Partida Rol por web

El día sería largo, no habían muchos rivales por aquí, pero los pocos que habían se encontraban... El destino era caprichoso por lo visto. Aquellas tres personas caminaban sin rumbo fijo, peinando la zona para así encontrar un refugio cuanto antes, o comida, o quizás aspirantes, uno nunca podría saber en que pensaba esta gente, había desde simples pueblerinos hasta asesinos a sueldo tomando el examen.

Caminaban de forma que pasarían cerca, pero no irían directo hacia ustedes, aunque era seguro que los oirían o verían de no ser por el aviso de Nakamura. Sin embargo al escuchar los gritos de Jess y Aurora parecieron cambiar de rumbo. Se dirigían hacia ustedes, no había duda, Ravenant podía verlos. Todo iba bien, parecía que caerían en la trampa por completo, ya que Aurora y Jess estaban atrayendo la atención de estas personas. Ravenant comenzó a posicionarse, sacó su flecha y tensó el arco, apuntó entonces, tenía a alguien a la vista... Entonces la rama del árbol donde estaba subido, no soportó su peso, quizás porque estaba seca o porque estaba algo dañada, pero se rompió, haciendo caer a Ravenant quien soltó la flecha para no caer de cara al piso y poder asi, usar sus manos. La caída de Ravenant fue una advertencia clara de que había más personas escondidas, por lo que comenzaron a observar a los lados, más alerta de lo que pudiera estar esperándoles

-Allí hay uno!!- Dijo uno de ellos señalando a Nakamura, quien con su ropa colorida destacaba entre los verdes matorrales, al menos a la vista de estos tipos -Allí también hay alguien!!- Dijeron entonces señalando a Wabi, quien llamó su atención con sus toses y estornudos

-Mierda, es una trampa!!- Dijo entonces el tercero. Esa voz era reconocible por el grupo B, el mismo arquero que anteriormente se les había escapado de las manos, esta vez estaba allí... Lanzó al suelo una granada de un humo raro y verdoso, que tomó por sorpresa a Akemi y Nakamura por desconocer los artilugios del arquero, y comenzaron a correr en dirección contraria.

No pensaba perder, era bastante sencillo, sobretodo siendo consciente de que había hecho mal y aún cuando la duda picaba en su mente. Actuaría, como siempre, en base a sus instintos de jugador mezclando su raciocinio pragmático del momento mismo y según sus variadas concepciones y consideraciones.

Se concentró entonces y activó la habilidad para potenciar su aptitud física y soportar el gas, lo suficiente para, mientras se tapaba con un brazo, usar el otro para tomar uno de sus dardos y apuntar entonces. Aún entre la niebla de la granada su visión entrenada producto de incontables juegos debería permitirle hacer lo que pretendía:

Tirar el dardo cargado con la habilidad a la que nombró en voz baja mientras buscaba no aniquilar a sus directamente, sino llegarles al menos a los pies o zapatos para inmovilizarlos o directamente apuntar donde irían a caminar y así reventar el suelo muy como hizo la primera vez que usó esa habilidad inconscientemente para botarlos y dejarles a disposición del grupo.

_{- Shu.}

Pronunció en voz baja a medida que lanzaba el dardo. Ya decidiría donde caía este mismo tras salir de su mano, sin embargo.

Una sensación curiosa iba y venía por la mente de Wabi. Mirar a sus antiguos compañeros la hacía sentir bien, renovada. Mirar a sus nuevos compañeros le provocaba preguntarse si ya los conocía, y responderse que lo más seguro es que sí, si no Ojito ya nos habría dicho que les peguemos. En cambio, el arquero y su bomba de humo, le daba sensación de que tenía que pagar por algo. ¿Comida? Y sus instintos reaccionaron como si ya estuvieran entrenados contra esa bomba. 

Habían escapado de la emboscada con el humo, pero algo tenían que pagar. Además, son humanos, algo habrán hecho. Wabi decidió hacerse amiga del humo, y usarlo para camuflarse. Dejó la honda sujeta entre el pantalón y la piel, se puso de cuatro patas, y empezó a moverse, rodeando esa nube verdosa que escondía su movimiento. Después de dejar el humo a un lado, buscó un escondite menos volátil, y encontró un amable arbusto, bastante frondoso y con cara de inocente. 

Entonces se puso de cuclillas, agarró la honda, y observó.

Vaya, parecía que el plan no había funcionado. Aurora y yo eramos buenos cebos; pero esa rama de Ravenant había descubierto toda la emboscada. Si hubieran huido sin hacer nada... pues de acuerdo, nadie se hacía daño ni nada pasaba. Huían y ya está, hacemos otras cosas. Pero no, uno con un arco había lanzado una cosa que emitía un humo verdoso con muy mala pinta... eso si que no. Ese humo podía ser peligroso para mis compañeros... ¡y también podría hacerle algo a mi mascota querida! ¡Eso si que no lo perdono!. Me enfadé con ellos -¡Ehhh! ¡No escapar!- les grité mientras empezaba a correr hacia ellos.

Al principio corría normal, pero al poco de coger carrerilla acabé con las manos también en el suelo y corriendo a cuatro patas, cogiendo más velocidad. Correr a cuatro patas me hacía más veloz, y así seguro les alcanzaba. Y cuando ya los vi a tiro, salté hacia ellos para abalanzarme sobre el que tiró aquella cosa humeante -¡Poyooooooooo!- grité mi grito de guerra mientras trataba de caer sobre ellos.

Las risas de Aurora se acallaron por completo, Echi-kun calló al suelo, una bomba explotó y una extraña sensación se apodero de su pecho, no recordaba a ese sujeto, ¿quien era?, pero un nudo en su garganta la hizo gruñir como león protegiendo su territorio, ¿quien era ese tipo?, como buen animal reaccionó a su instinto, sus colmillos se vieron, su iris se alargo cual felino.

Clavo las garras metálicas en el suelo y se impulso hacia los sujetos, noto el dardo, quiso caerles de sorpresa atrás de este, pero la distraída Aurora no se dio cuenta de que un pequeño dardo no serviría para ocultar su figura, ella se veía, luego de que entrara al humo siguió a los sujetos y salto sobre el arquero. Apoyo sus manos en el suelo y derrapó entre las piernas de este tirándolo al suelo y arañando sus pies con las garras metálicas de sus botas. ¿Que sera?, ¿por que tenia ese sentimiento con aquel sujeto?, ¿por que los atacaba?, o mejor ¿por que tenia tantos deseos de extirparle los órganos? -tsh!- soltó al ver al sujeto en el suelo, ¿que debía hacer?, ¿matarlo?, pero eso no iba con ella... Aunque quería matarlo... Su mirada se volvía sombría - si dan un paso mas - estiro su brazo y coloco su mano frente a su rostro, castañeo sus uñas metálicas - estarán en serios problemas - concluyó. El resto se lo dejaría a los que sabían el ¿por que había que pararlos?,  aunque su odio continuaba ahí, y su pecho dolía mas y mas al ver la cara de ese sujeto.

Al parecer no le habían descubierto, su escondite era bastante simple entre las ramas de los arboles aunque su capacidad de pasar desapercibido era lo suficientemente alta como para que los sujetos decidieran enfocarse en quienes tenían delante, Nakamura, Akemi, Ravenant, Aurora, Wabi y Jess habían sido descubiertos mientras que Wade y él se habían mantenido aún como personajes ocultos, al parecer que fueran un grupo tan extenso también funcionaba como distractor. Notó como la gran mayoría comenzo a moverse, la niña más pequeña comenzó a correr como un animal mientras que Akemi y Nakamura intentaban salvarse de un gas que había lanzado el sujeto del arco...¡El sujeto del arco! Nos volvemos a encontrar, eres mio. Rápidamente todos parecieron ir por la misma presa, el arquero había sido el punto de cacería por Nakamura y Jess aunque esta última parecía ir más por los otros dos sujetos que intentaban escapar tambié, observo a Nakamura con curiosidad mientras el rubio se movía por las ramas, noto que su cuerpo se cubría de Nen más que cuando se esta con TEN. Su capacidad física no es la mejor, debo ayudar para que actue desde la distancia. Pensó con rapidez mientras intentaba moverse más rápido por los arboles a la par que sus pasos ligeros evadían realizar ruidos innecesarios "No lo maten, no lo maten, es mío, no lo maten...Porfavor no lo maten...Aún". Por un momento sintió que su cabeza no podía controlar el enojo que sentía y sus ojos amagaron volverse de un color rojizo aunque cuando notó que el disparo de Nakamura ya había salido de su mano pareció calmarse. No apunta a su cabeza, perfecto. Desde la parte de atrás de su ropaje el muchacho saco una Daga amarrada a un cable negro, toco con la yema del dedo indice éste y espero el momento oportuno para atacar, esperando a que sus compañeros no fueran lo demasiado ruidosos. -I see you... -Dijo en voz baja esperando la mejor opción.

Akemi se sorprendió por la bomba de humo, la tomó completamente desprevenida. Sin quererlo se la fumó entera, aspiró del humo hasta que su cuerpo se cansó de aspirarlo... Comenzó a toser repetidamente llamando la atención de quien más cerca estaba entre todos los enemigos. 

Tras la granada de humo, los enemigos comenzaron a correr, pero la toz de Akemi llamó la atención de uno de ellos. Mientras la cortina de humo era aún visible, dos de ellos salieron corriendo por detrás. Nakamura no podía ver a través del espeso humo verde, por lo que pensó que tercero corría en una dirección opuesta a su campo de visión, quizás el humo le estaba impidiendo ver su huida, pero de tener razón se dirigía hacia donde Akemi podía ver, y de seguro lo atraparía.

Lo cierto es que Akemi se ahogó con el humo cayendo inconsciente, siendo atrapada por ese hombre. El sonido de su tos era tapado por los gritos de Jess y los enemigos, quienes corrían, sumado al sonido metálico de las garras de Aurora al chocar contra el piso. La imagen por otro lado, era tapada por el humo... 

Mientras tanto, Wabi se dió a la tarea de rodear la nube de humo perdiendo tiempo valioso mientas los bandidos se adelantaban, mientras que Aurora la atravesó completamente sin preocuparse por nada. Salió por el otro lado tosiendo y haciendo caras raras de disgusto, pero solo eso. Siguió corriendo hasta lograr detener al arquero abalanzándose como un felino y clavando sus garras en sus piernas. Por otro lado el dardo de Nakamura no impactó contra ningún pie, pero dejó un buen hoyo en el suelo, un hoyo que el enemigo debió esquivar haciéndole perder tiempo valioso en su huida, siendo atrapado por Jess.

El humo se disipó entonces, y el tercer enemigo tenía su cara tapada por una tela, quizás para no aspirar el humo, no se sabe... En sus brazos cargaba a Akemi como escudo humano con un cuchillo en su cuello. La Kurta llevaba sus manos atadas a la espalda y cuello, si tiraba se ahorcaba. Un trabajo de nudos sublime de hecho... Nival tuvo entonces un súbito recuerdo, su ojo palpitó con fueza y su arma cayó al piso mientras se sujetaba con fuerza la cabeza.

Aquel hombre que tenía a Akemi apresada se veía tranquilo... -Suelten sus armas... y a mis compañeros... O la princesa se muere- Soltó en tono amenazante. No parecía la primera vez que negociaba con rehenes... Su cuchillo estaba apoyado en el cuello de Akemi y desarmarlo requeriría una puntería casi maestra, una proeza, que de fallar podría terminar con la vida de Akemi.

-VAMOS!! NO TENGO TODO EL DÍA!!- Gritó entones. La amenaza parecía seria... Akemi por otro lado se encontraba desmayada por lo que sea que tuviera el humo...

El tipo del arco sonrió a Aurora en una notable provocación -Vaya! Esto ha sido un golpe de suerte, no crees gatita?? Aunque... Es extraño que no estés desmayada luego de aspirar el humo... Pero... Si das un paso más...- Entonces su sonrisa se volvió casi maligna, una sonrisa diabólica, perversa y divertida al mismo tiempo -Estarán en serios problemas jejeje- Soltó con una leve risita.

Y, como no, salió mal. A wabi le habría gustado toser, hacer algo con los mocos que se le caían, ir a decirle al alfa "te lo dije... ¿te lo dije? Si no te lo dije, te lo tendría que haber dicho", pero no era el momento. Pobre chica, con lo sanita que parecía. No había mucho que hacer al respecto, el enemigo parecía tenerlo muy claro. 

Wabi lo miraba todo desde al lado, dentro de su particular microclima de arbusto y gripe. Podría intentar desarmas al arquero con una piedra, o noquearle, pero fallar era un precio que no podría olvidar... durante un rato. Como mínimo. Incluso si le doy, si llega a ver venir el tiro antes de que llegue, la sanita está muertísima. Puede que hasta la mate porque sí de todos modos. ¿Se habrán fijado en que no estoy? ¿Bajarán la guardia en algún momento? ¡Vamos a comprobarlo, imbécil!

La salvaje enferma se colgó la honda en el cuello, volvió a las cuatro patas, y avanzó por la retaguardia del enemigo, cautelosa como una ardilla ante un zorro. Se fue acercando hasta tener una visión limpia de la espalda del enemigo, y se puso de pie detrás de un árbol. 

¿Rehen? - no pudo evitar preguntarse la pelirrosa, ladeando su cabeza, aquel sujeto no le importaba... solo le daba asco ese del arco, pero quien podría pensar que podría sentir asco por otro sujeto? y tan rápido!!. Soltó un profundo suspiro, y dio tres saltos lejos del arquero, ignoró su amenaza, realmente no le interesaba y su atención no era tan buena como para concentrarla en dos sujetos a la vez - Así esta bien o mas lejos? - dijo tranquila al sujeto, su vista estaba en un punto medio, y aquello parecía feo, aunque no estaba muy segura si tan feo, no entendía esas cosas de amenazas realmente, ni tampoco el como funcionaban - sueltala ahora, ya se pueden ir - agrego en una total calma, no tenía nada con los otros dos sujetos, pero no quería ver a nadie lastimado, aunque no estaba segura quien era esa chica... pero si estaba ahí quería decir que era una aliada y no dejaría que la lastimaran por un mal presentimiento con un sujeto que no recordaba, ya se la cobrría si lo veía después, aunque, no estaban todos los que se figuraban en su cabeza... estaba segura que alguien o algunos faltaban, y si era así solo debía distraerlos - Creo que el esta enfermo, tiene cara rara, deberías llevarlo con un cura cura!! - agregó con toda su inosencia, las caras raras no iban con ella, no sabía que significaban, y aunque alguno pensara de que estaba actuando, al ver su cara uno entendía de que realmente lo decía enserio.
 

Me coloque encima del tío sobre el que me había abalanzado, con la cara sería y gruñendo un poco -Grrr... hombre malo no escapar Jess- decía mientras le tenía bajo mis manos. Había hecho bien mi trabajo... pero entonces, uno de esos hizo algo muy sucio. Tenía a aquella chica de nuestro grupo cogida y atada, y nos amenazaba con un cuchillo en su cuello... que tío más rastrero ¿de verdad mataría a una chica por esto?.

Grrrr... esta bien. Soltare al tío que tenía debajo mia... pero a mi manera. Cogi al idiota al que había atrapado por la ropa, lo alce sobre mi cabeza, y lo mandé un poco a tomar por culo de mi... libre estaba... pero que al menos se hiciera algo de daño. Después me fui acercando despacio sin abandonar mi cuadrupeda posición -Jess soltar compañero hombre malo... Jess no usar armas... ¡Hombre malo soltar amiga!- le exigi con un gran cabreo. Tenía enfado... y como me llegase a enfadar más... la liabamos.

El crack de la rama atras de mi me congelo. ¿Seria el arbol donde estaba Ravenant? Era su arbol. Malditacea. ¿Que otro arbol podria ser? El ruido posterior de los centinelas avisando sobre la trampa lo confirmo. El y Nakamura. ¿Que tan valiosos serian dos personas con nen como para cortarles el cuello mientras dormian? Lo pagarian. Eso sí, despues de salir de este rollo. TODOS mis planes se van a la mierda siempre. Ya ni sé por que me esfuerzo.

Por lo menos no serian tan estupidos como para...  -No... -susurré 

Mis pensamientos se ven interrumpidos cuando mis compañeros salen corriendo detras del extraño grupo, y el arquero de la otra vez. 

Es increible, que siempre logren sorprenderme para mal. ¿A quien mierda se le ocurria perseguirlos? Podrian llevarlos a una trampa. Aun asi, decidi observar como se desenvolvia todo.Eramos suficientes como para no actuar apresuradamente. Y asi parece que lo tomaron muchos de los que permanecieron ocultos. Debia recordarlos, esos bajaron en mi escala de odio. En cambio los demas... Por lo que veia, pagarian por sus errores. La amiga del pelirrojo habia sido capturada. Y estaba pidiendo que liberaran a sus amigos. ¿2 x 1? No vale la pena. 

Doy un paso para salir detras de las sombras y entrar en la negociacion, pero la luz golpea los ojos de la mujer y su reflejo rojo remueve mi cabeza. Como un disparo, una campana. Mis manos temblaban, mis piernas, los cuchillo se me cayeron, y el ojo me dolia. Esto seria malo. Tenia que moverme. Tenia que ayudar. ¡Es muy mala idea ese intercambio! ¿Por que dejar la ventaja sin garantias? 

-Mmmmnoo... -logré susurrar apenas. 

Tampoco podia hablar. Solo podia contemplar como mis compañeros la cagaban y luego se sumergian de cabeza en la mierda. 

La escena del hospital se volvia a repetir en mi mente. Sentia la flecha saliendo de mi ojo, un corte frio, un derrame de calor, dolor, oscuridad y finalmente... la luz. 

Podia moverme, tomé mis cuchillos. Estaba empapado en sudor. No habia pasado mucho tiempo, pero mis compañeros habian liberado sus rehenes y perdido sus chances de negociar. ¡Bien hecho! No podia hacer mucho más por la pobre chica. Asi que me quede agazapado en las sombras esperando algun momento de distraccion para poder atacar sin embarrarme tambien. Aunque seria complicado. 

El golpe, la rama, la frustración, el enojo, todo se mezclaba erráticamente al sentir el impacto de la desgraciada rama. Al caer, la misma ira hizo que sujetara tan furibundo el arco que hasta la madera gemía de dolor causa de la cólera, pero al racionar supe que era la rama la que sollozaba, al menos no me había quedado sin un arma para contraatacar. No era momento de vacilaciones, y lo tenso del momento restringía las posibilades a poco más que huir como un cobarde o atacar en desquite de mis propios demonios. Al caer, no hubo espacio para siquiera quejarme, agarré el arco apresurado, tensé la flecha y desperté el aura endemoniada para castigar a los alardeadores. La punta metálica de la flecha relucía deseando clavárselos en la carne del secuestrador, había que satisfacer los deseos de una dama tan impaciente por beber vino. Sentí el odio, pero no era eso lo que me poseía, era la costumbre. No era la primera vez que tenía el caso del rehén, del punto descubierto en su rostro, del viaje del proyectil rastreando la sangre del cobarde, la flecha deseaba salvar a la mujer.

Garou se mantenía tranquilo, observando la escena como un tercero esperando a que las cosas no pudieran salir peor. Se equivoco notundamente, Akemi había sido capturada, Nakamura había fallado con su objetivo pero logrado parar a otro lo cual no causo un efecto producente aunque tenía que admitir que aquella técnica que acababa de realizar era digna de aprender, Genial.. Pensó mientras seguía observando con una tranquilidad que quizás anteriormente lo lograría tener, sabía que debía mantenerse oculto hasta encontrar un punto en donde pudiera causar un cambio radical en la situación. Siguió moviendose con rapidez y sigilo esta vez intentando rodear el punto de encuentro de manera que podría tomar por la parte de atrás a los sujetos, le superaban en numero pero uno a uno parecían actuar de una manera cada vez más animalesca. 

Aprovecho todo el caos que estaba sucediendo para poder ocultarse con mayor seguridad, si estaban enfocados en Nival, Jess, Aurora no necesariamente podrían ser capaces de notar su presencia. Mierda, que todos atacaron de manera incoherente, al menos no me han descubierto, si logro acercarme un poco más puedo tomarles por sorpresa. 

Se mantuvo con total tranquilidad mientras bajaba del arbol, sus pasos eran los de un ninja mientras se colocaba casi con cuatro puntos de apoyo preparando una especie de corrida aunque en realidad simplemente necesitaba acercarse sin ser descubierto.

Parálisis.

Súbitamente tras lanzar el dardo, hacer explotar un buen poco el suelo y causar un nubarrón leve de polvo y tierra que sirvió para al menos tropezar a los tipos que huían, muy como el señor del ojo parchado dijo que no les dejaran escapar antes y siendo esa su propia misión a pesar de haber fallado en ocultarse, pudo ver como la nube de polvo les envolvía, él concentrándose en anularla a toda costa pero Akemi fallando en ello, siendo luego atrapada y causándole lo ya dicho. Parálisis. Mental, física, emocional y más.

Tuvo una serie de flashes a medida que su sistema fallaba, a medida que a poco a poco sentía como estaba cada vez más fuera de lugar, como el peso de haber venido completamente con los ojos vendados y creyendo que esto era un juego entretenido e interesante al cual desafiar le había costado más y más, como ahora, en donde se encontraba al borde de perder a la única otra persona que le había acompañado del comienzo. Su visión se nubló y luego se expandió, sus ojos aptos y su mente calculó en tiempo record, mostrando un gesto extraño. Pena, caos, desesperación, desligue, abandono, desidia, todo en partes, como ser humano real, como un idiota no apto para venir a esta prueba. Tuvo que haberse ido como hizo aquel mafioso entonces y sin embargo, no podía parar, ya no, ya hace mucho que no, tenía deberes.

_{- No.}

Murmuró, emulando al mismo líder en cuestión de ojo parchado, porque su percepción aún si se enfocara en la vista y no en la audición era impecable, pudiendo aunque sea notar que pronunció eso. Miró fijamente al sujeto que tomaba a Akemi tras decir eso y luego hizo lo que estaba por hacer, notando además como todos aquí, incluso el mismo líder cauto, incluso personas adorables, amigables e inocentes como Aurora, Wabi o incluso la creatura de algo mala actitud dueña de ese gatito habían tomado actitudes ofensivas. No se quedaría atrás, no sería la ficha inútil de la partida.

- ...

Se empezó a mover directamente a medida que el aura fluía por él y desde él hacia su enemigo. ¿Por qué siquiera emitir tu aura si lo harías con tu propio cuerpo en vez de usarla para atacar hacia afuera con proyectiles o técnicas útiles como había hecho hasta ahora? Quizá porque él mismo mantenía la temática de su poder, de Asobijikan, Hora del Juego o Playtime, como se le pudiese decir de múltiples modos. Así, había ideado esta técnica.

Su intención con dicha era simple, en realidad, y si esta técnica colaba, podría no solo seguir el orden o retomar el orden de las habilidades que pretendía, sino que además proteger a Akemi o perder el juego intentándolo. Al final, como le dijo a ella, se tomaba esto ya no como un juego, sino como una prueba, definitivamente, y su expresión al final era la de rabia pura, cabréo tangible, odio hacia sí mismo y hacia el sujeto que osaba ponerla en peligro, a su dama, a su amiga, a su reina, su protegida.

Pudo ver entonces como, de funcionar y activarse por ende la nueva técnica que ya tenía planeado crear hace mucho y ahora por fin encontraba un momento para manifestar, el aura se desplazaría, desde un único núcleo, un punto en el centro de su cuerpo, proyectándose hacia afuera y creando un Takuro fantasmal que se movería, imaginando en tiempo real su movida. Ir, moverse, llegar donde Akemi, tomarla con cuidado para que no le cortara el cuchillo y alejarla hacia atrás para entonces nada menos que ponerse él en tiempo record en su lugar, dejándose incluso con el cuchillo al cuello como rehén de reemplazo, un enroque de ajedrez. Suspiró entonces a medida que se movía en ese misterioso trazo, esa jugada producto de la técnica que era un par de corchetes en blanco, la "Hora del Juego" silenciosa, técnica sin nombre. Su modalidad en este caso sería la de teleportación o desplazamiento y no la de aseguración de dirección, obviamente.

Tras eso, alzaría las manos mostrando sumisión y entrega a modo de tributo, volviéndose el rehén directamente, suspirando al suceder esto a medida que aquel lapso que seguro duró nada para todos los presentes excepto él se acababa. Sería gracioso que al simplemente aparecer ahí alguno de los muchos disparos que estaban sucediendo o por suceder le llegaren a él o algo, muy como cuando se puso entre la bala de Mary la loba aquella entonces. Se reiría ligeramente pensando en eso y esperaría.

Garou se acercó con presición y mucho sigilo por detrás. Estaba tratando de asegurar una buena posición para observar mejor las cosas, buscando un punto débil en su rival. Aún así esperaría un poco antes de atacar, necesitaba sacarse algunas dudas...

Wabi había pensado lo mismo que Garou y estando aún más cerca que el niño se posicionó con más comodidad y pudo haber captado mejor los acontecimientos de no ser porque no poseía Nen. Aún así, ni siquiera los usuarios de Nen pudieron entender bien que pasó... Lo que sucedió a continuación los tomaría por sorpresa, especialmente a Garou, Wabi y Nival, los más observadores...

Nakamura se levantó susurrando "No", y casi por arte de magia, un extraño viento comenzó a soplar a sus espaldas. Ravenant disparó su flecha, frustrado por los acontecimientos que se dieron por culpa de un error... No había sido su error, los vieron a varios, pero él no estaba acostumbrado a fallar, por lo que lo tomó personal. Su flecha voló con fuerza apuntando a una zona del rival. Sin embargo no lograría acertarle, puesto que disparar a un rival en movimiento que gira constantemente para evitar ser atacado por sus flancos con una rehén de por medio era difícil... El disparo daría a Akemi en su cabeza dada su altura, de no ser que se salió de los brazos de su captor movida por una fuerza sobrenatural, para ser Nakamura quien ahora estaba recibiendo aquel impacto en su pecho, siendo más alto que la primera.

Una vez disparada la flecha, Ravenant vió como antes de que esta lleguase, Nakamura, o una proyección de Nen del mismo, se desplazó a una velocidad vertiginosa cambiando su lugar por el de Akemi, terminando con un cuchillo apuntando una cabeza más abajo de su cuello y una flecha perforándole el pecho.

Jess, enfurecido, observaba al rival en sus manos cuando todo esto pasó, por lo que ignorando lo que sucedía lanzó por los aires a su enemigo, quien golpeó el suelo con fuerza soltando un quejido mientras el aire salía de sus pulmones, para levantarse enfadado y girar a su amigo a modo de queja y quedar sorprendido por el giro de los acontecimientos, al igual que Jess...

Aurora por su parte, como siempre, despistada y confundida, trataba de esconder sus garras del rival sin ningún éxito, pues se había olvidado que al lanzarse encima suyo le mostró sus garras mientras las castañaba y pronunciaba una amenaza contra el arquero, todo esto, ajena al giro de acontecimientos producido por Nakamura y su técnica extraña.

El arquero, libre de Aurora, comenzó a revisar los alrededores, buscando a alguien más oculto, pues, cabía la posibilidad de que no hubieran visto a alguien más aparte de Akemi, quien se delató por el humo. Pasó la vista rápidamente y percibió a Wabi entre los árboles, quien acechaba silenciosamente a su presa.

- Creo que el esta enfermo, tiene cara rara, deberías llevarlo con un cura cura!! - agregó con toda su inosencia

-Jejeje, es tu amiga la que está enferma... la tengo en la mira- Le susurró por lo bajo. Wabi por su parte estaba enfocada en los acontecimientos cercanos, en como ayudar a Akemi sin poner en riezgo su vida, mientras que Aurora, Nival y Nakamura observaban como aquel arquero apuntaba a Wabi con impunidad, quizás porque sabía que Akemi era una pieza importante para el grupo y eso les daba ventaja al retenerla, y eso mismo le permitía amenazar a más miembros del grupo sin presiones, pues si presionaban, moría Akemi. -Si no quieres que le dispare tómate esto- Susurró de forma audible solo para Aurora con una sonrisa maliciosa mientras le lanzaba alguna especie de líquido extraño en una probeta antes de tensar con fuerza su arco.

El tipo que había atrapado a Akemi, ahora mismo sostenía a Nakamura en su lugar. Si bien se sorprendió por lo sucedido, esto implicaba una ventaja enorme para él. Había sido Nakamura quien explotó el suelo con un dardo y quien se había teletransportado al lugar donde estaba ahora mismo. Tenía en sus manos al miembro que para él, representaba una mayor amenaza, y sin dudarlo subió su mano hasta poner en su cuello su cuchillo, no sin antes clavar con su otra mano algo en su espalda, un veneno, uno que solía usar para dormir a sus víctimas, generalmente mujeres.

Ravenant lo notó de inmediato, ahora que el suceso cambió por completo su punto de enfoque... De pasar de la ira a la sorpresa se detuvo a analizar lo acontecido con el pelirojo, pero no fue eso lo que terminó llamando su atención, sino el tatuaje en la mano del captor y el efecto del veneno que inyectó en Nakamura, veneno que hizo desmayar ahora al pelirojo con una simple aplicación. Lo mejor en esta situación, si buscaba mantener vivos a sus compañeros de equipo (lo cual mejoraría sus probabilidades de pasar el examen) era bajar su arco... O tanto Akemi como Nakamura morirían, y quizás Wabi y Garou también, que se encontraban demasiado cerca de ellos dos... El asesino meditaba la situación con frialdad, si les dejaban ir podrían rastrearlos y seguirlos luego... o quizás no... depende... Pero si lo que intentaban salía mal cuatro personas morirían para matar a tres. No era un buen trato

Nival por su parte no lanzó su cuchillo, al ver el giro de acontecimientos repentino y ver como tomaban ventaja nuevamente, apuntando ahora no solo a Nakamura sino también a Wabi, atacar sería una mala idea, ya que aseguraba la muerte de algún miembro del equipo

Un suspiro extraño abandonó los labios de Aurora, ¿como fue que el alto pelirrojo termino ahí?, no estaba segura que había pasado, ¿como termino así?, necesitaban salvarlo!! Había sangre!! Estaba lastimado!!, que le sucedía a esas personas?,como hacían eso con los suyos?,porque estaba peleando con ellos?, una laguna se apodero de su mente?, reconocía algunas caras, una de esa estaba siendo apuntada, un sujeto horrible le dijo que tomara algo.

Aurora se paro frente al arco, sus manos temblaban?, no pronunciaba palabras estaba confundida, quienes eran esos idiotas?, sus iris parecían alargarse, lentamente su mano se acercaba al objeto aquel. Pasa de largo. - tsh! - sujeta con fuerza el brazo de este y lo gira a un lado y se sujeta con el otro al mismo brazo, lo gira ayudandose del peso del sujeto y el suyo y lo revolea al tipo que tenia a Nakamura, si se lo tiraba encima y sabiendo que Sempai estaba ahí solo debía derribarlos para que Wabi le quitara el cuchillo, y si no lo s derribaba, aquel tipo iba a tener que decidir que hacer. Volteo a ver a Jess - Jess-chan, dale mas envión con tu peso!! Pateale la espalda!! Rápido!! - le dijo en un tono audible solo para ellas, era todo o nada, el pelirrojo necesitaba atención y la chica no despertaba!, tendrá una laguna en su mente, pero no es tonta, si los rostros familiares están siendo atacados así, y uno esta sangrando, es obvio hasta para ella!!!

Wabi estaba buscando calma entre los árboles, tiempo para buscar un punto ciego, una apertura, un instante de guardia baja... cuando presenció una teletransportación. ¿Eso ha pasado? ¿O es que han pasado cosas entre medio que no recuerdo? Y el flechazo de Ravenant incrustándose en el pecho de Nakamura. Con lo sanito que parecía... ¿Y la sanita? En el suelo, eso es que sí que ha pasado un rato. 

Se quitó la honda del cuello, preparada para recuperar el tiempo que creía haber perdido, dispuesta a aprovechar la mínima distracción para noquear al que retenía a Nakamura. La tensión, sumada con la fiebre, hacían resbalar grandes goterones de sudor por toda la frente de Wabi, y los goterones se bifurcaban, como si cada uno representara una posibilidad. Se pasó la mano por la frente, evitando que el sudor le nublara la vista, y empezó a visualizar la trayectoria que debía seguir su proyectil.

Cerró los ojos un momento, se imaginó la parábola que llegaba hasta la columna del captor de Nakamura, y se agachó hasta coger una piedra con la mano. Se convenció a sí misma. Cuando abra los ojos, habrá una distracción. Mostró los dientes con rabia, abrió los ojos, y allí estaba Aurora forcejeando con el arquero. Me sirve. 

Siguió cada uno de los movimientos que había imaginado antes de que estos se esfumaran, la piedra dio una vuelta sobre la cabeza de Wabi, y salió volando con fuerza, con la voluntad de una enferma confusa empujándola hacia el enemigo.