Partida Rol por web

_{ÚLTIMA PRUEBA, EL LABERINTO.} 

El día más anhelado llega con un sol radiante que ilumina cada rincón de los terrenos de Hogwarts. La expectación se siente tanto que ninguno de ustedes puede pasarlo por alto, han sido unas horas de nervios y ansiedad, más allá de que han recibido la explicación sobre la siguiente prueba. No hay mayores secretos evidentes, todos están al tanto de que deben ingresar a un laberinto y encontrar la Copa del Torneo para consagrarse ganador. 

Cada uno según sus puntuaciones tendrá alguna que otra ventaja o guía, pero la verdad es que cualquiera de los presentes puede ganar esta competencia y nadie tiene asegurado el premio. También son conscientes de los peligros que acechan, del realismo que ostenta cada prueba más aún en esta última y deben estar preparados para lo que sea que vaya a suceder allí. No hay demasiadas reglas a la vista, quien no pueda con el desafío, simplemente debe conjurar el hechizo que les permita crear una señal y dar por terminada la experiencia. 

Ahora mismo se encuentran los cuatro en la tienda de los competidores, el acceso al laberinto está a unos pocos pasos de allí y es Peter Hamilton quien los acompaña para asegurarse de que todo esté muy claro. Cada uno se encuentra ataviado con el correspondiente atuendo de su Colegio y no habrá una periodista que los ayude a estar más nerviosos de lo habitual. De momento ha sido una mañana bastante tranquila, libre de admiradores o alumnos que buscase en ustedes un minuto de atención. Sólo sus Directores y la familia o amigos, han estado presentes en este final que ya está muy cerca. 

Toca esos minutos de preparación, se escucha a lo lejos el murmullo de un público expectante. 

Se viene la última prueba. 

Era el último día. Sin poder evitarlo, Amelie se movía nerviosa de un lado a otro. Apenas si había probado bocado durante el desayuno, y su mente había estado repasando todos los distintos hechizos que se conocía, que pudieran llegar a ser útiles. Se había vestido con su uniforme, y llegado al momento había entrado a la carpa, donde ahora todos esperaban el momento.

Mientras el momento se acerca, la chica miró a los otros tres competidores de la casa. A la recia pero dulce Visna; a la feroz y radiante Lorelei, al silencioso pero gentil Hiro. -Vengan.- Les dijo, haciendo un gesto a los otros tres. -Hagamos un abgazo ghupal.- Les pidió con una sonrisa nerviosa, y esperó a que todos se acercaran a ellas para cruzar brazos y mirarse entre ellos. -Quiego dagles las ghacias...- Murmuró. -Ha.. ha sido toda una aventuga, y estoy oggullosa de habeg pagticipado con ustedes.-

Les dedicó una cálida mirada a cada uno. -Les deseo lo mejog, y que gane el mejog de los cuatgo.-

¡Y ahí estabamos! El gran final. La prueba donde se decidiría todo. Si miraba hacia atrás, parecía que el tiempo hubiera volado, como si las otras pruebas hubieran sido esa misma mañana. Pasara lo que pasara, ganara quien ganara, las memorias y la experiencia iban a ser imborrables. Y así visto, perder de verdad era imposible.

Pero no me iba a contentar solo con no perder. Quería ganar, y eso implicaba dar lo máximo de mi y demostrar de lo que Hogwarts era capaz. ¡Ahora bien! La competitividad no quita la deportividad. Después de todo, los otros tres aspirantes habían terminado por convertirse en amigos. Y por eso mismo me lancé al abrazo que había propuesto Amelie con una gran sonrisa en mis labios.

—Aay. Dí que sí. ¡Pase lo que pase, ha sido genial competir contra vosotros! —asentí con seguridad, lanzando una mirada a cada uno de ellos y añadiendo, en voz bajita— Y espero que cuando esto termine os quedéis al menos unos días más por Hogwarts. ¡Tenéis que disfrutar del castillo como es debido, sin presión!

No negó el abrazo grupal que Amelie le había propuesto, en cierto modo sintió cierta calidez que con los demás estudiantes no había llegado a sentir nunca, tal vez sería que con ellos las experiencias que ha vivido fueron bastante intensan. Y ahora se acercaba el final, lo deseaba, deseaba ganar, pero por otra parte...

Sí, además que nos debes un buen paseo por el castillo eh Lorelei. Me he perdido todas y cada una de las veces que me he perdido por ese castillo. Y menos mal que siempre me ha ayudado aquel fantasma tan rechoncho.

Se termina de asir la capa carmesí

Me va a durar poco este trasto

Piensa mientras se va quitando los agarres para irlo dejando en la tienda

Que gane el mejor eh

Les mira a todos, deseándoles lo mejor, pero dentro de sí sentía, y sabía que quería tener la copa en sus manos

Si Hiro estaba nervioso, desde luego no lo demostraba. Se presentó en la carpa con el uniforme del colegio Mohoutokoro impoluto y dedicó una inclinación de cabeza a las demás con el saludo. Cuando Amelie los invitó a todos a un abrazo, dudó. Lo cierto era que en su cultura los abrazos estaban en general reservados a la intimidad más absoluta. Sin embargo, sentía que algo en él había cambiado desde el inicio del torneo y se sentía extrañamente vinculado a las tres chicas.

Se sumó al abrazo y sonrió. Lo cierto era, daba igual el resultado, la experiencia vivida junto con las chicas había sido algp increíble. Pase lo que pase, me alegra haber podido competir contra vosotras. Yo... Parecía que iba a decir algo, algo personal, pero al final se lo pensó mejor. Ha sido una experiencia inolvidable. Cuando esto acabe, espero que mantengamos el contacto. Ellas no lo sabía, pero dicho de Hiro aquello significaba mucho.

Suerte a todas y os veo en la meta. Dijo, esbozando una medio sonrisa con aquellas palabras. No había que matar la competitividad pese a mostrar afecto.

No hay mucho más para decir y vaya que ha sido sentido aquel abrazo compartido, uno que incluso emociona a Peter desde la distancia mientras inhala profundo y sigue sumando minutos libres antes de dar comienzo a la última prueba del Torneo de los Tres Magos. Hay muchos nervios, expectativa y sin dudas es lo último que les queda en esta competencia para coronarse el mejor mago de esta nueva era entre los cuatros Colegios de Magia y Hechicería más conocidos del mundo. 

—Chicos, han estado muy bien y sé que la presión es grande. Sólo debo decirles que el Laberinto tiene sus trampas y sé que son capaces de sortearla, aún así... Uno solo debe coger la Copa y consagrarse ganador—afirma el Director de Hogwarts—. Que gane el mejor, mi confianza está puesta en los cuatro. 

Ya con una sonrisa les indica que es el momento de abandonar la tienda así pueden iniciar esta prueba, una que trajo una serie de eventos preocupantes y un amargo recuerdo que nadie olvida. No obstante allí están las gradas llena de gente que los aplaude y grita sus nombres, a la vista solo se encuentra la entrada al laberinto y al parecer irán según sus puntuaciones ingresando al mismo. 

—Vengan...—los llama Peter—. Todo vale, si se ven superados hagan la señal y mucha mucha suerte. 

Tras aquellas palabras toma su lugar en el atril mientras los Profesores y Directores de todos los Colegios, se encuentran allí apoyando a sus competidores. 

—Lorelei Ambrose, eres la primera...

Y así fue nombrando uno a uno hasta quedar Amelie siendo la última en ingresar al Laberinto, momento en el que las paredes se cierran y toca buscar la Copa.

Son puros problemas de topología. Con algo de matemáticas deberia de poder llegar al centro y tomar la copa para mí

Pensaba nerviosa mientras cambiaba el peso de su pierna izquierda a su pierna derecha viendo como Lorelei y Hiro se internaban antes de tiempo.

Suerte Amelie

Le dijo a la francesa cuando en su turno todos gritaban su nombre con entusiasmo

Finalmente todo dio inicio. La rubia sabía que sería la última en entrar debido a sus puntuaciones, pero sabía que aún cuando los primeros minutos de ventaja ayudaban, no significaban un éxito asegurado. Aplaudió a cada uno de los que fue internándose dentro del laberinto, sonriéndoles mientras los veía desaparecer, aunque los nervios no le permitieron responder a cualquier saludo o palabra que le indicaran.

Cuando llegó el momento, avanzó decidida hacia el interior del laberinto.

Amelie comenzó a caminar más lentamente una vez entró al laberinto, sintiendo como éste se cerraba a su espalda. -Vale, vale. ¿Derecha o izquierda, Amelie?- Lo pensó sólo unos momentos, antes de tomar el camino de la izquierda. De momento sería avanzar con ensayo y error.

Nerviosa... determinada. Un poco de las dos. No sabía más de cúal. Cuanto más se acercaba la prueba, más me intimidaba. Pero habíamos llegado hasta allí, y ya no había vuelta atrás. Asentí a las palabras de mi director, con firmeza, y tragué saliva disimuladamente cuando salió a la luz que yo sería la primera en salir.

Tendría algo de ventaja en cuanto a tiempo, pero también significaba que tendría más riesgo de caer en trampas, y que sería más fácil que me atraparan desprevenida. En fin, la vida es un acto de equilibrio.

—Buena suerte a todos. Nos vemos en el final, llegue quien llegue primero —era una promesa. Esta vez no ocurriría nada extraño. Solo uno ganaría, pero todos llegaríamos a la meta.

Asentí, mirándolos, y finalmente corrí más allá del umbral, internandome en el laberinto.

Eres la primera en salir con la intención de ingresar al laberinto creado por los Directores de Hogwarts. Si bien gracias a los sentidos agudizados que tienes por tu condición, puedes percibir el intenso aroma a tierra húmeda y la vegetación como a tu alrededor se mueve para crear nuevos pasadizos, o cerrarse a tu paso. El sendero por donde caminas es irregular mientras que da la impresión si miras hacia delante lo extenso que puede ser aquel pasillo. 

Los primeros minutos los llevas como si nada, caminando en línea recta ya que no tienes una bifurcación para tomar. Sólo se escuchan ruidos y ese movimiento constante que inquieta. Tal vez pero no tienes la seguridad de ello, algún que otro susurro se oye en la lejanía, pero de momento no logras saber si es real o tu imaginación. 

Por suerte tras un trayecto bastante extenso, encuentras dos salidas: Izquierda o derecha.

Eres la primera en salir con la intención de ingresar al laberinto creado por los Directores de Hogwarts. Si bien gracias a tu exhaustivo entrenamiento puedes notar los detalles a la perfección, tanto que no te pasa por alto como la vegetación a tu alrededor se mueve para crear nuevos pasadizos, o cerrarse a tu paso. El sendero por donde caminas es irregular mientras que da la impresión si miras hacia delante lo extenso que puede ser aquel pasillo. 

Los primeros minutos los llevas como si nada, caminando en línea recta ya que no tienes una bifurcación para tomar. Sólo se escuchan ruidos y ese movimiento constante que inquieta. Tal vez pero no tienes la seguridad de ello, algún que otro susurro se oye en la lejanía, pero de momento no logras saber si es real o tu imaginación. 

Por suerte tras un trayecto bastante extenso, encuentras dos salidas: Izquierda o derecha.

Eres la primera en salir con la intención de ingresar al laberinto creado por los Directores de Hogwarts. Si bien gracias a la intuición que siempre te guía de forma natural puedes percibir cómo la vegetación a tu alrededor se mueve para crear nuevos pasadizos, o cerrarse a tu paso. El sendero por donde caminas es irregular mientras que da la impresión si miras hacia delante lo extenso que puede ser aquel pasillo. 

Los primeros minutos los llevas como si nada, caminando en línea recta ya que no tienes una bifurcación para tomar. Sólo se escuchan ruidos y ese movimiento constante que inquieta. Tal vez pero no tienes la seguridad de ello, algún que otro susurro se oye en la lejanía, pero de momento no logras saber si es real o tu imaginación. 

Por suerte tras un trayecto bastante extenso, encuentras dos salidas: Izquierda o derecha.

Claramente decides ir por la izquierda y aquel sendero es muy iluminado, se nota que pese al tiempo andado no hay cambio evidente. Al menos tener el sol como referencia te ayuda con la ubicación dentro del Laberinto. El asunto es que de repente una sensación te inunda completamente y te paraliza. Un susurro que escalofriante llega a tus oídos y te recorre entera. 

Hoy en el Laberinto mueres...

Es lo único que se repite dos veces, si bien puede ser una sugestión por los nervios del momento, tu cuerpo y esos sentidos que tienes, te están diciendo que algo pasa. 

Con el cabello erizándose detrás de su nuca viendo como para aquel laberinto la simple resolución matemáticas no sería la única solución, ya que cambiaba y se movía con cierto movimiento, casi caprichoso.

Aquellos susurros le traían voces de un tiempo lejano, como si se hubiesen quedado allí esperando que Visna los escuchase

Dudo que el pobre de Krum llegase a escuchar eso, no tuvo demasiada suerte

Viéndose venir la bifurcación con la varita aún apuntando al suelo lanzó un susurro hechizado, intentando ver el rastro dejado por aquellos que habían preparado la prueba

Revelio

Ha de haber un rastro temprano, de alguna manera han tenido que preparar esto

Hiro asintió a las palabras de Lorelei. Allí nos vemos. Le respondió, observando como se adentraba en el laberinto. Los enormes arbustos imponían. Se alzaban frente a ellos como torres inamovibles. La oscuridad los envolvía e imposibbilitaba ver más allá de dos metros, donde el camino se perdía.

El asiático observó como Lorelei se adentraba en el laberinto y era engullida por este. Notaba el latido de su pecho, fuerte. Miró al público y buscó allí a Akira. Por suerte el color de pelo del chico era reconocible. Se llevó la mano a la boca, se la besó y saludo con ella en dirección a Hiro.

Cuando su nombre fue mencionado, sacó la varita y se adentró en el laberinto sin miramientos. Suerte, chicas.

Un escalofrío recorrió la espalda de la rubia al escuchar aquellas palabras. ¿Era... era eso parte del juego? Si era así, le parecía algo muy macabro, teniendo en cuenta lo ocurrido en el último Torneo. Esperaba que no fuera alguna estrategia del director de aquel colegio, o alguno de los directores rivales, para hacerla temblar.

Y temblar, Amelie estaba temblando. Haciendo tripas corazón, comenzó a avanzar más rápido, atenta a cualquier esquina, cualquier movimiento inesperado, buscando llegar al centro del laberinto tan pronto le fuera posible.

Eres el segundo en salir con la intención de ingresar al laberinto creado por los Directores de Hogwarts y sin dudas aquel saludo de Akira ahora mismo, es un gran aliciente para lo que está por suceder. Si bien gracias a la intuición que siempre te guía de forma natural puedes percibir cómo la vegetación a tu alrededor se mueve para crear nuevos pasadizos, o cerrarse a tu paso. El sendero por donde caminas es irregular mientras que da la impresión si miras hacia delante lo extenso que puede ser aquel pasillo. 

Los primeros minutos los llevas como si nada, caminando en línea recta ya que no tienes una bifurcación para tomar. Sólo se escuchan ruidos y ese movimiento constante que inquieta. Tal vez pero no tienes la seguridad de ello, algún que otro susurro se oye en la lejanía, pero de momento no logras saber si es real o tu imaginación. 

Por suerte tras un trayecto bastante extenso, encuentras dos salidas: Izquierda o derecha.

Claramente decides ir por una de ellas* y aquel sendero es muy iluminado, se nota que pese al tiempo andado no hay cambio evidente. Al menos tener el sol como referencia te ayuda con la ubicación dentro del Laberinto. El asunto es que de repente una sensación te inunda completamente y te paraliza. Un susurro que escalofriante llega a tus oídos y te recorre entero. 

Hoy en el Laberinto mueres...

Es lo único que se repite dos veces, si bien puede ser una sugestión por los nervios del momento, tu cuerpo y esos sentidos que tienes te están diciendo que algo pasa. 

De alguna manera la sensación que brinda el laberinto es escalofriante, no sólo porque en momentos el silencio es insoportable a un punto de que alimenta la incertidumbre con alevosía, sino que en otros esos susurros intentando que lleguen a tus oídos, mueren en la lejanía y no sabes a ciencia cierta si es un pedido de auxilio, unas palabras de apoyo o una maldición que no te alcanza. 

Como sea, en aquel lugar puedes esperar cualquier cosa y lo sabes. Por suerte eres astuta, sabes como manejarte de alguna manera ante el peligro y al tener tu varita en mano, ejecutas el conjuro con total precisión mientras a tu alrededor un juego de luces van surgiendo. Posiblemente refleja lo encantado que se encuentra aquel lugar, descubriendo de alguna manera como la eficiencia de aquellos magos convierten algo ilusorio en la realidad misma. 

No obstante tu objetivo es claro, así que esas mismas luces indican un camino, está claro que debes avanzar pese a que detrás de ti el laberinto comienza a cerrarse y es hora de correr para no quedar atrapada en medio. Está claro que los creadores de esta prueba, habían considerado el uso de aquel conjuro y obviamente trae sus consecuencias. 

Aquel susurro es escalofriante no sólo por el tono, sino por lo que implica al ser en esta prueba y no en las demás. No puedes saber con precisión si es real y como todo, este laberinto tiene esa función de jugar con los miedos de los magos y brujas. No obstante sales corriendo de allí y si giras, puedes ver que ese camino transitado ya no está más. De alguna manera las paredes se rotan, cambian y no se pueden andar por el mismo lugar, aunque quedarte quieta también podría ser un problema en verdad. 

De repente tras un largo trayecto de puro trote, te detienes para ubicarte y sabes que el sol sigue estando presente. Lo cual puedes ver con claridad si algo se mueve o cambia de posición. El asunto es que por mero instinto desvías la mirada hacia al suelo y unas lianas comienzan a surgir desde una pequeña rajadura de la pared. Está claro que quieren atraparte y sabes lo que significa. 

¿Qué harás?

Joder joder joder

Visna comienza a correr, saltando ramas que se lanzaban a sus pies, y agachándose cuando tocaba hacerlo mientras seguía aquel sendero que su hechizo le estaba mostrando.

Durmstrang le había entrenado bien físicamente y estaba pudiendo alcanzar una buena velocidad a la par que esquivaba, aunque cada vez aquellas paredes le resultaban más angostas y complicadas de avanzar sin que le dejasen alguna que otra marca sanguinolenta en el rostro