Partida Rol por web

-Mierda ¿pero queréis ayudarme a disparar?- Protesto viendo a Vincent y a David perder el tiempo con las bolitas esas. Total ¿Que es lo que sabemos de su tecnología? Ellos creen que son granadas pero bien podrían ser algo parecido a esas esferas chinas que se usan para meditar o un consolador alienígena con vibrador incorporado.

-Hombres. Son más simples que un pistacho - Pienso haciendo gestos de negación con la cabeza, dejándolos por imposibles y ocupándome de disparar a los coches.

Hago tres disparos consecutivos contra el chevy azul, solo uno de ellos impacta pero sin causar daño. -Que mierda de arma- Digo mirando la pistola. -Tengo que conseguir algo más potente- 

El disparo de Víctor mata a otro de los ocupantes del Chevy pero siguen tras vosotros devolviéndoos el fuego, aunque con menos fortuna.

El taxi intentaba alcanzaros, pero con una rueda reventada su persistencia solo consigue que acaben teniendo un accidente. El vehículo da varias vueltas de campana hasta que un arbol frena en seco su avance. 

No distinguís la suerte que habrán corrido sus ocupantes, aunque lo más probable es que hayan muerto tras semejante accidente.

Ya solo queda un vehículo perseguidor, pero cada segundo que se alarga la persecución es tentar vuestra suerte, de seguir así, es cuestión de tiempo que sufráis un accidente.

Los peores pronósticos vienen a confirmarse cuando una acequia, un canal de agua de apenas un par de metros de amplitud, imposible de ver desde lejos aparece delante de Cass.

Salvar el obstáculo será una maniobra complicada, pero si Cass acelera y le sale bien podrías pasar por encima del canal sin un solo rasguño. Frenar sería menos arriesgado pero casi seguro que sufriréis algo de daño con el impacto.   

Creo que ya solo nos sigue uno- Informa a Cass al ver el accidente que sufre el taxi.

La mujer vuelve su vista al frente y cuando ve el canal de agua ante ella abre los ojos como platos.

-Joder. Joder. Joder. ¡Agarráos!- Os grita asomándose por la ventanilla y agarrándose al cinturón de seguridad cómo si su vida fuera con ello.

Sonreiría cuando Julia me había comunicado que el taxi no era un problema pero al ver lo que estaba adelante perdería un poco el color-Oh por dios! - Si nos deteníamos, teníamos que darnos por muertos nuestra mejor opción era seguir, pisaría el acelerador sintiendo miedo, y al estar en el aire, sabia a ciencia cierta que había sido una mala idea 

Cass pisa el acelerador confiando en poder cruzar el canal y el vehículo que os persigue la imita para no dejaros escapar.

La camioneta se eleva pero no lo suficiente, las ruedas delanteras tropiezan en el socavón y la camioneta da varias vueltas de campana. Los que ocupaban la parte trasera del vehículo salen despedidos en todas las direcciones.

La camioneta sigue dando vueltas de campana hasta que por fin se detiene boca abajo, con sus ruedas aún girando.

Cass, aún en el asiento del copiloto ha salido relativamente intacta y Sam que pese a salir despedida cayó dentro del canal de agua parece tener solo algunos rasguños. David, Vincent, Bryan y Julia presentan heridas de distinta consideración que deben ser tratadas o morirán. Víctor, el dependiente de la tienda de cómics es quien se lleva la peor parte al romperse el cuello contra el suelo. Su muerte es instantánea. No sufre.

Tenemos un horrible accidente, salgo despedido y aterrizo malamente. Creo que me he roto un brazo o algo.

Mi primer pensamiento es si Cass estará bien- CASS!-Grito intentando escuchar su voz. Es lo único que me preocupa, pero al ver a esos dos con pinta de criminales busco con la mirada, tratando de encontrar mi arma. Estoy tan aturdido por el golpe que no me doy cuenta que llevo el arma en las manos.

Cuando caigo en la cuenta la levanto conforme puedo, duele horrores, quizás tenga alguna costilla rota también, pero ignoro el daño y disparo contra el tipo que viene hacia nosotros.

El retroceso del arma me hace emitir un quejido de dolor, pero al menos creo que le he dado.

-CAAAS!- Vuelvo a gritar preocupado al no verla. Intento levantarme, pero estoy tan mareado que casi caigo. Vuelvo a levantarme conforme puedo y entonces veo a Victor, su cabeza en un ángulo extraño me devuelve la mirada y tengo que apoyarme sobre las rodillas para vomitar.  

Me acerco hacia el vehículo en estado de shock. -No puede estar muerta. No puede estar muerta.

Cuando escucho el grito de alarma de Cass, ya es demasiado tarde. Veo alarmado como salgo despedido del coche. Veo como pasa todo, los que hemos salido disparados del coche, nuestros perseguidores intentando saltar... Y el suelo, como me voy acercando a el. Se que va doler, pero al caer, nada. Todo esta en blanco.

Como dolía "Maldición" Creía estar escuchando un remátalos, eso quería decir que mas de uno estaba vivo "Dios por favor no mueran" Con las manos temblorosas por el dolor y los ojos llenos de lagrimas buscaría a tientas mi arma, había un sonido sordo en mi cabeza. "Si les disparo... quizás logre ganar tiempo para los demás" No estaba muy convencida de ese pensamiento, pero si no hacia algo nos iban a matar de cualquier manera. "Por favor dios que estén vivos, por favor Dios, ¡Oh Dios! David esta ahí atrás por favor no dejes que este muerto" Miraría a Julia y movería mis labios en un silencioso lo siento, una vez con el arma en manos apuntaría al conductor, tan seguro de querer matarnos, si iba a morir, iba a ser peleando,esperaba que alguno de mis compañeros pudiera hacer lo mismo o estuvieran de acuerdo con lo que iba a hacer "Por favor.. Solo.. ayúdanos, por favor.. no importa si yo muero, pero deja que ellos vivan"  Cuando por fin escucharía a David un suspiro de alivio escaparía de mis labios -¡David!- "Gracias dios" Estaba segura de que terminaría llorando cuando saliera del vehículo pero primero, iba a cargarme a esos hijos de sus madres. Dispararía sin dudarlo, quería que todo terminara rápido y abrazar a David después de revisar que mi abrazo no lo mataría, porque un abrazo de oso podría resultar mortal luego de dar vueltas en un vehículo.

Te acercas agazapada a la parte trasera del edificio, tras bajar del tejado buscas la forma de rodear a esos tres y acercarte a Deckland sin ser vista pero eres muy ruidosa y eres detectada.

Deckland y sus hombres se acercan despacio.

Bueno, bueno, bueno ¿Pero a quién tenemos aquí? – Dice con sorna al reconocerte.

-Si es mi putita favorita- Dice acercándose sin importarle que estés armada. Aparenta estar confiado mientras los otros tres hombres ocupan posiciones a tu alrededor. -Si mal no recuerdo teníamos un trato ¿No es verdad Lucy? Os encargué hacer algo y cuando vengo a ver que pasa intentáis escapar de mi. ¿Cómo debería tomármelo?

Julia se quita el cinturón que la mantiene boca abajo y sale del vehículo conforme puede. Tiene una espantosa herida en la frente, pero la mujer no pierde los nervios y usa su propia camiseta para fabricarse una venda con la que detener la hemorragia.

La mujer ignora el tiroteo y analiza la situación mirando a su alrededor. -Cass está bien, Víctor muerto, si David puede gritar es que no está tan grave. Sam no está a la vista.

Si Vincent y Bryan no gritan es porque son los que más necesitan ayuda. -Piensa caminando hacia ellos dispuesta a examinarlos sin inmutarse por la presencia de los hombres armados.

 Cuando recuperé la consciencia no era capaz de recordar si habían pasado horas o sólo unos segundos. Todo daba vueltas aún y mis párpados me protegían de la mareante visión entrecerrando los ojos. Me llevé las manos a la cabeza por instinto, para sujetarla.

 Entonces la sangre goteó sobre las mejillas. Caía fluidamente de la manga derecha del brazo y era incapaz de razonar porqué.  Me encontraba en ese punto en el que no se sabe si todo duele demasiado o simplemente el dolor es tan intenso que lo sientes todo pero nada en concreto. No sabía con certeza si estaba flexionando la pierna derecha o era el movimiento de un miembro fantasma. Estaba desorientado y la luz me dañaba las pupilas. Quise hablar, pero sólo conseguí emitir un lastimoso gemido.

 Notaba un cosquilleo en los dedos de las manos, ambas me temblaban incontrolables. La pierna flexionada sujetó su peso con el zapato sobre la tierra y resbaló por la humedad. ¿Estaba siquiera intentando levantarme?

 Voces. Y un pitido en los oídos. Algo de sangre de magulladuras en la cara. Algo se me ha debido de clavar en el costado, pero no permanecía allí, al intentar mover el tronco lo noto, como una cuchillada y mis manos abandonan las sienes para abrazarse el costado. De lado, en posición fetal, entre gemidos agónicos, vislumbro las familiares figuras de nuestros perseguidores.

  También oigo voces mucho más dulces y agradables. Entonces lo intento de nuevo.

 - V-Vivos... - lo intento con esfuerzo. Y con la diestra busco mi arma, para defenderme llegado el momento, aunque por mis palabras estaba claro que no quería disparar.

 - Para un ...i-intercambio. Vi.... - Cierro los ojos con fuerza y me retuerzo.

 Joder...que...¿Qué coño ha pasado? No...no estoy bien. ¿Qué pasa?

 - Lucianna. - acierto a decir en un tono mayor - Moneda.

 Resoplo, me siento en las últimas, como un perro apaleado. De hecho, no puedo pensar en reponerme de algo así, la desorientación se liga al pesimismo hacia mí, no puedo aceptar que esté en condiciones de seguir. Estoy destrozado, y ni siquiera alcanzo a comprender la gravedad de mis lesiones. En otro momento, sólo con ver la sangre, me hubiese vuelto loco. Pero ahora, ahora estaba pensando en lo mejor para todos. Lo mejor incluso para aquellos que hemos dejado atrás.

 Vincent no había renunciado a Lucianna. Era una buena chica.

 - de cambio...

Cuando escucho la voz de Julia advirtiéndonos de que nos agarremos, ya es tarde y de todas formas ¿Dónde coño íbamos a agarrarnos? Solo acierto a tragar saliva antes de que mi culo se despegue del vehículo y salgo despedida por los aires. Cierro los ojos anticipando mi muerte y sin embargo el agua amortigua mi caída.

La corriente me arrastra unos metros pero me agarro a la orilla y salgo de la acequia a cuatro patas, chorreando y titiritando por el agua helada.

Al ver el cadáver de Víctor me llevo una mano a la boca- Oh Dios mío- Digo cómo quien recita una frase hecha, no por expresar mi creencia en una entidad superior.

Tras Víctor,  Vincent y Bryan parecen los peor parados.  Mierda Vincent- Me acerco a él y me arrodillo a su lado. No se te ocurra morirte. No sin que haya podido pedirte perdón por amenazar con matarte. Pienso aunque no digo nada ocupada en intentar detener su hemorragia. Parece que tiene una fea herida en el costado. No soy médico y no tengo ni repajolera idea de lo que hago, pero taponar una herida sangrante no es algo que requiera estudios universitarios. -Shhh no hables. Tranquilo- Le digo, creyendo que delira.

Me quito la blusa mojada, quedando en sujetador, poco me importa el pudor ahora mismo y la uso para presionarle la herida con fuerza. Al principio pensaba que deliraba, pero al prestar atención a lo que dice empiezo a comprender. -Intercambiar a uno de esos tipos por Lucciana.

Chico listo -Sonrío y asiento con la cabeza, dándole a entender que le he entendido. –Si podemos pillar a alguno de ellos con vida lo haremos- Le digo sinceramente aunque no sé si será posible- Ahora no te muevas. Ni se te ocurra morirte.  Le digo mientras sigo presionando, esperando a que llegue Julia. Para sorpresa mía debo de ser mejor enfermera de lo que creo, porque poco a poco parece que la hemorragia va a menos.

Que la doctora no haya perdido el conocimiento, es una gran noticia. Julia se atiende a sí misma primero y parece que consigue cortar la hemorragia que tiene en la frente. Atando con fuerza un paño en ella.

Sam sale de la acequia y su rápida improvisación a la hora de taponar la herida de Vincent parece que consigue salvarle la vida al profesor.

Bryan tras el accidente pierde el conocimiento, su estado va empeorando poco a poco. Así como el de David, que pese a no estar tan grave también está muy machacado.      

El hombre que avanzaba hacia vosotros, vestido con las ropas de algún centro penitenciaro, se ve sorprendido por los disparos de David y Cass. El criminal no se esperaba que tras el accidente que habéis sufrido aún quedara alguien capaz de plantar cara y cae abatido por los disparos. Lo traumática de la situación en la que os encontráis y el estado de shock tras el accidente os permite matar a otro ser humano antes de ser plenamente conscientes de lo que acabáis de hacer.