Partida Rol por web

El veterano también optó por esperar arriba. Sería complicado bajar con su pesada armadura, pero más todavía con ese dolor de espalda que le pinzaba todo el torso.

- No dudéis que bajaremos después de vos- le aseguró el caballero del cuervo-. Si me lo permitís, yo bajaré en segundo lugar, mi dama Envy- le pidió el paladín a la mujer lobo.

Don Urik miró las profundidades ocuras y se concentró buscando el mal en aquel lugar, por si alguna fuente emitiera dicho mal y el paladín pudiera notarlo.

- Entremos, no nos demoremos más- dijo mirando a los demás en busca de alguno que pudiera tener una cuerda.

-Lo lamento Urik, pero ya es hora de que me dejes de ver como una niña, todos aqui nos estamos jugando el cuello, y yo no soy la excepcion, ahora es mi turno- Le contesto sin rastro de prepotencia, orgullo o capricho. Ya que era la verdad. -Ve despues de mi, y cuidame la espalda cuando sea necesario, y confia en que cuidare la tuya, no puedes salvar a todo el mundo, o no podras salvar a nadie-

La piedra iluminada mágicamente cae al suelo tras lo que parece ser un estrecho túnel. La distancia del pozo consta de apróximadamente 15 metros, pero en todo el trasncurso de la piedra hasta el suelo, se puede ver una escalerilla bien anclada a la pared.

Fisteus es el primero en bajar y después le sigue Envy, a la espera de que les den el parte de lo que hay allí abajo.

Los escalones descienden hacia la oscuridad a través de un estrecho pozo en la roca. No pasa mucho antes de que el pozo se abra a una gran caverna, ni mucho más antes de que toquéis el suelo de dicha gruta. Desde este lugar, otros dos túneles más se abren a cada lado, perdiéndose en la negrura.

Envy una vez abajo ya desenvaino su cimitarra por si las dudas, mientras intento indentificar su alrededor, la luz que habia dejado caer Quenya era suficiente para ella para ver una distancia considerable, y con su mano libre, Envy al pasar por al lado de la piedra que irradia luz, la levanta para usarla como una antorcha.

-Fisteus, ¿te parece arrojar esta piedra por uno de los caminos y yo hago otra para el otro camino?-

No es necesario compañera nada ya me encargo yo . Respondo antes de convertirme en una versión humana de la piedra de luz .Esperamos un rato a ver si bajan ?.No creo que sea muy buena idea moverse de aquí y buena gana de caer sobre el señor del lugar tu y yo solos

-Si, tienes razon, no es como para ir paseando. Pero solo quiero oler algo, para asegurarme- Dice Envy mientras se acerca un poco a uno y luego otro de las bifurcaciones, oliendo bien el aire, que provenga de cada uno. Buscando si hay alguna corriente de aire fresco indicando una salida al aire libre por una u otro. O tal vez otra cosa.

Pese a estar distraído en la tarea de vigilancia, al escuchar que están pidiendo una cuerda, me desenrosco la que llevo en el hombro y la lanzo hacia el grupo.

— Tened— ofrezco, lo cierto es que me resulta curioso que nadie tenga una cuerda, me parece un elemento básico para alguien que intenta solucionar un problema mediante la lucha.

Después de que los dos valientes comiencen el descenso, observo que haya alguien sujetándolos o vigilando la cuerda, y en caso de no haber nadie, tomo yo este puesto.

— Curioso grupo de aventureros se ha formado— comento sin mucho interés ni en aportar ninguna información, ni en iniciar ninguna conversación ni en faltar a nadie al respeto. Mi compañero animal se me acerca y restriega con la cabeza contra el costado como si de un felino se tratase, gesto bastante extraño por parte de un dinosaurio.

— Pronto te daré de comer— lo informo para que siga atento a lo que a nuestro alrededor suceda.

Don Urik miró como descendían sus compañeros sin quitarles un ojo de encima. Escuchaba a Ravyn y asentía a sus palabras, pero permanecía callado a la espera de novedades del grupo que había bajado. 

Parte de su nerviosismo era por no ser él el que había descendido a ese agujero,  pero alejó sus nervios y se centró en sus compañeros. 

No dejaba de mirar por la trampilla, preparada para bajar si era necesario. Tendría que haber bajado yo también con ellos... me repetía mentalmente, mientras intentaba guardar la tranquilidad para escuchar lo que pasaba allí abajo.

A Igor le tocaba, al igual que al resto, esperar tanto a Fisteus como a Envy, así que se sentó paciente a la espera de poder actuar.

tu olisquea y yo intentaré ver si consigo detectar por donde anda nuestro objetivo .Digo antes concentrarme durante unos minutos .

Envy estuvo husmeando en el mejor sentido de la palabra cerca de los tuneles, pero sin encontrar rastro alguno que denotara algo mas alla de tierra y roca, y del ambiente humedo.

-No parece haber nada raro, no noto que haya alguna salida cercana al aire libre por ninguno de los dos caminos, y me atreveria a decir que las cuevas son naturales o escavas en roca normal- Dijo volviendo otra vez mas cerca del monje, aunque sin dar la espalda hacia las cuevas del todo. -Pero sea por si acaso- Dijo desenvainando su cimitarra y sosteniendola de modo horizontal. Ella luego pronuncio unas simples y profundas palabras, que provocaron que sendas chispas y rayos se canalizaran en su mano izquierda, la cual paso por encima de la hoja de su arma, la cual absorbio el poder haciendo brillar las runas que decoraban la hoja. 

Cuando termino de escudriñar la cueva una mueca de preocupa se dibuja en mi cara.El mal nos rodea , cada piedra de este lugar rezuma maldad .Asi es imposible precisar donde esta pero creo que nos hallamos en el lugar adecuado por así decirlo.