Partida Rol por web

Voy a salir disparado hacia la sala de control cuando Pash me agarra de un brazo y me pone la targeta identificativa en mi metálica mano. 

Tras sus palabras de ánimo me dirijo como una exhalación hacia la consola que tengo más cerca. Al lado, en la trayectoria de un posible disparo de la supervisora, tengo un ithoriano bastante alto que me mira entre sorprendido y asustado. 

- La-la clave de acceso ¿cuál es? - le insto aunque no espero su respuesta me sorprende diciéndomela. - ¡Pues gra-gracias! Si no te mueves no te pasará nada. - afirmo con la esperanza que me crea a pesar del tiroteo que se ha desencadenado en su oficina. 

Miro de reojo a la supervisora intentándome cubrir con el corpachón del ithoriano mientras accedo a la sección de amarres electromagnéticos del pequeño espaciopuerto. Localizo los que sujetan al Colmillo de Kryat pero desactivo todos los amarres para intentar dificultar que sepan en qué nave queremos viajar.

- ¡Va-vámonos! - les grito a mis compañeros y salgo escopeteado hacia la salida de servicio sin esperar ninguna respuesta.

La supervisora se parapetó tras una de las consolas, apartando de un empujón a uno de los operarios. Se fijó sin duda en la twi´lek. Su precisión y eficacia con el arma sería un problema si lograba abatir al otro droide.

- ¡¡ Vamos chatarra !! ¡¡ Haced vuestro maldito trabajo !!- 

El disparo le impactó directamente en el abdomen, aunque las propiedades del propio blaster cauterizaron la herida haciendo que no sangrara fue doloroso... No obstante la twi´lek era dura y no era el primer disparo que recibía; lo superaría.

Mientras tanto Pash se une al combate entregando la tarjeta a 41-Vex que logra desactivar los amarres del colmillo así como de la otra nave de transporte que estaba amarrada en el hangar.

El primer disparó de Oskara ha abatido a un androide y por la sorpresa, la cara de los operarios es como la de una rata womp que es deslumbrada por las luces de una deslizador terreste en la fría noche de Tatooine. Casi ninguno se mueve de su sitio, menos la supervisora, que se parapeta detrás de una de las mesas de control y dispara a la twiilek, hiriéndola seriamente. ¡Mierda!

Entonces Vex sale a hacer su cometido, demostrando que el droide médico tiene mas agallas que nosotros. Hay que darle cobertura, así que apunto al droide de seguridad que me parece que es el que tiene a tiro a mi compañero metálico y disparo sobre él.

El disparo de Lowhhrick impacta en uno de los paneles de la pared más cercano del droide, lo que capta la atención de sus protocolos. Tras analizar el riesgo de todos los enemigos hasta ahora y comprobar que la supervisora parece tener su propia seguridad asegurada por ahora estima que el enemigo a controlar es el wookie.

Calibra su visor para seleccionar como objetivo el wookie y realiza un apuntado mejorado lo que se resuelve con un impacto en el hombro izquierdo, produciendo un olor a quemado en el pelaje de Lowhhrick y una quemadura por el blaster ciertamente dolorosa.

El dolor en mi abdomen era importante, aunque no logró bloquear mis sentidos y pude reaccionar con premura. Lowhhrick estaba haciendo frente al droide faltante, así que me concentré en la humana. Me puse a cubierto detrás de una consola cercana y disparé a la posición de la supervisora esperando que la suerte estuviera de mi lado y así poder darle tiempo al droide de esconderse y a Pash de darnos el apoyo necesario.

El disparo de Oskara demuestra ser casi igual de efectivo que contra el droide, haciendo que la supervisora chille de dolor al recibir el potente disparo de la carabina de la twi´lek. Se recompone gritando, se pone en pie y se acerca a Oskara andando mientras le sangra su brazo derecho, haciendo que tenga que sostener el arma con su mano derecha. Se planta en mitad mientras un disparo le pasa por la oreja, e impacta en la consola haciendo que salten unas cuantas chispas.

- ¡¡¡ Muere maldita !!! - Dice mientras apunta su disparo directamente hacia tu cabeza, El dolor no obstante hace que se tambalee un poco y tan solo te roce un ligeramente el cuello, sin llegar a ser nada dramático.

El intercambio de disparos es constante y doloroso. Se enfrentan Lowhhrick y el droide que aún está operativo por un lado y Oskara y la oficial por otro. Todos reciben impactos aunque quien parece salir peor parado es nuestro enorme wookie.

Al parecer mis compañeros no estan muy por la labor de escapar y optan por intentar reducir a los dos únicos contrincantes que se nos estan enfrentando. De nuevo dudo entre huir o quedarme. Una rápida evaluación de probabilidades me indica que por la simple superioridad aparente tenemos posibilidad de derrotarlos. Así que me cubro tras el marco de la puerta del vestuario y disparo lo más certeramente posible contra la supervisora para intentar incapacitarla. 

En cuanto vio a la supervisora Brynn apuntar a la cabeza de Oskara, Pash sintió la urgencia de actuar de inmediato. La twi'lek había recibido una dolorosa herida en el abdomen y por un instante el piloto temió que su cabeza corriese la misma suerte. Se disponía a disparar para aturdir a la mujer pero 41-Vex se adelantó, así que cambió de objetivo.

El droide que había herido a Lowhhrick seguía en pie y volvería a atacar. Rápidamente Pash anuló el modo aturdir de su blaster y apuntó con precisión para a continuación ejecutar un disparo certero en la cabeza del droide, que impactó de lleno en su ojo izquierdo.

41-Vex y Pash disparan, el primero de ellos a la supervisora con su arma en modo aturdir. Las heridas acumuladas y el certero disparo del droide hace que caiga inconsciente al suelo haciendo que su arma salga despedida hasta los pies de uno de los operarios que la mira sin intención de cogerla; reculando incluso un poco para atrás para alejarse.

Pash por su parte logra un impacto directamente en uno de sus sensores visuales de la cabeza, haciendo que entre en cortocirtuito y cae al suelo quedando totalmente inoperativo.

El silencio se apodera de la sala, interrumpido por algún jadeo y de repente...

- Por favor... no nos hagan daño, solo somos trabajadores mal pagados - 

Una voz sale de debajo de una de las consolas mientras aparecen unas manos seguidas de sus brazos y el cuerpo de un devoriano que parece realmente asustado.

La vida en Tatooine es dura y difícil para la mayoría de habitantes tanto orgánicos como mecánicos. Aún no estando programado para la violencia mi actuación se puede calificar de notable incapacitando sin herir a la supervisora. De echo la rápida y efectiva reacción de mis compañeros al acto impulsivo de Oskara ha permitido resolver momentaneamente la complicada situación.

Mi programación me insta a tratar de curar a los heridos así que primero voy con celeridad hacia mi corpulenta compañera twi'lek para aliviarla.

- Po-podría reprogramar alguno de los droides de seguridad pa-para que los vigile - sugiero en voz alta señalando a los asustados técnicos con un gesto de la cabeza mientras manipulo con destreza las heridas de Oskara utilizando adecuadamente el instrumental de mi adaptado botiquín. En realidad no creo que tengamos tiempo suficiente para reparar y reprogramar a ninguno de los droides pero si consiguiera al menos que aparentara que alguno funciona tal vez podríamos ganar tiempo  para poder llegar al carguero, repararlo y despegar antes de que alguno de los técnicos pierda su miedo y se anime a dar la alarma.

El maldito droide me había dado de lleno y me hizó gruñir de dolor. El olor a pelo quemado no me gusta y menos si es el mío, pero justo cuando voy a devolver a ese montón de hojalata el disparo, Pash lo hace por mi. Mejor, pienso viendo como cae entre chispas el droide, mi puntería con las malditas pistolas bláster es pésima.

Hecho un vistazo rápido a la habitación para identificar posibles amenazas. La supervisora esta inconsciente en el suelo, su pistola a unos pasos cerca de un operario que parece separarse y de debajo de una consola sale un devoriano asustado pidiendo clemencia. Vex está curando a Oskara, su herida parece bastante más fea que la mía.

Salgo hacia el arma de la supervisora para cogerla y después hacia los restos de los androides mientras apuntó a todos los técnicos y gruño amenazante. - ¡Todos al suelo! ¡Al suelo! - No se me olvidan los dos droides de fuera y seguramente en la entrada haya alguien más. Tenemos que salir rápido de aquí. Cuando cojo las armas*, me acerco a las otras dos puertas. Una da a un supuesto despacho y la otra a lo que parece una cocina. Intentó evaluar en cual sería mejor meter a los técnicos para que no nos molesten. La cocina parece tener una ventana, seguramente se escaparían, así que rápidamente la desestimo y entro al despacho.

Los técnicos parecen no moverse hasta que el wookie grita; momento en el que todos se tumban y bajan sus cabezas, evitando el contacto directo con ninguno de vosotros. Reparar un droide sería una tarea larga, demasiado... el riesgo de que llegue o quiera salir otra nave y requieran a alguien de la torre es demasiado alto.

El despacho parece un buen lugar, probablemente se pueda dejar dentro a los técnicos y cerrar la puerta desde fuera usando las llaves que seguramente llevará la supervisora.

Mi acto, aunque temerario, ha dado un buen resultado. Termino con una herida dolorosa, pero que no reviste peligro de muerte. El droide se acerca para ayudarme con mi herida y aprovecho de indicar algo a todos: -Ustedes no me salvaron. Agradezco que me siguieran en el ataque. Pero ustedes no me salvaron. Si la supervisora está en el suelo es, en gran parte, gracias a mí. Ustedes no han ordenado el desorden que yo realicé. Esto es una victoria de todos. Viví durante muchos años siendo esclava del maldito Teemo y no permitiré que nadie vuelva a pretender estar por sobre mí. Me levanto luego de recibió la ayuda de 41-Vex y me acerco a la supervisora para ver si tiene algo que pueda ser de ayuda. Mientras miro como Lowhhrick amenaza a los técnicos con su blaster.

De repente a Oskara le dio un ataque de no sé qué. Pash la miró confuso durante un breve instante, pero fue lo suficientemente rápido en apartar la mirada antes de dar oportunidad a que pudiera topar con la de ella. No entendía si les estaba echando la bronca o felicitando, pero por si acaso prefirió no indagar. Sacó distraidamente la baraja que había cogido y en un rápido movimiento comprobó si faltaban o no cartas.

Mientras Lowhhrick entra al despacho y Oskara busca en la ropa de la supervisora, el piloto observa el hangar. Hagan lo que hagan deben darse prisa o la situación podría complicarse. Se giró hacia sus compañeros dispuesto a echar un cable para agilizar las cosas si es que pretendían meter a los técnicos allí.

Mientras mis compañeros llevan a los técnicos al despacho y los encierran yo intento curar, de nuevo, las heridas de mi amigo wookie. A diferencia de las anteriores veces, esta vez ambos somos libres del yugo de Teemo. Lowhhrick me sonrie. Supongo que él también nota la diferencia.

- Ya-ya está amigo. - le digo satisfecho de haberlo ayudado a la vez que recojo los enseres de mi botiquín y sigo a mis compañeros a fuera de la torre de control en dirección al hangar.

Me limito a apuntar con mi blaster a los técnicos mientras van entrando al despacho.
Luego camino en la retaguardia del grupo hacia el hangar esperando poder salir de este maldito planeta prontamente.

Pash se frotó las manos prediciendo la proximidad de la huida. Los técnicos entraban en el despacho sin rechistar, aunque quién lo haría con un wookie armado dando órdenes? Paseó la vista sobre ellos y localizó a uno que era de su interés. Se acercó a él con una idea en mente.

-Tú, guaperas -sonrió de lado en un gesto travieso. El técnico le miró algo confuso. Se trataba de un humano de la misma estatura que él, un chaval rubio y las mejillas coloradas cuya expresión se torcía nerviosa. Éste se giró hacia atrás y miró a sus compañeros más cercanos por si la suerte quería echarle el muerto a otro, mas no fue así. Casi daba pena, estaba realmente asustado, tragó saliva y tiró del cuello de la camisa hacia fuera mientras tragaba saliva- quítate la ropa- le dijo Pash guiñándole un ojo y ampl.iando más su sonrisa. El pobre chico le miró con ojos desorbitados, primero a él y luego al resto como si quisiera verificar que aquellas palabras no eran resultado de su imaginación-. Venga hombre, que no tenemos todo el día -la azuzó con los brazos cruzados- o le pido a mi amigo que te ayude -ladeó la cabeza apuntando a Lowhhrick. Pash se estaba divirtiendo. A saber qué pasaría por la mente del chaval. No sólo se había fijado en él porque gastaban la misma talla, sino porque el chico se veía aseado, incluso podía oler su perfume sin acercarse, seguramente lo usaba tratando de agradar a la supervisora Brynn. Por desgracia ese no era el caso de la mayoría, cuyo sudor había empapado el traje dotándolo de unos desagradables círculos mojados en los sobacos.

El chico rubio se quitó el uniforme rápidamente y Pash se lo puso allí mismo, encima de su ropa. Después le dio unas palmaditas en el hombro. -Gracias chaval!

-He pensado que si nos vestimos de técnicos evitaremos problemas -se dirigió a sus compañeros con determinación-. Los imperiales no se preguntarán quiénes somos ni qué hacemos allí si vestimos el uniforme del personal.

Esperaba que acogieran de buen grado su sugerencia, porque a estas alturas no iba a quedarse atrás. Pensaba largarse del planeta como fuese.

-Mientras tanto vayan dándome sus pertenencias -dijo a los técnicos haciendo un gesto con las manos para que no se entretuviesen. Requisó todos los créditos de los que pudo hacer acopio y cualquier aparato comunicador.

Esperó a que Low y Oskara se pusieran el uniforme y envolvió el módulo en su apreciada chaqueta, preparado para partir.

-Sugiero encerrar a la supervisora con el resto de su equipo y largarnos de aquí ya! -exclamó enérgico.

Dejo que Vex me trate la herida. Como siempre con rapidez y precisión. Alguna vez se le ha ido la mano y me ha hecho algo de daño, pero siempre era necesario y ya me he acostumbrado a su milimétrico trato y aguanto con una "sonrisa" en la cara. -Gracias, amigo. - Le digo sinceramente.

Mientras a Pash se le ocurre algo y empieza a ¿Intimar? con un joven. La verdad es que parece algo raro y turbio, pero cuando me menciona lo apoyo con un gruñido y un medio paso hacia el muchacho que rápidamente le obedece. Entonces caigo en lo que se propone. No es mala idea y él y Oskara pueden vestirse con algún traje, pero ¿yo? Miro a los técnicos buscando alguno lo suficientemente grande para que su traje me valga.

Después de todo el lío de los trajes, ayudo a meter a la supervisora en el despacho mientras todos van vaciando sus bolsillos. No me gusta robar a esta gente, pero no voy a mostrarme en desacuerdo con ninguno de mis compañeros, si acaso se lo diré después a solas.

Cuando ya hemos terminado, cerramos el despacho. - Vex, ¿crees que podrás bloquear la puerta de algún modo? - Quizás eso nos de un poco más de tiempo. - Vamonos. No perdamos más tiempo.