Partida Rol por web

1 de septiembre - 9:20 Eiji despertó sobresaltado por el molesto ruido de un claxon de coche que pitó un par de veces en la calle frente a su casa. Con los ojos como platos miró de forma rápida el reloj que había sobre su mesita dándose cuenta que una vez más había olvidado poner la alarma para despertarse. - Maldición, me dormí ! Saltó de la cama en calzoncillos y asomó por la ventana la cabeza para comprobar que se trataba del chofer de Naoko quien esperaba. - Ya bajo, perdón, un segundo! Vociferó para atraer la atención de los ocupantes del auto para poco después volverse a perder en el interior de la casa. Se vistió a toda prisa mientras bajaba los peldaños de la escalera de dos en dos y una vez llegó al amplio Hall de la casa cojió su mochila. Junto a ella Sakura le habia dejado preparado el desayuno envuelto en un cuidado taper. " Que grande eres mama" Pensó sonriente mientras se llevaba un delicioso bollo a la boca a la vez que salia por la puerta. - Lamento el retraso...Consiguió decirle a su amiga un poco avergonzado aunque sin perder su sonrisa al subirse al coche con la boca algo llena de bizcocho. Llevaba el nudo de la corbata mal puesto y algún que otro botón de la camisa sin abrochar.

1 Septiembre / 9:20

Llegaba a la casa de Eiji, para recogerlo como de costumbre y como siempre se quedaba dormido; desde que nos hicimos amigos en la infancia siempre hemos estado juntos, como hermanos, hasta que Daisuke se fue, Eiji se convirtio en mi mejor amigo, ambos estuvimos muy tristes con la partida de nuestro amigo, pero nos reconfortamos los dos, en ocaciones estudiamos juntos, aunque la hiperactividad de Eiji lo hace casi imposible...

La proxima vez, lo llamare de casa antes, asi al menos alcanza a ducharse...le comenta a su chofer quien se rie, a los pocos minutos aparece con un bollo en la boca, despeinado y con la camina mal abotonada...Ven acercate!...le ordeno algo molesta, pero solo fingiendo, es imposible enojarme con Eiji, mientras comia su bollo, le ayudaba con la camisa hasta que cada boto tenia su lugar, tras eso le doy un beso en la mejilla...Seguro te has quedado dormido por estar jugando hasta tarde...eres un irresponsable Eiji...le sonrei.

Tras eso el chofer nos condujo al Instituto.

Eiji se acercó algo cabizbajo cuando Naoko le llamó riñiendole. Se comió el bollo mientras su amiga le anudaba los botones que se habia dejado desabrochados de su camisa. Sonrió sintiendo cosquillas cuando le dió un beso en su mejilla algo que le hizo ponerse un poco rojo y tragó el último bocado arqueando las cejas.

- Como me conoces, no sé que haría sin ti Naoko. Después se distrajo mirando por la ventana de camino al Instituto.

La salida: Tetsuya - Naoko

Las clases habían terminado, a la semana siguiente iba a comenzar los talleres y clubes, así que tenían tiempo libre, aunque de todas formas las clases terminaron tarde. El timbre sonó y eran las seis de la tarde, y por fin estaban libres, incluso los estudiantes que se quedaban en la escuela, los que podían salir, pero debían volver a las nueve de la noche a más tardar.

Los chicos comenzaban a separarse, y despedirse, el día había acabado, por fin, algunos dijeron. Naoko caminaba sola por el sendero que llevaba a la salida cuando se encontró de lleno con Tetsuya, no había nadie más, y el sol pintaba su cabello aún más oscuro, los arreboles del crepúsculo danzaban con gracia en el cielo, y una brisa corrió, moviendo las hojas secas, podrían conversar o simplemente ignorarse...

Al finalizar las clases desidi irme sola, me habia desanimado un poco y debia programar mis horarios para estudiar, no se por que sentia el pecho oprimido, al salir del Insituto Tetsuya estaba ahi, eso me provoco una sonrisa, siempre que me sentia triste, él aparecia como un ángel y me animaba, el tiempo que fuimos novios fue hermoso, muy caballero y atento, siempre cuidandome y demostrandome cuanto me amaba, habiamos terminado por mi, algo en mi me hacia sentir culpable por corresponderle de la misma forma, lo ame de verdad pero no con la misma intensidad, mis padres lo adoran y mi padre esperaba que al terminar nuestros estudios nos comprometieramos, algo que sin duda habria sido  perfecto...pero mi corazon dictaminaba otra cosa, mas tristeza senti al recordar el día en que terminamos, el me regalo su mejor sonrisa, me entendia y no me reprochaba, pero me habria gustado saber que pensaba exactamente, desde entonces jamas he sentido su lejania, pero si su postura como buen amigo, incluso tratandome como si fuera su hermana, algo que me hacia sentir muy comoda.

Nuestras miradas se cruzaron y camine hacia él...¿Aun aqui? Sr. Iseki...le dije recordando nuestro juego de tratarnos formalmente.

20:30 hrs - Anfiteatro.

Había terminado el día, un día sin lugar a dudas intenso, pero por lo menos no había tenido otros sobre saltos aparte del de la mañana y el cuasi beso que Tsubasa le había cuasi dado. Suspiró la chica, y miró al cielo,  estaba estrellado y hacía algo de calor, lo suficiente como para estar con un vestido tan sólo, por lo menos no estaba con su uniforme. Cerró los ojos, y en el anfiteatro, apoyó sus codos en los peldaños que servían de asiento. 

Sus pensamientos se fueron perdiendo, pensando en que haría al siguiente, sería un nuevo día de clases, y ¿que le tendría deparado?, esperaba que no nuevas sorpresas, además, debía aún pensar como se vengaría de Andou, pero no se le ocurrían cosas, mas bien, si se le ocurrían, pero tenía escrúpulos.

- que cansada estoy...- murmuró la chica, soltó un gemido alicaído, y se recostó en los peldaños, mirando las estrellas que cruzaban el cielo, ya serían las 9, y casi estaba oscuro, el verano se estaba yendo rápidamente, y los árboles comenzaban a teñirse de dorado.

Podría haberme ido a casa, pero tenía muchas razones para quedarme...O eso quería hacerme creer a mi mismo. Todas las razones giraban en torno a lo mismo: Naoko. Las miradas extrañas que había tenido en el día, que me hacían suponer que algo la preocupaba, y tal vez, alguien. El hecho de que Andou parecía estar más peligroso este año. No pensaba dejarla sola ante un peligro como él. Y mis ganas de estar con ella. Olvidalo Tetsuya, Olvidalo. Pero mientras trataba de convencerme que solo iba a volverme un pesado, y que estar cerca de Naoko era..."peligroso" para mi, me encontré esperando en la puerta de la escuela, apoyado contra una pared, con una flor (de las favoritas de Naoko) escondida en una mano, y el corazón detenido, como si necesitara un impulso que lo hiciera latir.
 

"¿Aun aqui? Sr. Iseki." Fueron las palabras que hicieron que mi corazón volviera a arrancar su latido. Era nuestro juego. -Por supuesto, señorita Kido. Un caballero no dejaría que una dama ande sola por ahí en tiempos tan peligrosos.- Me puse de frente a ella y tranquilamente puse la flor en frente mio, pues a pesar de odiar los jardines, me gustaba conseguir las flores más bonitas para ella. -Hoy te note preocupada, es algo tonto, pero...quería darte algo que te haga sonreir- Me sentí realmente estupido por un momento. Ella iba a pensar que era un idiota que no podía vivir sin ella, y tal vez se sentiría incomoda, pues ella no correspondía mis anteriores sentimientos, pero...yo la había olvidado ¿no?
 

Algo hizo click en mi, tenia emociones contenidas, habia esperado tanto por ver a Daisuke pero nada habia cambiado, el jamas supo nada de mis sentimientos y ahora al verlo con esa chica, simplemente mi esperanza se habia esfumado, pero al mirar al frente era Tetsuya quien siempre quien estaba ahi, sin pensarlo me lance a sus brazos ocultando mi rostro en su pecho...

- lo siento...lo siento mucho...-

No se porque le dije eso, pero fue espontaneo, era todo perfecto cuando estaba con el y ahora ya nada sera igual, lo abrace tan fuerte necesitaba esa protección que sus brazos me daban.

Mis ojo se abrieron como si hubiera recibido una bala en el corazón. "Lo siento". Algo en mí sabía lo que eso significaba, y muy dentro mio dolía mucho. "Lo siento mucho". Ya había escuchado esas palabras antes, de esta misma persona, hace pocos meses. Ese día no había derramado lagrimas. Ese día simplemente no había sentido nada. Desde ese día solo me bloquee a todo. Porque si no me bloqueaba no iba a seguir adelante, y no podía seguir adelante sin ella, y si quería tenerla cerca tenía que ser su amigo, su hermano, protegerla....aunque doliera en mi alma, enterrada en la profunda oscuridad. Eso es lo que iba a seguir haciendo. "Tienes que olvidarla" decía mi cabeza. Pero mi corazón deseaba seguir abrazandola para siempre, y besarla, y hacerla sonreir.

...

Pero solo la abracé. La abracé con fuerza, para que se sintiera protegida. Y besé su cien.

-Esta bien....todo estará bien....- No iba a decirle que no llorara, porque no iba a prohibirle hacer lo que necesitaba. Yo estaba ahí para ser su pañuelo...ese sería siempre el precio que debería pagar para estar junto a ella....

Apoyé mi mejilla contra su cien y seguí abrazándola, oliendo el perfume de su pelo, deseando que el tiempo se detuviera en ese preciso momento....

No era justo para él, no lo es, debería estar sola...pero el siempre esta a mi lado...por que mi corazón se empeñaba en ir en otro sentido, por que no podía amarle a él, él jamas me dañaría, jamas me haría sentir así, jamas provocaría que una lagrima saliera de mis ojos por su culpa...

Me aparte de ese cálido y reconfortante abrazo y lo mire secando mis lagrimas...no debía llorar por él, no volveré a hacerlo, ocultare mis sentimientos en lo mas profundo, jamas me corresponderá, no lo hizo antes menos lo hara ahora...quizas, así, pueda darle a Tetsuya lo que él espera y espero de mi, pero no te apresures, el destino suele ser muy perverso...

¿Caminamos a casa?... necesitaba de su compañía para reponerme a esto, para intentar olvidar, quizas contarle lo que me pasa... ¿Cuando te aburrirás de mi?...¿cuando te alejaras?...se que te hago daño Tetsuya...me doy cuenta de todo y he sido egoísta contigo...deberías buscar a alguien que te ame y te cuide tanto como lo haces conmigo... le sonreí tras esas preguntas tan directas.

Cuando se alejo de mi abrazo, retome la compostura. Naoko es tu amiga ahora. Ella se seco las lagrimas antes de que yo pudiera hacerlo por ella. Le di mi mirada más comprensiva y paciente. No importa lo que pase, yo estaré para ti. Cuando terminó de secarse las lágrimas, Naoko me miró e hizo sus preguntas. "¿Cuando te aburrirás de mi?" Nunca. "¿cuando te alejaras?" Jamás..."se que te hago daño Tetsuya" No es verdad, eres quien más feliz me hace..."me doy cuenta de todo y he sido egoísta contigo" No has sido tu la egoista por ser sincera, yo lo soy por seguir queriendo que me correspondas..."deberías buscar a alguien que te ame y te cuide tanto como lo haces conmigo" No quiero, yo quiero a Naoko, y aunque hubiera alguien a mi lado, Naoko siempre será especial... Pero me quedé en silencio. Ella sonrió y yo le devolví la sonrisa, aunque la precedió un pequeño gesto de resignación. Ella me tomó de la mano y empezamos a caminar.
Hice silencio por unos segundos, tal vez tomando valor.

-No te sientas mal por mi, Naoko. Estoy a tu lado porque es lo que me hace feliz. No te preocupes por mi, yo soy fuerte, saldré adelante, pero con mi fuerza siempre voy a protegerte, porque es lo que QUIERO hacer.  Tu me haces sonreír. No pienses en mi... Tal vez algún día encuentre a alguien que sea muy especial para mi, pero aun así, seguirás siendo una persona muy especial, Naoko.....

Hice una breve pausa, por alguna razón necesitaba tomar aire, y valor, para lo que iba a decir. Tomé un poco más fuerte su mano.

-Te quiero....Siempre voy a hacerlo. No importa de que forma, si como mi novia, mi amiga, o mi hermana, pero te quiero. ¿No crees que sería estúpido de mi parte alejarme de alguien a quien quiero?. Por eso, Naoko "nee-chan", por favor, se tan fuerte como siempre y ten valor para afrontar tus sentimientos por esa persona que quieres....- No necesitaba que me dijera exactamente que pasaba, pero su preocupación, su forma de mirar a Daisuke todo el tiempo, sus palabras "Lo siento". No sabia si era el, o que tan "grave" era la cosa, pero sabia que mi pequeña anhelaba a alguien tal vez tanto como yo, porque su forma de mirar, su preocupación, y sus palabras...sonaban como las mias...

-Naoko, por favor...

-Da lo mejor de ti!-
 

Solte su mano cuando dijo Nee-chan...¿no quiero?...¿que me pasa?...unas lagrimas volvieron a escapar y las oculte mirando al suelo con mi cabello...

- Gracias, se cuanto me quieres me lo demuestras dia a dia, yo tambien te quiero y ha ser verdad creo que me pondria celosa si a otra la miraras como a mi...desde que terminamos me he cuestionado si fue lo correcto, pero tu cercania no me ha hecho sentir que terminamos, solo la carencia de un beso en los labios es la diferencia y debo confesar que los extraño...-

Alce la vista mirando al horizonte...- Estoy confundida y debo aclarar mi mente y corazon para continuar y decidir si te pido que me des una nueva oportunidad o te dejo ir, claro que dare lo mejor de mi, lo prometo...pero no depende de mi y eso lo entiendes...lo que si puedo asegurar que si volvemos a estar junto sera para siempre, al principio de nuestra relacion me proyecte contigo pero mis fantasmas del pasado cambiaron eso y ahora es tiempo de que desaparezcan-

Tambien me sincere y expuse lo que haria solo esperaba que me comprendieras y estuvieras dispuesto a darme una nueva oportunidad. 

Sonreí. Creo que no entiende muy bien a que me refiero....fue lo que pensé. Realmente habia considerado apoyarla en lo que le estuviera pasando, asi fuese estar enamorada de alguien más. Pero sus palabras me hicieron desviarme del punto...
"creo que me pondria celosa si a otra la miraras como a mi" Mi corazón latió fuerte..."solo la carencia de un beso en los labios es la diferencia y debo confesar que los extraño..." Fue como si un torrente de sangre caliente recorriera mi cuerpo. Seguramente yo estaba sonrojado. Calor. Adrenalina. Por favor, Naoko, no me des esperanzas. Si lo haces, ya no podré siquiera intentar olvidarte...

Pero entonces lo dijo "Debo aclarar mi mente y corazon para continuar y decidir si te pido que me des una nueva oportunidad" ¿Realmente ella lo estaba considerando? "Lo que si puedo asegurar que si volvemos a estar junto sera para siempre".

Ya no podía resistirlo más. Quería besarla, hacerla mía. Decirle cuanto la amaba. Que se sonrojara por alguna estupidez que dije. ¡NAOKO! ¡NO RESISTO!

La tome fuerte del brazo y la traje hacie mí, y sin pensarlo, como si solo fuera a comer del postre más delicioso que jamás hubiera visto la bese apasionadamente, cubriendola entre mis brazos, con el corazón latiendo a mil kilometros por hora....¿Ella me correspodio? En mi mente sí......pero todo era eso y nada más. Mi mente. Eso era lo que yo quería hacer, lo que mi corazón me decia. Pero no me animé. Tras escuchar sus palabras, solo le sonreí, sin poder decir nada. Impotente. Nunca me animaría a besarla sin su concentimiento. Yo no era esa clase de hombre....

- Princesita... No dejes que los fantasmas te atormenten. Afrontalos. Eres mi chica fuerte ¿Te olvidas?. Si tu pasado te captura, pero eres feliz, entonces yo estaré contigo para disfrutar de esa felicidad y verte sonreír cada día; Mas si decides que eran solo iluciones de espejo y que han quedado atras...siempre tendre mis brazos abiertos para ti...

Y en alguna parte de mi ser, me puse egoista, y desee que fueran solo iluciones de espejo, para que ella y yo etuvieramos juntos por siempre...

Era una delicia poder pasear por el instituto a la luz de la luna. El viento mecía los árboles que ya empezaban a desprenderse de sus primeras hojas y todo estaba en calma. El ulular de los búhos arrullaba la noche y el viento correteaba entre las torres imponentes de la escuela. 

Era el momento perfecto para el último paseo antes de entrar en la ducha y luego en la cama. Sacaré un par de fotos para enviárselas a mamá ¿estará preocupada? ¿Me echará de menos? Y Mizuki... Estoy muy unido a mi familia, alguien podría decir que demasiado pero la verdad es que no me importa lo más mínimo. 

Un conejo solitario se escabulle entre mis pies y hago ademán de atraparlo pero el roedor es más rápido. Sonrío divertido y lo persigo unos metros hasta que se escabulle entre los arbustos. Tras esperar un par de minutos, entiendo que no va a reaparecer y vuelvo sobre mis pasos para enfilar el edificio de los dormitorios. 

Sin querer había llegado hasta el anfiteatro y una silueta más que familiar se recortaba en uno de sus lados. -Bonitas estrellas, ¿Verdad Fuwa-chan?

Se había quedado dormitando, la noche anterior se había dormido tarde leyendo, pero una sonrisa se dibujaba en sus labios mientras sus ojos se cerraban y el resto de su cuerpo se desconectada del mundo completo, y se sumergía en esos mundos que ella imaginaba cuando la soledad y la intimidad de la noche se los regalaba. Pero una voz la hizo despertar, sentándose de golpe y algo tensa, compungida miró a quién le hablaba y era Tsubasa..

- Kado-sama...- se puso de pie, y sostuvo cuanto pudo la mirada sobre los ojos verdes del chico, se habían separado en la cafetería, y ella quedó rezagada, incluso luego de aquello,  Aika se sintió nerviosa y hasta cierto punto incómoda en su presencia,  sin saber que pensar del chico,  intentando no pensar mal por que...¿hubiera pasado lo mismo si se hubieran besado?. Igual había sido culpa de ella por no decirle que en esa mesa no quería sentarse.

el conejo que perseguía Tsubasa quedó cerca de ellos, y dio unos saltos hasta llegar  donde Aika, olisqueando sus piernas, la chica se inclinó hasta quedar de rodillas y acercar su mano al pequeño conejo,  el que se acercó aun tímido a su mano para olisquearla.

- hola pequeño...- dijo dulce, y luego buscó de nuevo a mirada de Tsubasa - si... son hermosas, me gusta observarlas y esperar una estrella fugaz para pedir un deseo - el conejo pegó su cabeza a la mano de la chica y ella sonriendo lo tomó con cuidado, para acercarlo a su pecho, amaba a los animales y estos parecían quererla también- Kado- san... siento... lo de la cafetería... debí decirte que no me quería sentar con ellos- se encogió de hombros, sonrojada.

Estaba vestida con una falda corta y un sweater color blanco unas tallas más grandes que las que debería usar,  su largo cabello estaba atado en una coleta en lo alto de su cabeza, y llevaba zapatos negros al estilo princesa, la chica abrazaba contra su pecho al lindo conejo, acariciando su naricita, con la punta de su dedo.

Suspiro con las manos metidas en los bolsillos. La de esta mañana no había su mejor decisión, eso desde luego. Avanzo hasta ella y me siento en las gradas, junto a su asiento ahora vacío. Estoy realmente cansado pero creo que podré demorar la ducha al menos media hora más. 

-Si Aika, debiste decírmelo.  Por algo te pregunté.. Quiero decir, yo no conocía ni a la mitad de los alumnos que había allí pero Kaoru es mi mejor amigo, Kaworu es excepcional y justo esta mañana conocí a Tomomiya, me pareció una chica simpática... -suspiro y me reclino en mi asiento de piedra, mirando la cúpula estrellada - pero está claro que no acerté. ¿Qué te impidió sentarte conmigo este mediodía?- no estoy molesto, sí quizás descubriendo una nueva faceta de mi mismo en la que hasta entonces no había reparado. ¿Seré demasiado sobreprotector?

-Parece que al conejito le has caído mejor que yo- sonrío, aún ensimismado -Será que prefiero los perros... pero está claro que contigo está más que a gusto- hago una pausa. -Fuwa-chan, puede ser que nos conozcamos de poco o quizá de hace muchos años... pero quiero que confíes en mí. Quizás esta mañana nos conocimos por algo- me encojo de hombros - o puede que no, lo que está claro es que ya has entrado en este instituto y en mi vida. Andaré por los pasillos, por los clubes, la biblioteca, los jardines... quiero decir con esto es que si tienes algún problema, aquí estoy. 

Deja en el suelo al conejito, dejando que se vaya, correteando, sólo alcanzan a ver el pompón pardo de su colita, antes de perderse de nuevo en el bosque, se giró para verlos, y salió correteando, Aika sonrió, y suspiró, encogió un poco más sus piernas y pensando en que hacer, o que decir, porque se siente avergonzada y sobre todo, reprendida por su actuación. Aika  se mueve y queda en el peldaño de abajo, de rodillas y mirándolo a los ojos, esos mismos ojos que tantos lindos recuerdos que le traían, pero que aún no sabía que era la misma persona.

- me cuesta confiar en la gente - dijo en un suspiro, ladeando un poco su cabeza - creo que aún no me recupero lo que me pasó, mojó sus labios suavemente, bajando la mirada, y luego volvió a verlo, - hace un año, un chico se me acercó mucho, y llegué a enamorarme, o eso creo, pero no lo besé, menos mal... porqué me enteré que era parte de una apuesta, desde ese día... Tsubasa, me comporto fría y hermética, más con los chicos que me gustan... porque siento que jugarán de nuevo conmigo - se mordisqueo el labio inferior, ya no estaba esa risa, esa carcajada y esos ojos violetas brillantes y traviesos, sino, estaba ella, Aika, con su pena.

- en el comedor, fuiste a sentarte con tu amigo, pero también con Shae Hiethana, su amiga Tisen-san y Amakusa-san, no me llevo con ellas, en especial con Hiethana-san, las dos llevamos una rivalidad desde hace tiempo, no congeniamos a nada...  es una tontería, no creo que sea una mala chica, pero es tan... tan grrr- gruñe y se ríe luego, - me saca de quicio... demasiado... -  se encoge de hombros, y baja la mirada -  me hubiera gustado comer contigo... pasar más... más tiempo contigo, me recuerdas a un chico... un amigo de hace mucho tiempo y al que nunca pude olvidar...

La veo allí, de rodillas, tan menuda. Con el pelo semioculto, abrazado por la oscuridad de la noche. Sólo puedo sonreír ampliamente. ¿Cuántas facetas tienes Fuwa? ¿Cuál es la tuya en realidad? La chica dulce, la tímida, la dura como el alabastro... Me sigue turbando mirarla a los ojos así que desvío la mirada momentáneamente hacia el conejo que se marcha a paso ligero. -Fuwa-chan, los chicos somos crueles a veces. El ser humano lo es. Eres libre de ser fría y hermética si es lo que quieres. Si todo el mundo fuera igual, el mundo sería un lugar muy aburrido - le sonrío para animarla- pero pregúntate si es así como quieres ser. Quizá ese chico realmente se enamoró de ti y no tuvo oportunidad de decírtelo. En cualquier caso ya es tarde ¿o no?-Me callo y observo que me cuesta muy poco hablar con Fuwa. Eso es buena señal. En cualquier caso lo que necesita Aika ahora es que alguien la escuche. Un apoyo. 

-Si, bueno... me senté con ellos y quizás tu deberías hacer lo mismo el próximo día. No se que clase de enemistad ancestral tienes con Hiethana- le doy un pequeño empujón a modo de broma-pero este es el primer día, del primer curso de una... vida nueva. Llamémoslo así. Lo mismo es hora de arreglar diferencias y si la cosa no tiene arreglo posible pues con ser amable y no dejar que te afecten las cosas de Hiethana es suficiente ¿no crees?-. veo un poquito de esperanza al final de pozo de sus ojos violetas. Parece que después de todo, no se te da tan mal Kado.

-Y con respecto a mí... estaré tooodo el curso aquí para lo que necesites. ya ves, que soy capaz de aparecer en plena noche, importunando a jerséis enormes con señoritas dentro- río con la ocurrencia tonta y dudo entre si contarle que la recordaba, tan bonita en aquellos campos de girasoles o dejar pasar la ocasión. Eran muchas emociones para un solo día... - Vaya, que halago Fuwa-chan. Lo tomaré como un cumplido-. 

- es que no me afecta, generalmente, pero fue un día... raro, y no tenía las energías para tratarlas con sus pesadeces, quería algo de paz tan sólo, nada más - dice, y aunque encuentra razón en sus palabras. no se siente preparada para comportarse maduramente, de hecho, la madurez es para las frutas, no para las personas. se encogió de hombros, quizás en algún momento haría las pases con ella, de hecho, nunca había existido algo puntual que las hubiera enemistado, simplemente no se llevaban y ya, algo de piel y que se mantendría por siempre para siempre...

- y no creo, o quizás sí, pero eso no quita que me haya dañado lo suficiente como para hacerme así - suspira - y no sé como soy, si soy fría o soy de otra manera, aún busco lo que soy o lo que quiero ser - se encoge de hombros y se acerca un poco más a chico, poniendo su mano delgada y algo helada sobre la rodilla de su compañero.

- no sé por qué, pero me siento muy bien contigo, no tengo necesidad de ser de otra manera, sólo yo... y me gusta - murmura, buscando sus ojos verdes para que él sólo se reflejada en sus ojos violetas, sólo fueron unos segundos en donde tuvo otra vez los deseos por concretar ese beso que fue truncado, pero sintió miedo, y el miedo paraliza siempre, sacó su mano de la pierna de él, y miró a otro lado, lejos.

- no sé si es un cumplido, pero... extraño a ese chico, no recuerdo su nombre, sólo su cara y su sonrisa- habló con añoranza - creo que fue de la única persona que me he enamorado realmente, aunque era una niña de pocos años, pero cuando volví a buscarlo, no apareció,   imagino que sus vacaciones habían acabado, a veces sueño con él - se giró y se sentó en el peldaño, mirando al cielo - cuando veo una estrella fugaz pasar, deseo que él esté bien, que sea feliz - se quedó perdida en las estrellas titilantes.