Partida Rol por web

No había ciudad en la Esfera Humana que se preciara de serlo y no tuviera un lugar como aquel. Era un sucio bar, igual al resto de los de aquella zona empobrecida, pero con una clientela de lo más peculiar.

Mercenarios de los sistemas más lejanos hacían sus negocios. Antiguos soldados del ejercito panoceánico, barbudos asesinos haquislamitas, beligerantes caledonios y, por supuesto, la variada gente de la Nación Nómada.

Y entre ellos se movían sus clientes. Algún idiota trajeado llamaba la atención por su nerviosismo, puede que fuera la primera vez que hacía esa clase de actividades. En cambio, otros parecían tranquilos ya que era la enésima vez que su macro compañía acudía a los servicios que sólo los mercenarios podían proporcionar.

Y aún con todo, los allí congregados sabían que alguno de ellos sería un agente del Estado Imperio. Desde Yu Jing sabían que era importante estar informado, pero no se deshacían de los mercenarios. Nunca se sabía cuando ibas a ser tú el que necesitara que una operación militar no se asociara con el Partido y el Emperador. Eran permisivos siempre que no se montara demasiado alboroto.

Pero es que aquellos nómadas iban a montar bastante alboroto. 

Sentados alrededor de una mesa pertrechada con copas de contenido sospechoso había un grupo de mercenarios nómadas dirimiendo cual sería su plan de acción. Les habían encargado recuperar una SIM Tohaa que iba a ser transportada el día siguiente. El día de la Unificación. Genial. Mientras paguen...

Sus dispositivos les permitan proyectar en sus retinas un mapa de la mejor zona para asaltar el convoy. 

Los edificios cercanos son edificios de viviendas con locales comerciales en la planta baja. Las escaleras de incendio deberían permitir subir a cualquier planta fácilmente. El convoy iba a estar formado por dos coches y una moto, según el modo de actuación de la banda. En las cercanías, los nómadas dispondrían de un un vehículo para salir cagando leches de allí cuando tuvieran el SIM.

Miranda llega con la siguiente ronda de cerveza aguada:

- Bueno, gente, qué pensáis? La calle va a estar abarrotada, la gente amontonada... no vamos a tener mucho espacio de maniobra, aunque mirándolo por el lado bueno los pitufos tardarán en llegar cuando empieza la fiesta... qué os parece?

Kali escupió en el suelo antes de apoyar las botas sobre la mesa, poniéndose cómoda.

- Ni loca me meto en esa calle abarrotada de amarillos- comenta, mientras abre otra lata de cerveza con un suave TSSS y pega un trago.- Menuda mierda de birra yuchina, ¿Con que la hacen? ¡¿Con arroz?!- añade indignada, escudriñando los carácteres incomprensibles grabados en la lata apenas captados por su programa de traducción.- Yo propongo que alguién se ponga en la azotea con equipo de escalada y unos buenos contrapesos, tenemos tiempo. Los demás caemos del cielo y pillamos por sorpresa a esos bastardos. Cogemos el paquete y subimos zumbando mientras les cae el puto contrapeso encima y nos enganchamos en el edificio de enfrente. Luego pillamos el coche y salimos de allí echando virutas.

Kali acompañasu explicación con vistosos gestos al mapa.

- Necesitaremos equipo de escalada, eso si, y alguién que sepa como usarlo, joder.

- Yo de escalada y de cosas físicas, ni idea, como es evidente ---añadió Miranda haciendo un gesto indicando su menudo cuerpo---. Aunque tal vez puedo intentar infiltrarme en los sistemas de navegación del coche que lleva la... mmm... no sabemos dónde llevan el paquete, no? Tendremos que inutilizar los tres veħículos...

Ortega estudio con detenimiento el mapa de la zona de operaciones mientras escuchaba lo que las integrantes del resto del comando decian. Ni se molesto en tocar la cerveza, no es que tuviera un paladar exquisito pero cualquier meado que encontrara en cualquier esquina Corregidor estaba mejor.

Acomodandose en la silla, la alguacil recordo con añoranza el pequeño placer que solia ser rascarse los huevos.- Señorita Kali, su plan no es malo, pero el ejercito Yu ying por en medio nunca se sabe. Me escama este traslado, me parece muy poca proteccion visible para algo tan valioso, por lo que es de esperar que el recorrido del convoy estara plagado de agentes ocultos vigilando.

Estudiando un segundo a las otras dos, Ortega prosiguio.- Creo que seria mejor inutilizar los vehiculos de alguna manera mas sutil, hackeandolos por ejemplo.- Hago un gesto Miranda.- Y aprovechamos la confusion para acribillar a esos cabrones desde arriba. Cuando esten blanditos, los mas fisicos nos acercamos, recojemos el paquete, matamos algun chino mas y salimos pitando, como tu quieres, ¿no?.

El plan tenia que salir bien, Ortega lo necesitaba, era una buena paga y la siguiende factura de aquellos mamones de BodyArt se acercaba. Aun recordaba la cara desquiciada del doctor Leshov cuando le propuso reducir la deuda a cambio de participar en otro "proyecto experimental de mejora biologica". Joder ni de coña!

- Así que nos introducimos en sus sistemas, les hacemos alguna travesura para que no se puedan mover, y los cosemos a balazos. No suena mal. Desde el suelo o desde el aire? Tú qué opinas? ---dijo, señalando a la chica azul que no había abierto la boca desde que habían llegado al bar.

Alicia se tomó su tiempo antes de responder, sopesando la situación. Aquello olía feo, muy feo. Ortega estaba en lo cierto en que el convoy parecía poca cosa para proteger la SIM. Si no fuera porque ellos no constituían ninguna asociación habitual, hubiera supuesto que el encargo era una excusa para acabar con ellos. Tal vez fuera un poco paranoica, pero si no tenías todos los flancos vgilados, no llegabas muy lejos en Corregidor.

-Si atacamos de arriba, les damos opción de que se pongan a cubierto y el tiroteo se prolongue más de lo recomendable. Si atacamos de abajo, los que quedamos expuestos a francotiradores somos nosotros. Sinceramente, me parece que contamos con muy poca información para realizar este encargo... Por qué no nos damos una vuelta por la zona, para reconocer el terreno e identificar desde donde nos pueden estar aguardando? No me gusta meterme en un fregado sin conocer hasta dónde de alto nos llegará la mierda.

Miranda sonríe:

- Eso es buena idea. Yo he estado antes por allí, pero cuatro pares de ojos de diferentes tecnologías ven mejor que sólo dos. Vamos ahora? Podemos continuar esta conversación por allí. El tráfico de la tarde se encargará de que nadie nos oiga.

Mientras salen del bar, apostilla:

- Si queréis pegar tiros desde abajo, lo cual no será fácil por el mogollón de gente pero seguro que es más fácil que acertarles desde arriba porque no tenemos ni idea del blindaje de esos coches, igual se puede quedar alguien por arriba vigilando... para evitar sorpresas, como tú dices. A mí tener los ojos abiertos se me dan bien, y no necesito estar cerca físicamente de los coches para introducirme en ellos...

Ortega asintio, le alegraba ver que alli imperaba un poco de sentido comun.- Tienes razon, al menos un tirador deberia permanecer en los tejados atento a posibles refuerzos, y aprovechando la ventaja de la altura.

Parecia que iban a dar un paseo, asi que la alguacil de pelo verde se levanto estirandose mucho y rascondose el culo.- Vamos de paseo entonces? a ver que encontramos

Kali escupió, de nuevo, al suelo.

- Si, vamos a ver esta mierda de sitio- confirmó.- Joder, estos putos yuchimos tienen las calles tan llenas de roña que podríamos escondernos debajo de la basura y ni nos verían llegar.

Viendo que el grupo se mostraba de acuerdo con su idea, Ramírez asintió conforme y se levantó la última de la mesa del bar, para cerrar la escolta.

Una vez fuera, continuaron los planes. -Yo puedo actuar tanto de lejos como de cerca. Si tu, Miranda, puedes cubrirnos desde las alturas, nosotros tres podemos hacernos cargo del asalto desde la calle, verdad? -dijo mirando a Ortega y a Kali. Aunque la reputación del primero lo precedía*, a la segunda sólo la conocía de oídas y no estaba segura de cual sería su campo de acción-. En fin, veamos con qué nos encontramos antes de seguir planificando en el aire.

Las palabras de Miranda resultaron proféticas. Los suburbios de la ciudad tenían una actividad propia de un hormiguero y nadie les prestó atención. Además la justicia de Yu Jing tenía tendencia a ser mucho más dura con sus propios compatriotas que con los extranjeros, intentando no provocar conflictos con otras naciones.

El lugar por donde pasaría la SIM no parecía muy distinto de la miríada de pequeñas calles y callejones de la zona. Los edificios tenían una cierta regularidad, pero con el tiempo se habían ido adosando pequeños comercios, viviendas ilegales y restos de obras que nada habían oído hablar de la planificación urbanística.

Carteles, hologramas y cables cubrían las calles de lado a lado casi impidiendo ver el cielo o siquiera la altura de los edificios. Eso sí, podían adivinarse los viaductos de los niveles superiores de la ciudad.

Ortega no pudo evitar gruñir al ver la zona, parecia demasiado bueno para ser cierto.- Madre mia, estos tipos son imbeciles, o lo tienen todo magnificamente planificado, por que este sitio grita "Monta una emboscada" por todos lados.

A nivel de calle ya estaban viendo el panorama, pero a ella le interesaba mas los tejados de aquellos edificios, que iban a ser clave.- Alguna viene a subir a los edificios? quiero echarle un vistazo desde arriba al panorama, no sera dificil conseguir entrar con esto.- remarco sonriendo mientras se tocaba un pecho. Uno de los pocos beneficios de aquel cuerpo era que la mayoria de tios raramente decian que no a una chica atractiva.

El lugar es un puto caos. No hay forma de que nos vean venir, pero con tanta gente, es fácilisimo vernos atascados por una multitud, por eso quería operar desde los tejados. Estaba claro que por delante y con el desfile los vehiculos no podrían salir, había que bloquearles el paso por detrás.

- ¿Que equipo tenemos?- pregunté.- Si tuvieramos algo de armamento pesado esto podría ser un paseo. Volamos el coche de escolta trasero y los tenemos aquí atrapados como ratas. Lo único que necesitaremos será fusilarlos desde el primer piso. Antes del ataque, entramos en la casa del ciudadano Li y les acribillamos desde ese balconcito- añado, señalando la pequeña obertura.- Después llegamos al coche lo más rápido posible y salimos  echando virutas. Si no queréis escalar ni mezclaros con la multitud, lo único que se me ocurre es usar el alcantarillado. Pero si la calle está así- comento, escupiendo de nuevo en el suelo.- No quiero ni imaginarme bajo tierra.

- Oh,- comenté, dándome cuenta.- A lo mejor podemos parar el vehiculo trasero hackeando el control de frenos o algo... ¿Creéis que estos dispositivos podrán con eso?

Ramirez levantó una ceja con desagrado al ver la zona donde tendrían que trabajar. Aunque para montar una trampa el lugar era perfecto, el amontonamiento de gente pronosticaba una importante baja de civiles cuando la acción se disparara y aquello no le agradaba en lo más mínimo. No era que no iba a hacer el trabajo por el cual le estaban pagando, pero la idea de derramar sangre de inocentes siempre le había resultado poco honorable.

-Alguien tendrá que permanecer abajo. Si estamos todas en las alturas no habrá quién ataje las contingencias que podrían darse si algo no sale como está previsto. Debemos cubrir la mayor cantidad de vías de escape posible -viendo que sus dos compañeras "fuertes" preferían iniciar el ataque desde arriba, Alicia ocuparía una posición sobre el terreno, para estar lo más cerca del combate posible.

-Iré a inspeccionar las esquinas por donde emboscaremos el convoy. Si volamos el vehículo posterior, yo seré la barrera para que el primero no escape.