Partida Rol por web

(INCONCLUSA) Daring High

003 (Sep. 15) NI LOCA ESTA NOCHE DUERMO SOLA

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08/12/2019, 09:59

►Faithless - Insomnia

Candy y Al recibieron el sonido del mar chocando contra el rompeolas no muy lejos de la calle que transitaban. De vez en cuando una ola más fuerte hacia sonar la campana de una boya.

Era un sonido relajante, aunque hoy sonaba extrañamente tranquilo. Irreal.  Una hora antes una entidad sobrenatural procedente de más allá había tomado el control de una repostera local y había estado a punto de matar a un par de ellos. Habían sido testigos de la lucha entre dos entidades de gran poder pero sin llegar a entender ni la mitad de lo que estaba pasando... y ahora el único sonido que perturbaba la paz era alguna gaviota con insomnio o un gato rebuscando en la basura.
Candy portaba una bolsa con ropa y accesorios de los 90 totalmente nueva y limpia que le harían triunfar en cualquier fiesta retro. Completaba el botín del dúo criminal el disco duro de las camaras de seguridad del centro comercial, una pistola taser y la llave maestra.

Sus neuronas manejaban todas aquellas piezas del puzle intentando encajarlas a base de probar todas las combinaciones posibles, porque patrón o pista... ninguno. Al menos en un puzle real uno podía encontrar las cuatro esquinas y los bordes. De repente Candy hizo una conexión: Los tipos raros no se habían reído porque Roland fuese más o menos guapo... ¡El chiste era que un chico hubiese alabado la belleza de otro chico! Un misterio menos en el universo.

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08/12/2019, 10:33

Al, la llave maestra la tiene Candy que se la pidió prime. Pero si la necesitas para alguna maldad puedes intentar que te la preste / ceda.

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08/12/2019, 10:40
Vanessa Meyer

El teléfono sonó en el silencio de la noche, imponiendose sobre la canción del oceano y las gaviotas.

-¡Hola! Acabo de ver que me llamaste antes. He estado desconectada del mundo como una hora y pico. Creó que se ha ido la luz y la cobertura en toda la isla. Por suerte tenia la batería del ebook llena. ¿Todo bien?... ¿Te dio miedito la oscuridad?

 

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08/12/2019, 10:44

Telefono de Candy. Al puede oir solo parcialmente la conversación salvo que Candy lo haga participe con el manos libres o se aparte a un rinco a hablar bajito sin que le oiga.

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08/12/2019, 13:20
Candy

Es un suceso que se ha dado desde tiempos inmemoriales, de hecho hay registros de como hombres en el antiguo Egipto cargaban con cosas pesadas para construir cosas triangulares para mujeres como Cleopatra o Nefertiti. Tras varios milenios esto se mantiene igual que si fuera una ley física natural y, dado que la pelirroja había saqueado más que nadie, correspondía a Al la responsabilidad de llevar la bolsa con la ropa, el disco duro, la taser y las llaves. Así Candy tenía las manos libres para ir mostrándole a su amigo cosas en el movil, mientras iba agarrada a su brazo.

Aidan Kavanagh:
No hace falta que entres de puntillas. Mi cita me ha dado plantón. Dejo el sushi y el champan en la nevera por si tienes más suerte.
Saludos

Era un mensaje de su padre, aunque ella nunca lo consideraba así y no lo llamaba por nada que no fuese su nombre, aunque estuviesen biológicamente entrelazados- ¿Pizza y cerveza? -tratándose de Al la pelirroja sabía que con sushi y champán no iría a ningún lado- Pizza y cerveza... -repitió sin darle oportunidad de responder y llamó ya mismo al número de la pizzería habitual. Solían tardar un rato y estaban cerca de su casa, era mejor llamar ya y así no tendrían que esperar luego tanto- Queriamos una pizza de... -esta vez si miró a su amigo para que diera su opinión y fue trasladado la petición al de la pizzería.
Luego de aquello siguió mostrándole el video que había grabado en el centro comercial, salvo porque "casualmente" todas las partes del video en las que debería verse algo sobrenatural se habían pixelado o similar. En él se veía como Candy iba hasta el guardia de seguridad inconsciente para ver su estado, despues yéndose con Holly a las zonas inferiores con la llave que había birlado y como juntas restablecieron la electricidad. Por último se las ve a ambas junto a los cinco chicos y chicas de aspecto y actitud noventera- ¿Los ves? Se comportan extraño, estoy casi segura de que hace veinte años o así un grupo pop tuvo un accidente por aquí y estos son... sus espíritus, creo que hasta poseyeron a Holly -la amiga de Candy no se comportaba como era habitual, de hecho en una situación de crisis como la que habían vivido, se puso a hacerse las uñas, y luego no recordaba nada. Habían dejado a Holly en su casa y no le quiso contar nada más por el momento para no asustarla, al menos quería creer que allí estaría a salvo por ahora- Y no fue el único fantasma que vi, justo antes del apagón estaba en el fotomatón con Roland, así que le puedes preguntar, él también lo vio. En una de las fotos aparecía mi madre abrazándome, tal cual. Se me cayó y cuando la recogí ya no estaba ahí, sólo Roland y yo -la chica aun estaba asustada y hablaba un poco nerviosa, hasta aquella noche ella nunca había creido en lo sobrenatural.
La noche era tan tranquila e inusualmente silenciosa que- Ah -se asustó dando un respingo y apretando más fuerte el brazo de su amigo cuando el teléfono movil le sonó. Se alivió un poco al ver de quien era la llamada y como no tenía pudor alguno, puso el manos libres, de hecho su tono de voz se volvió más coqueto y por su sonrisa casi parecía que todo lo sucedido hace un rato nunca ocurrió- Hola, guapa -aunque Vanessa le dijo aquello, Candy no se sintió muy segura, quizá a ella también le sucedió algo pero como Holly, ya no lo recuerdaba- Pues si, mucho, estaba en el centro comercial y... no te creerás lo que ha pasado, luego lo subo, pero ni así, te lo tengo que contar mañana... aunque no esperes verme a primera hora, no vamos a la presentación. Ah, estoy con Al. Di hola, Al -encaró el movil hacia su amigo un instante.

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08/12/2019, 15:56
Al Glass

El cargar con cosas es algo que no me molesta en absoluto, mi mente divaga entre cosas que normalmente son incomprensibles para el grueso de la humanidad sensata. No obstante me obligo a mantener mi atención en Candy, a quien de vez en cuando -cuando mi mira, en concreto- le lanzo alguna mirada que se debate entre devorarla o asesinarla. Al final, cuando me enseña los mensajes, no puedo ocultar una sonrisa divertida. En el fondo esta chica es como es.

Lo del sushi no suena del todo mal -arroz y pescado crudo, meh, podría ser peor- pero eso del champan, era como una cerveza con el gas de una cocacola pero finito y con mal sabor. Por fortuna en cuanto ella menciona Pizza una sonrisa se dibuja en mi rostro.

Cómo me conoces, diabilla.

Sonrío animado. Y encima me deja decidir la pizza, lo que hace que recorra un colmillo con la punta de la lengua.

... de pepperoni picante con el borde relleno de queso, con doble de todo.

Aquello para cualquier nutricionista o cardiólogo era un crimen: grasa por doquier, carbohidratos para cenar y picante. Pero para mí era un manjar de dioses que me podía permitir mientras mi cuerpo lo siguiese asimilando bien.

Luego le presto atención al tema del grupo pop y no puedo evitar arrugar los labios con cierta envidia, fantasmas o no parecían habérselo pasado muy bien mientras yo estaba enfrentándome -aunque fuese imaginando que me enfrentaba- a un ser de puro Vacío. Cuando habla de del fotomatón le doy un suave golpe en el hombro, más destinado a moverla y a activarla que a hacerle daño en realidad, una especie de "estoy aquí" silencioso.

A lo mejor intentaba avisarte -me invento completamente, pero no voy a decirle que está loca-. ¿Sabes? Yo me enfrenté a un ser tentacular de puro vacío y le hice huir -una sonrisa de suficiencia de esas estúpidas-, si viene cualquier cosa mientras esté contigo, podré.

Asegura, sin ser demasiado consciente que era una partícula de polvo contra la inmensidad del cosmos. Mientras esperaban aún las pizzas ella llama y me incluyen en la llamada, lo que hace que asienta agradecido y cómplice a la pelirroja.

¡Ey Vanessa! ¿Qué tal?

Para luego mirar a Candy y mover los labios, hablando sin pronunciar. "Invítala si quieres". No era la primera vez que me toca hacer de carabina para ambas y alejar los malos rollos, que estuviesen seguras. Quizá segurata sería una buena profesión para mí, si no fuese porque no soy tan estúpido como ellos.

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08/12/2019, 19:25
Candy

Se sonrió con el toque de atención de Al y lo fanfarrón que era- ¿Y como es un ser de puro vacío? -le resultaba curioso porque no era capaz de imaginárselo, y de lo otro, lo cierto es que ella había pensado lo mismo, que quizá su madre se le apareció para advertirle del peligro, sin embargo no quería pensar en eso ahora porque suponía aceptar que ya no estaba. Era una estupidez creer que tras tantos años sólo estaba desaparecida porque no habían encontrado el cuerpo, pero Candy nunca lo había afrontado.
Luego la pelirroja le respondió igual, con los labios y sin hacer ruido, aunque no sabía porque estaban hablando así- "¿Y tú que, te quedas mirando?" -seguramente a él no le disgustase esa idea y a decir verdad a ella misma tampoco, aunque eso de pasar la noche junto a dos de sus amigos le gustase malinterpretarlo como algo que nunca podría llegar a suceder; a Vanessa y Al sólo le iban las chicas y a Holly sólo los chicos- "La veo mañana" -si había espíritus le daba miedo que pudiese ocurrirle algo a su amiga- "No quiero que salga sola esta noche"
Como comunicándose así no emitian sonido Candy tuvo que reaccionar cuando su amiga preguntó con un '¿Hola?' si seguían ahí- Si, si, estoy aquí, perdona... Me ha distraido Al, hoy es noche de pizza. Nos vemos mañana al salir de clase ¿Te parece? -una vez tenía el plan hecho con Vanessa se despidió de ella- Chaao -colgó y tardó un par de segundos en recordar de lo que estaban hablando antes de la llamada, aunque ya no sacó más el tema. Besó la mejilla de su amigo y se quedó agarrada a su brazo el resto del camino hasta llegar a casa.
Aidan le había dicho que nada de entrar de puntillas así que abrió con la llave y entró como si nada, liberando a su amigo de la bolsa que le había hecho cargar- Ya me ocupo yo. Graaacias -atravesaron juntos las áreas comunes, escaleras arriba hasta la sala donde Candy hacía sus grabaciones o reunía a sus colegas cuando estaban de visita- Ponte cómodo -sacó la grabadora de la sala de seguridad de la bolsa y la dejó por allí- ¿Te ocupas tú de la pizza si llaman? Debe haber dinero en un cesto en la entrada. Ahora vuelvo -dejo a Al a solas y se fue a su dormitorio para cambiarse, no iba a estar por casa con una chaqueta retro y un top de lentejuelas.
Ya a solas en su habitación dejo la bolsa dentro del armario, no iba a ponerse ahora a organizar la ropa que había saqueado, lo haría... un día de estos. Se deshizo de lo que llevaba quedándose solamente con las bragas culot y una escotada camiseta de tirantes, que por como se ajustaba y la forma que hacía era obvio que ya no llevaba sostén. Candy era así, su pudor era nulo y si estaba junto a sus amigos aun menos. Se quedó descalza, fue a la cocina a por un six-pack de cervezas y volvió a su sala con Al para dejarse caer en el chaise longue.

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09/12/2019, 10:59
Al Glass

Pues es como un montón de oscuridad llena de tentáculos que desintegra cualquier cosa que caiga en su interior. Cualquiera, luz, metal, electricidad. Eso es un ser de vacío.

Explico, como si yo fuese algún tipo de experto en criaturas que no existían, un ocultista de esos. Pero lo importante ahora es la llamada y la técnica desarrollada para hablar sin hablar, algo en lo que ambos parecían tener maestría. Con la pregunta de si me iba a quedar mirando me encojo de hombros con completa indiferencia, pero cuando dice que la ve mañana me dedico a levantar el pulgar.

Chaoooo.

Me despido de Vanessa, es una chica maja con demasiada paciencia para nuestras gilipolleces. Y llegamos a la casa, hago un ademán para que ella se vaya a cambiarse, obedeciendo cuando dice que me ponga cómodo y quitándome la camiseta y las zapatillas. No es la primera vez que estoy aquí y empiezo a conocer esta casa casi tanto como donde estoy viviendo ahora pero su padre seguía dándome cierto respeto y prefería no ponerme todo lo cómodo que me gustaría.

Claro, yo me encargo de la pizza.

Digo desde la puerta de su dormitorio y, como si fuese una providencia divina, suena el timbre y me encamino hacia la puerta.

Al abrir hay un chico que no tendrá más edad que yo pero sí parece bastante más joven. Un breve intercambio de palabras basta para fijarme en que me mira con unos ojos ¿lascivos? Le arranco la pizza de las manos de malos modos y cojo un billete de veinte, que dejo caer al suelo para que se agache a cogerlo. Menudo imbécil está hecho. Debo contenerme de dar un portazo porque es la casa de Candy, si fuese la mía...

Me giro para regresar al comedor.

¿Sabes Candy -digo en voz alta-? El pizzero este, que se creía... que... -mi voz se va apagando mientras mi vista recorre por completo el cuerpo de la muchacha como si de un scanner se tratara, con particular atención al culot que se había puesto- Picante. Extra picante.

Es cuanto consigo decir, dejando la pizza sobre la mesa y con una sonrisa que decía algo del estilo "si no fuese porque hay pizza te comía entera ahora mismo". No es la primera vez, pero esta chica es puro fuego. Me siento sobre el sofá y abro una de las latas que ha traído la pelirroja para meterle un largo y profundo trago.

Aaaah, fresquita -el mismo trago me había traído de regreso a la realidad-. Por nosotros.

Bromeo, brindando con ella pese a haber bebido ya.

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09/12/2019, 12:52
Candy

La forma en que la miró le sacó una sonrisa provocadora- Picante me gusta -respondió con todo el doble sentido. En realidad ella misma también le había echado un repaso cuando antes se quitó la camiseta, y no es que lo hubiese disimulado pero tampoco se le habían desconectado todas las neuronas momentaneamente como él.
Acompañó a Al dando un trago a su propia cerveza y con un suspiro de satisfacción respondió al brindis entrechocando su lata con la de su amigo- Por la pizza de pepperoni -se levantó del sofá chaise longue y dándole la espalda pellizcó y reajustó con los dedos el bajo del culot, echando a la vez la vista hacia atras para mirar a Al- Voy a ver las grabaciones... -era más que obvio que pretendía en'candy'larlo y le divertía flirtear así.
Se fue a por la laptop y buscó entre sus cables para meterle conexión con la grabadora que había traido de la sala de seguridad del centro comercial. Se lo llevó todo a donde estaban, quedándose con el portatil sobre las piernas- ¿Que quieres que ponga? -la chica se refería a música, si a su amigo no le quedaba claro podría ver que en la pantalla ya estaba abriendo el spotify.
Una vez acomodados, su primera idea era traspasarse todos los archivos, que eran bastantes, uno por cada cámara de vigilancia; luego recortar las partes que le interesaban, no necesitaba la grabación de todo el día; despues, si no estaban en un formato de video más manejable, tendría que usar un conversor; y finalmente empezar a aplicar filtros y buscar la forma de arreglar las interferencias para sacar algo de todo aquello, quizá alguien con un comportamiento sospechoso.
No tenía problema para agarrar la lata de cerveza e ir dando tragos de vez en cuando, pero- Al... -dijo alargando la 'A' ligeramente- Pizza -le mostró las manos al chico agitando los dedos. Quería que siguieran así para no llenar la laptop de grasa, así que iba a tener que darle de comer él.

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09/12/2019, 13:43
Al Glass

La primera provocación de ella con el extra picante resulta absorbida por mi carencia de neuronas en el momento. Eso sí, llegado el momento del brindis la palabra "peperoni" es toda la respuesta para confirmar que estoy completamente de acuerdo con eso. Cuando ella se levanta tomo un trozo de pizza pero con la segunda provocación, el ajustarse el culot, Candy me pilla con la mirada completamente donde no debería ¿o sí debería? y con la pizza tardando de más en llegar a mi boca. En mi mente ese culot iba a terminar en muchos sitios menos donde estaba ahora mismo. A veces me dejaba atrapar por su juego con demasiada facilidad.

Sin un amago de ayudar, para cuando Candy tiene montado el ordenador el primer trozo de pizza ha desaparecido por completo en mi interior y el regustillo picante en mis labios contrasta con el fresco de la cerveza. El momento es sencillamente perfecto. Cuando me pregunta que qué quiero que ponga ladeo la cabeza sin comprender a qué se refiere, hasta que veo Spotify*.

¿Qué tal algo de System of a Down?

Mi cuerpo me pedía algo contundente. Observo su trabajo, tan similar a cuando le hago de cámara y no entiendo absolutamente nada, sólo veo cómo mueve cosas y enlaza otras tantas y al final termina con un montaje de puta madre. Casi podría ser magia para mí y me quedaría absolutamente igual.

Escucho entonces la petición que va tras mi nombre y miro su mano. Mi mente se debate por unos momentos entre ponerle un trozo de pizza boca arriba, ponerle un trozo de pizza boca abajo o darle de comer. Finalmente chasqueo la lengua.

Esto voy a cobrármelo.

Le aseguro, mientras llevo un trozo de pizza ligeramente doblado hacia su boca. Candy siempre era de pagar sus favores, al menos con Al, y es algo que desde luego hasta el momento de ahora no parecía haberle molestado.

¿Qué buscamos exactamente?

Pregunto, atento al vídeo. A veces hay que fingir que prestas atención y, bueno, seguro que si estaba tan enfrascada había una posibilidad mínima de que fuese algo interesante. Seguiré dándole de comer, sólo que ahora compartiríamos los trozos, por no estar a dos manos, principalmente cuando una ya estaba ocupada por cerveza fresquita.

Notas de juego

*Deberían pagarnos por hacer publicidad

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09/12/2019, 15:21
Candy

En los videos se podía ver lo sucedido en el centro comercial y esta vez tenían tiempo para prestar atención a cada cámara de vigilancia. Candy no tardó en dar con Al en la grabación, quería ver como era eso de que se enfrentó a un ser de vacío y lo hizo huir, sin embargo sólo se le veía a él arrojando el reloj de Danny al interior de la tienda de llaves, luego esa zona estaba casualmente borrosa y pixelada, no importaba desde que cámara miraran, hasta que finalmente lo que fuera se alejó de ellos y entonces volvía a vérseles con más claridad.
La chica se sonrió por salirse con la suya y cuando parecía que iba a dar un bocado al trozo de pizza siguió acercándose a él y fue por sus labios para un beso inesperado, breve, que tenía algo que hacer- Ahí tienes la fianza -le dijo con gracia y luego ya si le metió un muerdo a la de pepperoni. Siguió trabajando y a ratos dando sorbos a la cerveza- A alguno de esos seres de vacío o... algo sospechoso, quizá había alguien allí que sabía que ocurriría -podría haber sucedido en cualquier otro lugar y... quizá así fue, o tal vez esos seres fueron a aquel centro comercial por algún motivo, o persiguiendo a alguien.
Estaba atenta a la pantalla del laptop, casi comiendo pizza sin mirar, y la selección de música no ayudaba porque le hacía menear ligeramente la cabeza, así que cuando fue a masticar el borde de un pedazo se había olvidado por completo que estaba relleno con doble de queso- Mh -e inevitablemente algo cayó más allá de su alcance. Por fortuna no sobre el laptop... sólo sobre su escote. Sentía el queso caliente y pegajoso sobre la piel, pero no llegaba a quemarle. No tenía una servilleta, sólo había traido las cervezas, pero tenía a un Al a mano, así que lo miró de reojo y como si tal cosa le dijo- Al... -otra vez alargando la 'A' con ese tono caprichoso. Mantenía la vista puesta en la pantalla, pero no era capaz de aguantarse una sonrisilla de picardía.

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09/12/2019, 17:38
Al Glass

Ver cómo se maneja con los vídeos de seguridad como toda una profesional hace que alce las cejas. Esta mujer puede dar verdadero miedo como enemiga. Ver su movimiento para pagar la fianza provoca que le guiñe un ojo y me ría.

Fianza aceptada.

La pizza va desapareciendo poco a poco, mientras me fijo en los trozos de vídeo en los que el vacío debería aparecer para ser sencillos píxeles. Hago un mohín de disgusto con los labios ante la diferencia de lo que mis ojos ven contra lo que mi mente creía ver. Señalo donde ha caído el reloj.

Vi cómo se desintegraba en múltiples pedacitos hasta desaparecer. Pero está claro que no.

Señalo lo obvio. Es entonces cuando, cual genio del mal, mi plan del doble de queso en el borde y la música hace efecto y, como si lo hubiese calculado, una gota de queso cae en su escote. Ahora sólo queda esperar a que... sí, justo me llama. Tomo una fría lata de cerveza y la pongo en la mano que me llama, sólo para que el frío contacto le genere un momento de incertidumbre y entonces abalanzarme contra su escote y disfrutar del queso caliente sobre su piel, saboreando cada detalle, ascendiendo hasta el cuello y terminar en CASI rozar sus labios. Entonces me tiro cómodamente sobre mi sitio y señalo la cerveza.

Para el picante.

Le explico, con una sonrisa victoriosa.

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09/12/2019, 22:09
Candy

Candy miró a su amigo sin entender a que se refería, arrojarle un reloj a uno de esos seres del vacío no tenía sentido para ella, probablemente porque lo único que se le ocurriría si tuviese uno en frente sería dar media vuelta y salir huyendo- Ey, no te preocupes, se nos ocurrirá algo -trató de animalo ya que le parecía que Al estaba molesto por aquello.

Al principio, cuando le pidió ayuda con el queso derramado, no entendía si había malinterpretado lo que quería porque le estaba dando una cerveza, pero al instante se le echó encima haciéndola reir, tanto por esa ansia del chico como por el cosquilleos de sus labios. Era justo lo que quería, aunque la pelirroja hizo como si nada, siguió trabajando con el laptop mientras su amigo la recorría y terminaba dejándola con ganas de ser besada.

Dio un último trago a la cerveza que tenía para abrir la que le había dado Al, y es que si algo tenía Candy era aguante al alcohol. Siguió trabajando un rato más en los videos hasta que su teléfono vibró y tras echarle un vistazo alzó el laptop de su regazo para dejarlo sobre la mesa. Se levantó del sofá chaise longue siguiendo el compás de la música, a pesar de que era dificil con una banda como System of A Dawn, y se lo mostró a su amigo para que viera que lo de la fotografía de su madre era verdad.

Roland:

Candy, ¿todo bien?

Antes de toda esa locura en el centro comercial

Lo de la foto...

Me hubiera gustado hablar contigo sobre eso, pero desapareciste sin decir nada

Cuídate

Siguió contoneando las caderas mientras tecleaba, escribiendo su respuesta al mensaje. Iba girando hasta dar la espalda a su amigo y se inclinó, tanto para dejar el teléfono movil sobre la mesa una vez acabó de responder, como para buscar algo más actual y de su estilo en el laptop. Era consciente de la vista de su culot que le estaría dando a Al, así que seguía oscilando el trasero sin aguantarse una sonrisa entretenida.

Aquello que sonó ya era otra cosa, quizá nada que ver con los gustos músicales de Al pero, a la pelirroja le apetecía bailar y con el nu metal se le complicaba. Se incorporó volviendo a girarse hacia su amigo y se fue adaptando al nuevo ritmo, ahora si que podía realizar movimientos más pausados y sensuales. Le gustaba lucirse con algun paso más elaborado aunque su objetivo era divertirse ella y provocarle a él, usando sus manos para recorrerse su propia figura o tentando con levantarse la camiseta de tirantes, aunque no pasaba de mostrarle más que el vientre. A la chica le apetecería seguir así un rato, le daba lo mismo si Al decidía levantarse y unirse o si se quedaba sentado devorándola con la mirada, ambas posibilidades la excitaban.

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09/12/2019, 22:43
Al Glass

Me limito a encogerme de hombros cuando me dice que ya se nos ocurrirá algo, sin querer corregirla, pues la verdad es que se le ocurriría algo a ella.

El casi beso me ha dejado con ganas de más, aunque ella siga con el trabajo, así que me consuelo en el placer de las grasas saturadas y monoinstaruradas y el picante. Y el alchohol, eso no podía faltar. No entiendo demasiado lo que hace, pero cuando el móvil suena y me enseña el mensaje, asiento con calma.

No he dudado de tí, ambos parecíais afectados.

Digo tal cual pienso, normalmente incluso digo sin pensar. De nuevo Candy regresa a sus juegos, esos que nublan mi pensamiento con su culot y movimientos que le he visto hacer en otras circunstancias. Soy yo quien apenas puede aguantar una risita, pero es parte del juego. Me hecho sobre su espalda mientras cambia de música como buscando mirar por encima de su hombro, dejando que mi torso chocase contra su piel brevemente, pues enseguida hay nueva música. Alzo la mano derecha, concediendo su capricho, otra vez, con una música con la cual, la verdad, se movía bastante bien.

Observo desde el sofá, acomodándome, como si fuese algún tipo de crítico de cine. Por casi un minuto me deleito con su suavidad, con sus contoneos, mordiéndome el labio y notando cómo cada vez mi pantalón aprieta más. Como no cambie de  tercio esto va a ser demasiado notorio, a pesar de estar seguro de que ella lo había notado. Me pongo en pie.

Comienzo a moverme, perezoso, siguiendo su ritmo pero más suave y menos insinuante. Ella, que me conoce, sabe que bailo lo justo y necesario, normalmente con más alcohol en el cuerpo del que tengo ahora. Pero a veces uno debe hacer una excepción. Mientras bailo, voy caminando alrededor de ella, observando su figura desde todos los ángulos, del mismo modo que un depredador busca el mejor ángulo para atacar. Y aunque mi primera intención es atacarla por la espalda, no lo hago, me termino de acercar por enfrente, a plena vista y con total descaro, metiendo mi pierna entre las suyas pero sin dejar de bailar. Sonrío desafiante, preguntándome quién de los dos cederá antes a sus instintos. Aunque siendo sinceros, todo jugaba en mi contra.

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10/12/2019, 00:47
Candy

Siendo ella misma con su amigo la pelirroja estaba prácticamente logrando olvidarse de que hacía unas horas el fantasma de su madre se le aparecía y unos seres del vacío intentaban destruir el centro comercial. Estuvo bailando un rato para Al, disfrutando de la libertad de movimiento que le daba hacerlo sola para dedicarle provocadoras poses y miradas. Cuando luego él se le unió la chica sonrió y siguió contoneándose mientras dejaba que él rondara a su alrededor, hasta que lo tuvo de frente y ambos pudieron arrimarse más al cuerpo del otro, entonces Candy bajo el ritmo y sin pudor dejó que la pierna del chico la acariciase entre las suyas.
Con sus miradas se bastaba, le sobraban las palabras. Dejo una mano sobre el pecho del chico y con los dedos fue bajando sinuosa hasta llegar a tocar prenda. Lo notaba bastante... tenso, así que mientras se arrimaba más para besar sus labios, le desabrochó el botón del pantalón y volvió a sonreirle. A continuación retrocedió, no quería atizarle sin querer cuando se llevó las manos a la cintura de la camiseta y fue tirando hacia arriba hasta desprenderse de ella, quedándose ya tan sólo con la braga culot. Antes que al chico se le ocurriera echarse encima suya le pidió calma con una mano sobre el pecho.
- Voy a llevarme la laptop a la cama ¿Vale? -se separó de Al para ir a buscar el portatil, ya había pasado los archivos del aparato grabador del centro comercial a su dispositivo así que no lo necesitaba. Desconectó los cables y estaba por llevárselo, sin embargo tuvo una ocurrencia, y como no sabía si luego se iba a acordar decidió que era mejor hacerlo ahora. Dio otro trago a su cerveza, que ya no estaba tan fresquita, mientras cogía el movil y regresaba al lado de Al- ¿Que tal si grabamos algo para decirle a los demás que recordamos lo del centro comercial? No podemos ser los únicos -y tal vez en sus redes sociales alguien que la siguiera estuvo allí esa noche y tampoco ha perdido la memoria. Apoyó la espalda contra el pecho de su amigo y alzó el movil a unos 45º por encima de su cabezas- ¿Quieres salir? -si no le apetecía lo haría ella sola.
Si su amigo se animaba a participar, se quedaría apoyada a él aunque tras verse en la pantalla del teléfono agarraría el brazo de su amigo y se lo pondría cruzándose el pecho, y es que le daba igual que se le viera, pero la idea de que Al la abrazase así le gustaba.
En cambio, si Al se quería quedar al margen, pues tendría que ser ella misma quien se cubriese con el mismo con su propio brazo, el de la mano con la cerveza.
(Grabando...)
- Ey, chicos ¿Que tal estais pasando la noche? Soy Candy, y... -dejó un segundo para que su amigo saludase- Hace unas horas hemos estado en el centro comercial y ha sido... -pausa dramática por si Al quiere dar su opinión- Allí todos parecían estar de día de resaca, como si hubiesen olvidado todo lo que pasó ¿Sabeis a que me refiero? -una pausa más para Al, entonces Candy cambió de tema para despedirse- Mañana empezamos otro curso más, así que sed buenos chicos y no tardeis en iros a dormir,    nosotros nos vamos / yo me voy    a la cama ya -dependiendo de si Al está con ella o no Candy usará un tono con más o menos insinuación- Bye.
(Deja de grabar...)
Se fue a la mesita a por el laptop, terminando antes la cerveza de un trago largo, y ya con todo aquello se dispuso para ir hasta el dormitorio. Pondría el portatil sobre una de las cómodas, enchufado para que no se le fuese la batería y trabajando por si solo haciendo la conversión de formato de video, que seguían siendo unos cuantos. Dejaría el teléfono movil sobre la mesilla de noche y finalmente, ya sin distracciones y toda para él, se giraría hacia Al.

Notas de juego

Lo 'Grabado' irá al Blog: Wherever the wind takes me de Candy, así que tú verás si Al quiere aparecer xD

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10/12/2019, 19:37
Al Glass

Los bailes, insinuaciones y caricias son un placer. Con una sonrisa de suficiencia me dejo hacer, mientras espero que ella continúe y por momentos mis manos se cuelan sobre la tela de su culot para acariciar su trasero. Entonces el beso que precede al alivio de liberar mis pantalones consigue que suspire y termine por quitarme los pantalones sin perder detalle de cómo sus pechos quedan completamente libres y presas de la gravedad. Ahora mismo sólo dos finas telas nos separan, siendo la suya más fina que la mía. En verdad lo sucedido queda lejos, hasta que dice de llevarse la laptop a la cama. ¿Tal vez querría ver algo? Intrigado, asiento.

Faltaría más.

Accedo sin problemas y sin saber qué pasaba por su cabeza. Me había terminado ya dos cervezas y el acohol estaba comenzando a nublarme un poco, aunque no era lo único. La verdad es que está siendo un día de excepciones: haciéndome pasar por hechicero, enfrentándome a cosas que no existen, gente perdiendo la memoria, dándole de comer a Candy, bailando y ahora... blogeando. ¿Qué podría salir mal? Me encojo de hombros y apoyo mi mano en su cabeza, acariciando sus cabellos casi sin pensar, hasta que alza el móvil y toma mi brazo para cruzar su pecho, río ligeramente y la aprieto un poco más contra mí. La sensación de su calor es agradable, esa es la palabra. Y puedo olerla. No me quejaré de pasar así un rato, mientras alzo mi mirada hacia el móvil.

Ey, chicos ¿Que tal estais pasando la noche? Soy Candy, y...

Yo soy Al, ¿qué hay?

Hace unas horas hemos estado en el centro comercial y ha sido

Un caos, tenso. ¿Sabéis la sensación de olvidarte algo pero no saber el qué? Eso.

Allí todos parecían estar de día de resaca, como si hubiesen olvidado todo lo que pasó ¿Sabeis a que me refiero?

Aprovecho el silencio para deslizar la otra mano en un ángulo que la cámara no capta para meter mi mano bajo la tela de su culot, en la cadera, divertido, antes de pronunciarme como si no estuviese pasando nada.

¿Como esos días en los que la noche anterior es puro vacío y no eres capaz de llenarlo?

Mañana empezamos otro curso más, así que sed buenos chicos y no tardeis en iros a dormir,    nosotros nos vamos / yo me voy    a la cama ya -dependiendo de si Al está con ella o no Candy usará un tono con más o menos insinuación- Bye.

A ver si conseguimos dormir. Bye.

Entonces, tras unos segundos de pausa, río y me adelanto a la cama, tirándome y estirándome sobre ella como si fuese toda mía y mirando al pequeño Al, que estaba deseoso de que pasaran los minutos. Bufo, sin haberme dado cuenta de que todo el tiempo pegado a ella había hecho su trabajo. Maldita. Mascullo entre dientes justo antes de que aparezca. Sí, me lo pagaría, en cuanto dejase todo lo que tenía encima.

Cuando se gira hacia mí tomo su brazo para echarla sobre mi cuerpo con un suave tirón.

¿Sueño?

Pregunto en un tono divertido, con mis dedos recorriendo su silueta con delicadeza, hasta llegar a un culot que comienzo a deslizar hacia sus tobillos, sin mediar más palabra y con una mirada cómplice.

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10/12/2019, 23:33
Candy

Al contrario que molestarse, aquella trastada en mitad de la grabación la excitó más y se habría cobrado venganza si no hubiese tenido ambas manos ocupadas por el teléfono y la cerveza, así que lo único que pudo hacer fue apretar con el trasero y frotárselo contra la entrepierna fingiendo ella también que no pasaba nada. Aquello le hizo pensar en que algun día querría grabarse haciéndolo, tal vez no para subirlo a una red social sino por verse a si misma en ese momento y probablemente echarse unas risas, o excitarse, sin embargo no sería aquella noche, porque una vez en el dormitorio dejó el laptop a buen recaudo antes de ir junto a su amigo.
Se dejo llevar hacia él por aquel suave tirón, echándose encima de su cuerpo con delicadeza para no lastimarlo, que su figura se fuese acomodando sobre su piel. Envolvió su cabeza entre sus antebrazos rozando sus labios con el toque sedoso de los suyos, plácida, disfrutando de que sus manos la recorrieran- Dulces sueños -si aquella noche los tenía serían debido a él, que la hacía olvidar todo aquello que la preocupaba. Le devolvió una sonrisa igual de cómplice mientras la despojaba de su última prenda y cuando sus manos ya no alcanzaron más ella misma terminó de desprenderse. Luego lo ayudó a él, rasguñando su piel mientras llevaba la mano hasta su calzón, asegurándose de que sin él ya nada se interponía entre ellos.
- Al -su suspiro de gusto fue casi un gemido, como el que perezosamente haría alguien que finalmente encuentra las sábanas. Debía decirle aquello antes de que aquel calor que le nacía la hiciese perder la razón y no pensar en otra cosa más allá de tenerle dentro- Gracias por quedarte conmigo -tras un sutil beso no dejó que su boca la atrapase- Te quiero mucho -bajó hasta su cuello e hizo camino con sus labios, descendiendo por su pecho. Si el chico no tenía tatuajes, ella estaba decidida a hacerle uno con sus dientes.
Apoyó las manos en su pecho y presionó a Al hacia abajo para erguirse ella a la vez que se abría de piernas, frotándose contra su entrepierna mientras se asentaba a horcajadas sobre su cadera. Su forma de mirarlo destilaba todo su deseo, se mordía el labio sin aguantarse las ganas de querer devorarlo allí mismo. Sentía sus otros labios húmedos abriéndose y sin preámbulo se dejó invadir, hundiéndola con fuerza dentro de si misma. El cosquilleo que sintió la hizo gemir y temblar, aunque no cedió hasta reclamarla por completo. Sonrió a su amigo llena de más que satisfacción, balanceándose con provocación antes de empezar a elevar sus caderas y volver a penetrarse una y otra vez con él.

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11/12/2019, 19:45
Al Glass

Cuando su cuerpo se deja caer sobre el mío con delicadeza, rozando piel con piel, la sensación consigue que un escalofrío me recorra la nuca. Sus uñas hacen que mi cadera se estremezca y se curve en un intento de alzarse, lo cual no sólo facilita que ella pueda liberarme de la última prenda, sino que además deja bastante en evidencia que todos sus juegos han conseguido su objetivo de dejarme al borde de una explosión. Sus sedosos labios consiguen que lance una especie de mal intento de seguirlos como si se tratase de algún embrujo, y no sería la primera vez que fallaría; no fallo en llevar mis manos a su cintura y pegarla más, si cabe, a la mía. Y llega el segundo beso que no soy capaz de atrapar, me muerdo el labio inferior y me preparo para responder, algo ingenioso probablemente, hasta que su declaración me deja sin palabras durante un momento.

Yo también te quiero, Candy.

Gran muestra de ingenio por mi parte, de uso de las palabras y del vocabulario para expresar lo que siento. Pero es posible que lo que siento con Candy no se pueda definir así, es posible que sea la persona que más me importa en esta isla del infierno. Sus labios sobre mi pecho me devuelven la sonrisa y estiro mis manos hacia ella dispuesto a tomar la iniciativa, pero nuevamente ella se adelanta y, aunque al caer sobre la cama bajo sus manos consigue que me sorprenda un momento enseguida dibujo una sonrisa, me gusta verla tomar el mando de ese modo.

El momento en el que nuestras caderas se unen, en que su carnosidad, humedad y color, me envuelven por completo, dejo escapar un gemido de placer y hecho mi espalda hacia delante para clavar mis dedos en su espalda, tomando uno de sus pezones entre mis dientes, sin llegar a apretar, y comienzo a jugar con mi lengua haciendo círculos. Dejo que se mueva a su ritmo, con mi respiración cada vez más agitada y más consumido por el deseo, mis uñas van marcando un camino descendiendo por su espalda, lento pero firme. No le dejaría marca, pero notaría el camino hasta que, al llegar a su trasero, le doy un azote antes de tomarlo con firmeza con ambas manos y empezar a marcar mi ritmo en el que entraba en ella, aumentándolo por momentos y, por otros, disfrutando de unas penetraciones más largas y profundas. Quiero que pierda la cabeza, poco a poco y sin darse cuenta. Tiro ligeramente de su pezón con los dientes antes de cambiar de un pecho al otro para devorarlo también.

Algunas gotas de sudor empiezan a aparecer, pero estoy bastante acostumbrado a darlo todo y sé que ella también. Todo lo que había sucedido antes en el centro comercial ya no siquiera estaba en mi mente, sencillamente era todo Candy.

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11/12/2019, 22:58
Candy

Su piel se deshacía en ardor cuando sus dedos se hundieron en ella. Arqueando la espalda suspiró al sentir aquella lengua rozar sus pechos y lo acarició por la nuca para apegarlo más, quería que se los chupase como si manara placer de ellos, soportar la marca de sus dientes en sus aureolas humedecidas por sus jadeos y que luego se las lamiese tal que si le fuese la vida en ello. Sus uñas por su espalda la hicieron curvarse más para él y aquel azote que se mordiera el labio con excitación- Dame más -pidió caprichosa derritiéndose, abrazando la cabeza del chico, cuando aquellas manos apretaron con firmeza su trasero marcando el ritmo que querían.
Sus dientes volvieron a moder un pezón, ya con más fuerza, y ella gemía, jadeando no por cansancio, la chica tenía un aguante sin fondo, sino por puro placer. Se entregaba a él de muchas maneras, habían sido años a su lado, a veces sumisa, otras cariñosa, algunas romántica, pero aquella noche lo hacía de forma independiente y rebelde, si la sabía tocar podría hacerla ronronear y mantenerse entre sus piernas, pero cualquier atisbo de tener el control sólo era una ilusión, era suyo desde el momento que la chica lo decidió.
Lo agarró del cabello, nada realmente doloroso, sólo quería ser su peor vicio, lastimarlo de todas las maneras que lo hicieran gemir, separarlo de su pecho y que la mirase a los ojos cuando le metiera la lengua en su boca con una lascivia húmeda. Escucharlo disfrutar la excitaba y sus reacciones la enloquecían, con cada penetración se ponía más cachonda y a él lo notaba más al límite, sentía la necesidad de darle placer hasta que a Al se le humedecieran los ojos y no tuviese dominio de su cuerpo.
Con sus manos lo tumbó de nuevo, quería sus labios lejos de su cuerpo, hundirlo contra el colchón y darle hasta reventar la cama. Incapaz de dejar de gemir lo miró, con una sonrisa viciosa de esas que a cualquiera harían enloquecer de placer, ella al menos ya había perdido cualquier mesura. Quería que desde ahí abajo la mirase, contemplase su cuerpo agitarse, la viese tocarse y retorcerse, acariciarse, que la venerase y temblase bajo ella, porque iba a ser converso, y ella, su nueva jodida diosa del sexo.

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12/12/2019, 00:09
Al Glass

Las reacciones de Candy ante mis actos sólo consiguen prenderme aún más, si tal cosa fuese posible. Que se arquee bajo mis dedos, que me pida más, que apriete mi cabeza contra su pecho... todo conseguía, sin darme cuenta, que fuese cayendo más en sus redes.

Saboreé sus pechos, sentí su piel y marqué mi ritmo, pero todo ello se desvanece en cuanto ella toma mi pelo y mis ojos buscan los suyos, entre jadeos e intentando comprender qué desea ahora. Entonces me besa y nuestras lenguas se entrelazan, con una sonrisa oculta en mi beso, intento recorrer su boca, cada rincón, como queriendo memorizarlo. Poco a poco el ritmo va aumentando y todo es mas fluido, puedo sentir lo caliente que está y, también, cómo estoy comenzando a latir. Llevamos demasiado tiempo con juegos y eso hace que mi temple esté comenzando a llegar a su límite.

Hago el ademán de moverme y me devuelve contra el colchón. Y ahí me encuentro, desnudo, vulnerable, sintiendo su interior y, además, perdiéndome en la imagen que me regala la distancia, nuestras caderas chocando. Y más allá de vulnerable, no podía estar mejor. Mi confianza en ella me hacía sentir seguro pese a la situación y apenas podía moverme para seguir su ritmo. Su sonrisa lasciva se clava en mi mente, haciendo la situación aún, si es posible, más excitante.

Como sigas así... -sentía que mi cabeza se perdía- Voy... a... -ni siquiera me había dado cuenta de que no estaba usando ningún tipo de protección, aunque sabía que ella siempre tomaba medidas- a... -no aguanto más- ¡¡JODER!!

Mi sangre abandonaba mi cabeza. Mi vista se nubla y, con gran esfuerzo, mis manos se aferran a la cama. Todos mis músculos se tensan, preparándose para el momento. Si ella era mi diosa, sólo ella podía decidir cómo o dónde terminar, pero yo estallo en placer, quizá de un modo más egoísta del que acostumbro, irremediablemente. Esta noche se quedará en mi mente durante mucho tiempo.

C...Cand...dy...

Consigo apenas pronunciar su nombre, derrotado ante su ferocidad.