Despiertas en el mismo banco.
Estás rodeado de una especie de niebla. No es tangible, ni hace realmente frío (maldición, si es que es verano!) ni siquiera sabrías decir si realmente es niebla. Simplemente, envuelve la ciudad y la torna de un color gris, como si de una película antigua se tratara.
No tardas en reconocer esto como un sueño. Te has dormido en un banco, ¿pero cómo narices vas a despertarte ahora? ¡Vas a llegar tarde a cenar!
Agu te da la mano y comienza a caminar junto a ti, con una sonrisa, como es habitual.
- ¿Bonito lugar, eh? Aquí me he pasado algo más de 5 años de vida, ¿sabes? Hasta que hace más o menos una semana salí para venir aquí.
....
-También estás en mis sueños?
Miro hacia los lados, la niebla no solo me impide ver sino que me empieza a doler la cabeza, me cuesta mantener el equilibrio, con grandes esfuerzos pregunto
-5 años?
- Hey, eso me parece una falta de respeto. También es mi sueño, ¿sabes? Llevo 5 años vagando por aquí esperando para salir. Llevas mucho tiempo incubándome, Dairi, pero no podía esperar más.
Entonces, aún cogidos de la mano, Agu se gira hacia ti.
De nuevo Agu se había disfrazado. Le encantaba hacer esas tonterías por lo que parece. Es aquí cuando te das cuenta de un detalle. Por el color de Agu, es difícil distinguirlo del resto de la ciudad. Es con sus labios ahora rojos como te has dado cuenta de la diferencia.
Con el despiste momentáneo de estos pensamientos, Agu se te acerca con los morros en trompa dispuesto a besarte.
-...
Me alejo notablemente de agu
-No gracias.
Mientras tanto pienso, es verdaderamente agu? no hay porque no ya que es un producto de mi mente y actualmente estamos en mi mente, es real algo de esto?
Supongo que lo real es lo que aun no queriendo creer en ello sigue existiendo.
-Explícame porque estamos aquí? Ya llego tarde para la cena verdad?
- Seguramente no llegues ya para la cena. Para cuando consigas despertarte habrá pasado mucho tiempo. ¡Y no sé por qué me preguntas a mi qué hacemos aquí! Esta es tu cabeza, no la mía.
Se ríe.
- Bueno sí, también es la mía. Pero ya sabes a qué me refiero. Hay algo aquí que debes ver, Dairi. Esto no es un sueño cualquiera... son recuerdos. ¿Deberíamos buscarte en los recuerdos?
- Eh, no hace falta. Ese debes de ser tú.
Se ve una sombra a lo lejos, entre el mundo gris.
- O no...
Agu dudaba. Tú dudabas. A medida que se acerca, es una figura mucho, MUCHO más esbelta que la tuya. Se trataba de una chica a la que no conocías de nada, pero a la vez te resultaba familiar. Debía ser algo menor que tu y... iba desnuda. Debido a la neblina que cubría el ambiente no podías diferenciar bien sus facciones ni su cuerpo.
Agu estaba mudo mientras la chica se acercaba. Tu tampoco sabías bien bien cómo reaccionar.
Cuando esa chica está justo en frente tuyo, Agu parece que fuera a decir algo, pero esta chica pone una mano en tu cara.
La mano estaba helada, y te deja la mejilla congelada.
Y entonces despiertas.
Aún se está poniendo el sol. Aún hay tiempo de llegar a la cena.
Y tienes la mejilla helada.
Busco a agu con la mirada
-Creo que se quien era esa chica, pero prefiero no ahondar en el significado de todo esto, agu, alguna vez encontraste algo que te diera miedo ahí dentro?
- Uy, constantemente. Pero hay lugares seguros donde nada da miedo, como nuestra casa. Ya volveremos, quiero seguir buscando, y contigo da menos miedo todo.
Agu comienza a dar vueltas a tu alrededor flotando.
- No creo que te vuelvas a dormir ahora, así que podemos ir a la cena. ¡Pero volvamos pronto, que dan esa serie de comedia que tanto nos gusta!
-Sí, espero que no estemos llegando muy tarde.
Todo pensamiento de hana eliminado de mi mente sólo espero no decepcionarles mucho, de verdad es que no se puede confiar en mí, qué cómodo habría sido haberse quedado dormido toda la noche...NO, no, cómo puedo pensar eso?
Con esos pensamientos, llegas de forma mecánica y medio empanado al lugar donde habíais quedado.
Kazuki y Kichiro ya estaban sentados en una mesa esperándote y se habían pedido bebidas. Kichiro miraba golosamente la carta.
- Hola Daiii.
Dice Kichiro con voz algo chillona.
- Vaya, ¿te han entretenido mucho en el curro? No sueles salir tan tarde.
Al menos no parecía enfadado.
-Sí...ya sabes la gente que entra a última hora...perdón por llegar tarde
Se que Kazuki no se lo cree, cómo se que hará que se lo cree para hacerme sentir bien, bueno quizás sólo quede disfrutar de la cena.
-Disculpa no falta una silla?
Kichiro se levanta un momento y pone una silla al lado de la mesa, para otra persona.
En ese momento tu mente vuelve un poco en sí, y recuerdas que Agu no usa silla.
Pero alguien se sienta. Una chica pálida, con pelo rubio platino, casi blanco, y de ojos azules claros como el hielo. Además, desnuda y muy delgada. La chica del sueño, la de la mano helada.
Mira a Kichiro y sonríe. Kichiro le sonríe también.
- Kichiro, aparta esa silla, no necesitamos más. Vamos Dairi, siéntate aquí con nosotros, ya tienes silla.
Era posible... ¿que Kazuki no la viera?
Miro a la chica y a Kichiro alternativamente antes de sentarme en la silla que me ofrece Kazuki.
intento distraer la atención de la silla vacía.
-Bueno Kaz, como te fue el día?
intento no desviar la mirada hacia la chica de blanco pero es complicado, no se si lo que siento es curiosidad o miedo ahora mismo
- Pues he pasado casi toda la tarde con Kichiro. Hemos visto una película y jugado al dominó. Adecuado para un día de fiesta, supongo.
Acerca su mano a ti y te pega un par de empujones amistosos.
- Tío, ¡que tienes fiesta! ¿Qué planeas hacer estos días?
A todo esto, Kichiro parecía que hablara con la chica, aunque a un volumen bajo.
-AH, mmm no se....
-he estado pensando en practicar un instrumento musical, qué te parece?
que estará haciendo agu? no le veo
Agu no está. Hay veces que se va sin decir nada y vuelve al rato, nada preocupante.
- Eh, no es mala idea. ¿Qué te apetece? ¿Guitarra?
Hace un gesto super heavy de cómo tocaría la guitarra él mismo. Fatal por cierto.
- ¿O un violín?
De nuevo hace el gesto. Ahora entiendes por qué nunca se ha dedicado a nada de música.
Estallo en risa, Kazuki nunca ha fallado en hacerme reír independientemente de la situación, poco a poco empiezo a disfrutar de la cena y me vuelve algo del calor que había perdido sin darme apenas cuenta.
-Quizás tu deberías practicar también, aunque tocando así el violín no te duraría mucho.
Me giro a Kichiro
-Y vos..-tú? alguna vez se te ha ocurrido tocar un instrumento?
- Las castañuelas. Lo vi en un anime y parecía divertido.
Crees saber a qué anime se refiere... la chica blanca habla entonces.