Partida Rol por web

Concentrándose de nuevo en su labor, Ghion usa la sangre fría para aplastar con el mayal la cabeza del inconsciente hobgoblin que tiene delante. Esto por... mis vecinos! Schoffgh. Lentamente, se limpia las salpicaduras en el rostro con el reverso de la mano...
 

Ender frunció el entrecejo al ver que uno de los hobos se alejaba. No podía permitir que huyera, por lo que con utilizó otro de sus conjuros intentando atontarle.

Lo tenían todo a su favor. La magia de sus camaradas estaba atontando a los hobgoblins y Xander se relamía con la ballesta cargada y pensando en aprovechar el momento. El semiorco avanzó hasta ponerse a corta distancia para lanzar uno de esos virotes de gran manufactura a bocajarro. Apuntó al hobo de enfrente y le sonrió.

- ¡Di hola a mi amigita feote! - Le dijo, mientras apretaba el gatillo de su arma.

Pero el proyectil quedó atascado en el arma y el mestizo refunfuñaba. -¡¿Pero qué demonios?! ¡Por todo lo sagrado! ¡¿Es que hoy no estás conmigo Cayden Cailean?! - Maldecía mientras forzaba el mecanismo.

Al final, consiguió que se disparase el virote, pero solo los dioses saben a donde fue a parar aquella saeta que disparó con tan poca precisión.

Tratando de acelerar el ritmo y acabar con los hobgoblins, los héroes usaron sus energías para darles muerte. Ender quiso aturdir al que se había librado de la grasa, pero el oponente pudo cerrar los ojos a tiempo evitando los efectos de la magia. Ghion aplastaba el tórax de uno de ellos aprovechando su inconsciencia. Alexander no pudo herir con la ballesta, lamentándose de su torpeza con las armas a distancia.

Valk con la espada curva en mano, lanzó un tajo hacia el hobgoblin que se debatía contra la grasa, abriéndolo en canal de forma mortal. Se había librado de uno de los enemigos.

Un poco más allá, Pitu se enfrentaba a uno de los enemigos y con el primer golpe logró una herida limpia en el muslo. El hobgoblin entonces se vengó y con la espada causó un buen tajo al mediano haciéndole sangrar.

Entonces otro de los enemigos empezó a moverse, tras despertar del mágico letargo, pero por ahora tan sólo se dedicó a palpar el grasiento suelo para saber dónde se encontraba y qué podía hacer.

Girándose hacia el siguiente monstruo, Ghion vuelve a tirar de sangre fría para incrustar el mango de su mayal pesado en el rostro de otro hobgoblin, intentando acabar con los máximos posibles antes de que vuelvan en sí y las cosas se pongan complicadas.

Con decisión, aunque poca precisión, Pitu arremete con dos nuevos tajos con sus aceros. Solo consigue cortar el aire. Para colmo, sus pulmones se vacían y su esencia dracónica se vacía, silenciando su grito, su inspiración termina. 

-Mierda!- Solo quedaba uno en pie, pero éste le había dejado herido. Seguían siendo una amenaza grave.

La grasa empezó a desaparecer del lugar y Ender avanzó para ocultarse detrás de otro arbol más cercano.

Ender reanalizó la situación y con rápidos gestos evaporó el rastro de grasa en el suelo permitiendo que sus compañeros pudieran moverse. Al hacerlo, Ghion se movió sobre el espacio antes pringoso y aplastó el pecho de otro de los hobgoblins, eliminando a un nuevo enemigo.

Alexander y Valk trataron de seguir combatiendo pero no lograron herir a los adversarios. Pitu sí, con sus armas dobles trató de rematar al soldado y a pesar de hundir una de las hojas de modo inesperado pues a primera vista el ataque parecía mal encaminado no logró derribarlo. En venganza, el hobgoblin asestó un espadazo al mediano que lo dejó apenas sin fuerzas. Pitu se estaba llevando lo peor de todo el combate.

Sus compañeros estaba haciendo una escabechina con los Hobgoblins caídos, pero el único en pie estaba haciendo los mismo con él. 

Un nuevo espadazo abrió una herida profunda en su cuerpo, dejando al Halfling sin aliento. No sin esfuerzo, se alejó del campo de combate. Con cuidado de no dar la espalda al enemigo. Sus compañeros tendrían que terminar el trabajo.

Asombrado por la valentía de Rex, que seguía cerca de el pese al fragor del combate, el paladín no se amedrentó por su fallo anterior, y siguió intentando acabar con su presa....

Mas suave. Se recordó a sí mismo cuando volvió a fallar con su espada. Recuerda emplear más la agilidad... parece que esta espada responde mejor a la maña que a la fuerza... Se auto aleccionaba con cada tajo fallido. ¡VAMOS! ¡Ya lo has hecho antes!

Maldición! Que alguien se ocupe de este! Grita Ghion de forma contenida mientras rodea al aturdido hobgoblin, para cortar la posible huida del que ha dejado maltrecho a Pitu, y de paso, aprovecharse de la ventaja táctica que supone que el monstruo deba vigilar dos flancos al mismo tiempo.

En un momento que se gira hacia Valk, el musculoso shoanti deja de voltear el mayal para golpear en la nuca del hobgoblin.

Pitu hubo de alejarse del combate con el hobgoblin quien de manera violenta habría logrado imponerse de no ser porque el mediano no luchaba sólo. Valk trató de acabar con el enemigo pero la hoja curvada resultó ser esquivada, mas no así el mayal de Ghion quien oportunamente se había colocado detrás. Aplastó la parte posterior del cráneo logrando abatirlo.

Entonces el último de los hobgoblins pareció al fin sacudirse los efectos de la magia. Todavía en el suelo, ahora al menos estaba consciente. Observaba a Ghion con la mirada inyectada con odio atroz hacia los seres humanos.

- Basura humana. Todavía no habéis ganado.

Dijo y aunque estaba desventaja parecía indicara así que seguiría luchando.

No entiendo como estúpidas criaturas como vosotros habéis podido causar tanto daño. Supongo que porque vuestra vileza compensa la inteligencia que os falta. Ghion espeta todo eso mientras salva la distancia al beligerante y postrado hobgoblin en dos zancadas, Descarga el mayal sobre él. Desgraciado.

Ender avanzó sin miedo, lanzó el último conjuro que le quedaba para el día, sabiendo que tendrían que descansar por hoy.

Desde su posición lanzó una bola de nieve del tamaño de un puño hacia el hobgoblin.

Esto empieza a ser ridículo, y le voy a dar un final ya. Pensó el paladín mientras preparaba el siguiente ataque con el que confiaba en terminar el combate.

Pese a estas palabras, cuando avanzaba la espada casi escapó de sus manos, pero consiguió asirla al vuelo en un tajo descendente contra el hobgoblin que casi parecía hecho a propósito... casi

Maldita espada... ¡Acabaré dominándote quieras o no! Se prometió a si mismo

De nuevo volvió a hacerlo. Primero apuntö, se tomó su tiempo, mientras sus compañeros mas aguerridos preferían el cuerpo a cuerpo, cosa que le dejaba poco ángulo para atacar desde lejos. Quizás fue eso otra vez, o tal vez aquel no era su mejor día, pero solo Cayllen lo sabia.

- ¡Vamos gente, no os mováis! ¡NO puedo hacer blanco si estáis por medio, podría heriros! - Gritaba.

Y así fue, dejó volar otra saeta en dirección al combate y que pasó rozando a compañeros y enemigos por igual,muero de nuevo erraba el blanco.