Ese discurso era bastante diferente al que le dió Mei a Akito el día en que Ayoik apareció por primera vez. ¿Pero por qué cambiaba la versión?
- ¿Qué pasa Mei? Ahora le dices solo eso? A nosotros nos dijiste otra cosa. Y la verdad, "acostumbrate" es el peor consejo que he oído jamás...
Mei sonríe.
- ¿Y qué consejo le daríais vosotros?
La miro un momento, está como más tocanarices, o a lo mejor solo me lo parece a mí.
- Para empezar "No te hará daño" estaría bastante bien. ¿O cuando me lo dijiste a mí era mentira y por eso ya no lo repites?
- Tienes razón, es algo importante.
Mei asiente y se gira hacia Dairiseki.
- Ya has oído, tu Arcano no te hará daño.
Se vuelve a girar a Akito.
- Y ahora, algo nuevo. Y va por todos. Vais a tener que vigilar a vuestros Arcanos para que no hagan daño a otros. Sé lo que os dije en su momento, y lo retiro. No son totalmente inofensivos. Son tan inofensivos... como su dueño.
- Nada que deba preocuparte. La persona en cuestión ya controla a su Arcano. Pero puedes preguntar a Lylia, ella fue quien lo sufrió. Mientras lo sepamos y nadie desee que su Arcano cause ningún mal, no pasará nada.
Mei mira a Akito pensando si decir algo o no. Finalmente dice:
- No os volveré a pedir que confiéis en mi, así que haced lo que creáis conveniente, pero mi consejo es ese.
-Así que esto, Agu, ha surgido de mí? Vaya, es una sensación extraña
- Algo así, pero recuerda siempre que no es una persona de verdad.
En ese momento, D-Five se levanta.
- Debo marcharme ya. El Reino de la Noche me necesita.
Ondea la capa mientras se gira hacia la puerta, y antes de marcharse, sin girarse, hace un gesto de adiós con la mano y se marcha.
- Siento hacer esto cuando te he invitado yo a venir Dairiseki, pero creo que deberíais marcharos por ahora. Hay unos asuntos que debo atender. Tened en cuenta lo que he dicho. Dairiseki, puedes venir a verme cuando te apetezca.
Se levanta.
-Uf, mis compañeros de piso no se van a creer esto, aunque mejor pensado quizás lo mejor sería no decirles nada, no crees agu?
- Puedo ser el nuevo inquilino.
Dice, sonriendo y poniendo las manos en su cintura.
- Vives con Kazuki Fukano, ¿no?
Tienes tus dudas de cómo sabe eso.
- De él no estoy segura, pero su hermano también tiene un Arcano. Eso puedo asegurartelo. A veces pasan por las escaleras y les veo. Son buena gente, pero no creo que deba preocuparte excesivamente que lo vean. Esto no es ningún secreto, y tiene Arcano más gente de la que piensas.
-Mmm, bueno Agu no parece agresivo, al menos en sus formas.
- ¿Saki Fukano tiene dos hermanos? Menuda familia....
- No, no. Son sus primos. Quizá terminéis conociéndolos. No me resultaría extraño que los conocierais pronto. Al fin y al cabo, la gente con Arcano parece que se atraiga de alguna manera. Y es algo que ni yo entiendo.
Tras esta declaración, salís de su casa. En el pie de las escaleras os despedís los unos de los otros, y cada uno va por su camino.
Cuando llegas Kichiro y Kazuki no están. Kicihro ya se fue con su madre, y Kazuki seguramente vuelva al día siguiente.
En algún punto del camino tu Arcano dejó de ser visible y ahora no sabes dónde está. Te cuesta conciliar el sueño por todo lo ocurrido durante el día, pero puedes tomar un buen descanso.