Partida Rol por web

—Si le interesa puedo comentarle todo y tener una primicia—responde aquel chico Francés—. Pero mejor, salgamos de este lugar que no es apropiado.

Ya dando un espacio a Amelie así no es el centro de la atención y puede estar tranquila para lo que viene ahora. Lo bueno es que la periodista de El Profeta acepta aquello y rápidamente se retira de allí, sólo que antes de hacerlo intercambia unas palabras con Lorelei. 

Dándote la espalda deja en tu bolsillo una nota con un pequeño bolígrafo de color negro y ribetes dorados. Claramente da la impresión para el resto que solo intercambia algunas palabras contigo, pero ella está haciendo algo más y te das cuenta al segundo. 

—Una pequeña trampa, quizás funciona— susurra y se retira. 

Tal como si nada hubiera pasado. 

Si lo miras a los ojos, sabrás cómo tratarlo. 

Años aprendiendo a crecer con ellos, es parte de nuestra esencia.

Ser valiente, ser astuto y por sobre todas las cosas...

Ser respetuoso.

Todo el mensaje está escrito en kanjis y claramente refleja que es un mensaje escrito por tu Directora.  

El gran momento ha llegado y es la Guardiana de los Bosques quien trae una bolsa de cuero de considerable tamaño, a simple vista se observa algo en su interior se mueve y ella entre susurros los va calmando como si tuviera un don innato para controlar lo que sea que esté allí dentro. No obstante la mujer emana un aura diferente a todo tipo de bruja que hayan conocido, ella es más salvaje, más instintiva y podría decirse que por ello tiene una conexión muy directa con estas criaturas que serán la primer prueba del Torneo. 

Lo curioso de todo esto es que Peter no se ha molestado en cambiarlas, salvo la prueba del medio y el laberinto, pero más o menos es parte de lo mismo. Tal vez por el afán de que los alumnos tengan el mismo derecho de superar cada una y encontrarse con la fama, la grandeza, igual que en años anteriores. ¿Quién sabe? 

—Bueno, es hora mis queridos competidores de revelar su prueba. Como es de esperar, nada ha cambiado porque soy un Director tradicionalista y efectivamente en la bolsa que sostiene nuestra querida Melian, contamos con cuatro hermosos ejemplares de dragones. Son crías, no hay ningún conjuro sobre ellos y en esta primer etapa deberán enfrentarse a uno adulto—explica Peter, un tanto divertido—. Pero de esta forma se asignará por libre elección cada uno. Sólo es asumir el riesgo de coger uno de la bolsa, sin ser quemado en el intento. 

Tras decir aquello con cierto halo travieso y porqué no de disfrute completo, aguarda a la espera de que el primer concursante se atreva a coger el primero. 

—No diré que hay, me apetece que los descubran solos.

Visna decidida lanza su mano, quería intentar tener suerte y no toparse con un dragón demasiado peligroso.

Mete la mano en la bolsa, y mientras nota como un goterón de sudor baja por su frente, nota como algo le pega un pequeño mordisco, al cual no genera ningún tipo de sonido más que un simples chasquido de labios.

Saca la mano aún cerrada, y abre la palma de la mano

Gracias Markus, no quería que esa mujer se detuviese demasiado tiempo conmigo, creo que intenta sacar trapos sucios de cualquier colegio.

Hace una pausa.

Además, ya hablamos de esto de la "fama", y desde luego, no me gusta demasiado

Las entrevistas no habían sido tan difíciles, después de todo, aunque me imaginaba que volvería justo antes y después de cada prueba. Gajes del oficio. Pero lo importante era que esto seguía, y por fin pasabamos al plato principal.

Dragones. Se mantenía la tradición.

No es que eso estuviera mal, tampoco. De hecho, ¿Cuántas personas pueden decir que se han enfrentado a un dragón? Me lo podía tomar como una oportunidad de oro. Así me gustaba pensarlo, al menos. Con la mano metida en uno de mis bolsillos, me acerqué de la Guardiana de los Bosques después de que Visna sacara a su dragón, me llené los púlmones de aire y lentamente metí una mano. Más que agarrar, probé a tantear con los dedos, como si estuviera invitando a uno de los dragones a elegirse a sí mismo.

El ímpetu de Visna la impulsa a ser la primer concursante que introduce su mano dentro de la bolsa con la intención de coger una de las criaturas y descubre en cuestión de segundos lo que allí se encuentra. Nada había cambiado de las pruebas de años anteriores y efectivamente un pequeño dragón de color verde es quien se aferra con sus garritas hasta subir lentamente a su palma cuando decide sacar la misma con la intención de comprobar lo que tiene entre manos. 

—Un galés verde común—dice la pelirroja—. Una especie dócil, aunque ten cuidado. 

Tras decir aquello te dejan un rato con el dragón para que puedas mirarlo con detenimiento y sumo cuidado, tal como se merece esta criatura mágica. No obstante luego de la primer elección, ya sabiendo todos que es lo que toca, ahora es Lorelei quien se enfrenta al misterioso saco para elegir al suyo. 

Una vez su mano se encuentra en el interior de la bolsa, los dedos de la pelirroja acarician distintas partes de los pequeñines que comienzan a inquietarse, solo que uno de ellos al parecer no le agrada la indecisión de la Gryffindor y en cuestión de segundos unos pequeños colmillos se clavan en uno de los dedos de Lorelei. Rápidamente al quitar la mano debido al dolor que implica la mordida en sí, descubre la alumna de Hogwarts que un pequeño dragón negro se encuentra aferrado a su mano. 

Al parecer la elección no había sido mala, y mientras se sube lentamente hasta quedar en la palma, abre sus fauces con la intención de quemar a la chica, pero rápidamente interviene la Guardiana. 

—Ni se te ocurra—amenaza al dragón—.Hébrido negro, ten cuidado. 

Al ver a la pequeña criatura recuerdas una de las clases donde estudiaron a los distintos dragones que se encuentran en el Mundo Mágico, y sin dudas sabes a la perfección lo que tienes en tu mano:

El galés verde común es una de las diez especies de dragón del mundo mágico. Es de color verde, tiene un rugido muy característico, incluso melodioso y lanza finos chorros de llamas por su boca. Habita en Galés, en donde se ha creado una reserva para protegerlo. Se alimenta de pequeños mamíferos como ovejas e intenta mantenerse a distancia de los seres humanos a no ser que sea provocado, por lo que se considera una de las razas menos peligrosas. Anida en las montañas más altas, sus huevos son de color marrón terroso moteados de verde y son clasificados como Bienes No Comerciables de Clase A.

Da un pequeño suspiro interno al haber visto al dragón y haberlo reconocido. Las cosas serían difíciles, aunque no tan difíciles como sería el lanzarse contra él sin saber demasiado. Miró al híbrido negro de Lorelei, analizándolo con curiosidad mientras juegueteaba un poco el galés verde común.

Pese a que estaba analizando con sus ojos a aquel otro dragón negro, recordando las páginas de aquel libro de dragones ilustrado, en el que hablaba de todos los datos habidos y por haber de cada especie, en su mente localizó las páginas exactas, y la información volvía a florecer en su mente, no era algo demasiado complicado. Lorelei y los demás podrían ver cómo la mirada de Visna brillaba con cierta alegría mientras miraba al dragón negro y jugueteaba con el dragón verde. Recordaba datos sobre aquellos dragones, incluso del que no era el propio. Su cabeza iba como una Saeta de Fuego, creando su estrategia para poder utilizar durante esa prueba, y cómo poder sortear al dragón, o hacerse su amigo.

Amelie se había entretenido un rato en la mesa de los bocadillos, pero no tardó en acercarse para ver qué era lo que le había tocado a los demás en aquel momento. -Supongo que es mi tugno.- Dijo sonriente, y con cuidado metió la mano en el interior de la bolsa.

Rápidamente reconoces al dragón de Lorelei, recuerdas poco a poco su información...

El hébrido negro es un dragón nativo de las islas Hébridas del Reino Unido. Tiene una longitud de nueve metros, escamas rugosas, ojos de color púrpura y una cresta baja llena de puntas agudas a lo largo del lomo. Su cola acaba en punta con forma de flecha y alas parecidas a las de los murciélagos. Cada individuo de esta especie necesita un espacio de más de ciento sesenta kilómetros cuadrados de kilómetros. Sus huevos están clasificados como Bienes No Comerciables de Clase A. En las islas hébridas el clan de magos MacFusty, se ha encargado del cuidado de esta especie desde hace siglos.

Se alimenta principalmente de ciervos, aunque se sabe que ha cazado perros grandes y vacas.

Los Directores se mantienen expectantes, algunos un tanto aliviados y otros preocupados tras el incidente con el Hébrido negro. De alguna manera la adrenalina del momento y lo que está por venir, mantiene a todos un tanto ansiosos mientras que Visna disfruta en demasía de cada ejemplar que delante suyo va apareciendo y rememora la información que en su momento el Profesor Von Dath le ofrecía en Durmstrang. 

Pero como todo, hay más concursantes que deben descubrir a su primer prueba y es Amelie quien con su delicada mano explora la bolsa con la intención de coger alguno. Posiblemente evitando alguna reacción desafortunada como la joven de Hogwarts y aunque suene curioso, de repente la alumna de Beauxbatons comienza a sentir una suaves caricias en las yemas de sus dedos, pequeñas lamidas y suaves mordiscos cariñosos está recibiendo en cuestión de segundos. 

Sólo que surge un debate entre los dragones que están en la bolsa, ambos quieren ir con ella y no se sabe si es por su aroma o la esencia misma de Cotillard, pero surge una revuelta mientras la bolsa se mueve de aquí para allá. Pero un ligero movimiento de mano, una caricia compensatoria en los dos, hace que uno sea el escogido. 

—Un colacuerno Húngaro—comenta la Guardiana. 

Sólo te basta mirarlo para saber todo de él, recordando aquellas lecciones en tu adorado Colegio de Magia y Hechicería...

El Colacuerno húngaro es un dragón nativo de Hungría y se considera la raza más peligrosa entre los dragones. Tiene escamas negras, una cola con púas, y los cuernos de bronce que sobresalen de su cabeza. Tiene ojos amarillos con pupilas verticales. Su rugido es como un maullido y gritos chirriantes, y su llama puede llegar a unos quince metros. Las llamas de la respiración del Colacuerno pueden llegar a temperaturas extremadamente altas, pudiendo calentar una piedra al rojo vivo en cuestión de segundos.

El Colacuerno se alimenta de ganado vacuno, ovino y caprino. Sus huevos son de color cemento con cáscaras muy duras. También son conocidos por ser una de las razas más feroces de los dragones y tambié demuestra ser extremadamente rápido durante el vuelo ya que es capaz de mantenerse a la misma velocidad que una saeta de fuego, la cual es capaz de llegar a casi 130 m/s desde 0 a 10 segundos de escoba.

Para su tamaño, el colacuerno es capaz de grandes maniobras aéreas.

Tan distraída estás pensando en los dragones, intentando recordar cada detalle de ellos por ser una información que sacie tu curiosidad pero también puedes saber que tan difícil lo tendrán tus adversarios en lo que sería la primer prueba del Torneo. Pero como todo, trae una pequeña consecuencia cuando de repente sientes un calor en la palma de tu mano y al desviar la mirada hacia el lugar donde aprecias la sensación, descubres que el Galés verde común está liberando una llamita con destino hacia tu piel. 

Es evidente que el reclamo de atención se hizo notar, teniendo ahora una pequeña herida que no te molestará en el rendimiento y sabes que fue solo más para que le prestes atención que para hacerte daño en verdad. 

Hiro, que se había apartado un momento, volvió al grupo para descubrir el dragón que el azar le había dejado. Metió la mano en el saco con cuidado y formó un cazo con la mano para facilitar que el pequeño dragón se subiese a él. Aguardó hasta que sintió a la pequeña criatura para sacar la mano del saco y observó al animal con curiosidad y respeto.

Los dragones no eran desconocidos para Hiro y los demás estudiantes de su colegio, pero nunca se había tenido que enfrentar a uno. Estaba deseando conocer la especie para ver si era alguna que conociese y así poder usar aquello en su ventaja.

Lo miró a los ojos, respetando aquella criatura, por pequeña que fuese. Sabía lo imponentes, poderosas y sabias que podían llegar a ser. E inteligentes, en algunos casos, claro.

Hiro es el último de los concursantes que decide sacar al último dragón que allí se encuentra, siendo todo un misterio en el momento ya que a diferencia de la prueba anterior hay un Hébrido Negro y podría pensarse sobre el hecho de optar esta vez por dragones más peligrosos que los escogidos en el Torneo anterior. Así que con todo el respeto que su educación le ha dado, ingresa la mano en el saco y de repente siente como unas patitas comienzan a ascender por el brazo, antebrazo hasta subirse al hombro. 

Una vez allí abre sus fauces con la intención de evocar una pequeña llama sobre el hombro del uniforme del alumno de Mahoutokoro, sólo para amenizar el lugar en donde piensa acostarse y quedarse dormido. El asunto es que se enciende la tela rápido y obviamente alcanza al hombro de Hiro, pero rápidamente es apagado por el mismo dragón que tan a gusto se siente sobre esa superficie calentita y reconfortante. 

—Vaya atrevimiento... Un Hocicorto Sueco—afirma la guardiana. 

Finalmente la mujer tras decir aquellas palabras se queda en un costado observando a los participantes del Torneo un tanto seria, esperando que ninguno se atreva a hacerles daño a los pequeños ejemplares de dragón. No obstante es Peter Hamilton quien se pronuncia mientras los Directores restantes abandonan la tienda. 

—Ha llegado el momento, tienen media hora para conocer un poquito a su dragón y comenzamos con el Torneo. ¿Preparados? ¿Nerviosos? —pregunta divertido. 

Amelie miraba fascinada a la pequeña criaturita que se hallaba en sus manos, y recorrió las partes que no eran peligrosas con la punta de sus dedos. Cuando se les dio la orden de familiarizarse con el pequeño dragón, la francesa se fue a un rincón de la tienda, colocando al Colacuerno sobre el suelo y examinándolo con atención, aunque era difícil concentrarse cuando el dragón era tan juguetón.

De todas formas estaba atenta al momento en que serían llamados, preguntándose cual sería el orden en que irían. La última vez el Colacuerno Húngaro había sido seleccionado para la cuarta prueba. ¿Sería ella la última en participar, o en cambio el orden sería distinto esta vez?

Aquel pequeña herida de llama la hizo volver al mundo real y dejar a un lado sus pensamientos y recuerdos de lecciones. El peligro era real, y podía fallecer en aquella primera prueba.

No tenía que dejarse amedrentar por ello. Tenía que utilizar todo lo que sabía de aquel dragón galés y darle algún correcto uso.

Tiempo suficiente. ¿Algún consejo?. Le responde al director de Hogwarts.

Mira a sus compañeros y les hace un gesto con la cabeza, dedicándoles una sonrísa, intentando infundarles ánimo y desearles suerte.

Se sentó con las piernas cruzadas, y de su zurrón sacó su cuadernillo de hechizos, 

Debo tener algunos preparados, seguro que si busco entre estas páginas podré encontrar algo que pueda servir.