Partida Rol por web

INVASIÓN

DIA 1

Cargando editor
20/04/2016, 16:37
Duncan Rockwell

El sonido de la moto la primera vez me sobresalta, pero por lo que he visto hasta ahora, no parece probable que la gente que ha sido afectada por esa sustancia azul tenga la suficiente presencia de ánimo como para poder conducir un vehículo, y mucho menos uno que requiera mantener el equilibrio como una motocicleta. Sin embargo, al ver al preso fugado de la cárcel no puedo evitar recordar al tipo que nos pidió que nos desnudásemos justo cuando apareció Steve.

Finalmente pasa de largo, pero al poco tiempo el sonido de la moto vuelve a acercarse por la espalda. O ha hecho un giro muy cerrado o no parece probable que sea el mismo, pero nunca se sabe. Me vuelvo hacia mis compañeros mientras me aproximo a uno de los coches aparcados en busca de un sitio donde podamos escondernos si llegase a hacer falta.

- Deberíamos avisar a todo el mundo para que vaya hacia el puerto - les digo a Steve y Yu-ri remarcando lo que creo que es moralmente correcto. Nadie, ni siquiera los presos fugados, merece acabar como la gente que vimos en el centro comercial. - Pero no puedo decir que me fíe de ningún desconocido ahora mismo después de lo que sucedió en la cárcel. - Miro a Steve. - Tú tienes más experiencia en esto... Podemos escondernos en un coche y dejar pasar a quien sea o llamar su atención para avisarle, pero tú decides.

Lamento dejarle el peso de la decisión al guardia, pero en estos momentos no tengo claro qué puede ser mejor.

Notas de juego

Por cierto, no hace falta que Steve me espere para postear, sobre todo en situaciones en las que él tenga más iniciativa que Dunc.

Cargando editor
21/04/2016, 20:38
Steve Evans

Pues tu padre era poco precavido” Pensé en respuesta al comentario de la asiática. Después de acomodar todo lo que habíamos cogido salimos al exterior para comenzar nuestro camino hacia el puerto de Anchorage.

No me sobresalté al escuchar el motor de la moto, pero sí que me mantuve en tensión en cuanto identifiqué al motero como uno de los prisioneros que abandonaron la cárcel. Por fortuna no nos vieron y podemos continuar el camino pero empieza a preocuparme que otra moto haya pasado cerca de nosotros con  tan seguido. Los presos buscan… ¿el qué? Tal vez presas fáciles como nosotros, aunque yo no me considero fácil en absoluto. Si tan solo tuviese un arma…

Nos escondimos tras un vehículo cuando Duncan propone avisar a TODO el mundo, y no hace falta que diga más cuando ya puse mala cara. Si ya se veía venir las intenciones de este tipo, pues tenía cara de bonachón desmedido y así no se va a ninguna parte, menos en una situación pre-apocalíptica… que parece todo esto.  

— No. Vamos a salvar nuestro trasero y ya. Mira, todos los presos del sector donde yo trabajaba eran monstruos; violadores, asesinos en serie… y varios de ellos estaban esperando a ser trasladados para ponerle fin a sus míseras vidas. ¿Crees tú que estaríamos seguros en un barco con ese tipo de gente? Lo querrían tomar bajo control y reducir el mayor número de personas para que los suministros que allí halla, duren más, porque sinceramente… no sabemos qué nos va a deparar y ellos no se la jugarían.

Frunzo el ceño tan solo de pensar que algo así nos pase.  — Estoy de acuerdo de que avisemos a gente civilizada pero no a estos criminales. Vamos a seguir las calles pero siguiendo la acera y metiéndonos en las tiendas abiertas o escondiéndonos tras los contenedores si volvemos a escuchar el rugido de una moto. ¿Estáis preparados? Y si llega el caso de que nos descubran y quieran robar lo que llevamos encima entonces tendremos que entrar en acción. 

Notas de juego

Al final no cogimos nada que nos sirviera de arma? Que no me acuerdo.

Cargando editor
23/04/2016, 18:40
Director

Continuáis avanzando hacia el puerto buscando siempre ser lo menos visibles posible. Cada vez que escucháis un motor acercarse os escondéis rápidamente y eso ocurre con mucha mas asiduidad de lo deseado.
Al ruido de vehículos, que son claramente identificables en el silencio total de la ciudad, se une el de disparos procedentes de varios lugares.

Cuando escucháis otro vehículo acercarse os ocultáis tras una furgoneta de mensajería. Veis pasar un camión de recogida de basuras en dirección sur aunque no lográis divisar si los ocupantes son presidiarios fugados.

A medida que os alejáis del centro de la ciudad los ruidos se reducen y la zona parece más tranquila. Pasáis entonces por una pequeña tienda de caza, aunque el cartel de la fachada anuncia trofeos, ropa y útiles para la caza podéis ver que un maniquí del escaparate porta una escopeta.
La puerta está abierta, como a tantas otras el caos le llegó en horario comercial y el dueño no tuvo tiempo de cerrar la tienda adecuadamente.

Aún queda casi una hora de camino para llegar al puerto, por suerte la temperatura es soportable y el único peligro hasta ahora parece ser bastante ruidoso al acercarse.

Notas de juego

Corregidme si me equivoco pero creo que no habéis obtenido ningún arma todavía.

Cargando editor
03/05/2016, 14:20
Duncan Rockwell

Steve me recuerda a Anne en cuanto a sus comentarios y su respuesta bien podía haber sido dada por la chica rubia. Supongo que en realidad el problema es mío por querer salvar a todo el mundo en vez de mirar por mi propio pellejo, pero siempre he pensado que el mundo será un poco más gris si dejo de creer que la humanidad puede llegar a ser mejor de lo que es. Incluso los criminales fugados de la prisión.

De camino al puerto vemos la tienda de caza y le hago una señal al guardia. Sé que él quería tener algún arma para defendernos, aunque yo sea un inútil con las armas de fuego. En sus tiempos jugué mucho al House of Dead, así que tengo los reflejos suficientes para apuntar una pistola, pero sólo una vez que me llevaron a un campo de tiro he sentido el retroceso de un arma real en mis manos, a pesar de que pueda calcular la fuerza generada por el escape de los gases con más precisión que la mayor parte de la gente.

- Tú decides si quieres coger algún arma ahí dentro - le digo a Steve. - Pero no tenemos mucho tiempo antes de seguir hacia el barco. - Casi inconscientemente compruebo la hora mientras calculo el tiempo de camino que nos queda hasta el puerto.

Notas de juego

De vuelta de la KDD. Sólo tenemos las barras que hayamos recogido en los alrededores de la tienda, no armas de fuego.

Cargando editor
04/05/2016, 15:26
Steve Evans

El viaje estaba resultando bastante tenso debido a la cantidad de personas que recorrían las solitarias calles sobre un vehículo. Nos escondíamos lo más rápido que podíamos que era suficiente ya que no fuimos detectados por nadie. No pasó desapercibido para mí una tienda de caza en la que podía apreciarse varios trofeos y lo que más me llamó la atención, aquel maniquí sosteniendo una escopeta de caza. Lo mío no era el uso de ese tipo de armas… pero menos daba una piedra, ¿no?.

Y tanto que vamos a cogerlo — Sentencié dirigiéndome hacia el lugar. Lo primero que cogí fue la escopeta, busqué por la tienda recambios y también si fuese posible quería recoger un arma cuerpo a cuerpo, parecido a un machete. Al acabar me volví junto a Duncan y Yuti para continuar nuestro camino. 

Cargando editor
04/05/2016, 15:26
Steve Evans
Sólo para el director

Notas de juego

He puesto que coge la escopeta, pero mi pj lo que sabe es usar armas tipo "espadas" por eso busca el machete, si lo encuentra bien si no pues me quedo con la escopeta pero no sabe usarla xD. Espero que Duncan no sospeche de que un guardia no sabe usar ese tipo de armas...

Cargando editor
05/05/2016, 17:20
Director

El registro de la tienda de caza se realiza con celeridad, al fin y al cabo tenéis claro lo que queréis y afortunadamente todo está a la vista.
El rincón de las armas destaca al fondo del local, pasados todos los demás utensilios de caza y varios maniquíes ataviados con las mejores galas para capturar y matar animales.

Duncan encuentra un localizador GPS, algo prácticamente inútil ahora mismo pero cuyos componentes pueden ser bastante útiles en el futuro.
Yu-ri, totalmente ineficaz con las armas opta por hacerse con una de las chaquetas de camuflaje que exponen.
Por su parte Steve va directo a por las armas y encuentra alguna pistola entre tanto rifle y escopeta. La munición sin embargo no está tan accesible y hay que forzar un cajón bajo el mostrador para conseguirla, algo impensable en condiciones normales pero que se está convirtiendo en habitual en el actual estado de emergencia.

Mientras busca un machete, o al menos un cuchillo grande, Steve se topa con algo poco usual para la caza como es una katana. Emulando una famosa escena de Pulp Fiction decide dejar el cuchillo que tenía en las manos para bajar la espada de su expositor. Sorprendentemente está afilada, lo cual contradice su aparente condición de elemento decorativo.

Cuando estáis listos escucháis nuevamente el ruido de motores y antes de que podáis salir aparecen frente a la puerta de la tienda un par de hombres en moto. Muy posiblemente son los que visteis hace unos minutos, si buscaban un lugar con armas lo han encontrado.
Sabéis que desde fuera el interior se ve muy oscuro, los múltiples muebles ofrecen varios lugares donde esconderse y aparentemente solo hay una puerta.
La buena noticia es que ninguno de los dos hombres lleva armas a la vista, aunque es evidente que se trata de fugitivos de la prisión local.

Notas de juego

Hasta el puerto queda una hora de camino, aunque para que llegue el U.S.S. Tritón aún quedan horas.

Cargando editor
09/05/2016, 21:36
Steve Evans

Inmediatamente que cojo la pistola, me pongo a buscar alrededor para encontrarle munición encontrándome el dichoso cajón que tendré que forzar. Busco cualquier cosa que me pueda ayudar para forzarlo encontrándome una katana. Los ojos me brillan en cuanto la veo, y ni por asomo la pienso usar para forzar el cajón. Me propongo a buscar otra herramienta para forzar el cajón cuando escucho el ruido de los motores a mi espalda. Los presos.

Me vuelvo y ahí están, justo en la puerta, seguramente no tarden en vernos así que no me esfuerzo en esconderme, además, nunca fue lo mío hacer eso. No pienso que se adentren y cojan algún arma con los que puedan dañarnos si nos descubren, antes me ocupo de sus vidas. Con la katana colgada a mi espalda, avanzo hacia ellos con la pistola en alto, apuntándoles. Ellos no tienen por qué saber que no está cargada.

Los dos, manos arriba. ¡Ahora! — Les grito mientras sigo avanzado para acortar distancias aunque siempre tomando cierta precaución.

En el caso de que Duncan no se haya escondido le indico que busque alguna cuerda para atarles, si no está disponible, tendré que ejercer la fuerza si no siguen mis órdenes. 

Notas de juego

Imagino que no está cargada, vaya. Steve trata de amenazarles. 

Cargando editor
10/05/2016, 19:36
Duncan Rockwell

Casi con una sonrisa, observo cómo Steve coge todas las armas que puede cargar, y no puedo evitar recordar lo que me reí con mi antiguo compañero de piso del peso que llevaba Blaskowitz, el protagonista de un viejo juego Return to Castle Wolfstein.

Miro el cajón de la munición y no deja de ser paradójico que, pudiendo comprar balas en cualquier supermercado, en esta tienda estén bajo llave cuando las armas están a la vista. Sin embargo, pronto escucho ruidos fuera y aviso a mi compañero, haciéndole un gesto a Yu-ri para que me acompañe a la trastienda, donde con suerte podremos encontrar un sitio para escondernos hasta que podamos comprobar quienes son los recién llegados.

Entonces escucho la orden del guardia dándoles el alto y estoy a punto de llevarme las manos a la cabeza. "¡Maldita sea! ¿¡Por qué a esta gente les das un arma y se creen John McClane!?", me pregunto a mí mismo en silencio, dirigiéndole una significativa mirada a la enfermera. Abandonando el lugar donde habíamos decidido ocultarnos, busco en la trastienda algún otro arma o cualquier cosa que pueda servirnos ahora si Steve no consigue amedrentar a los recién llegados.

Cargando editor
11/05/2016, 22:43
Director

Los dos hombres se quedan paralizados en cuanto ven el cañón del arma apuntándolos. Es evidente que no sospechan que el arma está descargada, al fin y al cabo estáis todos en una tienda de caza donde precisamente venden munición.

- Tranquilo amigo, solo queríamos algo para defendernos. - dice uno de ellos mientras levanta los brazos - Están ocurriendo cosas muy raras ahí fuera y no está de más ir protegido.

Pese a su pasado no parecen demasiado hostiles, posiblemente debido a la situación tan poco ventajosa.
Yu-ri da un paso al frente pasa salir de su escondite y pregunta a los dos hombres sobre su hermano, lamentablemente ninguno lo conoce y no han visto a nadie parecido huir de la prisión.

Duncan no tarda en encontrar un paquete de bridas grandes, suficiente para maniatar a los dos fugitivos. No oponen resistencia, no ver a ningún policía en toda la ciudad hace que impere la ley del más fuerte y eso lo conocen muy bien.

- ¿Nos vais a dejar aquí atados? ¿Habéis visto esas mierdas que hay por la ciudad? Esas... cosas voladoras... no se que coño son pero seguro que no traen nada bueno. Si nos cogen atados nos atacaran, coged lo que queráis y después dejadnos libres, no queremos nada con vosotros. Solo queremos salir de la ciudad y buscar algún puto lugar limpio.

Cargando editor
15/05/2016, 17:54
Steve Evans

No bajo el arma en ningún momento y puede apreciarse que no me tiembla el pulso en cualquier momento. Es más, ojalá el cargador estuviera lleno porque lo vaciaría únicamente para estos dos antes de volver a coger más para los próximos que nos encontremos. No pienso arriesgar mi vida por unos tipos que sé muy bien de que pie cojean aunque ahora parezcan un par de cachorritos asustados. Son inteligentes y saben que hay que agachar la cabeza cuando se encuentran a un rival que les supera, pero que no dudarán en darle la vuelta a la tortilla de tener oportunidad. Una que no le pienso dar de ninguna de las maneras.

Adentraros en la tienda,  vamos — agito la pistola para que sigan mis órdenes hasta que veo que se adentran lo suficiente como para que una de las estanterías les puedan cubrir — Arrodillaos los dos y tumbaros boca abajo manteniendo las manos a vuestra espalda. Y no hacer ninguna tontería si no queréis acabar con un tiro en la cabeza. — amenazo acercándome un  poco más a ellos. — Yuri, Duncan, atadles las muñecas y los tobillos y unírselos con fuerza. No es momento de dudar. Ellos no lo habrían hecho de haber estado en nuestro lugar. — Les digo mirándoles fijamente y con severidad. No me fio mucho de la compasión de ambos.

No voy a fiarme nunca de vuestra calaña. Es un asunto personal. — sueno como si tuviese una venganza contra ellos — Pero seré benevolente. No creo que se os ate con tanta fuerza como para no poder liberaros, solo el tiempo suficiente para darnos tiempo a marcharnos de aquí y perderos de vista. 

Notas de juego

Me harán caso mis complis? chan chan chan :3333

Cargando editor
17/05/2016, 18:22
Duncan Rockwell

Miro a Steve frunciendo el ceño, en un gesto evidente que pretender preguntar algo parecido a "¿pero qué coño estás haciendo?". Sin embargo, no es momento de discutir y, cuando los recién llegados se tumban en el suelo tal y como les indica, les sujeto las manos con las bridas, dejándoles los pies libres.

- No os vamos a dejar aquí atados, no os preocupés - les digo contradiciendo al guardia. - Pero unos presos ya han intentado atacarnos antes, así que esto es sólo una medida de seguridad - explico, mirando de soslayo a Steve.

Cuando les tengo asegurados, compruebo rápidamente si llevan algún arma encima.

- ¿Cosas voladoras? - les pregunto. - ¿Qué cosas voladoras? - No he visto nada hasta el momento, pero mi voz suena ligeramente esperanzada. Por fin el ejército debe de estar reconociendo la ciudad si están enviando drones de reconocimiento. Pero entonces... ¿por qué iban a atacarles? - ¿Qué es lo que habéis visto? - pregunto algo más preocupado por su comentario.

Cargando editor
18/05/2016, 19:24
Director

Los dos fugitivos son atados y tumbados en el suelo, durante el registro Duncan encuentra un punzón en uno y un martillo sujeto y oculto en el cinturón del otro.
En esas condiciones no podrán moverse y no resultarán una amenaza a corto plazo, tardarán en soltarse pero lo acabarán haciendo.

- Nos estáis condenando a muerte, una de esas mierdas nos encontrará. Son como esos peces planos pero van por el aire, casi no se ven porque son transparentes pero si te tocan estás jodido. He visto a un par de tipos morir, no quiero acabar igual.

El otro, que no ha hablado en ningún momento rompe su silencio.

- Os ayudaremos, dadnos un arma y acabaremos con esas cosas. No ganamos nada con mataros, joder, a mi me encerraron por posesión de drogas, ni siquiera iba a cumplir seis meses. No somos unos putos asesinos, no hemos matado a nadie.

Yu-ri alterna su mirada entre Steve y Duncan, es evidente que no le gusta nada dejar ahí a esos hombres pero tampoco está segura de fiarse de ellos. De hecho, a juzgar por su expresión, no se ha creído nada de lo relatado por los presos.

Cargando editor
19/05/2016, 20:53
Steve Evans

Je… — dejo escapar al escuchar la determinantes palabras de Duncan, y mis ojos se clavan en los de él mostrándole una desaprobación absoluta. No sabía lo que hacía. Esa compasión suya le destruiría algún día, y el caso es que yo no quiero que me arrastre con ella.  — ¿Y qué pretendes hacer con ellos? No van a venir con nosotros si es lo que estás pensando. — guardo la pistola en cuanto están atados para irme hacia los presos para coger el martillo y  seguidamente voy al cajón donde tienen que encontrarse las balas para intentar hacer algo de palanca con la parte de atrás. Necesito balas, y ahora más que nunca si estos presos van a dar problemas.

Cosas voladoras… — niego con la cabeza con una sonrisa burlona. ¿De verdad va a creerse que ahora nos han invadido peces volantes? — Lo dicho, ellos seguirán su camino cuando nosotros nos vallamos y ellos logren zafarse de las cuerdas, pero no van a unirse a nosotros. Si entre los dos decidís lo contrario, me voy por mi propia cuenta, pero antes quiero tomar parte del botín de medicinas que me corresponde — señalo la bolsa de Yuri.

No es nada personal, chicos, habéis sido muy buenos compañeros este rato pero tengo razones de peso como para no querer ir con ellos, y vosotros también deberíais. Cualquiera en su situación diría que lo encerraron por un crimen menor. 

- Tiradas (1)

Motivo: Fuerza

Tirada: 1d20

Resultado: 8(+2)=10

Notas de juego

Uy, a Steve creo que se le va la fuerza por la boca para abrir el cajoncito con el martillito (?)

Cargando editor
23/05/2016, 12:20
Duncan Rockwell

Miro alternativamente a Steve y a los prisioneros, frunciendo el ceño al escuchar el ultimatum del guardia. No me lo había planteado hasta que le escuché, pero su seriedad al decirnos que se iría por su cuenta si decidimos unirnos a los dos presos fugados me hace dudar de hasta qué punto podemos fiarnos de este hombre. Si no le importa lo más mínimo dejarnos atrás por una diferencia de opinión, ¿no hará lo mismo cuando uno de nosotros necesite ayuda?

Frunzo el ceño y miro a Yu-ri, tratando de adivinar su opinión sobre lo que acaba de decir Steve y las opciones que se nos presentan ahora mismo. - No os vamos a dejar aquí para morir - insisto mirando a los dos hombres que ahora mismo están atados. - Pero tampoco tengo muy claro si saldremos de aquí juntos o no - añado mirando a Steve con gesto severo.

Mientra hablo busco algún cuchillo de caza o navajas multiusos que seguramente se puedan encontrar sin problemas en una tienda así. Realmente no me serán de utilidad como arma, pero un cuchillo suizo como el que se quedó en mi maleta en el hotel siempre puede utilizarse para muchas cosas.

Escucho la explicación sobre esos peces voladores translúcidos. Como mentira es demasiado irreal para resultar convincente, pero no conozco ningún tipo de drone similar al que están describiendo. Por un momento la única alternativa lógica que se me ocurre es que estén colocados, aunque ninguno de ellos lo parece a simple vista.

- Y, ¿cómo mataron esas cosas a los dos tipos? - les pregunto mientras camino hacia Yu-ri en busca de opinión médica. - Yu-ri, ¿crees que están drogados o algo así? No parece una excusa muy plausible si pretenden engañarnos... - Desde luego, no es algo que yo me hubiera inventado estando en su situación.

Espero a que la chica se fije en sus pupilas para darme su opinión y aprovecho para comentarle en voz baja qué prefiere hacer ella con esos hombres, aprovechando que el guardia empieza a dar golpes a un cajón. - No me ha gustado nada el comentario de Steve, pero puede que estemos mejor con él que si le pedimos a estos dos que nos acompañen. ¿Tú qué opinas?

Cargando editor
23/05/2016, 18:38
Director

La enfermera, mientras observa a los dos hombres, te responde procurando que el guardia no oiga sus palabras.

- Si vienen con nosotros y Steve se marcha nos podrán traicionar cuando quieran. Y estos hombres lo primero que han hecho es buscar armas, prefiero que sigamos como hasta ahora pero no quiero abandonar a nadie. Deja un cuchillo a su alcance, se podrán liberar en unos minutos y para entonces nosotros nos habremos ido.

Notas de juego

Ahora pongo el post general, esto solo es la respuesta de Yu-ri en privado.

Cargando editor
23/05/2016, 18:42
Director

Mientras Steve comienza a destrozar el cajón de las municiones Yu-ri aplica sus conocimientos de enfermería para sabre si los dos fugitivos están bajo los efectos de alguna droga.
Sin los medios adecuados apenas puede comprobar su pulso y sus pupilas, y casi no se atreve a tocarlos a causa del miedo.

- Creo... creo que no han tomado nada que pueda alterar su percepción. Necesitaría un análisis de sangre, u orina, incluso de una muestra de saliva. He visto gente drogada y este no es el aspecto de alguien capaz de ver alucinaciones.

Ducan se hace con un par de navajas suizas, aunque parecen mas un souvenir por su color rojo y la bandera suiza impresa son totalmente funcionales.
Un crujido indica que Steve ha logrado abrir el cajón, dentro hay una colección extensa de pequeñas cajas con balas y cartuchos, identificadas por colores y calibres pero limitadas a la munición usada en caza.

- Dejadnos un par de armas y munición, si no os fiáis tiradlas al otro lado de la calle y no saldremos a por ellas hasta que os hayáis ido. Pero no nos dejéis aquí, no os hemos hecho nada.

- Si una de esas cosas te toca estás jodido, esos tipos se paralizaron y cayeron muertos. Ni siquiera los golpearon, solo pasaron cerca de ellos. No nos hagáis esto...

Cargando editor
24/05/2016, 18:29
Duncan Rockwell

Asiento a Yu-ri. - Sí, es lo que pensaba... - le digo en voz baja. De hecho es una de las razones por las que he buscado un cuchillo en la tienda. Cojo las navajas y compruebo sus filos, guardándome en el bolsillo la que esté más afilada.

- No os preocupéis - digo dejando la otra abierta en el otro lado de la tienda con respecto a donde les hemos dejado atados. - Ya os he dicho que no os vamos a dejar aquí atados - les digo señalándoles la navaja para que puedan desatarse cuando nos hayamos ido. - De todas formas, no creo que esas cosas voladoras puedan entrar aquí... - comento esperando su opinión.

Todo lo que está ocurriendo es muy raro: primero esa lluvia azul que vuelve loca a la gente y ahora ¿drones invisibles que matan? Es más probable que estos hombres estén afectados por alguna otra sustancia como la que volvía agresivas a las personas, pero mi umbral de credibilidad empieza a tambalearse por momentos.

- Vamos a necesitar esto... - digo cogiéndoles las llaves de las motos y dejando sus improvisadas armas junto a la navaja. - Intentad buscar una radio cuando nos hayamos ido - añado finalmente. Sé que a Steve no le hará mucha gracia el comentario, pero incluso unos presos merecen saber que puede haber ayuda en camino.

Me acerco al lugar donde se encontraban las armas y cojo una escopeta de caza. No sé cómo se manejan estas cosas, pero los cartuchos tienen mucha dispersión, así que a corta distancia es probable que no haga mucha falta apuntar. Además, si en algún momento nos separamos, será mejor tener algún tipo de arma, aunque sólo sea para amedrentar a posibles asaltantes. Voy junto a Steve para coger munición y le lanzo la llave de una de las motos.

- Supongo que eso implca que seguiremos juntos por ahora - le digo en un tono algo lacónico, aún molesto por su ultimatum anterior.

Cargando editor
26/05/2016, 21:47
Steve Evans

Sigo observando fijamente a Duncan y a Yu-ri, los dos parecen haber establecido una relación muy cercana por todo esta mierda que está ocurriendo en la ciudad, así que ya empiezo hacerme a la idea de que tendré que seguir mi camino en solitario. No les culpo; ellos son de una manera y yo de otra. Solo que yo considero que mi opinión es la más acertada para nuestra supervivencia. Lo que proponen se asemejaría a mezclar ovejitas con lobos.

Que manifestase a los presos sus dudas de si saldrían juntos o no, hizo que una escasa esperanza se activase en mi cabeza. Desvié la mirada pero no pude ocultar la pequeña sonrisita. La sensatez nos llega a todos en los momentos en los que pensamos en nuestro propio cuello. Somos seres humanos, aunque sociales, nuestra naturaleza busca prioritariamente la supervivencia.

Observo lo que hace, con las armas que les dejan no creo que lleguen muy lejos, porque los presos las ignorarán. En cuanto escapen de las cuerdas, irán a por otra arma de fuego (si la hubiese), y como nos encuentren nos reventarán la cabeza sin pensarlo dos veces. Me ocupo de llenar de cargadores, seleccionando las que nos harán falta, una bolsa que haya en el mostrador. Escucho que siguen hablando sobre los peces azules voladores y luego a Duncan cuchichear con Yu-ri, que inmediatamente se pone a fijarse en los ojos de los presos.

Yo he ignorado la petición de los presos, ya no tengo nada más que hablar con ellos. Eso sí, hago todo lo posible porque no consigan nada de especial utilidad ahí. Me anoto mentalmente no acercarme a esas cosas en el caso que existan, pero por otro lado me hace reírme un poco de mí mismo por quedarme con la copla, por precaución.

Duncan ha cogido las llaves. ¡Las ha cogido! Perfecto, ya no será necesario  rajar las ruedas como tenía pensado si al final se quedara con ellos. No por buscarle mal a él o a Yu-ri, pero evidentemente no iba a permitir que esos presos se pasearan sobre ellas. Lo único que me tocó los huevos era que comentase lo de la radio, y eso pudo verse en la expresión de desaprobación que puse. Si lograran acceder al barco… Duncan sería el responsable de peligrar nuestra supervivencia y de todos los que allí entrasen, porque yo, sinceramente, me limpiare las manos.

Eso veo, aunque no te veo muy emocionado. Te sigues demasiado por las emociones más que por la razón. No te equivoques conmigo, Duncan. En estas circunstancias es mejor desactivar la capacidad de sentir y es justo eso lo que he hecho. — Salgo de la tienda para dirigirme hacia una de las motos. — Imagino que estaréis más cómodos yendo vosotros en una y yo en otra en solitario, aunque no sé si es buena idea por todo el ruido que hacen. Creo que aún estamos a tiempo de llegar al lugar del encuentro sin necesidad de usarlas. ¿Qué decís? Para que veáis que no tomo decisiones sólo por mi mismo. Si no la vamos a usar es mejor inutilizarlas. — señalo la katana que llevo colgada en la espalda.  

Cargando editor
29/05/2016, 00:05
Director

Los dos fugitivos reaccionan de forma distinta a vuestros actos. Uno parece agradecido por la oportunidad de supervivencia que les dais.

- No iremos detrás vuestro, solo queremos sobrevivir. No creo que esas cosas sepan abrir puertas o puedan vernos aquí dentro.

El otro sin embargo sigue enfadado con todo lo que sucede.

- Nosotros somos los criminales pero vosotros os lleváis todo lo valioso de una tienda, nos robáis las motos y nos dejáis aquí atados a punta de pistola. Espero que ardáis en el infierno.

Sin mucho más que añadir termináis de recoger material y abandonáis la tienda de caza. En una de las motos monta Steve, en la otra Ducan y Yu-ri. El sonido de los pequeños motores resuena por las calles a medida que avanzáis hacia el puerto. El camino, además de más breve, se os hace mucho más seguro sabiendo que con solo acelerar podéis dejar atrás a cualquier nuevo enemigo que os encontréis.
Algunas zonas están llenas de coches abandonados, lo cual dificulta el paso. Por suerte las motos requieren menos espacio y de haber venido en coche sería imposible pasar.

En apenas media hora llegáis al puerto. Alrededor de los muelles hay multitud de naves, silos y depósitos donde se guardan todo tipo de materiales y combustibles. Por el momento no veis a nadie y el único ruido que se escucha, además del viento, pertenece a vuestras motos.
Hay un par de barcos amarrados, son de transporte de mercancías y ninguno tiene el nombre, ni el aspecto, del mencionado en la radio.

De repente escucháis un grito procedente de algún punto entre el laberinto de contenedores. Parece producido por una mujer, es sumamente agudo y no tarda en repetirse.
Tras apenas diez segundos se repite un grito similar solo que a cien metros del primero y en dirección contraria.
No veis a nadie y no parece haber movimiento por los alrededores, pero un tercer grito desde una tercera posición indica que no estáis solos en el puerto.

Notas de juego