Partida Rol por web

https://www.youtube.com/watch?v=jQQmAP9Poo4

Lylia despierta con el sonido de una canción en la cabeza.

O quizá sonaba de verdad. Parece que el MP3 estaba funcionando... quizá llevaba así toda la noche.

Lylia se despierta destapada, con la ropa de calle, hecha un ovillo abrazando a algo que no estaba ahí. Algo de luz entra ya por la ventana, por lo que dormir de nuevo, en caso que fuera la intención, era difícil.

No había rastro de la niebla. Tampoco se escuchaba a la madre de Lylia. Podía estar dormida. O quizá le había dado un coma etílico. No era una posibilidad a despreciar, con lo que parece que bebió la noche anterior.

Hace un día especialmente bueno. No se ven nubes por el horizonte y el sol da de lleno. En el momento en que Lylia abre la persiana hasta arriba, la luz inunda la habitación.

No había rastro de la niebla. Ni una marca. Ni una mancha.

La luz llena la habitación, el orden impecable que tiene me recuerda que solo uso esta habitación para dormir. 

"No tengo fuerzas hoy..." Pienso mientras miro salir el sol. 

Pienso en quedarme en la cama, en no salir. "Necesito tiempo para pensar, madre no se despertara hasta el mediodía y puedo fingir estar resfriada..." planeo para mi. 

"Me duele demasiado la cabeza... Estoy cansada..." Pienso mientras me pongo el pijama y pongo el despertador para que me despierte antes de que me llamen. 

Cuando estoy en la cama tapada para soñar un rato, descansar y esperando que todos los problemas desaparezcan cuando cierre los ojos me acuerdo de los del consejo escolar. 

Escribo un mensaje corto en el móvil para evitar que se preocupen o peor, que pregunten por qué estoy revolcandome en mi propia miseria esta mañana. 

- Hola Akito, ayer por la noche pase frío y hoy me he levantado resfriada por lo que no iré a clase. Suerte durante el día! :) -

Mientras escribo la carita feliz pienso que podría ir al instituto y simplemente fingir. Lo hago a menudo, ocultar lo que pienso pero hoy... hoy estoy al limite de mis fuerzas si sigo caminando sobre el abismo en cualquier va a ceder... 

El sueño de Lylia es... oscuro. Como buen sueño, a Lylia no le parece extraño lo que ocurre dentro.

Lylia se agacha para esquivar la botella que le lanza su madre. Cuando el sueño enfoca a su madre, en verdad es Lylia. Y quien ha esquivado la botella, era Akito.

En el sueño, Akito le pregunta muchas veces qué le pasa, pero Mei no para de repetir que es culpa de su Arcano. La niebla no para de decir que no es su culpa.

Pero Lylia comienza a caminar alejándose de todos. Se va de la ciudad. Pero la niebla se lo impide. Le impide marcharse.

Al quinto intento, la niebla toma la forma de la mujer y con furia grita a Lylia:

- ¡DESPIERTA!

La alarma del móvil está sonando.

Un grito dice: "Apaga ya eso."

Su madre. Pero no se le vuelve a oír. Al menos sigue viva después de la borrachera.

Apago el despertado de un movimiento. 

Aún con los ojos medio abiertos, decido ponerme a escuchar música mientras espero la llamada (Al móvil) del instituto. 

Enciendo una sola luz que utilizo para leer la novela que empecé esta semana. Pese a que tengo el libro delante empiezo a darle vueltas al sueño. 

"Algún día me puedo convertir en alguien como madre...? " Este pensamiento hace que me recorra un escalofrío por todo el cuerpo. 

Ese pensamiento es demasiado horrible por lo que intento analizar por qué estaban Akito y Mei en mi sueño... 

El tiempo pasa lento. Parece que más lento de lo normal. Incluso en algunos momentos dirías que el tiempo se ha parado. Lo dirías si la música en tu MP3 dejara de sonar. Pero el hecho de escuchar algo diferente al silencio te hace comprender que la vida sigue su curso, aunque tu habitación siga como siempre.

No sabes cuánto tiempo ha pasado, pero el momento que temías termina llegando.

El teléfono de casa suena.

Se oye a tu madre desde su habitación maldecir a quien esté llamando a esta hora.

Como si una eternidad hubiera pasado despierto mi adormecido cuerpo y intento moverme rápidamente al teléfono. 

Cojo el teléfono y me espero unos segundos para poner voz de resfriada, cuando estoy lista me pongo el móvil en la oreja y digo. 

- Hola. ¿Quién es? -

- Oh, ¿Lylia? ¿Eres tú? No tienes buena voz. - es el tutor de tu clase - ¿Te encuentras bien?

Después de unas pocas palabras el profesor dice que no te entretiene más, ya que debes descansar, y cuelga. Parece que se lo ha creído, y la madre de Lylia no ha hecho acto de presencia. Hasta que Lylia vuelve a subir a su habitación. Su madre grita desde su cuarto:

- ¡Lylia, traéme el desayuno!

Con la voz aún resfriada digo. Sí. madre. 

Voy a preparar el desayuno, algo ligero para que no le sienta mal en la resaca y lo dejo en la mesa. Una vez he ordenado todo paso por la puerta de la habitación de madre y le digo.

- Tienes el desayuno en la mesa, yo me vuelvo a la cama que no me encuentro bien. 

Antes de poder volver a meterte en la cama, tu móvil suena.

Número desconocido.

Más por curiosidad que por ganas de hablar, coges el teléfono. La voz que sale de él te sorprende.

- Hola Lylia. Buenos días.

Era Mei. Pero... ¿desde cuando tenía Mei su número?

Sin dejar de poner voz de enferma.  " Al final de tanto fingir se me va a acabar pegando de verdad." Pienso mientras contesto a Mei

- Buenos días, Mei. ¿Pasa algo grave? - No creo que Mei me llame simplemente para darme los buenos días... 

- Mira por la ventana.

Esperándote un poco lo que verás, te asomas a la ventana. Mei está abajo, con un móvil en la mano. Es gracioso, porque no habías imaginado a Mei con móvil.

- Deja de fingir esa voz y vente a dar un paseo conmigo. Quisiera hacerte unas preguntas.

- Okey. - Lo digo un poco molesta por el tono de Mei pero me visto y bajo sin hacer mucho ruido. 

Cuando estoy delante de Mei digo - Dispara.  

- Directa al grano, ¿eh? - dice Mei, aunque no parece realmente sorprendida.

Comenzáis a caminar sin rumbo fijo y Mei tarda uno o dos minutos (o a ti te lo parece) en comenzar a hablar. Te molesta un poco, pero el paseo te sienta bien.

- Es posible que tenga nueva información sobre los Arcanos. Pero necesito confirmarla.

Deja de hablar unos segundos y continúa.

- Creo que es posible que estén relacionados con algo que pase durante tu vida. Generalmente, alguna mala experiencia, sea algo puntual o algo que se lleve toda la vida arrastrando.

Mei se para de golpe y mira a Lylia fíjamente. Carece de expresión en la cara.

- ¿Te sientes identificada con mis palabras?

Pienso en madre y en padre. En porque me paso el día en la biblioteca, ayer por la noche.

- Puede ser... - Hago una pequeña pausa en la cual quiero decir que esa es la razón por la cual hoy solo quería dormir para olvidarme del mundo pero acabo añadiendo. 

- Tengo mis problemas en casa pero todo el mundo tiene problemas. ¿Por qué eso tendría que ver con los arcanos? 

- ¿Y si todo el mundo tuviera un arcano?

Mei deja la pregunta en el aire. Realmente da escalofríos solo de pensarlo.

- Pero al igual que los mismos problemas, los hay más grandes o pequeños, más fáciles o difíciles de tratar... Incluso hay quien no ve el suyo propio.

¿Tenía sentido lo que decía Mei? Si todo eso era cierto... vería el mundo de otra manera ahora.

- Lo que me has dicho me lo ha confirmado. Son demasiadas casualidades. Si eso es así, probablemente tu Arcano esté directamente relacionado con el problema que sea que tengas.

- Entiendo. - Miro a Mei un momento y pregunto - En el templo nos comentaste que las personas que se libraran de sus arcanos eran más felices ¿Puede ser porque solucionaban su problema? - Acabo de decir "Solucionaban su problema" cuando no tengo ni la más remota idea de como solucionar los míos... 

- Eso... tendría mucho sentido, sí. Tiene lógica.

Camináis durante un par de minutos en silencio, pensando en el nuevo descubrimiento. Finalmente, Mei habla:

- ¿Puedo saber por qué no has ido al instituto hoy? - entonces te mira algo preocupada - ¿No será que tu problema es el bullying, no?

- Bullying? No, me he quedado en casa hoy porque llevo una semana un tanto intensa psicologicamente... Supongo que al igual que las demás personas a las que les están atacando arcanos... 

Voy cambiando el rumbo del paseo para ir volviendo a casa. 

- Tengo una pregunta ¿Cómo es que tienes mi numero? 

- Secreto profesional. - y guiña un ojo a Lylia.

Realmente no parecía que lo fuera a usar de mala manera, pese a que pueda haberlo obtenido de forma ilegal. Sigue siendo extraño y molesto, pero ha demostrado haber valido la pena.

Termináis llegando a tu casa (sin saber aún de dónde sacó tu número) y os despedís.

Antes de despedirnos le pregunto. - ¿Cómo andan los demás? 

- Venias de hablar con ellos ¿no?