Partida Rol por web

Día 5

Una nuevo día amanece aunque lo que ocurrió ayer sigue estando muy presente. Las muertes de tantos de los vuestros, pesan sobre el ánimo general.

Con el nuevo día llegan nuevas preguntas, Vincent y david se encuentran mejor pero siguen bastante débiles. No morirán, pero de haber un combate más... un nuevo enfrentamiento podría ser el último. Podríais dar el día por perdido y pasarlo descansando lo que permitiría a los heridos recuperarse más rápidamente.

Con el chevy podríais llegar a NY y volver a Scranton en cuestión de horas, aunque en vuestro estado...  ¿Vais a seguir con la misión que se os encomendó o regresaréis a Scranton? ¿Descansaréis un par de días u os pondréis en marcha?  Hay muchas decisiones que tomar antes de ponerse en marcha.

Tras esperar varios minutos en los que parece que no te atreves a reaccionar se agota la paciencia de Deckland que se saca la pistola te descerraja un tiro en la sien.

El cuerpo de la joven italiana cae al suelo manchando dejando un rastro de sangre el vehículo.

-Una auténtica pena. -Comenta Deckland mientras se guarda el arma, parece apenado como quien se ve obligado a sacrificar un buen caballo o un perro que se ha vuelto rabioso.

El criminal y sus hombres suben al vehículo, tras constatar que no queda nadie en el taller y emprenden la marcha rumbo al este.

Me despierto antes de que salga el sol. Ya no puedo dormir más. Me siento junto al fuego, enciendo un cigarro y me quedo mirando a mis compañeros con mirada cansada. Seis salimos de Scranton, solo tres quedamos con vida y ni siquiera nos hemos acercado a NY.

-¿En qué nos hemos equivocado? -Me pregunto mirando las moribundas llamas -¿Habría cambiado algo hacer las cosas de otra manera?

Tengo mono de café, estoy tan cansada de todo esto que quisiera darme por vencida. Me apetece volver a Scranton, acurrucarme en algún rincón oscuro y beber hasta perder el sentido y esperar el fin. Estoy cansada. Quiero rendirme y no me importa reconocerlo. Si no tiro la toalla es porque de hacerlo, las muertes de JP, Víctor y Bryan  no habrán servido de nada.

Al alba empiezan a despertar todos los demás. Yo sigo mirando las brasas.

-Tenemos comida- Les digo mientras despiertan.- Este no es un mal sitio. Por lo pronto creo que deberíamos descansar un día más, darles tiempo a David y Vincent para que se recuperen un poco.

Mañana yo seguiría hacia Nueva York, aunque si queréis que regresemos a Scranton, no me opondré. -Digo poco dispuesta a discutir. Lo que prefieran estará bien por mi.

Había visto a Sam levantarse, el ultimo turno de guardia había sido el mío, pero en verdad no me apetecía mucho hablar, con nadie, estaba cansada y no dejaba de repasar el accidente en mi cabeza, imaginando diferentes posibles escenarios y soluciones, ¿realmente sobreviviremos a Nueva York?

-Si creo que deberíamos descansar otro día, pero mas que Nueva York, opino que deberíamos ayudar a Julia, al ritmo que vamos no llegaremos a la base con vida, no se si podremos sobrevivir a un lugar plagado con aliens.. caminando por la calle como si nada...- "caminando por la calle.. a menos que.." El rostro se me iluminaría un poco ante una pequeña idea que podía salir mal pero era mejor opción -A menos que vallamos bajo tierra, no creo que pasen mucho tiempo recorriendo las acantarillas, con mala suerte algún superviviente estará ahí abajo y será un problema, o encontraremos algún alien, pero no nos verán las naves

- En una situación de supervivencia, ir bajo tierra o siguiendo los grandes canales de agua siempre es una apuesta más segura. - secundé a la idea de Cass.

A pesar de todo no me sentía con la salud necesaria para vivir más aventuras. También era consciente de que no podríamos quedarnos allí, sin más.

- No sé si nos buscarán. - reconocí encogiéndome de hombros - volver, es poco recomendable. La situación parece una elección entre las llamas o las ascuas.

 Tal vez haya provisiones o cosas útiles en los vehículos de la autovía. 

Sólo puedo pensar en encontrar cuerpos humanos y aprovecharlos para fingir nuestra propia muerte. Tengo el presentimiento de que Deckland no nos dejará hasta acabar con cualquier amenaza. Mientras sigamos con vida creerá que somos capaces de echarle al ejército encima.

 Si Lucianna sigue con vida estoy convencido de que nos intentará ayudar.

Pero no podemos dejarle todo el peso.

 Miré al horizonte, tratando de divisar algo parecido a una gran ciudad.

 - No puedo negarme a descansar. - le reconocí a Sam sintiéndome culpable - Pero si es así, deberíamos tomar algunas medidas.

 Se reagruparán. - y vendrán a cazarnos.

 Asentí.

 - Si es necesario avanzar, vamos allá. Tenemos dos cosas que hacer. - afirmé con ánimo, tratando de animarles a todos con ello.

-Ustedes descansen, yo buscare con que cubrir el coche y veré si hay algo útil en un radio cercano- Cerraría los ojos unos momentos antes de ponerme de pie decidida, tenía que dejar tan atrás como pudiera el día de ayer, solo me estaba haciendo daño culpándome a mi misma una y otra vez, tampoco tenia tiempo para perder culpando a los demás- Solo les pediré algo.. No vuelvan a ocultarnos nada, tenemos que empezar a ser un libro abierto entre nosotros, somos lo único que tenemos, los unos a los otros y si nos ocultamos las cosas solo nos pondremos en peligro- Lo meditaría unos segundos y luego miraría a Sam- Tu y yo hablaremos luego

Finalmente optáis por descansar un día más por lo menos, para que Vincent y David puedan recuperarse. Cass se afana en apilar cosas que sirvan para ocultar el Chevrolet e inspecciona los alrededores pero la chica tatuada no encuentra nada más que pueda ser de utilidad.

A media tarde escucháis una nave halcón, la nave pasa sobre vosotros dirigiéndose hacia Nueva York. La nave o bien no se apercibe de vuestra presencia, o bien no le merecéis su atención porque pasa sobre vosotros sin prestaros atención alguna.

El día transcurre sin mayores incidencias. Descansáis, coméis, habláis, pensáis. El día de descanso os sirve para recuperar fuerzas, aunque el ánimo general siga siendo bajo.

Día 6

Amanece un nuevo día. David y Vincent se encuentran mejor, el día de reposo les ha sentado bien, sobre todo el mecánico, quien a pesar de su brazo entablillado y sus gestos de dolor parece que puede moverse con cierta normalidad. Vincent aún está algo débil por la pérdida de sangre, pero su estado también ha mejorado visiblemente.

El nuevo día trae las mismas preguntas, ¿Seguiréis adelante? ¿Os arriesgareis a descansar un día más? ¿Qué rumbo tomaréis?

Nuevamente he dormido mal, a ratos y finalmente, antes del alba me levanto sin poder conciliar el sueño. Abrazada a mis rodillas, me quedo mirando el horizonte hasta que amanece.  

Un rato más tarde, cuando ya se han despertado el resto me acerco a los dos heridos.

-¿Cómo estáis?-Les pregunto frotando las manos para combatir el fresco matutino. Cada vez hace más frío, se acerca el invierno.- A mi solo me queda una ración de comida, podemos esperar un día más si queréis, pero creo que deberíamos ponernos en marcha, si os encontráis con fuerzas.

Me froto los ojos al escuchar a Sam ya de buena mañana. -¿Esta mujer esque no duerme nunca?

-Buenos días- Farfullo reprimiendo un bostezo y levantándome con cuidado, el costado aún me duele y el brazo posiblemente tarde semanas en sanar por completo, pero ya duele tanto y parece que puedo caminar sin sentir mucho dolor.

-Yo me encuentro bastante mejor.- Respodo a la pelirroja. -Me encuentro con fuerzas para caminar. Creo que podría incluso correr si hiciera falta. Por mi podemos seguir, pero Vincent parece que aún está débil, él sufrió más daño, creo que deberíamos descansar un día más.

También deberíamos hacer recuento de la comida que nos queda. Es dificil hacer planes sin saber si a todos nos queda comida o no. -Les digo mientras escarbo en mi mochila- A mi aún me quedan dos raciones. ¿Y a vosotros?

Otro día mas, teníamos que recuperar el ritmo pronto o nos alcanzarían, ademas de que corríamos el riesgo de que nos mataran aliens -Me quedan dos raciones-  Con un suspiro me pondría de pie y estiraría los brazos por arriba de la cabeza "Como extraño dormir en una cama" - Vincent, si de verdad consideras que necesitas un día mas, nos quedaremos un día mas, pero tengamos en cuenta de que tenemos mas enemigos que amigos en este momento, y es hora de sacar a nuestro rehén y conseguir respuestas, dejarlo ir, matarlo o lo que consideremos mejor, pero tenerlo encerrado en un coche sin llevarle comida, nos hace ser... Igual que los que estamos huyendo en algunos sentidos- 

A mí no me quedan raciones- Responde a David. -Anoche me comí lo último que me quedaba. 

Me encuentro mejor que ayer, aún estoy débil. No creo que pueda correr mucho, pero si queréis seguir. Por mí, adelante. -Comenta el profesor. -Creo que podré caminar si hace falta.

Finalmente pese a que David y sobre todo Vincent distan de estar en las mejores condiciones, parece que la mayoría estáis dispuestos a seguir adelante. Volver a Scranton sería la decisión más fácil, una decisión que sería más que comprensible tras los reveses sufridos por el grupo, sin embargo vuestra voluntad por seguir hacia Nueva York parece firme.

Una impaciente Julia se une a los que dicen de seguir adelante,  de modo que con un desesperado Tuco aún encerrado en el maletero, os ponéis en marcha hacia Nueva York.

El chevy avanza despacio, a ratos vais por carretera, a ratos toca ir campo a través o por el arcén para esquivar vehículos parados. Por seguridad y sin que nadie os persiga nunca vais a más de cuarenta por hora, aún así, basta esa velocidad para hacer en una hora los mismos kilómetros que habríais hecho en diez o doce horas caminando.

A medida que os acercáis a la costa el terreno cambia, los efectos de los tsunamis que barrieron el planeta son mucho más notorios. Las aguas hace semanas que han regresado a sus cauces, pero los signos de destrucción son visibles; árboles arrancados de cuajo, vehículos llenos de barro volcados, puentes, edificios y todo tipo de estructuras destruidos por la fuerza del agua…

A medida que os acercáis también aumenta la frecuencia en la que veis naves halcón alienígenas yendo o viniendo, su nave nodriza debe de estar cerca. Cada vez son más, muchas veces las naves solo pasan por el cielo a lo lejos, pero cuando alguna de ellas pasa cerca paráis el motor y permanecéis parados hasta que se alejan. Desde el cielo, solo sois un vehículo más, como los millones que hay por todas partes.   

Así lentamente vais avanzando hasta que por fin conseguís verla, la nave nodriza. La gigantesca mole que permanece sobre NY se ve a kilómetros de distancia. Quizás esta sea información suficiente para McKnigth, quizás a los militares les baste si volvéis y les confirmáis la presencia de una nave nodriza. Si consideráis que la misión está cumplida nadie podría reprocharos nada. Habéis llegado casi hasta las afueras de Nueva York.

El sentido común invita a no acercarse más, al menos no con el vehículo. Del maletero no sale ningún sonido, hace horas que Tuco no grita, os insulta, ni da señales de vida.  

Julia otea el horizonte con los prismáticos de Bryan.

Tsk-Chasque a lengua decepcionada. -Aún no se ve nada de Nueva York. Tenemos que avanzar un poco más, al menos hasta que podamos distinguir el estado de los edificios con claridad.-Os dice, buscando vuestra opinión- Si está todo destruido nos vamos, pero si hay alguna posibilidad de encontrar una radio deberíamos aprovecharla, ya hemos llegado hasta aquí.

No me siento nada tranquilo, cada vez que escucho una de esas cosas surcando el cielo me recuerda el episodio que sufrimos en Scranton, cómo atacaron nuestro convoy y masacraron a tanta gente…  cierro los ojos intentando alejar los malos augurios.

Cuando veo la nave nodriza me quito las gafas impresionado. Nunca había visto una tan de cerca. Sí, en las noticias, cuando llegaron, pero sin duda en directo el resultado impresiona mucho más.

Estoy de acuerdo con Julia. Hay que seguir por lo menos un poco más. Si no encontramos nada siempre podemos volvernos, pero me gustaría saber que hacen en Nueva York y si no encontramos una maldita antena de radio nadie podrá decir que no lo hemos intentado.

Los militares ya suponían que había una nodriza en Nueva York. Me parece que volver a Scranton solo para confirmarless eso sería de muy poca utilidad. Ha muerto demasiada gente para que nosotros podamos llegar hasta aquí. Deberíamos aprovechar la ocasión.

Voto por seguir a pie y ver que encontramos.

Miraría de reojo a Julia -Tenemos la aguja en un pajar- Esperaba que recordara nuestra conversación de cuando nos conocimos-Hay mucho silencio viniendo del maletero..-  Meternos mas en Nueva York sonaba aterrador-Si  es lo que quieren, esta bien iré a donde ustedes decidan porque no me iré sin ustedes. Aunque seguro nos estemos metiendo en una base o nido, así que podemos creer que nos encontraremos con el equipo militar alienigena o con bebes aliens. Yupi- 

Las naves halcón no suponen ninguna novedad, llevamos sobreviviendo y evitándolas durante demasiado tiempo para preocuparme por ellas. Somos hormigas, si quisieran podrían aplastarnos, si no lo hacen es porque no les merece ni el esfuerzo. Pero al parar el vehículo y bajar, mirar a esa enorme nave alienígena me quedo atónita e impresionada. Me dan ganas de volver a subir al coche y escapar por donde hemos venido.

Respiro hondo. Al escuchar a Cass asiento en silencio- Es cierto.  Le digo a Julia, tenemos una radio. Lo único que necesitamos es una antena lo suficientemente grande.

Me dirijo al maletero del chevy y lo abro para sacar a Tuco.- Mejor nos llevamos a  este también. -Les explico sacando mi arma por si me hiciera falta, aunque no creo que después de pasar dos días ahí metido esté para muchos trotes.

No podemos dejarle aquí y quizás sea de alguna ayuda contra los aliens, a una mala siempre podemos usarlo de cebo.  -Maldita la gracia que me hace acercarme allí, pero ya es tarde para echarse atrás. - ¿Podrás caminar Vincent? -Le pregunto buscando su complicidad. A una mala podría quedarse en el vehículo y tenerlo apunto por si hay que salir huyendo, aunque preferiría que no nos separemos.    

¿De verdad?- Julia mira sorprendida a Cass sin acabar de creerse que le haya escondido ese secreto todo este tiempo. Cuando Sam confirma sus palabras parece empezar a asimilarlo todo. 

Pero... entonces... nuestras posibilidades no son tan irrisorias cómo creía - Exclama esperanzadamente. -Tenemos lo más dificil; una radio que funciona. -Cuando Sam dice lo de la antena asiente con la cabeza-  Y ni siquiera eso. Solo necesitamos cualquier cosa lo suficientemente grande para hacer de antena.

La mujer sonríe por primera vez en mucho tiempo.- Las posibilidades de que llegue a Alaska a tiempo para salvar a la humanidad acaban de subir del 0% al  5% pero incluso tan ridicula posibilidad es ya una esperanza.

¿¡A qué esperáis!? -Os dice con urgencia en su voz- ¡No hay un minuto que perder! 

Al abrir el maletero Tuco se tapa la cara deslumbrado hasta que sus ojos se habitúan a la claridad del exterior. El hombre empieza a salir del vehículo despacio, con los músculos agarrotados por todo el tiempo que ha pasado ahí dentro.

Tiene los labios y la boca seca, os mira con resentimiento hasta que ve el lugar donde os encontráis.

¡Putos cabrones! Pero si estamos en NY!! – Exclama tirándose las manos a la cabeza en gesto de desesperación antes de encararse con Sam- Chinga a tu madre, zorra chiflada. Prefiero volver a la cajuela.