Partida Rol por web

El paladín corrió hacia la procedencia del ruido. Y al ver al hombre intentar uir por la ventana casi le permite escapar, pensando que parecía inocente. Sin embargo una fugaz imagen de unos seres plateados que adoptaban la imagen de inocentes para poder cometer impunemente sus fechorías le hizo cambiar de opinión, y aceleró para dar caza al prófugo.

Detente. Gritó cuando corría. Si no eres culpable de lo que fuera que pasó ahí dentro no tienes nada que temer.

Pitu abrió los ojos desubicado durante tan sólo un segundo, momento en que se percató de su situación y de que había recibido de lo lindo por parte del hobgoblin ahora destrozado.

Alexander miraba sobre el escritorio y sorprendentemente, o cual giro del destino, habían fórmulas alquímicas explosivas y todo indicaba que Oreld, ahora muerto, tenía interés en ese tipo de compuestos.

Afuera, el hombre que trataba de escapar se fijó en el paladín mientras caía al suelo.

- ¡Hay que salir de aquí, hay hobgoblins! ¿Qué quieres decir con culpable? Hubimos de encerrarnos y cuando tratamos de abrir la puerta para ver lo que sucedía con tanto ruido, ¡había una trampa! Mató a Arris.

El humano semejaba afectaba por los hechos vividos. Y el paladín tampoco podía detectar mal en él*.

​Busquemos supervivientes y cosas que podamos llevarnos. ​Dando ejemplo el mago empieza a rebuscar entre las estanterías cosas que puedan serles útiles.

El paladín da unos últimos pasos deteniendo la carrera, y mira estupefacto a su presa, tras unos instantes baja el arma. 

Ven. Le ofrece. Te protegeremos, somos muchos y llevamos algunos combatientes para cubrir a los que no lo son. Explica mientras señala al grupo que se encuentra en esos momentos mirándolos.

Parece que poco a poco vamos consiguiendo salvar a más lugareños. Se felicitó Valk'Moor. Lástima que tenga que acompañarles para protegerles y no pueda quedarme junto con los elfos a vengar el poblado... 

Tras esto, y recordando que dentro no quedaban combatientes, se acercó a hablar con Lirosa. No os perdisteis gran cosa dentro. Sólo había uno, y para cuando pude entrar yo estaba a un solo golpe de morir

Con un fuerte dolor en la cabeza y el sabor amargo y metálico de la sangre en la boca, el Halfling se levantó de su corto letargo. -Las cabras!- Exclamó buscando por la estancia. El recuerdo del pasado, antes de ser capturado mientras pastoreaba su rebaño, se esfumó con la misma rapidez con la que había venido.

Sacudió la cabeza y despejó su mente. -Gracias...- Dijo a Ghion quien había cerrado sus heridas. Con la ayuda del humano se puso de nuevo en pie, recogiendo sus espadas del suelo. -Listo...-

Ghion afirma con la cabeza una vez el halfling se levanta y recoge sus cosas, fuera de peligro. Después, haciendo caso a Ender, le ayuda a buscar cualquier objeto que les pueda ayudar.

Aquellos papeles podrían ser de mucha utilidad para encontrar una forma de reventar el puente, si es que encontraban los ingredientes adecuados. Fue por eso que Xander, después de guardarse los papeles, se acercó a la puerta que daba a la otra estancia y trató de abrirla, parapetándose todo lo que podía.

- Chicos, veamos que hay tras la puerta número dos... - Dijo, avisando al resto.

El aldeano asintió a Valk. Ahí fuera reconocía a las personas del pueblo, las cuales le echaron una mano y lograron calmar.

Dentro, podían encontrarse algunas dosis de anti plaga y otros productos que serían valiosos de venderse. Ghion cargó con ellos mientras Alexander miraba dentro de la habitación. Además del cadáver de otro pueblerino, se veía la habitación de Oreld y en ella, un escritorio repleto de componentes alquímicos. Aquél debía ser el lugar de trabajo del ahora difunto dueño, cuyo cuerpo posiblemente no encontraría la paz.

Al entrar en la nueva estancia, probablemente la habitación de Oreld, Xander se acercó al escritorio donde había matraces, viales y demás utensilios alquímicos. Sacó los papeles que recogió en la otra habitación y buscó a ver si era capaz de discernir en ellos alguna fórmula que desconociera.

- Tal vez si esto se mezcla con esto otro... - Iba diciendo mientras miraba planos y utensilios del escritorio, por igual, pues no sabía a ciencia cierta si podría tratarse de algún compuesto útil que el no conociera.

Un vistazo rápido a la mesa, los documentos y los objetos en la tienda de Oreld llevaban a la conclusión de que era posible fabricar un explosivo mezclando los ingredientes que el dueño había marcado como claves. Una extraña coincidencia permitía a los héroes contar con un nuevo recurso. Oreld había muerto dejando tras de sí un importante legado del que nunca sabría nada, pero los supervivientes contaban ahora con un punto a su favor. Habría que llegar hasta el puente y si saltaba por los aires, podrían escapar de los hobgoblin.

Mientras cada uno del grupo hace lo que cree oportuno, el bombardero loco estaba afanado en los planos del pobre Oreld y las fórmulas que contenía. Sin mediar palabra, fue de una habitación a otra, buscando los compuestos que requería dicha fórmula.

- A ver... Esto y esto otro... ¡Si, aquí está! - Iba diciendo mientras iba cogiendo viales y componentes de diversos estantes, mientras iba buscando.

Por suerte, algunos componentes incluso los llevaba encima, en su saquillo de componentes, pero la mayoría tuvo que buscarlos por la estancia.

Ya con todos los ingredientes, se fue para el escritorio donde encontró los matraces, alambiques, viales y demás herramientas de alquimista, cosa que el propio Xander conocía de primera mano, al tratarse de su profesión. Miró a un lado y a otro, porque algunos de sus compañeros le miraban extrañados.

- No os preocupéis. Puede que haya dado con una fórmula para crear una especie de reactivo y hacer saltar por los aires el puente. Pero necesito un momento para ver si puedo elaborarla. Si alguien quiere ayudar está invitado¹. Si no, mejor que se aleje, no sea que saltemos por los aires. ¡Je, je, je, je! - Sonreía mientras iba colocando componentes y líquidos en diversos sitios.

Ender no había encontrado demasiado, pero el semiorco parecía entusiasmado por lo encontrado.

Mientras sepas lo que estás haciendo. Dijo dubitativo...

Es triste que esas sean nuestras mejores noticias, pero bienvenidas sean. Que se alegren de cómo volar el puente de Phaendar no debería ser motivo de alegría, pero el grupo está tremendamente desesperado tras el ataque de los goblinoides.

A ver, dice Ghion dirigéndose a todos, incluida Aubryn. Antes de partir, se os ocurre algún lugar más que deberíamos registrar, o alguna persona que temáis que esté atrapada en su morada o establecimiento?

Alexander necesitó tan sólo un minuto para recorrer los estantes con la vista y localizar los componentes, ya poseídos por el dueño del lugar. Oreld hacía así una última ofrenda por la libertad de sus vecinos. Con tino, el alquimista mezcló los materiales para formar una poción en extremo peligrosa.

Aubrin llegó hasta vosotros y viendo la herida de Ghion sacó de entre sus pertenencias una redoma de líquido blanco.

- Hemos de marcharnos ya, estos lugares que hemos visitado eran los más concurridos del pueblo. No hay tiempo para más, vayamos al puente y recemos a los dioses porque no haya sido ocupado ya. Con ese compuesto de Oreld quizá podamos escapar y evitar que los hobgoblins puedan seguirnos. De otro modo nos intentarán dar caza.

La cazadora se mostró entristecida. Sus palabras eran duras incluso para sí misma.

- Puedo agrandar a alguno de vosotros usando los poderes que me otorga mi dios. E incluso incrementar la fuerza después. Pienso que sois un buen candidato para recibir estos conjuros.

Comentó al oráculo, pensando en prepararlo para la batalla.

Ghion descorcha el frasco y se toma la blanca poción. Inmediatamente siente cierta mejoría, aunque no sabe si es cosa del preparado, o de la situación general, que su desasosiego no desaparece.

Gracias, Aubrin. Tras escuchar la propuesta de la clérigo, hace una ligera reverencia. Será un honor recibir esa magia, y así poder defender mejor a los supervivientes de Phaendar.

Según lo hablado entonces, es hora de marcharnos. Prepararos bien. El peligro sigue al acecho, y no podemos descansar todavía. Dioses, quién sabe cuándo podremos hacerlo...

Con un poco de suerte y por la pericia que tenía mezclando diferentes componentes, todo sea dicho, pues se trataba de su profesión, Xander mostró la poción al resto.

- ¡Lo tengo! Creo que con esto podremos destruir el puente, pero primero tendremos que llegar a el. - Dijo, a la par que escuchaba las palabras de Aubrin. - Ya habéis oído a Aubrin. Es hora de irnos de aquí de una vez, si no queremos acabar empalados por esos malnacidos. ¡Al puente, rápido! Ahora tenemos una oportunidad... - Animó al resto.
 

Decidido a encabezar la marcha, Valk'Moor se dirigió al inicio del grupo. Seguidme. Les dijo. Iremos por el bosque, evitando el camino principal, para toparnos con el menor número de enemigos posibles. Lirosa, ¿Me ayudarías a guiarlos?.

Los que sepáis luchar, rodead a los que no, intentemos llegar todos lo más sanos posible. Dijo. Acostumbrado a mandar en su poblado, no se dio cuenta de que aquí casi nadie le conocía, y no tenían por qué hacerle caso, así que no se paró a comprobar si le obedecían

El tipo azul asintió a los presentes y dejó a aquellos con dotes de liderazgo el dirigir a la creciente comitiva. Creo que sería conveniente que nos sigan desde la distancia, si hay más alquimistas o magos con ellos puede que nos arepintamos de ir tan juntos...
 

Lirosa asintió a la petición de Valk. Ellos podían guiar al grupo hacia el puente para desde ahí lograr llegar al bosque. Sin dudarlo más hubieron de tomar aquél camino en busca de la seguridad y una oportunidad de sobrevivir a aquél ataque del ejército surgido de la extraña torrre negra.

El puente era una construcción de basalto y bajo ella corría salvajemente el rio. Al otro lado se encontraba una caseta, Desde allí ya se veían una cantidad ingente de banderas rojas moviéndose por el pueblo.

Los dos exploradores semielfos echaron un vistazo y retrocedieron hasta llegar a vosotros.

- Hay dos hobgoblins y un lobo. Uno de los hobgoblins porta una armadura muy pesada.

Explicaron al grupo, que llevaba ya gran número de personas del pueblo detrás formando su propia marea.

Aubrin estaba preparada para lanzar su magia y preparar así a Ghion para el combate que se podía avecinar.