Partida Rol por web

Con los Acuerdos de Sokovia las cosas no habían hecho más que empeorar. Los políticos estaban empeñados en controlar a todo aquel que tuviera poderes de algún modo, o que estuvieran simplemente mejorados, los mutantes pasaban a ser directamente mascotas del gobierno. Si firmaban les ponían una pulsera de seguimiento, en el mejor de los casos... Aunque eso era algo que oficialmente nadie sabía.

Anthony sabía que muchos no llegaban a firmar porque eran simplemente asesinados a sangre fría: Sin ir más lejos, uno de el hijo de Thor, había sido brutalmente asesinado cuando fue a firmar los acuerdos junto a su esposa; ella también murió. Igual que la hija secreta de Sif y Loki (la cual era posible que no supiera cuál era su ascendencia, realmente), estaba encarcelada en algún lugar... O muerta. Los hijos de Peter Parker, el pupilo de su abuelo, fueron también encontrados y asesinados, al menos su esposa y el niño que llevaba en el vientre... Lo cierto es que de Peter Parker II nunca se supo nada más. Los descendientes de Wanda Maximoff no corrieron mejor suerte, ni nadie que se relacionó con ellos. 

Su abuelo, Tony Stark, hacía mucho tiempo que se había dado cuenta del error que eran los Acuerdos de Sokovia. No la base. La base era correcta: Alguien que controlara a los héroes, alguien que pudiese detenerlos, pero... Pero no así, no con aquella corrupción. No con los Centinelas arrestando mutantes no registrados para obligarlos a firmar, a ponerse pulseras de seguimiento y a vivir toda la vida siendo controlados por una entidad gubernamental que ni siquiera los quería en el planeta. que si por ellos fuera los matarían a todos... Y puede que fuera lo que quisieran.

Desde su torre Stark vería un nuevo portaviones de Centinelas pasar por encima de Manhattan, soltó dos paquetes y se alejó. Otros mutantes encontrados y que iban a ser detenidos. 

En este momento, su comunicador pitó, con insistencia. 

-Señor, ha habido una pequeña explosión en el piso 45 de la Torre Stark. Departamento I+D. 

No podía dejar de mirar por la ventana la calles de New York, casi podría enumerar una atrocidad cometida en cada una de ellas. Era el precio del poder, aquellos que lo deseaban y no lo tenían siempre actuaban de forma abusiva y se corrompían por obtenerlo. De una forma o de otra, tenían que conseguir sus objetivos. Mi abuelo sabía que estaba equivocado, pero no sólo hubiera perdido la armadura, también Stark Industries. Hammer se había hecho con un sector del gobierno adquiriendo los contratos armamentísticos que mi abuelo había dejado atrás y estuvo a punto de hacerse con el control de la empresa. Gracias a la forma evitamos que se nos expulsara de lo que legítimamente era nuestro... ¿Pero a qué precio? ¿Merecía la pena? Siempre que me hacía estas preguntas acababa ahogando la penas en el fondo de un copa cargada o en los brazos de alguna mujer dispuesta. Quizá debería cambiar el plan de choque.

La alarma me sacó de mi ensimismamiento, justo cuando vi como se lanzaban dos paquetes, otras dos almas inocentes a punto de ser llevadas ante el gran hermano y probablemente, asesinadas, o controladas contra su voluntad. Niego con la cabeza, un poco de acción no me va a venir mal. Suspiro antes de caminar al centro de mi despacho y levantar los brazos en cruz.

-Muy bien Sunday. Vamos a probar la nueva armadura. -Activo el protocolo para que venga la armadura Zero. -vayamos a comprobar el fuego. Pero empecemos por lo básico. Las salas vacías ciérralas herméticamente y deja que el fuego se consuma por si sólo, ponme un plano de la planta y localízame a la gente que allí esté trabajando. Pónmelos en orden, los más heridos en primer lugar, los llevaré los primeros a la enfermería. Inicia los protocolos de evacuación.

Salgo por la ventana y vuelo hacia la planta esperando a ver la respuesta de Sunday.

-No hay fuego, señor -respondió, mientras Anthony empezaba a ser cubierto por la armadura. Su voz, aunque ligeramente robotizada, mostraba cierto deje de sorpresa-. Ni heridos, el doctor Donovan era encargado en esta sección... Ha desaparecido del radar. 

Apareció en pantalla el plano de toda la planta, los puntos verdes era la gente que estaba evacuando la planta. Y había aparecido un pequeño punto violeta en el lugar de la explosión, a su alrededor no había ningún punto verde. 

-Detecto una gran fuente de energía, señor, el doctor Donovan ha provocado alguna especie de brecha, señor. Acercarse podría ser peligroso. Está creciendo exponencialmente en cada minuto. 

-Aconsejo evacuar todo el edificio, señor.

Me quedo extrañado ante la respuesta de Sunday, si el doctor Donovan ha desaparecido tras la explosión... sólo ha podido pasar dos cosas. O ha creado un portal, o su cuerpo ha servido como fuente de energía adicional a la singularidad que ha creado en el edificio. Ninguna de las dos cosas me tranquilizan, pero puestos a escoger, casi que prefiero que sea el portal... es mucho más fácil colapsar un portal creciente que un agujero negro. Por que si es lo segundo... no quiero ni imaginar las consecuencias que pueden llegar a desencadenarse...

-Dame potencia y muéstrame el experimento en el que estaba trabajando Donovan. -Obvio la palabra doctor por la molestia de tener que revistar su trabajo para ver dónde la ha cagado. Al menos no había heridos... -Tengo que ver esa singularidad en cuanto antes. Inicia los protocolos de evacuación del edificio y ve sellando las plantas a medida que todo el mundo esté saliendo. No quiero que nadie de la vuelta bajo ningún concepto. 

Una vez lleguemos a la planta, habrá que ir con cuidado, empezaré a leer el proyecto por encima, no necesito leerme los pormenores del proyecto, sólo la hipótesis del proyecto para llegar a la conclusión tras los cálculos que haya hecho. No me costará demasiado. 

-Sunday, muéstrame los valores energéticos del punto violeta y dime cómo va creciendo. Debe de estar sacando la energía de algún lado. Mira a ver si puedes redirigir la fuente de energía hacia otro lugar para evitar que siga creciendo sin control.

Una vez vea qué es ese punto violeta, trataré de descubrir, junto con las notas del seór Donovan, qué demonios es lo que ha creado.

El experimento era una auténtica locura, si Anthony no hubiese sabido de física claramente nunca lo hubiese entendido... Y le costó. No porque no lo entendiera, sino porque era un auténtico galimatías. Sus apuntes, sus anotaciones, sus estudios, todo reinaba dentro de un montón de caos. Al final, supo que el doctor Donovan estuvo hablando con teorías sobre portales de dimensiones, mezclándolo con núcleos de energía chitauri de los ataques en Nueva York hacía menos de cincuenta años.

El resumen es que Donovan se había saltado los protocolos de seguridad y había estallado una bomba. Aquello era un portal dimensional, pero el problema es que se alimentaba de cualquier cosa que hubiese a su alrededor, usándose como una arma muy potente. 

-Señor, la única forma que hay de cerrar el portal es desde el otro lado. Haciendo pasar y explotar una fuente de energía al otro lado podría detener la singularidad del portal... No le veo ningún otro punto débil, señor.  

Muy bien, la palabras de Sunday hicieron que recordase la historia que contaba el abuelo de cuando hizo detonar una bomba nuclear al otro lado para detener la invasión Chi’tauri. Ahora, de dónde sacaba una para emular aquella proeza iba a ser un ejercicio de creatividad. 

-Sunday, ¿Tenemos alguna fuente de energía cerca que cumpla los requisitos o tengo que empezar a llamar a telebomba nuclear? Porque dudo que el doctor lumbreras tuviera un plan de contención.

Comienzo a repasar mentalmente las fuentes de energía disponibles en el edificio, no quiero llamar al gabinete presidencial para que me apunten con una bomba nuclear...