Partida Rol por web

Me opongo.- Digo claramente cuando proponen ir a donde sea que este su jefe.- Con estas chapas ya estamos cerca del numero que necesitamos. No nos hace falta enfrentarnos a la mafia para conseguir mas de las que necesitamos.- No, no quería de momento que mi cara tuviera cartelito de se busca entre las mafias. Por el momento.

Mire las chapas que había conseguido para ver si alguna de ellas era uno de los números que necesitábamos, si fuera así ya habríamos acabado la prueba y solo tendríamos que sobrevivir. Una vez memorice sus números me acerque a los cuerpos de los muertos para conseguir una soga y quitarle la chaqueta a uno de ellos.

Ya que me acercaba a ellos de nuevo me asegure que no les quedase nada de valor y lo que tuviesen me lo lleve conmigo. Tanto escopeta como pistola ya me había ocupado que estuvieran a buen recaudo, algún uso les acabaría dándole.

En cuanto revise los cuerpos mas a conciencia me volví a dirigir hacia nuestro cautivo y empecé a atarlo. En cuanto estaba atado de manos hice un nudo en una de las mangas de la chaqueta que había tomado. Corte la parte sobrante de la chaqueta y introduje la mordaza improvisada en la boca del hombre.

Mire a mis compañeros durante un momento y finalmente hable.- Digamos que no es la primera vez que hago prisioneros…- Aclare mientras me encogía de hombros.- Lo que decía, no creo que sea necesario ir a por el jefe. Si tienen un campamento conjunto no es buena idea ir hacia ellos. Si por el contrario tenían el y sus compañeros un campamento aparte si es una buena opción recaudar suministros.

De un tirón de la camisa levante al cautivo y le mire fijamente.- A partir de ahora responderás únicamente asintiendo o negando con la cabeza. Si titubeas en alguna respuesta este cuchillo le hará compañía a tu estomago y créeme, no hay muerte peor que la de morir desangrado por un corte en el vientre mientras tienes la boca tapada y las manos atadas. Agonizaras durante horas.- Deje que las palabras hicieran mella en el.- ¿Entendido?.- Su asentimiento no tardo en llegar.

Bien, empecemos. ¿Tenias un campamento únicamente con ellos tres?.- Pregunte mientras apuntaba con el cuchillo el estomago del hombre y daba un ligero pinchazo recordándole a lo que se atenia.

Tras las palabras de Mary Rellik se encojió de hombros, como si mucho no le importara, si quería ir a explorar podría hacerlo solo. Sin embargo la rubia tenía razón en algo... No era necesario.

Comenzó entonces a interrogar al prisionero, no sin antes escuchar a Rellik soltar un -Sabes?? podría haberlo silenciado y ya- Mientras se reía, sin embargo le parecía más práctico la mordaza que usar Nen, solo lo decía para molestar a la rubia.

Las palabras de la rubia pegaron con fuerza en el prisionero, quien imaginando lo dolorosa y cruda que podía ser su muerte no hizo más que asentir ante la amenaza. Entonces llegaron las preguntas de la rubia, y antes su primer pregunta, dió un sí como respuesta, moviendo con fuerza la cabeza. Al parecer tenía un campamento, solo con ellos... No había forma de saber si mentía o no, pero siendo sinceros, con lo asustado que estaba lo más probable era que estuviera soltando todo lo que sabía con la esperanza de que le dejaran con vida al final

Mire a mugen un momento después de su comentario.- Bueno, la mordaza le recuerda la situación en la que esta. Las encías adoloridas por la presión y el pensamiento de la ropa de un antiguo amigo le tapa la boca le recordaran lo que debe hacer si no quiere acabar como ellos.- realmente no me había dado cuenta, pero había hecho bien, por las razones que había dado y porque no nos convenía ir difundiendo nuestros poderes

Tu delante entonces.- Dije tirando del hombro del cautivo y poniéndolo de espaldas a mi. El cuchillo se clavo ligeramente en el lateral del abdomen.- Guíanos a tu campamento.- Antes de abandonar aquel claro intente memorizar toda la situación y eche un ultimo vistazo a los niños. En otra situación habría soltado un suspiro y habría pedido un momento, pero ahora no podía, no se podía mostrar debilidad alguna ante un rehén. 

Mugen esperó mientras la rubia ataba al tipo, miraba el lugar y se quedó viendo a los mocosos muertos. A diferencia de como actuó con Tadashi, no atinó a hacer ninguna tumba, ese había sido un caso aparte, por como se dio la cosa creía que esa noche pudo haber muerto él en vez del rubio, una cuestión de azar fue. Al terminar de maniatarlo y amordazarlo, fueron hacia el campamento del grupo mafioso, Mugen estaba con su espada en mano, si el infeliz intentaba algo, no importa adonde se moviera, lo alcanzaría con su ataque.

Luna Negra: Son una organización que se dedica al tráfico de gente. Raptan y esclavizan personas, en especial gente joven o niños. Si no logran esclavizarlos (por ejemplo mujeres que no son vendidas como esclavas sexuales o niños que no pueden soportar trabajos forzados o no son del interés de algún pedófilo) se asesinan y se venden sus órganos en el mercado negro (esto ya es culpa del Loratismo, pero al haber conocido a Ruud sabés que un sacerdote tan pelotudo no es capaz de toda esa mierda).

También suelen raptar personas, y las hacen firmar papeles para poder vender sus órganos. Esto se debe que se pueden subastar órganos humanos bajo el concentimiento de la persona. Primero raptan a la persona, y si no quiere se le tortura. Si no firma, raptan a su familia y los torturan a todos juntos. Los separan y por separado les hacen firmar a cada uno de ellos, ya que si no firman para vender sus órganos, "matarán al resto de su familia". Como están por separados, tienden a firmar por miedo, tratando de salvar a los demás aún a costa de su vida, para ser ejecutados todos juntos y vender los órganos de todos.

Luna Negra es una facción de esclavistas, una de muchas. Estas personas están bajo el control de Mr. Infierno, un capo mafioso

Mr. Infierno: Es el sobrenombre que se le ha dado a este hombre. Nadie sabe cómo es realmente, ni tampoco quién es. Es un tipo sádico, por eso su nombre. Ha hecho su fortuna comenzando como sicario, pero dedicándose al contrabando de armas y poco a poco haciendo crecer su negocio. Actualmente domina una enorme parte del mundo (no de la ciudad, del puto mundo) y controla todo lo referente a la trata de personas, desde prostitución y esclavismo hasta tráfico de órganos. Es una leyenda para la gente normal, incluso para algunas facciones de la policía, ya que hay unas divisiones especiales investigándolo aún sin encontrar nada concreto que le inculpe de algún crimen. Desgraciadamente hay muchos millonarios y multimillonarios en el mundo, por lo que el culpable podría ser cualquiera.

La Hija Caprichosa: De esta persona no sabes nada, salvo rumores de los que alguna vez trabajaron para Mr. Infierno. Creció con su padre por lo que es igual de sádica que él o incluso peor. Es una niña mimada que consigue todo lo que quiere y tiene un aprecio nulo por los demás. Considera al resto de las personas meros muñecos que puede usar para entretenerse. Se dice que suele violar mujeres insertando objetos hasta matarlas, casi siendo una versión moderna del Conde Vlad Tepes, El Empalador.

El Guardaespaldas: Si bien Mugen es un gamberro que va por la vida a los golpes y espadazos, hay unas pocas personas con las que nunca se metió, y estos eran los guardaespaldas de su Jefe. Existen 10 cabezas de mafia en el mundo, y cada uno controla una décima parte del mismo desde las sombras. Cada Jefe Mafioso, tiene 1 guardaespaldas, alguien que en su momento fue un cazador y que por las razones que fueran, perdió su camino. De entre los usuarios de Nen más poderosos dentro de la mafia, los más poderosos tienen el honor de ser guardaespaldas del jefe de la mafia, teniendo un sueldo enorme y gozando de los mismos beneficios que su jefe. No lo tienes bien claro, pero un guardaespaldas podría estar fácilmente al nivel de Kuroko, por lo que el mismo vendado podría ser el guardaespaldas del que tanto hablan... Lo que te parece extraño es que no vaya con la hija del mafioso, ya que no suelen separarse de sus jefes a menos que se lo pidan.

Para suerte de Phryne, el árbol extraño estaba algo cerca de dónde ellos comenzaron el examen, la zona tres. Aunque esa información no la tenían, para ellos la isla era una unidad y punto!

Kuroko persiguió al Moguri que volaba rápido hasta llegar luego de un tiempo a la zona destinada. Allí, Phryne y Ginnei pudieron hacerse presentes delante del árbol.

-Y bien??- Dijo Kuroko sin poder diferenciar un árbol del otro. La zona estaba rodeada de árboles, sin embargo, no había nada que diferenciara al árbol que Phryne indicaba del resto, solo ella lo sabía según los datos recopilados por sus Moguris.

El portal estaba abierto muy cerca, había sido uno de los primeros que había activado y a medida de que juntaba fotografías, podía moverse por la isla sin mayores problemas. Por eso estaba con Gin esperando a Kuroko, que cuando llegó, no intentó atacarlos, matarlos, o toquetearla (ya había demostrado tener una fascinación con ponerle los dedos encima), pero a pesar de que venía con esa calma, Phryne se puso ligeramente tensa cuando lo vio venir.

Estaba con su armadura, la que usaría para poner contactarse de mejor manera al sistema, y cuando estuvo cerca de ellos, ella caminó a su encuentro, era extraño no desear matarlo, bueno, deseaba, pero no era tan fuerte como antes, pues antes respondía más bien a un instinto de supervivencia. Levantó su mano y le indicó el árbol que había detectado.

—  y bien... pónganse en alerta, tengo a los moogles activados para vigilar la zona—  pero no podrían protegerlos, solo avisarles cualquier cosa. La Neko estaba al lado de la chica y le dio la espalda al ex demente agachándose delante del árbol, para empezar a pasar sus manos buscando la caja de anexo. Una vez que diera con ella, de la Neko saldría un cable y ahí empezaría la magia —  atentos —  sentada en el suelo, comienza con la ejecución de su arte de espía y hacker. 

Los dedos de Phryne se movían con velocidad mientras poco a poco rompía el sistema y accedía a la base de datos enemiga. Estaba descargando los datos poco a poco.

Kuroko miraba de reojo de vez en cuando, esperando ver los resultados, en posición para atacar a cualquiera que se cruzara en el camino. Ginnei estaba también en guardia, tratando de proteger la zona junto con los Moguri.

Entonces llegó el aviso. Phryne estaba completamente dentro del sistema.

Para la mala suerte de Phryne y los demás, entre los examinadores, existe una gran controladora. Su Nen, se basa en controlar personas en base a las ondas emitidas por diversos aparatos tecnológicos. Kuroko y Rellik, poseían chips, implantados por esta persona dentro de sus cabezas. La muerte y posterior reanimación del vendado, habían dejado inhabilitado ese Chip... Sin embargo, siendo capaz de acceder y controlar cualquier aparato tecnológico, conectarse a su red era peligroso...

Una vez dentro, al notar la presencia de Phryne, comenzó la fiesta.

Lo primero que pudo notar Phryne, fue que Neko tuvo una extraña interrupción, una que provocó una extrañez y duda en la muchacha, y aún sin dejarla reaccionar, Kuroko y Ginnei reaccionaron antes que ella al ver que el portal se cerraba y los Moguris se volteaban a ellos con sus ojos brillando de un intenso rojo.

La nariz de uno de los Moguris comenzó a brillar y este comenzó a acercarse. Nada de lo que intentaba la chica funcionaba, y Neko no le respondía, ni siquiera podía desaparecerla. Una voz femenina reconocible sonó entonces por el alto parlante

-Vaya vaya... Parece que nuestro sujeto no está muerto después de todo... Cómo te libraste del chip??- Preguntó Kuroko, pero sin dejar responder, continuó -Vaya... que importa... Co-Como..? YA!- Y tras sus palabras su rostro apareció en una pantalla que salió del mismo Moguri.

-Bien... Parece que lograron descargar algo... comprometedor... verdad??- Dijo en un tono frío mientras podían verla en la pantalla trasteando en una computadora. De fondo, una cueva. Tenía iluminación artificial. Pronto, la Neko de Phryne, comenzó a mover su puntero y a entrar a carpetas como si estuviese siendo controlada desde la distancia. -Oh Vaya! Este aparato es una genialidad!! O eres una gran materializadora o es una pieza tecnológica fascinante! ♥- Dijo visiblemente emocionada, casi tanto como cuando hablaba de los lobos elementales en la primera prueba.

No pasó mucho para que, desde la distancia, borrara los archivos descargados, pero no cortó la conexión entre Neko y ella, que pese a no estar Neko conectada al árbol físicamente, parecía que estaba siendo controlada por medio de esas extrañas ondas.

Habiendo llegado a la par que Phryne, saludo a Kuroko solo con un asentimiento de cabeza, antes de prepararme espada en mano a combatir cualquier amenaza que se aproxime. Al ver el extraño comportamiento de los Moguri miro a Phry escuchando las palabras de la mujer esa mientras veo que el ordenador convocado por Phry comienza a hacer cosas por su cuenta.

- Zorra psicótica. -mascullo al escuchar a Sakura y me acerco a Phry espada en alto- ¡Phry!¿Me lo cargo? -le increpo con cierta premura pero sin saber si eso será mejor, peor o irrelevante al no estar tan metido en estos temas como ella.

No sabía hasta qué punto podía ser importante lo que se veía que estaba comenzando a hacer* en la pantalla, pero antes de hacer nada necesitaba que Phryne me confirmase.

-Ohhhh jojo joooo... Yo que tú no haría eso!- Soltó la mujer desde la cámara mientras hacía un "no" con su dedo índice. -A menos que quieras recuperar a tu hermano, verdad??- Dijo con una sonrisa mientras continuaba trasteando -Eso que hicieron a su ojo... Debió dolerle mucho, no?? Pero es una verdadera obra de arte!! Pareciera obra de un artesano!! Es maravilloso como la biotecnología y la genética pueden hacer que un simple cuerpo supere sus límites!!- Decía con visible emoción.

Kuroko se mantenía estático, temblando, no podía moverse al ver el rostro de aquella mujer y recordar todo lo que hizo bajo su control. Cerró con fuerzas sus puños y gritó -D-DESTRÚYELA!! ROMPE ESA COSA AHORA!!- Refiriéndose a la Neko de Phryne

A Sakura pareció no hacerle mucha gracia, ya que se detuvo por completo. Miró a la cámara con seriedad e hizo una pequeña pausa, para entonces continuar en un tono más bajo y calmado -C-184, mátalos...-

El cuerpo de Kuroko pareció entumecerse por un segundo con esa órden, pero allí se quedó, estático, de espaldas a ustedes...

-Vaya... Ya no estás bajo mi control... Bien chicos, les propongo algo!!- Dijo poniendo sus manos bajo su barbilla y adoptando una cara tierna e incluso tonta -Qué tal si me explicas cómo abrir uno de tus portales?? Ustedes me dan a Kuroko, y a cambio, te devuelvo a tu hermano!! Y tus poderes, claro!!- Dijo entonces.

Kuroko se giró al instante, su rostro expresaba temor. Ya sabía lo que esta mujer haría con él si lo atrapaba... Sus ojos pedían que se negaran... Ahora, debían elegir... Salvar a Nero y arriesgar a todos... o dejar morir a su hermano, su mejor amigo, y salvar a un grupo entero de desconocidos.

Tan estático como Kuroko me quedo yo ante las palabras sobre Nero, bajando la espada y apretando el mango hasta que mis nudillos se ponen blancos por la fuerza con la que lo aprieto, tanta rabia me da. Cierro por unos instantes los ojos mientras esa mala puta sigue con su cháchara y pregunto:

- ¿Dónde y cuando? -antes de alzar la vista hacia 484 con gesto serio, imposible de interpretar.

Tras las palabras de Ginnei, sonrió ampliamente. -Aquí y ahora, querido! ♥- Dijo guiñándote un ojo -Solo necesito que la chica Belfort me explique cómo usar sus portales para traer a Kuroko conmigo!- Dijo entonces mirándola a Phryne

Kuroko se mostraba aún más nervioso, miró a Ginnei con sus ojos bien abiertos, como platos, para luego, mirar a Phryne con una mirada que buscaba piedad. "No", parecían dibujar sus labios mientras ninguna palabras salía de su boca. La chica, era su única esperanza. Podría destruir la consola con una de sus vendas y ya, pero parecía bastante shockeado al ver a Sakura. Ahora estaba en manos de la peliblanca... Ella sabía que Ginnei era menos impulsivo que ella, y que seguramente, tendría un plan, pero la pregunta sería: Subestima a sus enemigos?? o está preparado para vencerlos??

Phry sintió la rabia de haber caído en la trampa, lo que más le molestaba era que sabía sobre Sakura y aunque intentó diseñar una protección a su sistema, no pudo contra el poder de aquel demonio que ahora tomaba control de todos sus moogles y de su Neko, no... no solo de eso, sino de toda la deep web, pero eso no podía ser cierto, el control sólo podría mantenerlo en la medida de que existiera la Neko materializada. Lo que si, ya había supuesto que tarde o temprano su hermano iba a volver a aparecer, si era verdad que toda esa misión era una falsa, Nero jamás pudo salir del barco, rayos, hubiera sido mejor que se quedara con ellos, ese idiota orgulloso ahora estaba en manos de los enemigos. La joven levantó la vista y al ver la cara de Gin y su intento de salvar a Nero sólo pudo suspirar. era obvio, no dejaría que lo mataran, pero ¿para qué traerlo? Con Kuroko en sus manos de nuevo, todos morirían y los que no, terminarían en manos de la luna negra, sólo postergaría un destino casi ineludible.

— asumo que a pesar de poder entrar en la Neko, no puedes hacer uso de mi técnica, no logras siquiera usar los portales ni tampoco comprender los alcances del sistema — rasco su sien unos segundos y luego sacó su arma — dilema del tranvía, hija de puta — le disparó la Neko con su arma. Sabía que había sacrificado a su hermano, no, mejor dicho, extendería su sufrimiento, tarde o temprano aparecería Nero aunque bajo el control de ellos, así que lo mejor que podía hacer era encontrar al forma de neutralizar a esa hija de puta y destruir la manipulación que estaba ejerciendo. Lo bueno que como buena hacker, dentro de sus medios de protección está la de triangulación, quizás podría encontrarla...

— destruyan la torre — les ordena a los dos, más a Kuroko, Gin la debería estar odiando, incluso, quizás llegaría el momento de su juicio con Hades ahí presente... Son cosas que pasan, pero de momento tenían oportunidades para escapar, no podían perder las pocas ventajas que tenían. 

- ¿Q...? ¡No! -grito de repente y una parte de mí quiere arrojarse sobre ella y detenerse, incluso analiza la velocidad a la que podría tratar de cortarle la mano antes de que accionase el gatillo.

Esa es la parte que desea proteger a Nero a toda costa.

Pero al mismo tiempo está la parte de mí que sabe que quien está provocando esto es Phry, es la chica que amo desde hace años, aunque en nivel de unión estuviese a un nivel muy semejante que el de su hermano. Si quería detenerla, tenía que hacerle daño para llegar a tiempo.

Y no era aceptable hacerle daño. Nunca.

Ese dilema bastó para mantenerme paralizado durante un segundo, lo suficiente para que Phryne me quitase la decisión de las manos.

- ¿Qué has hecho? -le pregunto con la voz rota y un gesto... nada acorde con la voz.

Mi rostro se había quedado paralizado de repente, como si los ojos hubiesen perdido su luz. Como si me hubiese arrancado algo demasiado importante solo con ese gesto.

Sí, existía una justificación, una jodida lógica perfectamente razonable y adecuada para la situación. Y me vale una mierda. ¿Qué importa ahora? Me ha vuelto a pasar. He vuelto a perderlo todo, sin poder hacer nada más que quedarme mirando, otra vez. La próxima vez que lo encuentre, Nero será un cadáver, o una marioneta, o una mente rota sin más.

No es cosa de pocos segundos. Tras realizar esa pregunta, me quedo de pie, inmóvil, durante cerca de dos minutos mirando a Phryne con ojos perdidos, sin atender a lo que digan o hagan ella ni Kuroko, en verdad, sin atender a nada a menos que surja una amenaza inminente.

Después, me voy. Por el mismo lugar por el que venía Kuroko, dado que reunirme con el grupo es la única forma mínimamente fiable que tengo de llegar a ese lugar.

Tras la partida de Ginnei, Kuroko cayó de culo expulsando todo el aire de sus pulmones. Su cuerpo se relajó entonces y dejó caer su torso un poco hacia atrás, apoyando su mano en el suelo para no caerse. Rotó levemente el torso y miró a Phryne -G-Gracias...- Dijo con un rostro preocupado. Parecía que poco a poco mostraba sus colores

Se levantó entonces y se dirigió hasta donde estabas observando el árbol -E-Estás segura??- Dijo mientras miraba el árbol y concentraba su energía en su puño. Parecía dispuesto a tumbarlo. Aún tartamudeaba un poco y su cuerpo, seguía temblando desde la visión de la examinadora.

-O-Oye... Es posible... Que te haya mentido... Q-Quizás... Tu hermano esté bien...- Dijo sin dejar de mirar el árbol. Parecía preocupado por el asunto de Nero...

Se queda de cara al árbol mientras Gin le reclama, de hecho, si le hubiera reclamado, si la hubiera atacado, hubiera sido más sencillo, procesar, pero no, había lastimado a Gin de una manera terrible y debería vivir con eso, soportar ese dolor y encontrar la forma de enmendarlo incluso a costa de su vida. Debió decirle que lo quería, se dijo, debió decirle, en ese momento, que arreglaría todo, pero no, se quedó callada mientras veía a Gin alejarse de ella. Lo había perdido, había perdido su amor con esa decisión. Llevó su mano a su pecho y una solitaria lágrima cayó por sus ojos, sabía que era la mejor decisión y que el costo sería enorme, pero aún así no estaba preparada para ver a Gin en ese estado, como esa expresión. Por unos segundos, ya cuando Gin se estaba alejando ella se volteó, iba a decirle algo, pero se dio cuenta que su amigo, su amante, la despreciaba. 

El corazón de Phryne, que era tan lleno de matices y en el que las sombras habían reinado por tanto tiempo, terminó por romperse. No lo detuvo, no le dijo cosa alguna para justificarse, ya suficiente tenía con la culpa y el remordimiento de haber perdido la oportunidad de salvar a Nero, aunque solo fuera un engaño. Gin se apartaba y aunque lo que ella había pensado fuera lógico, para él había sido una traición y de las peores. 

Phryne se tambaleó, sus fuerzas se fueron y su mano derecha se apoyó en el árbol que había servido para dominar su sistema, intentaba recuperarse sin embargo apenas podía enfocarse. Tanta culpa, tanta pena, tanto arrepentimiento... que debió ahogarlo en su pecho y apretar los puños. Estaba sola, de todas formas ya lo sabía, se lo había dicho, tarde o temprano él se daría el monstruo que era y la repudiaría, lo sabía. Dioses, debió mantenerlo alejado, debió impedir que entrara en su corazón de esa forma, debió... se fustigó, pero ahí estaba, en su pecho, lastimándola y siendo aquella agonía peor que la muerte. Sus ojos se entrecerraron y se volvió a repetir aquellas palabras, casi como un mantra. Tarde o temprano lo haría, tarde o temprano llegaría su juicio y sería el mismo Gin quien acabara con ella. Hubiera sido casi hasta menos doloroso que así lo hubiera hecho, no se hubiera resistido. 

Lo vio irse, sus labios se movieron mas la voz no salió, y en ese suspiro de angustia silente dijo: perdóname... te amo...