Partida Rol por web

La alarma suena.

Está todo oscuro. De alguna manera, Saki se las ha arreglado para tener la almohada en la cara durante la noche. La aparta rápidamente y para la alarma, que a esas horas de la mañana taladra los oídos.

Saki realiza su rutina tal como cada mañana, sin ningún cambio. De hecho, es sorprendente la ausencia de Tsukihime durante todo el proceso.

Saki desayuna y termina marchándose hacia la parada del autobús, como siempre.

Es Viernes. Al día siguiente no tenía clases (al contrario que los estudiantes de instituto, que aún tendrían) y solo tendría que ir a la biblioteca por la tarde. Tsukihime parece percatarse de ello, quizá porque Saki acababa de pensarlo.

- ¿Y bien? ¿Qué haras el fin de semana? Espero que tengas pensado algo especial para aprovechar el tiempo.

Saki se planteó en ese momento sus opciones, pero algo dentro de ella la indujo a que al menos intentará probar algo nuevo. En algún momento tenía que comenzar a cambiar... Aunque de momento fuese con la ayuda de Tsukihime. 

"Había pensado en lo de Mei... Pero supongo que tampoco estaré mucho rato en ese lugar... ¿Que es lo que sugieres?" 

Saki esta realmente interesada por la respuesta, al fin y al cabo había estado esperando a que Tsukihime dijera algo al respecto. 

Si Tsukihime la conocía tanto como se conocía ella misma, era consciente de que sus fines de semana tampoco es que pudieran resultar "planazos". Repasar lo que había estudiado la semana anterior y leer no era lo que esperaría hacer una chica de su edad. Pero había estado tan encerrada en su mundo durante tanto tiempo, que otra opción le parecía absurda en aquel momento. A pesar de ello sabía que su actitud no la llevaría a ninguna parte, siempre supo que tendría que aspirar a algo más, pero nunca se atrevió a cambiar. 

- ¿Por qué no ir a dar una vuelta con Lylia? Incluso podríamos ir con Akito y Kyoya. Ir con chicos así por la ciudad sube el estatus de una. Además, lo que os relaciona es una excusa excelente. Nadie puede poner en duda que tienes buenas razones para quedar con esas tres personas. No sé, podría ser divertido.

Tsukihime parece entusiasmada con la idea. Posible era. Conociendo las circunstancias, si lo planteaba bien había muchas posibilidades de que aceptaran.

"Lo que planteas tiene sentido pero... En la situación actual..."

¿Como estarían llevando el tema Lylia, Akito y Kyoya? Saki acababa de recordar que no los había visto el día anterior. En todo caso posiblemente hoy los pudiera ver en la biblioteca, ahora si que tenía cosas que contarles. Cosas importantes. Aunque quizás hubieran seguido investigando por su cuenta. Bueno, en todo caso, todo sería esperar a que se pasarán por la biblioteca. 

"Podría intentarlo. Todo depende de lo que ellos tengan planeado. Aunque si lo que buscamos es diversión... También depende de como estén sobrellevando esta situación. En todo caso les podría comentar también lo de ir a ver a Mei."

Entonces a Saki se le planteó una idea en la cabeza... Lylia, Akito, Kyoya, D-Five... Quizás... ¿Le podría decir también a Watanabe? No sabía hasta que nivel estaba él enterado de todo aquello. ¿Y Hana? Bueno, seguro que Hana estaría encantada... ¿Habría conocido ya ella a su arcano? Saki solo esperaba a que si fuera que sí, no fuera ningún ser peligroso (Tampoco parecía que tuviese un problema muy grande detrás)... Y quizás... ¿Chika? Entonces Saki se paró en seco un momento... ¿Donde estaba Chika? Estaba tardando demasiado tiempo en abordarla.  

"Ir a ver a Mei todos juntitos. Vaya planazo. Mira, por ahí viene Chika."

Tsukihime tenía razón, Chika venía desde enfrente de Saki corriendo y saludando con la mano.

- ¡SAAAAAKIIIII! - Chika parece tan contenta como siempre - ¡Mira esto!

Cuando Chika llega a la altura de Saki, le planta en la cara una hoja de un examen. Parece un examen ya corregido, y tiene de nota un 76. No es una nota excepcional, pero Chika parece orgullosa.

Saki ve acercarse a Chika y, algo aliviada, continua andando por la calle. Cuando la aborda con la hoja del examen ella se lo mira un momento, al principio algo extrañada, Chika nunca le había mostrado sus progresos en la escuela, de hecho parecía mostrarse bastante reacia a hablar de cosas así. Quizás aquello solo podía significar que la intervención de Chikane estaba dando sus progresos en Chika... ¿O quizás solo necesitaba considerar a alguien su amiga para enseñarle estas cosas? Sea lo que fuera, en el fondo Chika seguía siendo un misterio para ella. 

Saki mostró la mejor sonrisa que pudo, aunque no pudo disimular la sorpresa. 

- Oh, vaya. - Dijo mientras se planteaba cuales eran las mejores palabras. - Enhorabuena Chika, se nota que te has esforzado.

¿Esforzado? Aaagh... ¿Como sería interpretado eso? Saki esperaba que Chika se lo tomará a bien. A menos su intención no era mala al utilizar esa palabra. 

- ¡Sip! Me estoy esforzando mucho. También intento divertirme un poco en la escuela. Quizá no es tan aburrida como pensaba.

Chika se gira para caminar al lado de Saki hacia la parada del autobús, como hacen siempre. En ese momento, Saki se percata de una diferencia en el pelo de Chika. Ya no lleva las 3 rastas que siempre había llevado. Solo llevaba dos, una a cada lado. Un cambio de peinado repentino.

- ¿Sabes? He hecho más amigas. Y creo... que es gracias a ti, Saki. Y a Chikane, claro.

Chikane no había hecho acto de presencia. Pero de alguna manera, Saki sabía que estaba ahí, tal como Tsukihime.

- ¿En serio? - Dice Saki, exagerando ligeramente su ilusión. - Me alegro. Aunque no creo que yo haya hecho nada del otro mundo por ayudarte. La que te estas ayudando más eres tu misma. 

¿Debería comentarle ya a Chika lo de que Chikane en el fondo era ella misma? Aunque en su caso también parecía bastante evidente. Podía esperar, quizás una chica de esa edad no se lo tomase de la misma forma que ella.

Entonces se fijó en el hecho de que ya no llevaba la tercera trenza. Realmente para Saki esa trenza siempre le había resultado extraña y fuera de lugar. Quizás Chikane la hubiera convencido para que se la quitase. ¿Le habría molestado eso a Chika? Alguna cosa le decía a Saki que aquella tercera trenza simbolizaba más de lo que ella se pensaba... Pero mejor sería indagar por un camino menos directo. 

- ¿Se esta portando bien contigo Chikane? Ya sabes, parecía muy seria y tal, espero que no esté siendo muy estricta para ayudarte. - Saki intenta aparentar inocencia, en el fondo se esperaba que Chikane estuviese allí, quizás de esa forma podría provocar que saliera. 

Chika mira extrañada a Saki con el comentario de que se está ayudando a si misma. No parece muy convencida.

Cuando Saki menciona a Chikane, Chika comenta, aún sonriendo:

- Es muy buena conmigo. Al fin y al cabo, todo lo que me dice que haga es por mi bien. Lo sé. ¿Verdad, Chika-nee?

Chikane aparece de la nada al lado de Chika.

- Chikane. Chi-ka-ne. Te he dicho que no me llames de esa forma.

Chika mira a Chikane con una cara así X)

- Buenos días Saki. Me alegra ver que sois tan amigas.

Saki miró a Chikane un momento, con desconfianza. No había cambiado el tono de su voz en ningún momento... ¿Hasta que punto estaba siendo sincera? Aunque Chika parecía feliz con ella y de momento eso sería suficiente. Saki solo esperaba que Chika no se convirtiera en un clon de su arcano, los niños podían dejarse influenciar con demasiada facilidad.

Saki volvió a mirar a Chika, algo dentro de ella le decía que sería mejor que la vigilara. Aún no era el momento para contarle la verdad sobre los arcanos... Si al menos pudiera saber que era lo que se imaginaba ella que era Chikane... Pero no se lo podía preguntar de forma directa, no delante de Chikane. 

- Me alegro de que las cosas vayan bien. - Dijo Saki, disimulando su mejor sonrisa.

¿Que más podía decir? Ya descubriría la forma de indagar sobre Chika en otro momento. 

- Bueno Saki, me marcho al colegio. ¡Hasta la semana que viene!

Chika da un corto abrazo a Saki y se marcha. Corto y súbito.

Saki no sabía qué pensar. ¿Qué era más inesperado? ¿Que Chika se marchara antes de que llegara el autobús, o ese abrazo?

"Qué maja." - es lo único que dice Tsukihime al respecto.

En fin. Aún quedaban un par de minutos para que llegara el autobús. Era un hecho insólito. Chika solía entretenerla hasta el momento en que llegaba el bus. De una forma u otra, las cosas cambiaban para todos tarde o temprano. A veces, en cuestión de días. Otras veces, costaba una vida entera.

Saki piensa en todo esto mientras de forma mecánica se monta en el autobús y se dirige a la universidad. Antes de lo que esperaba, el autobús abría las puertas en su parada.

Hola de nuevo, universidad.

Saki se pasea con tranquilidad por el campus para llegar a su clase. Con su mente tan ajetreada tan siquiera se ha puesto a leer su libro en el bus, cosa que le da menos motivos para llegar antes.

¿Estaría ya Watanabe esperando junto a la ventana? Saki había estado ignorando al pobre chico por mucho que él intentase acercarse a ella... ¿Tendría su empeño algo que ver con su arcano? No podía evitar pensar en Chikane, que motivó a Chika para que Saki fuera su amiga. Quizás Watanabe también se comunicara con su arcano de alguna forma... Bueno, en todo caso, Watanabe parecía que era uno de los que más ayuda necesitaba, si lo encontraba hoy tendría que ser ella la que se acercase a él, para proponerle que el día siguiente fueran todos a ver a Mei.

Decidida llegó hasta su clase y entró dentro. El primer paso sería bastante complicado, tendría que vencer las barreras de su timidez.

Youta está en la clase, en su sitio habitual. Aunque no mira por la ventana. Está sentado en la silla, pero con el torso estirado sobre la mesa, con la cabeza pegada a ella.

Cuando Saki entra, levanta la cabeza lo justo para ver quien llega. Al ver que es Saki, levanta algo más la cabeza y saluda con un "Hola" tan débil, que si no llegan a estar totalmente en silencio no lo hubiera oído. De nuevo, parecía que su voz estuviera rota, como si se le hiciera un nudo en la garganta solo de hablar.

"Bueno Saki, se directa y se acabara pronto. Él esta más asustado que tú." 

Saki se quedó plantada en la puerta varios segundos, alternando la vista entre su asiento y el de Watanabe. ¿Acaso tendría una oportunidad mejor? Al menos en ese momento nadie miraría ni especularía... Aaargh, ¿En que estaba pensando? Ni que eso importara, que la gente dijera lo que quisiera. 

Saki le echó un poco de valor y se dirigió con paso firme hacia el lugar de Watanabe. Aquello no era tan complicado, ¿Por que tenía que serlo para ella? Algo ruborizada se paró en frente de su asiento.

- Esto... Watanabe... 

¿Tan complicado era encontrar las palabras? Bueno, en el fondo... Primero habría que solucionar un problema. Quizás ni siquiera fuera un problema, pero si no lo solucionaba ahora Saki se mostraría arrepentida el resto del tiempo. 

- Discúlpame por como me he comportado contigo. - Casi le costaba mantener la vista firme y ya comenzaba a notar el calor en sus mejillas. - Yo... Bueno, estaba un poco confusa. - "No te pongas agresiva, Saki. Él no tiene la culpa." - Pero creo que ya tengo algunas cosas claras sobre los arcanos, y me gustaría compartir lo que se con vosotros. 

"Bien, ya está Saki, ahora solo queda la parte más fácil."

- Había pensando de ir mañana al templo a ver a Mei, allí podríamos discutir lo que sabemos cada uno. 

"Y ahora, relajate." Saki notó que el calor desaparecía un poco y procuro mirar a Watanabe, esperando su respuesta. 

Cuando Watanabe oye la voz de Saki cerca, da un respingo. Había dado por supuesto que Saki iba a ir a su sitio, y le pilló de imprevisto.

Al principio está algo tenso, y cuando Saki se disculpa parece más tenso aún, y hace que no con la cabeza.

Finalmente, tras la propuesta de Saki, Watanabe se aclara un poco la garganta y dice:

- Estaría bien. ¿A que hora será?

Aún se le notaba nervioso, pero al menos su voz no era tan débil y ya no estaba rota.

Mierda, la hora. Ni siquiera a D-Five le había dicho una hora... ¿Como se le había pasado? Bueno, tendría que llamarlo... Aunque era algo que no le apetecía especialmente. 

- Sobre las... ¿4? No se, cuando te vaya bien. 

Igualmente no tenía nada que hacer en especial. 

- ... Vale. A las 4.

Saki ve como Watanabe duda durante varios segundos antes de decir nada más. Realmente parece que quiere hablar, pero no lo hace. Finalmente, se decide a hablar:

- Puedo... ¿Puedo preguntarte una cosa?

Era una pregunta que acostumbraba a llevar a otra pregunta para la cuál no hacía falta presentación. ¿No le estaba preguntando algo ya, de hecho? Pero esto no hacía más que reafirmar la inseguridad de Watanabe.

"¿Y ahora qué? ¿No puede esperar un poco?"

La principal razón por la que Saki quería reunirlos era para poder explicarle a todos a la vez lo que había descubierto... Pero bueno, era mejor imaginar que Watanabe debía de estar lleno de dudas, en el estado que estaba en ese momento cualquier que hiciera sería solo superficial.

- Si, si claro. - Dice Saki, no pudiendo ocultar lo extrañada que está.

- ¿Cómo es... que conoces a Mei? Hasta hace poco pensaba que yo el único que... que eso. Ya sabes.