Partida Rol por web

Me levando del suelo no sin clavar primero el codo sobre Mugen. Por la expresión que tenia en la cara no estaba pensando nada amable cuando nos recogió de la caída. Me pongo en pie en parte mareada por la sensación que había tenido y con los nervios a flor de piel.

Me limito a dejar a Akemi en el suelo parecía que sus fuerzas únicamente habían dado para responder a mi pregunta y había caído desmayada. Nero se acerca el primero para tratarla a lo que me dirige unas pocas palabras. Hago un pequeño gesto con la mano como si intentara despreocuparme del asunto y empiezo a andar hacia mi arma, la cual había quedado en el suelo cuando salte a por Akemi.

Flexiono las rodillas para cogerla y cuando alargo la mano veo que esta sigue temblando." Maldita sea, se perfectamente que podría haber muerto..."- Pienso sin remedio alguno mientras finalmente cojo el arma y empiezo a dejarla apunto para el siguiente combate. Mientras lo hago noto como sigo teniendo nauseas. Era gracioso que en el momento en el que disparaba mi única preocupación era que el tipo no usara a la muchacha como escudo, no fue hasta después, cuando vi su mirada dirigida hacia mi con intenciones totales de asesinarme cuando había comprendido que lo que había hecho era apostar todo a un solo disparo.

Colgué el rifle a la espalda y me apoye en un árbol cercano intentando calmar mi respiración. Quizá había salido ilesa físicamente de aquello, pero mentalmente sabia que debía estar muerta. En el ejercito había experimentado situaciones parecidas, pero ninguna con esa seguridad de que moriría.

Pasado un breve momento volví hacia el grupo.-Tenemos que movernos, los lobos no son lo único que puede haber por aquí. Haríamos bien en buscar un lugar para pasar la noche y que los heridos se recuperen.- Dije ahora ya ligeramente calmada. La sensación de peligro e inseguridad de aquel lugar se había quedado en mi por el momento.

El golpe de Mary lo devolvió a la realidad, la rubia se levantó y dejo a Akemi al cuidado de Ginnei. Mugen hizo lo mismo, caminó unos metros y tomó su espada, caída cuando saltó a manosear, digo, atrapar a las muchachas. La guardó y se quedó pensando unos segundos.

-¿Qué no hay nadie normal en este examen?- se preguntó.

Al principio creyó que lo pasaría sin problemas pero cada vez notaba que no iba a ser algo sencillo, nuevas complicaciones surgían y extrañas personas se habían reunido ese año. Mugen levantó sus manos y se quedó mirándose las palmas, serio, parecía que estaba paralizado. Luego suspiró más tranquilo.

-Por lo menos pude tocarles el culo antes de que me mate el vendado- se dijo más aliviado, luego se dirigió al grupo -Tetas tiene razón, incluso puede volver el momia cuando se haya recuperado.
Tal vez lo mejor sería refugiarnos sobre las ramas, evitaríamos a los lobos.

Realicé varios tratamientos seguidos sin apenas un gesto en el rostro, pensando qué hacer a continuación. Los tratamientos principalmente consistieron en un par de masajes alrededor de las zonas heridas en el caso de Akemi, usando una pomada clínica, al no tener opción de que ingiriese pastillas. En el caso de Nakamura y mío, pude recurrir a algún medicamento para ayudar a las contusiones, breves masajes semejantes a los de Akemi y también un aceite esencial con propiedades astringentes seguido de vendas en sus cortes.

- Estoy con la tiradora. -comenté con gesto cansado- Voy a ver si encuentro algún lugar adecuado. Hemos perdido mucho más tiempo del que esperaba con este encuentro. -repuse. Vamos, Ginnei... Me dije a mí mismo, y tras un instante añadí- Igualmente, bien hecho todos. Especialmente tú, tiradora, fuiste muy valiente. -concluí.

Después de eso fui hacia la maleza, tratando de encontrar señas en el terreno que me lleven a algún refugio natural.

Ah, vaya, qué patético. No alcanzó siquiera a hablarle a la hermosa mujer mayor en pequeño contenedor a la cual quería darle la indicación para poder lograrlo, sintiendo su voz ahogarse, sus palabras acumulándose y atorándose en su garganta por las heridas. Más, fue Akemi a lo lejos que con su increíble voluntad logró decir lo que él mismo pensó y habría dicho pero no dijo, paradojas narrativas. Así, ocurrió todo lo que ocurrió tal como predijo, pero sin recibir nada del crédito, tampoco mereciéndolo más sintiendo como el potente disparo de sniper más sus heridas más todo le hizo caer a piso, como un muñeco de trapo sobre la tierra, mirando como ocurría todo. Sonrió entonces, al saber que fue tal como él dijo, eso bastándole, agradándole que su único talento en la existencia estuviese al punto, tal cual, su detallismo. Más, estaba dañado y cagado, verdaderamente, si bien aún podía ver entre parpadéos y debilidad física como iba la misma hermosa mujer de dorados cabellos a proteger a Akemi-chan, pudiendo ver luego cómo todos los otros se preocupaban. En el fondo tenían humanidad, tenían compañerismo, astucia, determinación, eran excelentes fichas, sin duda, excelentes sujetos de un relato. Aún así, lograba entender cosas como que una historia era como era, al ver al Señor Shishio ser un jovencito bajo su aspecto, suspirando, pesnsando en que últimamente las fichas extras no importabam solo el tablero. Cansado, sentía el peso del daño, la muerte encima, pero estaba calmo. Soltó algo ahí, echado, lejos de todos. - Arigatou... ¿A quién iba ese "Gracias"? ¿A la dama de pelos dorados? ¿A Akemi por su valentía? ¿A Kairen por su apoyo? ¿A todos los demás por pelear? Sí, a todos, a todos realmente. Ya sentía como su cuerpo no podía más realmente y ahí se terminaba. Pensó en que el "Nen" este era todo aquello que había oído en rumores y por lo que vino como un completo idiota a ciegas a este "juego" que era la Prueba del Cazador quedando como se podía ver, tal cual, algo molesto por no poder ver más, pero conforme. Fue un buen juego y como todos saben, al terminar un juego las piezas muertas y eventualmente todas se ponen a un lado. Ah, ahí estaba el señor monedas de ojo. ¿Venía a terminar con él? Sí, seguramente era el Shinigami listo para acabar con él. Pues bien, que venga entonces, "Mister Coin Eyes". Quizá ya en el final podría encontrarse con... ¿Qué? Aún seguía vivo, joder. No se lo creía pero quizá fuese ese don ojos de monedas que le salvó o algo. No entendía, pero se logró parar y, aún incapaz de hablar, se dirigió a por Akemi, no, primero a por Kairen, claro, ver si estaba bien y todo eso. Ayudarle a caminar si era necesario y todo. Así, tomaría él mismo a Akemi en brazos o la cargaría a espaldas y se la llevaría. Ah, sí, los demás. - Gracias a todos, de verdad. Permiso. Asumiendo que pudo decir eso, se llevó a Akemi y se fue con Kairen y ella.

-Es que eres idiota?? Crees que mi poder sirve para suicidarte?? Qué ganas de todo esto?? Perdiste a tus padres por cometer estas estupideces, y ahora arriesgaste a tu grupo por salvar a... una débil humana?? Sabes que morirá algún día... Solo lo retrasaste... Aunque si arriesgas así tu vida, cuando mueras... TU ALMA SERÁ MÍA!!- Dijo una voz en tu cabeza, la misma que siempre te instaba a dejar de lado tu papel de heroe... La voz de quien te da poder.

Con el combate finalizado, una vez Ginnei hubo curado a todos, se paró Nakamura, agradecido a todos por ayudarles a salvar a su amiga. Se acercó a ella, y con ayuda de Kairen la cargaron en la espalda de Nakamura, y juntos caminaron... Podían seguirlos, podían dejarlos... Los caminos pueden cruzarse, aveces por momentos, aveces por siempre... Quizás lo que pasó hoy los una profundamente, un grupo de personas que lucharon juntas para salvar a alguien de las garras de un loco, que arriesgaron sus vidas por el bien de alguien más... Una acción desinteresada...

O quizás, solo quede como un gracias y un adiós, tal vez una deuda a pagar incluso... Sea como sea, aquel pequeño grupo de tres, incluída una chica herida, se marchaba a saber a donde, y a saber lo que el futuro les deparaba...

A medida caminaban alejándose del grupo, ante el estupor de los presentes, Kairen caminaba a tu lado con su mano izquierda en la espalda de Akemi para evitar que caiga. Algo le mosqueaba, y tenía que decírtelo.

-Oye... Nakamura... Crees que está bien que nos separemos de ellos?? Digo... Akemi puede necesitar más tratamiento... y...- Apretó con fuerza los puños y sus dientes, tenía que decirlo, pero le costaba -Tch! Mierda... Nosotros no... Somos tan fuertes como para protegerla... Es lo que creo...- Dijo con una enorme carga de culpa en su interior. Había venido a este examen por alguien... Pero no lograba volverse lo suficientemente fuerte... Ahora se sentía aún peor, como un pequeño bebé

-Sabes?? Lo de líder no me va, para nada... Tu eres mas... Inteligente... Así que haré lo que consideres correcto, yo no puedo ver todo el tablero...- Dijo avergonzado mirando al piso, le costaba mirar a la cara de Akemi o la tuya

Ya alejándose, escuchó a Kairen mientras cargaban a la doncella clave de todo esto, ellos, dos fichas randoms (bueno, Kairen menos irrelevante que Takuro mismo, aparte que era un cabrón apuesto como Shishio... ¿acaso le tenía que decir "Señor Bishounen" desde ahora? menuda mierda, eran cosas importantes que complicaban), llevando a la pieza clave, a la gran ficha, a la que vale miles de dólares, etc., metáforas. Al escuchar a Kairen replicó, suspirando, cabreado muy como él mismo.

- Mira, cuando estaba muriendo pensé que ya, sí, actuaron todos en grupo, muy genial todo, pero luego Ojo-Monedas me sanó y aquí estoy. Mi punto es, son unos locos, nosotros ya tenemos un refugio que armaste, ni siquiera hemos visto lo de los lobos y no sabemos sobre ese maniático de mierda. Es más, si "se le acabó el nen", sea lo que signifique eso que sea, deberíamos ir a matarle ya. -Tomó aire, cuidadoso de sujetar a la bella durmiente bien firme.- Tú viste como me apalizaron, no tengo nada que hacer en este examen, quizá deberíamos hacer refugio con ellos que sí saben pelear...

Y notó entonces como su argumento se le dió vuelta, y que todo intento por 'discutir' con Kairen era darle la razón porque, bueno, la tenía. Justo pasó más encima cuando el mismo le declaró líder. Tomó aire de nuevo y lo soltó, mirándole de reojo, firme, dedicado, menos juguetón y bobo que siempre, casi como si fuese un nuevo Nakamura, o algo así.

- No jodas. Ayudaste mucho, tuviste la iniciativa en ese momento, me demoré en deducir lo necesario y actuar, pude haber matado a esa hermosísima y sensual señora, digo, señora. -Sí, ningún slip Freudiano aquí, no señor.- ...Vale, tío, hagámoslo. Pero al menos dejemos que Akemi descanse unas horas o algo. Como "líder", quiero que me digas cómo lo hacemos, porque quiero que nuestra bella durmiente sea la prioridad, luego ver si vamos con ellos, que no se nos pierdan. ¿Quieres que vuelva yo a por ellos mientras la cuidas? No quiero que nos separemos, si bien el refugio aseguraría que no os pillen a tí y a Akemi los lobos.

Al final él mismo dió la idea, poco menos, volviendo a tropezarse con sus propios diálogos. Tal cual la idea era esa, volver él mismo con el grupo de tipos que hacían cosas de combate y asegurarse la supervivencia. Sí, le gustaba su grupito de tres pero el Shishio-bishounen-sama les dió un claro recordatorio de que nada en este juego de mierda sin reglas que era la vida era fácil ni justo. Suspiró largo y tendido para, ya colocando a Akemi dentro de la carpa envuelta en mierda, alzarse.

- Dime qué les digo exactamente porque pasaron de mí olímpicamente, sugiéreme diálogos para con ellos, es tu primera órden, em, instrucción de mi parte como el manejador de juego de nuestro grupo. Tu otra órden, digo, instrucción es seguir siendo un tipo cool y no dejarte morir, ¿ok?

Le dijo, triste casi. Quería llorar, pero no podía y no lo hizo. Una vez Kairen le diera el sí, volvería.

A con esos locos que le ignoraron del todo para poder hacerse un día más, con una nueva determinación.

Los heridos ya han sido tratados y es hora de movernos. La cacería aún no ha comenzado y el tiempo no es tanto como desearíamos. No tenemos ninguna pista de los lobos pero en estos momentos prima la necesidad de encontrar un refugio en el que guarnecernos.

Ginnei se adentra en el bosque para buscar un refugio, por lo que le sigo, aunque veo como los chicos que salvamos parecen tener un lugar al que dirigirse. Miro al Ginnei y le digo:

 - "¿No deberíamos ir con ellos? Quizás tengan un refugio pero necesitan protección. Podríamos ayudarnos mutuamente."

Le hago con la cabeza gestos de que quiero ir con ellos y que me parece la mejor opción. Luego recuerdo el asunto anterior y no resisto el preguntarle:

 - "¿Qué fue eso de las monedas en los ojos? Te portaste extraño y hablabas raro."

De hecho, encontré muy extraño todo el asunto y me recuerda al asunto ese del men o nen, eso del de las vendas. ¿Será parecido o será otra cosa? Hay asuntos muy extraños en el mundo y de los que no sé nada.

Ahora estamos nuevamente desde el inicio, por lo cual dando un suspiro observo como se marchan las personas quienes nosotros acababamos de rescatar, ¿Enserio se planean marchar despues de salvarles la vida de una muerte segura? Lo divertido es que el muchacho ese al menos es educado, el gracias se aprecio de buena manera, pero si algo es seguro es que debemos de irnos antes de que nos vayan a convertir en comida de lobo hambriento y en nuestro estado, seriamos presa facil al estar en su territorio.

— Seria bueno preguntarles, muchacho. Pero debido la situacion, es mejor seguir a Ginnei, despues podriamos buscarlos... Esto pronto sera una zona de alimento para esos lobos. — Dije, mientras observaba a los demas y proseguia a seguir a Ginnei de manera tranquila, restandole importancia a ellos, si el muchacho pudo sobrevivir el solo contra esas momias no dudo que lo volveremos a ver mas adelante, si no es que pronto. 

Cuando seguia a Ginnei, escuche la pregunta del muchacho y me puse con un semblante serio. No seria la primera vez que alguien pregunte aquello, mas no me agrada el hecho de que esas preguntas se formulen, al final, sus deducciones no son lo que piensa, pero decido no responder por Ginnei esta vez, viendo que es lo que pensara decirles respecto a eso, cosa que no creo que sea mucho, creo... En todo caso, siempre le respaldo. — Si nos refugiamos entre las ramas y arboles, ¿Quien nos asegura que esas cosas con su fuerza no puedan escalarlo, o sentir nuestro olor? No me parece una buena idea. — Dije para cambiar el tema de la pregunta de Niño, mientras intentaba ver que indicios me daba la naturaleza para encontrar un refugio natural relativamente seguro. 

Kairen sonríe ante tus palabras, él está tan enredado como tu, le cuesta encontrar las palabras y por eso las pausas. Intenta mirarte a los ojos, pero le cuesta, aún se siente débil, sucio... 

-Pues bien, yo creo que deberíamos ser sinceros... Por el bien de Akemi-chan- Dijo mirándola, dormida en esa carpa. Realmente le incomodaba un poco la idea de separarse, pero ese tipo se había quedado sin "nen" o "mem", sea lo que sea eso! era el mejor momento para actuar... Es ese momento en que el rival desvía la mirada unos instantes y puedes mover tus piezas con libertad por el tablero, sin que lo note... Quizás sea trampa, pero es parte del juego... De este juego al menos

-Deberíamos armar un refugio más grande entre todos y... Bueno... convivir... Parecen buena gente, se la jugaron por nosotros... Y si no tienen un refugio deberíamos ayudarles... Que sean buenos con la espada no significa que sean inteligentes, tal vez piensan que si caminan al norte encontrarán una posada!- Dijo tratando de quitarle seriedad al asunto, pues, seguir tensos no ayudaría, debían pensar en frío y analizar la situación con cuidado... Una mala jugada podría arruinar el juego.

- Odio ser un peón nivel 0 en esto. -Mezcló no solo ideas frikis como las que soltó Kairen-dono, sino que además sus propias ideas, sobre un juego de ajedrez, suspirando por odiar su propia debilidad muy como su compañero.- Pero sí, cuando estaba "muriendo" ví nobleza en ellos, algo tienen, eso y la habilidad para pelear y...

Miró entonces a Akemi, acercándose para acariciar suavemente su cabello. Se había determinado a protegerla en esta prueba, en este juego de mierda al que vino para entramparlo, torcerlo, ganarlo, enfrentarlo, morir ante él incluso y sobretodo, disfrutarlo, como se hacía con los juegos, dentro de lo posible, además de crecr con dicho. Se levantó para continuar su frase.

- ...Proteger a la reina, si se nos muere, acaba el juego. Tenemos que ser sus reyes... Y como dices, los cerebros de esos idiotas.

Asintió entonces, decidiéndose. A veces había que apostar a todo para tener una chance. ¿Qué entretención, qué gusto era un juego sin algo de riesgo táctico? Tal cual, procedió a salir de la tienda, buscando algo que arrojar en el suelo, quizá algún tipo de pajilla o incluso la misma mierda que usaron, quizá alguna fruta o algo de color. Tomó dicho de haberle encontrado y entonces le dijo a Kairen.

- Anda preparando todo para una posible nueva tienda y sígueme tras haber dejado dormir a Akemi un tanto. Crearé un rastro para ustedes a lo Hansel y Gretel con esto o lo que vea, nos vemos entonces. Borra el rastro a medida que lo uses.

Y así, optó por arriesgarse pero no dejando el camino a ciegas del todo. Usó su [Vista Aguda] además de su aptitud para analizar juegos, tableros, personas, todo y fue esencialmente creando el camino más seguro mediante ir avistando y observando el entorno a medida que dejaba ese rastro para encontrarse con los demás, esperando que aún pudiesen ser encontrados.

Estaba a punto de partir a buscar un refugio cuando Nakamura decidió que era hora de irse con la chica inconsciente y el otro tipo. Alzando la voz para que me oyese, dije:

- Oh, no, ni de coña. -me frené cruzándome de brazos mientras los miraba- Sabéis lo que es esa chica. Vale, esta vez tenéis la excusa de que era 484, pero, ¿quién de vosotros va a defenderla si ataca Fredek? O en verdad cualquier grupo... No, vosotros os quedáis aquí hasta que tengamos un refugio. -concluí.

Luego me giré hacia el niño y dije:

-Eso da igual ahora. Es un poder que puedo usar para combatir enemigos, simplemente. -respondí.

Después, dirigí mi voz hacia mi interior y repliqué:

- Todas las almas son tuyas al final, ¿no? Eso da lo mismo. Quería encontrarme con ese tipo... Creo que la Kurata puede ser una aliada útil, ya sabes que en verdad me importa muy poco... Y en cierto modo ha sido una suerte encontrarnos al 484. Si entiendo algo a ese loco, ahora siente curiosidad... Y quizás hasta pueda mandártelo por vía rápida al Tártaro ahora que sabemos que su poder se agota. -concluí.

Ya había devuelto el cuchillo a su funda y estaba recargando la pistola que habia usado cuando el muchacho del grupo que formaba parte la muchacha Kurata empezó a recoger con intención de abandonar el claro.- Ginnei, déjalos ir.- Dije sin mostrar una muestra de simpatía por aquellos que acabábamos de salvar. No tenia intención de cuidarlos a nos ser que nos lo pidiesen.

-¿Crees que es casualidad que el vendado haya atacado dos veces a esa chica? Es una Kurata, seguramente va detrás de sus ojos. Y lo mas probable es que vuelva a por ella.- Dije sentenciando mi decisión. Ginnei sabia a lo que me refería, si nos juntábamos con ellos nos volveríamos a enfrentar con el vendado y seguramente la próxima vez no tuviésemos tanta suerte… Y si no era el vendado habría otros detrás de sus ojos. Si como mínimo querían protección tendrían que pedirla, yo no iba a jugarme el cuello en algo que ni si quiera me habían requerido

Tras las discusiones entre Mary y Ginnei, Nakamura y Kairen partieron con la chica en brazos... Sin embargo no se hicieron esperar demasiado, pues, antes que terminaran su debate sobre si debían o no seguirlos Nakamura volvió.

Esta vez volvió solo, su semblante era distinto al de hace un momento, y tenía cara de querer decir algo...

El rumbo del combate cambió por completo con un potente disparo, el de la tiradora. Retrocedo varios pasos, ignorando a la momia que intenta alcanzarme sin éxito, al ver que su objetivo no ha sido otro que 484. Mi expresión cambia por completo, dejando atrás la concentración por el miedo, ahora sí, estamos muertos.

Tras la caída del vendado va directamente a por su venganza, como era de esperar. Es prácticamente lo único positivo que se puede destacar, si va primero a por ella el resto podemos intentar huir mientras la mata. Pero esto último no llega a pasar, cuando ya daba a Mary por muerta al ser alcanzada por su venda algo raro pasa, 484 parece que ha perdido su poder. Nen lo llama, nombre que me suena de algo.

–¡Mierda!– me lamento al comprobar que el vendado ha huido después de lanzar a la que tenía secuestrada. Aunque mi lamento tiene más que ver con mi cobardía, si no me hubiera dejado dominar por ella podría haberme lanzado a por el enemigo más peligroso de este lugar ahora que era solo un joven más y acabar con él. Joder, puede que esta oportunidad no vuelva a repetirse, lo que me ha pasado ahora no debe repetirse, por mi propio bien.

Aparentemente la situación vuelve a estar controlada y el grupo se dedica a curar a los heridos, como la secuestrada a la que ni me digné en intentar atrapar segundos atrás, el vendado era más importante. Espero con cierta impaciencia a que nos volvamos a poner en marcha cuando el grupo del que hemos rescatado decide marcharse por su cuenta. No entiendo nada, y estoy a nada de decirle cuatro cosas, necesito desahogarme, pero me tiro en el suelo mientras algunos vuelven a discutir, para descansar mejor.

No pasan apenas minutos cuando uno de los del grupo rescatado vuelve. –¿Qué quieres? ¿Qué volvamos a salvaros el culo?– pregunto con un tono poco amigable. No me gusta ese tipo, en combate ha sido un inútil, y no quiero más cargas.

Al final había regresado, terminando ese algo que hizo poco antes de llegar el espaciado general donde ocurrió el combate, curioso de muchas cosas y avistando/notando todo lo que pudiese del lugar en donde quedaron las momias y sus cadáveres, como si estuviese seguro que algo más había, posiblemente incluso en el lugar donde se puso el mismo 484/Shishio para colgar a Akemi o tal. Observaciones aparte, notó que el grupo estaba aún cerca, por lo que se acercó a ellos, notando como sus actitudes variaban. No costaba mucho para alguien como él notar cambios en las actitudes de otros sujetos y personas, ciertamente, era su especialidad.

Suspiró y, no omitiendo ni ignorando el comentario de quién le gritó pero tampoco queriendo enfocarse en dicho, miró a la totalidad de ellos, enfocándose en quién deducía era su líder o el que actuaba más próximo a ser algo así para todos ellos, el señor Ojos-Monedas, al cual por supuesto, no llamaría así, si bien no sabía su nombre. Tomó aire entonces y proclamó.

- Tenemos modos para poder armar un refugio que nos permita mantenernos alejados de los lobos y seguros de su rastrear. -Pronunció con calma y algo de seriedad, casi anómala, no viéndose afectado incluso por aquel algo que le afectaba tanto antes.- Esencialmente, yo, Akemi y Kairen, queremos asociarnos con ustedes a cambio de ayudarlos para poder lograr el objetivo de la prueba en que estamos.

Por el momento, solo eso. Según respondieran, el señor Ojo-Monedas y todos los demás, es que agregaría más.

Nunca jugar tus cartas apurado, después de todo.