior izquierda, corresponde a la Doctora Parker.

Amy está hablando por su teléfono. Tiene el ceño fruncido y se la ve preocupada. Las personas que están en la sala guardan silencio, y las pocas que se atreven a hablar susurran para no molestarla. El grupo está compuesto por agentes de la ley, voluntarios y algún familiar o amigo de los desaparecidos.

Frank se acercó a Amy quedándose delante de ella. Estaba impaciente por empezar con la búsqueda y terminar cuanto antes con aquella tontería. Probablemente aquellos imbéciles habrían quedado atrapados en alguna de las grietas de la orografía del bosque y esta misma noche estarían de vuelta en sus casas. El despliegue de medios había sido excesivo para nada.

Pareció que iba a responderle algo al Sheriff cuando mencionó lo de "novia" pero lo acabó dejando estar. Quizás...le sirviera. 

Acabó en la reunión, echando fotos con el móvil del mapa y de los datos mientras la agente habla por teléfono absorta en lo que fuera. Saludó con la mano a alguno de los presentes, con una sonrisa y efusividad de quien acaba de ver a un amigo. Igual no es lo mejor dada la situación, pero bueno, es Tom. 

Se acercó a uno de los conocidos de la universidad, y le habló bajito- ¿Qué me he perdido? Estaba hablando con el Sherrif...- Ladeó un poco la cabeza, como si el supiese mas que los demás.

Amy clava sus ojos en Tom, cuando entra a la sala como si fuese su casa y hace fotos a la pizarra. La mirada severa de la mujer y su ceño fruncido deja bien claro que no está para bromas.

-Sheriff, tenemos que hablar.- dice acercándose a Frank mientras sube una ceja, con el fin de indicarle que ponga orden y evite que el civil recién llegado se pasee a sus anchas - El helicóptero no estará disponible para una segunda vuelta de reconocimiento. Está averiado. Sufrió un fallo eléctrico mientras volaba. Afortunadamente logró aterrizar sin problemas.

Frank se encogió de hombros.

—Con algo de suerte no creo que ni nos haga falta.— llevándola aparte, donde no la oyera el novio de la doctora le dijo con tono enciclopédico a su ayudante:— He estado pensando en el tema: esta gente estaba estudiando al urogallo y, como sabrás, estos bichos se alimentan de bayas. Si podemos acotar zonas donde abunden los árboles que den bayas sabremos por donde abundan los animales y es lógico que los científicos anden por esa zona. Empezaremos por ahí.

No esperó a que su ayudante contestase, se volvió hacia la gente para avisar que fueran preparándose todos para salir de batida.

—Amy les dirá por donde empezamos. Yo me reuniré enseguida con ustedes.

Dicho lo cual se fue, todo satisfecho, a fumar un pitillo a la terraza de la comisaría. Su trabajo como jefe era delegar en los demás. Si señor.

Amy asigna a cada persona, ya sean agentes o voluntarios, a un grupo.

- No perdamos más tiempo, la vida de esos biólogos puede estar en peligro.

Los participantes de los grupos de búsqueda, bien abrigados y equipados, salen de la oficina del sheriff. Las últimas personas en abandonar el lugar son Amy y Lou. El lugar no queda vacío, pero si en silencio.

El perro ladra y rompe en silencio. Se aparta de los dos agentes que aún quedan allí dentro. Se trata de Thomas, su dueño, y de Steve.

Se sitúa junto a Tom y le mira con la cabeza ladeada.

- Creo que somos el último equipo de búsqueda Señor Roland- el hombre se acerca con paso lento hacia Tom y le tiende la mano con una sonrisa amplia.- El sheriff, mi compañero Tomas, su fiel amigo Wednesday, usted y yo. Me llamo Steve, es un placer tenerle entre nosotros.

—Pues pongámonos en marcha cuanto antes. Esto no es una convención socia sino una partida de búsqueda Steve.

Dicho lo cual Frank se dirige al todoterreno para ir hasta el lugar de la búsqueda y comenzar cuanto antes.

Una charla intranscendente mientras Amy le miraba regulín. Nada del otro mundo.

El perro que se le había quedado mirando le empezó a poner nervioso. ¿Olería algo? ¿Notaría el miedo? ¿Las mentiras? Cuando se quiso dar cuenta le sudaban las manos. Ni que el hubiese secuestrado a nadie... Carraspeó levemente y le acabó tendiendo la mano a Steve, tras secarse con el bajo de la camisa- El placer es mío, me encantaría ser de mas ayuda- se excusó. 

Cuando se empezaron a mover, el hizo lo mismo, prefiriendo la parte trasera del todoterreno, que esperaba no compartir con el perro. Y de hacerlo, se lo tendría que ganar de alguna manera, así que intentaría ser amable con él, sonreírle, acercarle la mano con lentitud para que la oliese...lo que fuese necesario para que no le mordiese las gónadas por error.